Liga
y Copa. El CPLV culmina una temporada redonda con el segundo y definitivo
triunfo en la final ante el Espanya. Guille Jiménez resolvió con un gol de oro
en el arranque de la prórroga y con un jugador menos los vallisoletanos. El
tiempo reglamentario había dejado un empate a tres, con una igualada local a
menos de un minuto y medio del final.
La plantilla del CPLV celebra el título de Liga. Foto: www.web.cplv.org |
¡Campeón de la
Liga! El CPLV doblegó por 3-4 al Espanya en el segundo encuentro de la final de
la Liga Elite para alzarse con el título cinco años después. No lo ganaba desde
la temporada 2012/13, perdiendo alguna final de forma dolorosa como la del año
pasado. Además, con este triunfo firma el doblete, con Liga y Copa, algo que no
conseguía desde 2011.
Y todo tras un
partido frenético, luchado hasta la última gota de sudor y que se resolvió en
el primer minuto de la prórroga, con uno menos sobre la pista y con un golazo
de Guille Jiménez, recuperando la pastilla en defensa y lanzándose con rabia
hacia la portería de Martin Antala, al que batió para el jolgorio visitante. El
gol de oro suponía el 3-4, el segundo triunfo en la final y el título que el
CPLV levantó allí mismo, en la pista mallorquina.
El choque comenzó
como el de la semana pasada, con un tempranero gol de los mallorquines, obra de
Miquel Cabalín. A diferencia del primer encuentro y a pesar de que la clave
pasaba por intentar controlar el disco y no cometer errores, los vallisoletanos
esta vez no empataron pronto. De hecho, pese a intentarlo y disponer incluso de
una superioridad, el conjunto de Ángel Ruiz no se encontraba cómodo, llegando
al descanso con ese 1-0.
La segunda parte
fue bien distinta. A pesar de una expulsión por cada bando nada más salir de los
vestuarios, ninguno de los dos equipos la pudo aprovechar, aunque el CPLV se
empezó a encontrar más adaptado a las dimensiones y características de la pista,
logrando el empate a los seis minutos de la reanudación por medio de Marcos
Pérez.
Eso no solo
tranquilizó su juego si no que le permitió no tener prisa y empezar las jugadas
desde atrás, como suele hacer habitualmente. Así llegó el 1-2, obra de Olmo
Ercilla. Quedaban diez minutos y el título se acercaba a Valladolid. Y más con
el 1-3, obra de nuevo de Marcos Pérez en una superioridad. Faltaban por jugarse
nueve minutos, un mundo. Y más cuando nada más sacar de centro Miguel Cabalín
se volvió a colar entre los defensas vallisoletanos para hacer el 2-3.
De ahí hasta el
final, tensión y nervios. El CPLV quería controlar la posesión para que pasase
el tiempo y el Espanya buscaba presionar con el empuje de la grada. Jerry
Kaukinen se creció en varias acciones de los mallorquines, pero no pudo evitar
el empate a 1:24 del final, obra de Andreu Tomás.
De nuevo, la
crueldad del último minuto perseguía a los vallisoletanos que, para colmo de
males, vieron como Marcos Pérez estrellaba un disparo en el palo justo unos
segundos antes de que Nathan Sigmund fuese expulsado, casi en el pitido final y
entrando en la primera prórroga con uno menos.
Contra el Espanya
eso es dar mucha ventaja pero, casi en la primera acción, el canterano Guille
Jiménez robaba la pastilla, llegaba con un perfecto eslalon hasta la portería
contraria y marcaba el 3-4 que daba el título a Valladolid.
Crónica de www.web.cplv.org