domingo, 11 de octubre de 2015

El Real Valladolid hace el primo con el Real Oviedo

Calamitoso encuentro del equipo de Garitano, con incontables errores defensivos. Cuarta jornada consecutiva sin ganar, con apenas tres puntos sobre doce posibles. Los asturianos, muy superiores, se adelantaron por medio de Linares. Juan Villar igualó. Toché volvió a impulsar al cuadro de Sergio Egea. El canterano Ángel, la gran novedad en el once, empató a dos. Y Susaeta, a doce minutos del final, marcó y sentenció (2-3).

El debut de Ángel, la única noticia positiva de un pésimo partido del Real Valladolid.
Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es)
Más que un hermano, como ilustraban las camisetas con las que saltaron al campo ambos equipos, un primo. El Real Valladolid preparó al Real Oviedo un recibimiento de lujo tras catorce años ausente en Zorrilla. Los casi tres mil seguidores asturianos que poblaron las gradas y los jugadores de Sergio Egea no tendrán queja del regreso. El equipo de Gaizka Garitano fue el anfitrión perfecto desde el primer minuto. Salió con dos marchas menos que el Real Oviedo. Perdió de inmediato la posesión y el control del juego. Y repartió, con notable anticipación, los regalos navideños al hermano ovetense. La defensa blanquivioleta se empeñó en demostrar que Linares y Toché habían sido unos niños muy buenos en este último año.

Tras la desastrosa actuación en Huesca, donde solo Kepa evitó una merecida derrota, Garitano se había pasado la semana defendiendo una mejoría en el juego que casi nadie había percibido. El optimista mensaje del técnico vizcaíno duró hasta que el colegiado Trujillo Suárez decretó el comienzo del encuentro. Egea había anunciado que el Oviedo saldría a dominar y buscar la victoria. Y cumplió con lo prometido. A los dos minutos, Julio, titular ante las bajas de los internacionales Kepa y Bruno Varela, convocados con las selecciones sub 21 de España y Portugal, respectivamente, ya había tenido que atajar un primer disparo de Susaeta.

El Oviedo mandaba con una pasmosa facilidad ante un Real Valladolid, con el canterano Ángel como gran novedad en el lateral izquierdo y con Timor de nuevo como central, extraordinariamente vulnerable en defensa. Solo faltaba poner la alfombra para que el hermano ovetense se plantara ante Julio. El Oviedo pisaba Zorrilla como si fuera el Carlos Tartiere. Una cortesía extrema del primo blanquivioleta. La ambiciosa apuesta de Egea con dos delanteros, Toché y Linares, no tardaría en reflejarse en el marcador. Julio salvaba antes, a los once minutos, un remate en el área de Toché tras una acción individual del murciano, que completó un buen partido en Zorrilla. Era el preludio del gol.

Julio ya no podría con la posterior aproximación de Linares. La defensa castellana era un coladero, decidida a que el Oviedo se llevara un grato recuerdo de su regreso a Valladolid. Timor se comió un centro del exblanquivioleta Carlos Peña. Linares recogió el balón y se coló en medio del enorme agujero en el eje de la defensa, con Marcelo Silva y Timor casi siempre mal colocados. Ganó el mano a mano con Julio. Al Oviedo apenas le había costado trece minutos adelantarse en Zorrilla.

Hervías avanza ante André Leão y Javi Moyano.
Óscar no se encontró cómodo y solo jugó la primera mitad.
El generoso anfitrión castellano igualó, dos minutos después, en una acción aislada, y espectacular, entre Álvaro Rubio y Juan Villar. Pero el partido no cambió. Tras sacar de centro, el Oviedo ya pudo volver a adelantarse con un clarísimo cabezazo del omnipresente Toché, que no brilló en su breve etapa en Zorrilla en el curso del ascenso a Primera con Mendilibar. Toché, como en gran parte de la mañana, remató sin marca. Marcelo Silva, Timor y André Leão se habían tomado muy en serio la amistad institucional y de las aficiones del Real Valladolid y el Real Oviedo. Todo eran concesiones al hermano asturiano. Para eso estaba el primo castellano.

Y llegó el segundo gol. Esta vez sí, Toché encontraba la red de Julio a los veinte minutos tras culminar una perfecta jugada de estrategia que contó con la colaboración local, con una defensa estática. Dos goles en medio periodo. El Oviedo disfrutaba en Zorrilla ante un impotente Real Valladolid que suficiente suerte había tenido con marcar en su primer remate. El roto era menor en el marcador que en el juego. Era el único consuelo de los blanquivioletas que, no obstante, pudieron empatar antes del descanso con un cabezazo de Óscar que David Fernández sacó bajo palos.

El roto era tan grande que Garitano gastó los dos primeros cambios tras el paso por los vestuarios. Samuel reforzaba el eje de la zaga. El Real Valladolid pasaba a jugar con defensa de cinco, con tres centrales (Samuel, Marcelo Silva y Timor) y dos laterales de largo recorrido (Javi Moyano y Ángel). El plan contemplaba también la inclusión del portugués Pedro Tiba por Óscar para recuperar el control del choque. O al menos intentarlo. Toda una revolución que apenas importunó a los asturianos. La defensa castellana estaba firmemente decidida a que el Oviedo se fuera con los tres puntos.

Otro chispazo alteró el desarrollo normal del marcador. Moyano y Ángel cumplieron con la orden de Garitano de pisar más el campo asturiano. Un centro del lateral derecho terminaba en las redes de Esteban tras un remate del canterano Ángel. Dos a dos con media hora por delante. Un ilusionante panorama, absolutamente impensable por el desarrollo del juego, ante un Oviedo que también era un hermano en defensa. Faltaban, no obstante, muchos minutos como para pactar unas tablas. El Oviedo había regresado a Zorrilla para ganar.

Manu del Moral, intermitente, ocupó el puesto de Mojica, convocado por su selección.
Volvió el equipo de Sergio Egea a dominar con claridad. El Oviedo sabía que custodiando a Julio había unos hermanos con camiseta blanquivioleta. Entiéndase el término ‘hermanos’ en todas sus acepciones, las positivas y las negativas. Aguirre rompió por banda para ganar la línea de fondo y centrar atrás. Toché remataba por dos veces. Julio salvaba la primera. El larguero, la segunda. Koné, en fuera de juego, tampoco acertaba. Increíblemente, el Oviedo perdonaba. A fin de cuentas, también estaba jugando contra un hermano.

No pareció enterarse Susaeta. André Leão le abrió la puerta para que se presentara en las inmediaciones de la frontal y batiera a Julio con un disparo lejano que llegó botando a la portería castellana. El gol hacía justicia. El Real Valladolid lo aceptó. Se comportó como un fiel hermano en los doce minutos, más los tres de añadido, que restaban y envolvió la victoria hacia el Carlos Tartiere. El anfitrión perfecto hasta el último minuto: un hermano, un señor primo.

Alineaciones:

Real Valladolid 2: Julio; Javi Moyano, Marcelo Silva, Timor, Ángel; Álvaro Rubio (Pedro Tiba 46’), André Leão, Juan Villar (Erick Moreno 74’), Óscar (Samuel 46’), Manu del Moral; y Rodri.

Real Oviedo 3: Esteban; Nacho López, David Fernández, Verdés, Peña; Jonathan Vila, Jon Erice, Susaeta, Hervías (Aguirre 70’); Toché (Cristian Rivera 83’) y Linares (Koné 66’).

Goles:

0-1 (min. 13): Centro de Peña desde la banda izquierda. Toché roza el balón que se lo come, a continuación, Timor, que deja un agujero enorme en el centro de la defensa blanquivioleta. Por ahí aparece Linares, solo, que bate con la derecha a Julio en el mano a mano.

Juan Villar celebra con Marcelo Silva el empate a uno.
1-1 (min. 15): Saque en corto de esquina del Real Valladolid desde el costado izquierdo. La defensa del Real Oviedo despeja a la frontal. Allí, Álvaro Rubio, según le viene el balón, abre espléndidamente a la derecha. Recibe con el pecho Juan Villar, dentro del área, y fusila a Esteban con un buen disparo con la diestra.

1-2 (min. 20): Gran jugada de estrategia del Real Oviedo ante una pasiva defensa del Real Valladolid. Falta lateral que pone en juego Susaeta tras un pase en corto de Erice. David Fernández cabecea en el segundo palo hacia el corazón del área pequeña donde Toche, a placer, toca también con la testa al fondo de las mallas.

2-2 (min. 61): Soberbio centro de Javi Moyano desde la banda derecha, pegado a la línea. Rodri, sin oposición, no llega por poco en boca de gol. El centro continúa hasta el segundo palo donde Ángel se tira al suelo y remata superando a Esteban.

2-3 (min. 78): El Real Oviedo pone en juego una falta en la medular. Recibe Susaeta, sin oposición. Avanza y recorta a André Leão con una extrema e insultante facilidad. Recorre unos pasos más y suelta un buen disparo desde lejos, más de veinte metros, que sorprende a Julio y entra botando en la portería blanquivioleta.

Árbitro: Trujillo Suárez (colegio tinerfeño). Expulsó a Linares, por doble amarilla (63’ y 80’), por el Real Oviedo. Linares vio la segunda amarilla cuando ya estaba en el banquillo tras ser sustituido. Amonestó a Chica (42’), que también estaba en el banquillo, y a Ángel (51’), Samuel (65’), Manu del Moral (68’) y Marcelo Silva (87’), por el Real Valladolid, y a Jonathan Vila (26’), Nacho López (33’) y Susaeta (57’), por el Real Oviedo.

Camisetas con el lema 'Hermanos de Fútbol' antes de saltar al campo.
Incidencias: 8ª jornada de la Liga Adelante. Nuevo Estadio José Zorrilla. 11.103 espectadores. Casi tres mil aficionados del Real Oviedo en las gradas. Ambos equipos saltaron al césped con camisetas con el lema ‘Hermanos de Fútbol’.

Las notas:

Julio tuvo un estreno muy complicado como titular de la portería vallisoletana.
Julio (4): El canterano no pudo tener un feliz estreno como titular en la portería del Real Valladolid. Se marchó al vestuario con un saco de tres goles. Cierto es que no tuvo, para nada, la colaboración de la defensa. Ya a los dos minutos, Julio tuvo que atajar un primer disparo, sin mordiente, del Real Oviedo, obra de Susaeta. Los asturianos remataron hasta en nueve ocasiones entre los tres palos. A los once minutos, salvó, poniendo rodilla en tierra, un peligroso disparo de Toché. En el segundo periodo, antes del definitivo 2-3, volvió a frenar a Toché con un doble cabezazo en el área pequeña que desvió al larguero. Julio poco pudo hacer en los dos primeros goles del Real Oviedo. En el tercero, la potencia y el bote del disparo de Susaeta sorprendieron al canterano.

Javi Moyano (5): Asistente de lujo en el origen de la jugada del empate a dos. Firmó un excepcional centro, casi sobre la línea de banda, al que no llegó, por poco, Rodri, pero sí Ángel. La velocidad y movilidad de Hervías, siempre que cayó en banda, complicó a Moyano. Con el cambio de sistema tras el descanso, con defensa de cinco con dos carrileros en las bandas, Garitano le instó a subir más.

Marcelo Silva (1): Un desastre. Regresó al once tras ser baja en Huesca por problemas musculares. El uruguayo completó, sin duda, su peor partido en el Real Valladolid. Toché y Linares hicieron lo que quisieron con la pareja de centrales Marcelo Silva-Timor. Un coladero. Tras el descanso, con un Real Valladolid con tres centrales, Silva se colocó como líbero. A los dos minutos del segundo periodo, regaló un balón a Hervías. Samuel evitó el gol cruzándose al disparo. Sacó bajo palos, antes del 2-3, un disparo de Toché.

Timor (1): No debe de jugar más como central. No es su posición. Garitano, como en Huesca, lo colocó en el eje de la zaga para mejorar la salida del balón desde línea defensiva. Timor fracasó en ese objetivo. Pero, sobre todo, cometió innumerables errores de colocación ante la delantera asturiana. No se entendió con Marcelo Silva. Tampoco con Ángel. Se tragó un centro del exblanquivioleta Peña que originó la jugada del 0-1. En el segundo periodo, formó parte de una tripleta de centrales sin que los errores desaparecieran. A la media hora de juego, lanzó una falta directa a las manos de Esteban.

Ángel (5): La gran novedad en el once. Garitano ya había deslizado la posibilidad de que el canterano jugara en lugar de un Hermoso que había ido a menos desde el comienzo de la temporada. Ángel, que cuajó una gran actuación en la Copa ante el Real Oviedo, debutó, de nuevo ante los asturianos, en la Liga con el primer equipo blanquivioleta. Estuvo más tímido que en el encuentro copero, con menos presencia ofensiva, aunque siempre con peligro. Debut con gol incluido en una de sus incorporaciones al área asturiana. Ángel se lanzó al suelo para rematar dentro del área, en el segundo palo, un centro de Moyano. Significaba entonces el empate a dos. Antes del descanso, se plantó otra vez ante Esteban. Su centro lo cabeceó con peligro Óscar. En defensa, sufrió, como todo el equipo, con múltiples desajustes con Timor.

Álvaro Rubio se quedó en el banquillo tras el descanso.
Álvaro Rubio (3): El capitán se ha asentado en el once. Tercera titularidad consecutiva. El alto ritmo del Real Oviedo, con mucho ida y vuelta de área a área, y la catarata de errores en defensa no facilitaron la labor a Álvaro Rubio. No consiguió domar el partido. Se jugó a lo que quiso Jon Erice. Participó en el empate a uno con una soberbia asistencia desde la frontal. Rubio abrió a la banda derecha un balón que impactó según le venía. Se quedó en el banquillo tras el descanso.

André Leão (1): Una calamidad, una jornada más. Un jugador que no ha demostrado nada positivo desde que llegara a Zorrilla en el verano de 2014 y con un rendimiento, además, cuesta abajo y sin frenos. Completó su horrorosa actuación, en especial en defensa, en el definitivo 2-3. Colaborador en el tercer gol del Real Oviedo. Susaeta rompió al portugués con una asombrosa facilidad.

Juan Villar (3): Autor del empate a uno. Recibió una sensacional asistencia de Álvaro Rubio, controló con el pecho y disparó con la derecha dentro del área. Tercer gol del onubense en la temporada. Antes, había malogrado una clara contra por exceso de individualismo. Villar se cayó de maduro dentro del área. Pidió penalti, que no fue. Desapareció con el paso de los minutos. Sustituido, con empate a dos en el marcador, a un cuarto de hora del final por Erick Moreno.

Óscar (2): No es su temporada. El salmantino no encuentra la calma necesaria en el juego del Real Valladolid para que aparezca. A cuatro minutos del descanso, David Fernández, bajo palos, sacó un claro cabezazo de Óscar tras un centro de Ángel. No disputó el segundo periodo.

Manu del Moral (4): Ofreció algunos detalles, aunque muy intermitentes. Está claro que le falta coger ritmo. Jugó en la posición habitual de Mojica, convocado con la selección colombiana. Del Moral aportó menos profundidad por la banda, que abandonó a menudo para marcharse al centro. En el tiempo extra, disparó desviado desde la frontal en la última ocasión del partido del Real Valladolid.

Rodri no remató ni una sola vez en todo el partido.
Rodri (3): Participó mucho menos que la dupla Linares-Toché en el área del Real Valladolid. Clara señal de quién dominó el encuentro. A los cinco minutos del segundo periodo, estuvo muy lento a la hora de armar la pierna para disparar un peligroso balón suelto en el área de Esteban. Nacho López taponó el remate.

Pedro Tiba (4): El portugués disputó todo el segundo periodo. Garitano había pasado de cerrar con defensa de cuatro a contar con cinco atrás. Tiba fue el encargado de enganchar con la zona de arriba. Lo intentó con varias arrancadas, pero con exceso de conducción del balón. A los setenta minutos, remató a las manos de Esteban un flojo disparo.

Samuel (3): Salió tras el descanso para intentar corregir el notable desaguisado defensivo del Real Valladolid. Se acostó a la derecha en la tripleta de centrales, junto con Silva y Timor. No transmitió seguridad. Es cierto que corrigió un error de Marcelo Silva, tapando un claro disparo de Hervías, y se cruzó bien ante Toché en otra aproximación asturiana.

Erick Moreno (2): Primeros minutos del delantero colombiano en la Liga. Ya había disputado medio tiempo ante el Oviedo en la eliminatoria de Copa. Sin ritmo de competición. Muy torpón en los controles. Bastante acelerado.

Gaizka Garitano grita desde la banda.
Garitano (3): Se le va el equipo. El Real Valladolid ha entrado en barrena. Garitano movió el once con la entrada del canterano Ángel por Hermoso. Un cambio que no alteró sustancialmente el escaso fútbol blanquivioleta. Ante el Real Oviedo, como en las siete anteriores jornadas, el Real Valladolid no controló el partido y tuvo serios problemas para crear peligro. Tuvo, sin embargo, efectividad, con dos goles en cinco remates a puerta. Sin embargo, lo peor llegó en la parcela defensiva. Un auténtico desbarajuste, con constantes errores de colocación. Tras el descanso, pasó de defensa de cuatro, con Marcelo Silva y Timor en el centro, a cerrar con cinco, con la inclusión de Samuel y Moyano y Ángel como laterales largos. El cambio pilló momentáneamente desprevenido al Real Oviedo, pero no evitó que los fallos en defensa se sucedieran. Al final de partido, reconoció sentirse “preocupado”, aunque sin tirar la toalla: “Hay que levantar la cabeza, trabajar mucho, aportar todos más de lo que aportamos. No conozco a ningún equipo que haya salido de situaciones negativas con pesimismo”.