Calamitoso encuentro del equipo
de Garitano, con incontables errores defensivos. Cuarta jornada consecutiva sin ganar, con
apenas tres puntos sobre doce posibles. Los asturianos, muy superiores, se
adelantaron por medio de Linares. Juan Villar igualó. Toché volvió a impulsar
al cuadro de Sergio Egea. El canterano Ángel, la gran novedad en el once,
empató a dos. Y Susaeta, a doce minutos del final, marcó y sentenció (2-3).
Más que un hermano, como ilustraban las camisetas con las que saltaron al campo ambos equipos, un primo. El Real Valladolid preparó al Real Oviedo
un recibimiento de lujo tras catorce años ausente en Zorrilla. Los casi tres
mil seguidores asturianos que poblaron las gradas y los jugadores de Sergio
Egea no tendrán queja del regreso. El equipo de Gaizka Garitano fue el
anfitrión perfecto desde el primer minuto. Salió con dos marchas menos que el
Real Oviedo. Perdió de inmediato la posesión y el control del juego. Y repartió,
con notable anticipación, los regalos navideños al hermano ovetense. La defensa
blanquivioleta se empeñó en demostrar que Linares y Toché habían sido unos niños muy buenos en este último año.
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El debut de Ángel, la única noticia positiva de un pésimo partido del Real Valladolid.
Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es)
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