martes, 23 de junio de 2015

El Ayuntamiento corta las subvenciones y el CB Valladolid se aboca a la desaparición

El nuevo equipo de Gobierno municipal subraya que “no hay más salida”. Sobre el club pesan varios embargos ocultados por el anterior alcalde, Javier León de la Riva. Los requerimientos son de Hacienda (desde noviembre de 2013), la Seguridad Social y los Juzgados de lo Social. Suman casi un millón de euros. Cualquier posible ayuda del Consistorio no acabaría en el club sino para afrontar los embargos. La deuda actual de la entidad asciende a 6,5 millones de euros descontando el canon de ACB por los descensos de categoría.

Óscar Puente explica la situación del CB Valladolid. Foto: www.valladolid.es
“No hay más salida”. Apenas diez días después de convertirse en alcalde de Valladolid, Óscar Puente, acompañado por el nuevo concejal de Educación, Participación y Deportes, Alberto Bustos, ha desvelado uno de los grandes secretos escondido a la ciudadanía vallisoletana: la situación del CB Valladolid. Puente y Bustos han comparecido para “contar lo que sabemos” tras conocer el último informe del interventor del Consistorio.

El juguete del anterior alcalde, Javier León de la Riva, llevaba roto muchos años. Pero la mentira ya se acabó. El CB Valladolid no tiene solución tal y como se temía desde hace mucho tiempo. La huída hacia adelante, con el cambio político en el Ayuntamiento, toca a su fin. Valladolid, que hace apenas un año perdió al Balonmano Valladolid, despedirá en próximas fechas a uno de sus grandes patrimonios deportivo: el CB Valladolid.

A León de la Riva, tan locuaz siempre delante de los medios de comunicación, se le ‘olvidó’ comentar en los últimos meses la existencia de un embargo de la Agencia Tributaria sobre el club vallisoletano por valor de 542.327 euros. El requerimiento no es reciente, data desde el 15 de noviembre de 2013. Tiempo tuvo el locuaz exalcalde de Valladolid para comunicarlo a los vecinos. El embargo se corresponde al incumplimiento por parte del CB Valladolid de las cantidades pactadas en el convenio correspondiente tras resolverse el Concurso de Acreedores, del que salió a finales del año 2011.

El embargo de Hacienda es el más cuantioso, pero no el único. Sobre el CB Valladolid pende otro requerimiento (desde el año pasado) de la Seguridad Social por un importe de 22.788 euros y embargos de los Juzgados de lo Social por un valor de 325.659 euros. En total, 890.764 euros. Situación límite y sin vuelta atrás. Cualquier cantidad que saliera desde el Ayuntamiento de Valladolid al CB Valladolid o la Fundación Baloncesto Valladolid acabaría en Hacienda, la Seguridad Social y los Juzgados de lo Social.

Óscar Puente ha defendido el “interés general (de los ciudadanos de Valladolid). No tiene sentido poner dinero encima de la mesa para ayudar al club cuando este dinero va a ir directamente a sufragar la deuda”. Los embargos de Hacienda, Seguridad Social y los Juzgados de lo Social cortan por completo cualquier posibilidad de ayuda económica al CB Valladolid y, con ella, colocan al club en su verdadera dimensión: al borde del abismo. “Todo ha ido a peor por la falta de claridad y de transparencia”, ha sentenciado el concejal de Deportes, Alberto Bustos, sobre la actitud del anterior equipo de Gobierno municipal con el CB Valladolid.

Pero no son solo los embargos quienes empujan al club a la desaparición. El CB Valladolid tiene una deuda de 103.423 euros con la Fundación Municipal de Deportes por el uso del Polideportivo Pisuerga en los dos últimos años. Más aún, la Fundación debe al Ayuntamiento la subvención completa del año 2013 por incumplimiento del concurso de acreedores. Son 390.000 euros más.

“La Fundación no puede recibir nuevas subvenciones en cuanto no proceda al pago o aplazamiento de la subvención reclamada del año 2013. No está clara la vigencia del convenio de 2014 por perder la categoría. En el caso de que se procediese a esa subvención de 2014, la cantidad sería de 254.500 euros y no los 390.000 necesarios. Y, en el supuesto en el que se reconociesen nuevas subvenciones, en primer lugar habría que compensar las deudas que el club mantiene con la Fundación Municipal de Deportes, por lo que quedarían libres poco más de 100.000 euros que pudiera recibir de los créditos disponibles para subvenciones, cantidad que iría a parar a los embargos”, ha desgranado Óscar Puente.

La deuda actual del CB Valladolid asciende a 6.509.686 euros. Una cantidad a la que habría que sumar el millón y medio que el club ha recuperado del canon de descensos de ACB. La situación económica del club no es que haya mejorado mucho desde que solicitó concurso de acreedores en octubre de 2010 con una deuda de 7,9 millones de euros. Del concurso se salió con un déficit de 5,4 millones (542.327 euros con Hacienda) tras aprobarse varias quitas.

Puente ha explicado los nefastos pasos posteriores en la economía del club. “Lo realmente grave es que de los 5,4 millones de euros de deuda a la salida del concurso se pasó en medio año a 7,3 millones, incluido un crédito por valor de 915.000 euros solicitado por la Fundación Baloncesto Valladolid. Al concluir la campaña 2012/13 la deuda era de 7,9 millones, mientras que un año después llegaba a los 8,1 millones”.

“No hay más salida”. La huida hacia adelante del CB Valladolid toca a su fin. Eso sí, el nuevo alcalde de Valladolid no ha sabido aún precisar otro de los grandes secretos deportivos de la ciudad: ¿Quién es el propietario del CB Valladolid? Puente ha señalado que el Ayuntamiento, en un 6 ó 7%, es el dueño directo del club. Si bien, conviene recordar, el mayor paquete de acciones pertenece a la Fundación Baloncesto Valladolid del Ayuntamiento de Valladolid.

El baloncesto de élite se esfuma de una ciudad históricamente vinculada al deporte de la canasta. El CB Valladolid, fundado el 31 de agosto de 1976, no cumplirá los cuarenta años. Cerrarlo no es una decisión que competa al Consistorio pero es el único escenario realista. El escenario que en los últimos años ha estado dilatando el equipo de Gobierno de León de la Riva.

Dos nuevos proyectos encabezados por Mike Hansen, por un lado, y Sunil Bhardwaj y Samuel Puente, por el otro, se presentan como la alternativa para que el baloncesto resurja poco a poco y desde sus cimientos en Valladolid. Porque el CB Valladolid ya no tiene solución.