sábado, 26 de mayo de 2018

Temporada perfecta

Tetracampeón: Liga, Copa, Supercopa y Copa Ibérica. El VRAC cierra en Zorrilla, ante diez mil espectadores, un curso sobresaliente con el octavo título de División de Honor del conjunto quesero. El derbi de Valladolid, como en la Copa, fue azulón. John Wessel-Bell se retiró de la final en camilla con un esguince cervical.

Sexta Liga, en los últimos siete años, del VRAC. Fotos: www.ferugby.es
Como ya es habitual en los encuentros entre el VRAC Quesos Entrepinares y el Silverstorm El Salvador, la igualdad fue la gran protagonista del derbi que decidiría el campeón de la División de Honor 2017/18. Pero fue el VRAC el que a los puntos, en los ochenta minutos, resultó merecedor de levantar el título.

Campeón de la fase regular y finalista por la puerta grande, la seriedad, el sacrificio y la gestión de los momentos críticos y también de los eufóricos coronaron al VRAC como campeón liguero por octava vez en su historia, igualando los títulos del eterno rival, que intentó hasta el último segundo evitar que el conjunto azulón equilibrase la balanza.

Los primeros minutos no tuvieron un dominador claro. De hecho, fueron dos golpes de castigo, uno para cada equipo, los que se encargaron de inaugurar el tanteador. Sam Katz, primero, y Gareth Griffiths, más tarde, no fallaron, poniendo el 3-3 en el marcador de Zorrilla. Tras conseguir el empate, el VRAC solucionaba poco a poco los problemas en touch y daba un paso adelante, merodeando con frecuencia la línea de veintidós rival. Una touch que volvió a ser el talón de Aquiles quesero pero que, al igual que en Valencia, decidió la última jugada del duelo…, .a favor del VRAC Quesos Entrepinares.

Impulsados por un participativo Tomás Carrió, el talento de Eaton y una delantera campeona de principio a fin, los queseros eran mejores y comenzaban a sacar rendimiento en melé con un nuevo golpe de castigo transformado por ‘Gas’, que les permitía dar la vuelta al resultado con una patada centrada pero lejana. Poco después, el inglés volvía a acertar en un tiro a palos, esta vez más escorado, justo antes de llegarse al tiempo de descanso con ventaja 9-3 para el Entrepinares. Como en la final copera, la sensación en el intermedio era que el VRAC había merecido mucho más y que el Silverstorm El Salvador estaba demasiado vivo.

La segunda parte se inició con un importante contratiempo que, de hecho, marcaría el encuentro. John Wessel-Bell sufría un esguince cervical en la primera acción tras el descanso y, tras unos minutos tendido en el césped, se veía obligado a ser sustituido y retirado en camilla con collarín entre los aplausos del numeroso público que se congregó en Zorrilla. Entró Pedro de la Lastra.

No tardaría el VRAC en poner tierra de por medio en el electrónico con otro golpe de castigo de Griffiths, dejando a los ‘chamizos’ a más de un ensayo de diferencia. Era el premio a la superioridad de la delantera, imparable para los blanquinegros, que no estaban por la labor de rendirse así como así. Sam Katz acortó distancias con otros tres puntos que devolvían los seis de diferencia. La transformación espoleó a los colegiales, que se lanzaron al ataque en busca de la remontada. Dos golpes convertidos por Katz ajustaban el resultado (12-9), pero el infalible ‘Gas’ volvía a estirar la ventaja quesera (15-9).


La final vallisoletana se decidió sin ensayos.
Los minutos pasaron y, conforme se acercaba la conclusión, los nervios aparecían en ambos equipos. Katz, junto a la línea de banda, sorprendía con un drop en ventaja y la emoción se acrecentaba en el José Zorrilla (15-12). El Quesos tiró del tópico de que la mejor defensa es un buen ataque y logró, tras fases, sacrificio y mucho empuje, un ensayo que la colegiada Alhambra Nievas no tenía a bien hacer subir al marcador. Gabriel Vélez posó el oval, pero el equipo arbitral decidió señalar un avant que permitió respirar a El Salvador.

Sin desmoronarse, el VRAC volvió a la carga y sacó rédito por medio de Gareth Griffiths, que devolvía el más seis al luminoso: 18-12. Fue entonces cuando los ‘chamizos’ buscaron a la desesperada una marca con transformación ganadora, pero el tiempo corría en su contra y la defensa quesera no estaba dispuesta a regalar las 22 victorias que la División de Honor llevaba detrás. La resistencia dio sus frutos y una recuperación al salto de una touch se tradujo en el pitido final. 27 triunfos en 28 partidos oficiales durante la temporada 2017/18. Cuatro títulos. Palabras mayores.

Ficha técnica:

VRAC Quesos Entrepinares 18: Francisco Blanco (Pablo César Gutiérrez, min. 55), Stephen Barnes (Pablo Miejimolle, min. 68), Alberto Blanco (Jody Allen, min. 69), Daniel Sthör (Gabriel Vélez, min. 62), Sacha Casañas, José Basso, Kalokalo Gavidi, Nathan Paila, Chris Eaton, Tomás Carrió, Fede Casteglioni, Gareth Griffiths, Álvar Gimeno, Guillermo Mateu y John Wessel-Bell (Pedro de la Lastra, min. 42).

SilverStorm El Salvador 12: Leandro Wozniak (Manu Serrano, min. 76), Dani Marrón (Matt Smith, min. 46), Andrés Alvarado (Mannaseh Alaga, min. 46), Víctor Sánchez (Fernando G. Altés, min. 75), Michael Walker-Fitton, Matt Foulds, Gonzalo Núñez, Joe Mamea (Jake Wainwright, min. 64), Juan Ramos (Pelayo Ramos, min. 73), Sam Katz, Alberto Díaz (Johny Carter, min. 68), Nuu Junior, Christian Rust, Leli Kacilala y Hansie Graff.

Parciales: 0-3 (min. 7): Transformación de castigo de Sam Katz; 3-3 (min. 15): Transformación de castigo de Gareth Griffiths; 6-3 (min. 36): Transformación de castigo de Gareth Griffiths; 9-3 (min. 40): Transformación de castigo de Gareth Griffiths; 12-3 (min. 47): Transformación de castigo de Gareth Griffiths; 12-6 (min. 50): Transformación de castigo de Sam Katz; 12-9 (min. 56): Transformación de castigo de Sam Katz; 15-9 (min. 63): Transformación de castigo de Gareth Griffiths; 15-12 (min. 68): Drop de Sam Katz; y 18-12 (min. 77): Transformación de castigo de Gareth Griffiths.

Árbitra: Alhambra Nievas. Mostró amarilla a Chris Eaton (min. 78), del VRAC Quesos Entrepinares.

Incidencias: Final de la División de Honor – Liga Heineken 2017/18. Estadio José Zorrilla. 10.423 espectadores.

Crónica de vracrugby.com