El director del Gabinete de Presidencia y portavoz
institucional del club, David Espinar, ha apuntado la posibilidad de que se juegue
sin público “hasta el mes de enero” por la pandemia del covid-19. “Quizá no
solo haya que compensar por los partidos que no se puedan disfrutar esta temporada
sino también prever qué va a ocurrir en la próxima campaña. En cuanto tengamos una
decisión final, la comunicaremos”.
Hervías saca un centro en el último encuentro en Zorrilla, hace ya casi siete semanas ante el Athletic. Foto: www.realvalladolid.es |
Ahora que parece que está cerca la
posibilidad de retomar los entrenamientos, el discurso del director del
Gabinete de Presidencia y portavoz institucional del Real Valladolid ha girado
en torno a “la necesidad de garantizar la salud” de todos los agentes
participantes en el fútbol.
En el aire flota el acuerdo rubricado por
LaLiga y la Federación, bajo el auspicio del Consejo Superior de Deportes, un
acuerdo que busca sentar las bases para el regreso al trabajo, pero que también
pretende instaurar una nueva financiación del CSD, la RFEF y las federaciones
deportivas olímpicas.
Algo con lo que Espinar está de acuerdo
ya que el fútbol “es un motor de generación de recursos y tiene que ayudar a
quienes no tienen esta posibilidad”, como es el caso del fútbol modesto, el
fútbol femenino y algunos deportes olímpicos.
“Sin embargo, tengo mis recelos porque no
me habría gustado pensar que se habría vinculado la posible vuelta a los
entrenamientos con un tema económico. Estamos hablando de cosas muy serias. Por
encima de todo está la salud de los futbolistas y de todas las personas que
participarán en los entrenamientos y los partidos. Creo que es un buen acuerdo,
pero me gustaría no pensar mal y que ha habido una vinculación entre un aspecto
y otro para que el fútbol volviera a la actividad”, ha incidido.
Los clubes han recibido desde LaLiga un
borrador de protocolo para el regreso a la competición. Aunque el CSD promulgará un marco común para todas
las actividades deportivas, será esencialmente similar:
“En sí, son muchos elementos de control,
la reducción estricta de las personas que acompañan a los jugadores en los
entrenamientos y cuatro fases de readaptación a la actividad, que van desde las
sesiones individuales hasta las colectivas. Aproximadamente nunca menos de
quince días para los entrenamientos en grupo y en total el protocolo
contemplaría entre cuatro y cinco semanas de trabajo previo a la competición”.
Por supuesto, a la espera de ver cómo se
desarrollan los acontecimientos, el Real Valladolid ya trabaja en dicho
protocolo. “Hemos comprado material necesario. Seguimos desinfectando las
instalaciones, algo que ya habíamos empezado a hacer antes”, ha expuesto
Espinar.
El club también estudia de qué manera se concentrará el equipo cuando llegue la fase de los entrenamientos
colectivos. “Sería en un hotel con la única presencia de la primera plantilla,
el cuerpo técnico y el cuerpo médico”, ha explicado el portavoz blanquivioleta.
En su momento, por responsabilidad
social, el Real Valladolid anunció que rechazaba los test para detectar el covid-19
debido a que había otros colectivos mucho más necesitados. Ahora, el protocolo
refleja que deben ser empleados periódicamente para descartar contagios en
todas aquellas personas implicadas en los entrenamientos y los partidos.
David Espinar entiende que se realicen
pruebas para intentar hacer posible el regreso al trabajo, como ocurre con
otras actividades productivas, pero se siente “dolido” con el hecho de que no
todo el mundo pueda tener acceso ahora mismo a los test.
“Estamos en una situación de emergencia
brutal en la que evidentemente hay que tratar de retomar la actividad en todos
los sectores, pero estamos conviviendo con una auténtica desgracia y eso es lo
que creo que el fútbol no debe olvidar. Deberíamos luchar todos para que esos
test se puedan extender al mayor número de población posible para que todos
estemos más tranquilos”, ha argumentado.
Espinar ha recordado que el contacto con
los jugadores es estrecho. Los directivos del Real Valladolid comparten sus inquietudes y están “tan preocupados
por su salud como ellos mismos”, hasta el punto de que “el club no va a poner
en marcha ninguna actividad si entiende que puede ser negativa para la salud de
sus jugadores, abonados o trabajadores”.
Lo que sí parece claro es que si puede
retomarse la competición se hará sin público en las gradas, algo que el
director del Gabinete de Presidencia del Real Valladolid ha calificado como “un
desastre” desde el punto de vista social.
“Serían más de 200 partidos solo en
España. Entiendo que, como todas las industrias, el fútbol intente retomar la
actividad cuanto antes porque es un síntoma de normalidad, siempre bajo los
preceptos de garantizar la salud de todos los agentes, pero se me hace
dificilísimo imaginar la escena de unos futbolistas ejerciendo su profesión en
estadios vacíos, sin poder tener cerca a los aficionados que sufren y disfrutan
con la fiesta del fútbol”.
La pregunta sobre la mesa está clara. Si
los partidos se disputan a puerta cerrada, qué pasará con los abonos.
Espinar ha adelantado que es pronto para
dar una respuesta definitiva porque aún no se tienen todos los datos y ha apuntado a
la posibilidad de que “hasta el mes de enero” no se pueda jugar con público.
“Quizá no solo haya que compensar por los partidos que no se puedan disfrutar esta
temporada sino también prever qué va a ocurrir en la próxima campaña. En cuanto
tengamos una decisión final, la comunicaremos. El club, por supuesto, no va a
abandonar a sus abonados”.
Esta situación provocará una reducción de
los ingresos, pero la clave está en saber si el club se encuentra preparado para
soportar el peor escenario posible desde un punto de vista económico: la
suspensión de LaLiga.
“El Real Valladolid ha intentado ser lo
más sostenible posible en sus últimos meses de gestión”, pero parece obvio que
los ingresos se reducirían “en un porcentaje importante” y los proyectos
no esenciales “se verían recortados y retardados en el tiempo” hasta que la
entidad recuperase el músculo económico. “De cualquier modo, el Real Valladolid
seguirá adelante compitiendo y honrando a sus abonados y a sus más de noventa
años de historia”, ha avalado Espinar.
Para terminar el repaso a los temas de la
actualidad blanquivioleta, David Espinar ha abordado la situación del filial.
También con la duda sobre lo que pasará con respecto a la competición, el Real Valladolid respalda la propuesta de la RFEF,
que permitiría a los cuatro primeros clasificados de cada grupo pelear por el ascenso a la Segunda
División, aunque no con el hecho de que se amplíe hasta 98 el número de equipos
de la categoría de bronce.
“No estamos de acuerdo con que haya
ascensos desde Tercera y no descensos. Ya se lo hemos transmitido a la
Federación de Castilla y León de Fútbol. Consideramos que eso debilitaría y
devaluaría la competición”.
Por último, Espinar ha estimado “en tres
semanas” el plazo marcado para la instalación de la cubierta de la tribuna de
los Anexos, una histórica reivindicación de los abonados:
“Habíamos garantizado que esa obra se iba
a efectuar y espero que esté lista en unas tres semanas. Es una pena que de
momento no podamos disfrutarla con nuestros aficionados debido a la situación
que atravesamos”.
Noticia de www.realvalladolid.es