miércoles, 12 de agosto de 2020

Salisu se sube al tren del Southampton

El central ghanés se despide del Real Valladolid tras ser una de las grandes revelaciones del campeonato en la última temporada: “Vine siendo un niño y me marcho mucho más maduro. Lo hago esperando que me recordéis como una buena persona y un gran profesional que fue muy feliz dejando todo de su parte para defender y estar a la altura de la camiseta de un club histórico como este”.

Salisu, a sus 21 años, tiene un amplio margen de progresión.
Fotos: www.realvalladolid.es
Salisu y el Real Valladolid separan sus caminos.

El central ghanés, que llegó desde su país natal a Valladolid a finales de 2017 aún en edad juvenil, se convirtió en la última temporada en una de las sensaciones de LaLiga Santander y pondrá ahora rumbo a Inglaterra para reforzar al Southampton.

El ascenso de Mohamed Salisu, de 21 años, no ha pasado inadvertido. Con un crecimiento exponencial, en sus primeros meses a orillas del Pisuerga ya formó parte del Promesas y disputó, en Segunda División B, trece partidos. En la temporada 2018/19 se consolidó en el filial blanquivioleta, jugó 26 encuentros en la categoría de bronce y comenzó a entrar en la dinámica del primer equipo, con el que debutó en la Copa del Rey a las órdenes de Sergio González.

El último curso 2019/20 supuso el año de Salisu, con más de 2.700 minutos en Primera División a lo largo de 31 partidos en los que, además de su buen hacer defensivo, anotó un gol.

El Real Valladolid ha agradecido al central ghanés “su exquisito comportamiento dentro y fuera del campo” y le ha deseado “la mejor de las suertes en su nueva etapa personal y profesional”.

Salisu ha publicado una carta de despedida del club:

“En mi país, Ghana, se dice que ‘nadie comprueba la profundidad del río con los dos pies’. No sé si por el miedo a que la profundidad sea muy grande y puedas ahogarte. Pero yo, que nací en Kumasi, jamás he dado un paso pensando en lo malo que podía pasarme.

El fútbol ha sido y es todo para mí, además de la única vía para mejorar mi vida y la de mi familia. Por este motivo, cada oportunidad o tren que ha pasado lo he cogido, tan solo, pensando en si me llevaría más cerca de mis sueños. Así, en octubre de 2017, uno de esos trenes me llevó a Valladolid. Un nuevo idioma, una nueva cultura e, incluso, un nuevo clima porque aquí me di cuenta de lo que es el frío.

Desde ese día, todo ha pasado muy rápido. Juvenil A, Promesas y, enseguida, me llegó el tren del primer equipo. En muy poco tiempo pasé de jugar en campos de tierra a entrenar y jugar con futbolistas a los que veía por la televisión a miles de kilómetros. La adaptación no ha sido tan sencilla, especialmente para un chico muy joven que incluso acababa de descubrir una ‘máquina’ en su cocina que lavaba los platos sola.

Salisu, contundente, intenta robarle un balón a Messi.
Escribo esta carta para, en primer lugar, agradeceros a todos el apoyo constante desde el día en que llegué. A todos los jugadores, los trabajadores, los entrenadores con los que he compartido equipo y tiempo en la residencia. A todos los empleados del club, a mi entrenador, Sergio, por dar la oportunidad de jugar en Primera División a un futbolista sin experiencia como yo. A mis compañeros por hacerme mejor y confiar en mí desde el primer día. También al presi, Ronaldo. Para mí ha sido un auténtico lujo y un sueño jugar para alguien que es un mito en el fútbol, además de por su cercanía. A la afición, por respetarme, por vuestra paciencia, cariño y ánimos en todo momento. Me habéis empujado para que mi confianza fuese mayor cuando jugaba y a sentirme querido en el campo y en la calle. No me quiero olvidar de mi familia, a la que echo de menos porque es todo para mí y siempre me está apoyando desde la distancia. Gracias a mi agente Juan Mata y a mi academia en África, que me dio la oportunidad de venir a Europa, la African Talent Football Academy.

Otro tren se me presenta y vuelve a acercarme a mis sueños, jugar en la Premier League. Esta vez lo hago pensando mucho en lo que dejo. Vine siendo un niño y me marcho mucho más maduro. Lo hago esperando que me recordéis como una buena persona y un gran profesional que fue muy feliz dejando todo de su parte para defender y estar a la altura de la camiseta de un club histórico como este. Nuestros caminos se separan, tengo claro que siempre os llevaré conmigo y ojalá algún día volvamos a encontrarnos sabiendo que a todos nos ha ido muy bien.

Muchas gracias.

¡¡¡Aúpa Pucela!!!”.