“Este
estadio necesita una puesta al día importante porque el fútbol ha cambiado
mucho desde 1982. Los fosos fueron un instrumento de seguridad en los años
ochenta y el de Valladolid es el único que queda, lo que supone dificultades de
gestión y para el público”, ha explicado el arquitecto del proyecto, Javier
Iribarren, cuyas obras ya han comenzado con un coste de dos millones de euros.
El club, además, integrará los banquillos en el graderío, con varias decenas de
localidades vip en sus inmediaciones, e implementará en el verde “nuevas
tecnologías, sistemas de recuperación de agua, sistemas de drenaje..., un césped
de primera calidad mundial”.
Las obras concluirán a tiempo para el inicio de la próxima temporada. Fotos: www.realvalladolid.es |
Zorrilla vive su
transformación más importante desde su inauguración en el ya muy lejano 20 de
febrero de 1982.
Las obras que han
comenzado en el estadio pretenden modernizar el templo blanquivioleta, deprimir
ochenta centímetros el terreno de juego y suprimir el foso, lo que supondrá una
imagen renovada y ventajas para que los aficionados vivan una experiencia mucho
más cercana.
David Espinar,
director de Gabinete de Presidencia del Real Valladolid, y Javier Iribarren,
arquitecto responsable del proyecto, han explicado este viernes en rueda de
prensa los detalles sobre las obras, que han comenzado en este mes de junio y
cuya finalización se prevé para el inicio liguero.
“Este estadio
necesita una puesta al día importante porque el fútbol ha cambiado mucho desde
1982. Los fosos fueron un instrumento de seguridad en los años ochenta y el de
Valladolid es el único que queda, lo que supone dificultades de gestión y para
el público”, ha desarrollado Iribarren, quien ha indicado que “es un gran reto
porque son obras importantes, no de gran complejidad técnica pero con muchas cosas
por hacer en poco tiempo”.
El proyecto implica
una bajada del nivel del campo en ochenta centímetros respecto a la situación
actual y eliminar el actual foso. A consecuencia de ello se implementarán tres
nuevas filas de butacas, un total de 1.594 nuevas localidades que contarán con
una posición ideal casi a pie de césped: “Van a sentir que están en el campo”.
Con eso se logrará,
además, “mantener la presión del público sobre el campo, que los jugadores
sientan su cercanía”, y también mejorar la visiblidad de la U televisiva.
En el proyecto
también se incluye “generar una banda de rodadura que permitirá el
mantenimiento del césped al evitar que las máquinas de mantenimiento lo pisen”.
Precisamente sobre el verde, “se van a implementar nuevas tecnologías, sistemas
de recuperación de agua, sistemas de drenaje..., un césped de primera calidad
mundial”.
Zorrilla, tras casi cuatro décadas de vida, arranca su transformación. |
Otra novedad
importante será la nueva ubicación de los banquillos, que quedarán integrados
dentro del graderío. Por encima de ellos, habrá varias decenas de butacas vip,
“con un servicio de atención especial, de mayor calidad”.
Los trabajos se
centran, por el momento, en esta obra, pero no serán los últimos que se
ejecutarán en Zorrilla, sino los primeros. “Esta es la fase más inminente por
límites de tiempo, pero la idea es trabajar durante todo el año”, ha concretado
David Espinar. Así, ha apuntado varias ideas que están sobre la mesa, como el
cambio de la iluminación y los baños. “Faltan muchas reformas ahí, queremos un
estadio que crezca con sus abonados”, ha resumido.
Sobre los tiempos
que se manejan, en relación con la obra del foso (con un coste de dos millones
de euros que asumirá el club), Iribarren ha precisado que “todo está preparado
para que estén finalizadas para el principio de LaLiga”, pero, no obstante, ha
adelantado que existe “mucho plan B por si hay imponderables”, con el objetivo
de que el balón pueda rodar en el comienzo de la temporada 2019/20.
Noticia de www.realvalladolid.es