Con
dos goles en el último medio minuto, los vallisoletanos derrotan (3-5) a un
combativo Sant Andreu, que llegó al descanso con ventaja: 2-1.
Marcaron, además, Adel Saber, Guille Jiménez y Mario Díez. Foto: www.web.cplv.org |
El CPLV será, pase
lo que pase en la última jornada del año, campeón de invierno.
El conjunto
vallisoletano se impuso (3-5) al Sant Andreu a domicilio en un encuentro más
complicado de lo que parecía sobre el papel y que se saldó con la octava
victoria, en las mismas jornadas, de la temporada. El CPLV se afianza en lo más
alto de la clasificación, con 24 puntos y cuatro de ventaja sobre el segundo,
el Castellón.
Los vallisoletanos
no se encontraron cómodos en la pista catalana y tuvieron que remontar un
inquietante 2-0 con el que se toparon casi de inicio. De hecho no lograron
certificar el triunfo hasta el último minuto. Adel Saber, Guille Jiménez, Mario
Díez y Nathan Sigmund, en dos ocasiones, hicieron los tantos del líder de la
Liga Elite.
No salieron
entonados al Pabellón Municipal Francisco Calvo. Nacho Pelayo, que jugó por un
Jerry Kaukiken que había estado sin poder entrenar toda la semana, vio cómo en
las primeras acciones los catalanes encontraban portería y el Sant Andreu se
ponía en franquicia con dos tantos de Roger Alemany y Álvaro Pons.
En ataque, las
cosas tampoco iban mejor, sin aprovechar tres superioridades. Para colmo,
Marcos Pérez acumulaba dos exclusiones en apenas nueve minutos y el encuentro
se complicaba. Pero cuando el 2-0 parecía inamovible antes del descanso, Adel
Saber, a pase de David Pérez, firmó el 2-1. Quedaban 28 segundos para acabar la
primera parte y ese tanto cambió el decorado.
Los vallisoletanos
salieron con más punch en la segunda mitad. Aunque se toparon con dos
expulsiones que aplacaron sus ánimos. Con todo, no se vinieron abajo y lo
siguieron intentando hasta encontrar el empate a falta de siete minutos.
La recta final volvió
a ser de infarto. Con el CPLV volcado en busca de los puntos y con el premio a
la insistencia medio minuto después del 2-2, con un tanto de otro de los
jóvenes, Mario Díez. Aún quedaba partido y los catalanes aprovecharon otra
superioridad más para volver a igualar el choque, con tanto de Eloi Sin a falta
de tres minutos.
Con toda la rabia
en el cuerpo, el cuadro vallisoletano se lanzó a por la victoria. Sufrió y tuvo
que esperar a los últimos segundos, como hace una semana ante el Rubí, para
lograrla. Pero la consiguió con dos tantos seguidos de Nathan Sigmund y el 3-5
final. El próximo sábado, visita Canterac otro de los clásicos, el Espanya
mallorquín.
Crónica de www.web.cplv.org