sábado, 10 de octubre de 2015

Quinta Supercopa, cuarta consecutiva, de un imparable VRAC

Sufriendo hasta el último minuto, retuvo el título frente a un Cisneros que lo mereció tanto como el Quesos. El Central acabó de pie para vivir un final apasionante.

Victoria vallisoletana (21-24) en Madrid. Fotos: www.ferugby.es y www.valladolidrac.com
Hubo quien cerró los ojos. Hubo quien se agarró al quesero que tenía al lado. Hubo quien apagó la televisión. Hubo quien miró de reojo. Y también quien empujó como si estuviera sobre el césped. Los más valientes se hicieron hueco entre los aficionados del Cisneros y alentaron al VRAC para evitar que los locales puntuasen en su última intentona. Entre todos se consiguió. Pentacampeón de la Supercopa. Se dice pronto. El Quesos resistió y Gareth Griffiths se aferró al trofeo de supercampeón y lo elevó arriba para hacer suyo eso de ‘De Madrid, al cielo’.


El Quesos comenzó mandando y comandando. En el marcador y en sensaciones. Primera melé ganada, primera touch ganada. Primera patada, entre palos. Fue Gareth Griffiths el primero en inaugurar el electrónico del Central con una transformación a media distancia. La segunda, casi imposible, se fue desviada. Y Cisneros aprovechó para, en las mismas circunstancias, con el pie, empatar el duelo.

Los colegiales comenzaron voluntariosos y cerca estuvieron, por medio de Soriano, de conseguir el primer ensayo de la final. Pero el Quesos tuvo arrestos y frialdad para aguantar y, poco a poco, ir ganando metros. Los perdió de golpe en un intercambio de patadas largas que favoreció a los locales. Las fases estáticas volvían a permitir a los de Merino rehacerse. Tocaba volver a empezar, pero costaba más de lo habitual por el empuje e intensidad del Cisneros.

El conjunto vallisoletano se marchó doce arriba (3-15) al descanso,
pero el Cisneros casi remontó.
Quizás esa ilusión de los madrileños, sumada al esfuerzo físico e insistencia por tierra, mar y aire sin éxito, desmotivó a los de Vinuesa, que veían como el VRAC, pese a no encontrarse cómodo, se mostraba expeditivo. Cerca del descanso, y con el oval en juego, un suspiro y una patada perfecta y buscada de Griffiths tras otear el horizonte como si dispusiese de unos prismáticos, forzó una touch proseguida de una melé que acabó con el Quesos encontrando la comodidad después de 36 minutos de incertidumbre. El oval fluyó y de Tucconi llegó a Mateu, que sorprendió por el costado derecho del Central en el ataque vallisoletano.

Poco después, y con un final muy similar, Mateu volvió a romper la defensa del Cisneros, desdibujada cerca de zona de marca. Griffiths perdonó la primera transformación, pero no la segunda, y el VRAC se fue al descanso con una ventaja de doce puntos (3-15).

La reanudación comenzó con el Colegio afeitando diferencias por medio de Andrew Norton y el VRAC templando el partido mientras pasaban los minutos. Lo perdido con el golpe de Norton lo recuperaba Stefan Moir transformando de forma espectacular un castigo desde la divisoria de los dos terrenos. Cisneros se lanzó al ataque y, tras rozarlo durante varios minutos, logró su primer ensayo por medio de Martín Fernández, que dejaba la final a siete puntos de diferencia favorables al Quesos (11-18). Con esas, los de Merino respondieron y Griffiths sumó otros tres para el VRAC.



El Quesos celebra otro título que Griffiths se encargó de recoger.
Pero no se iban a rendir los anfitriones, que volvieron a ensayar con Olaeta como protagonista. Tres arriba (18-21) y una inercia que el Quesos estaba obligado a revertir si quería retener la Supercopa. Griffiths y Norton intercambiaron aciertos en sendos castigos y las diferencias se mantenían (21-24) a falta de menos de diez minutos para el final. El tiempo corría y Cisneros apretaba. Nadie en el Central estaba sentado.

El Quesos deseaba el pitido final de Atorrasagasti y Cisneros empujaba en busca de cinco puntos que le otorgasen la Supercopa. Con el tiempo cumplido y el VRAC en inferioridad numérica, a los locales les pudieron los nervios y desperdiciaron la oportunidad de forzar la prórroga. Sobre la misma línea de marca, el VRAC revalidó el título de supercampeón en un final de desfibrilador.

Ficha técnica:

CR Complutense Cisneros 21: Francisco Blanco, Pablo Hayali (David Sanz, min. 78), Guillermo Espinós, David Carretero (Iñaki Villanueva, min. 40), Guillermo Molina (Martín Fernández, min. 56), Paul Florea, Michael Hogg, José Luis del Valle, Ángel Calle, Andrew Norton, Iñigo Olaeta, Juan Boccardo (Ángel López, min. 40), Juan Cano, Ignacio Martínez (Francisco Hernández, min. 40) y Francisco Soriano.

VRAC Quesos Entrepinares 24: Pablo César Gutiérrez, Pablo Miejimolle (Steve Barnes, min. 64), Alberto Blanco (Alberto Pastor, min. 69), Manuel Mora (Troy Mangan, min. 51), Ignacio Molina, Mateo Agudo, Stefano Tucconi, Kalo Gavidi, Pablo Gil, Stefan Moir, Rodrigo López, Gareth Griffiths, Federico Castiglioni, Guillermo Mateu y Nuno Penha e Costa.

Parciales: 0-3 (min. 4): Transformación de castigo de Gareth Griffiths; 3-3 (min. 9): Transformación de castigo de Andrew Norton; 3-8 (min. 37): Ensayo de Guillermo Mateu; 3-15 (min. 41): Ensayo de Guillermo Mateu y transformación de Gareth Griffiths; 6-15 (min. 48): Transformación de castigo de Andrew Norton; 6-18 (min. 54): Transformación de castigo de Stefan Moir; 11-18 (min. 60): Ensayo de Martín Fernández; 11-21 (min. 63): Transformación de castigo de Gareth Griffiths; 18-21 (min. 66): Ensayo de Iñigo Olaeta y transformación de Andrew Norton; 18-24 (min. 69): Transformación de castigo de Gareth Griffiths; y 21-24 (min. 71): Transformación de castigo de Andrew Norton

Árbitro: Íñigo Atorrasagasti. Amonestó a Troy Mangan.

Incidencias: Partido correspondiente a la Supercopa de España 2015 disputado en el Central de la Complutense.