El
equipo vallisoletano se mantiene invicto gracias a un gol de Marcos Pérez a 26
segundos para el final de un intenso encuentro ante el Rubí catalán.
Importante triunfo ante un rival directo por los títulos. Foto: www.web.cplv.org |
El CPLV suma y
sigue en su camino en la Liga Elite masculina. Séptima victoria consecutiva, en
esta ocasión tras imponerse al Rubí por 1-0, para mantenerse invicto en lo más
alto de la clasificación. Eso sí, ha tenido que esperar hasta el último suspiro.
No perforó la
portería catalana hasta cuando quedaban 26 segundos para el final. Marcos
Pérez, tras una gran jugada de Olmo Ercilla, consiguió el único tanto de un
encuentro intensísimo, con las gradas de Canterac llenas en una nueva fiesta
del hockey español.
Tras el saque de
honor por parte de Luis Sánchez, miembro de la directiva del BSR Fundación
Grupo Norte, comenzó un partido de los denominados ‘grandes’, entre dos
conjuntos que todos los años luchan por los títulos nacionales.
La primera parte
fue de protagonismo para Jerry Kaukinen y David Ros, los dos porteros.
Realmente ellos fueron los ‘culpables’ de que el empate a cero no se moviese
hasta ese último minuto. Por ejemplo, el portero del CPLV evitó el 0-1 en un
mano a mano con Del Rey a los dos minutos. El guardameta del Rubí hizo lo mismo
en otro mano a mano con Olmo Ercilla a los diez.
El cuadro
vallisoletano buscaba la portería contraria siempre que podía, mientras que el
barcelonés, que presionaba arriba, esperaba al error en el pase de los locales.
Ambos sumaron sendos palos en unos primeros 25 minutos igualados, tensos y
emocionantes.
La segunda fue más
o menos similar, aunque con los vallisoletanos con más intenciones de sumar, arriesgando
a pesar de empezar con un jugador menos, por una controvertida expulsión de
Jeff Perry a doce segundos del descanso. De hecho, a pesar de la intensidad del
juego, solo hubo tres expulsados, dos por parte local y una por parte visitante.
La emoción llegó
hasta el último minuto. Con el CPLV lanzado y el Rubí defendiéndose, Olmo
Ercilla se inventó una jugada por la izquierda que culminó Marcos Pérez con un
gran tiro cruzado, batiendo a un irreductible hasta el momento Ros. La grada
explotó de alegría con el tanto, que llegaba a 26 segundos del final.
Un final con cierto
polémica ya que, tras un tiempo muerto del Rubí y el lógico cambio de
portero-jugador, Nathan Sigmund presionó y recuperó la pastilla, para dársela a
Saku Tuominen y hacer el 2-0 a puerta vacía. Pero los colegiados entendieron que
la presión del entrenador-jugador llegó con falta y fue expulsado, anulando el
tanto. Quedaban solo cinco segundos y no dio tiempo para más.
A falta de dos
jornadas para finalizar la primera vuelta, el CPLV lidera la clasificación y
viajará el próximo sábado a una pista muy “incomoda”, la del Sant Andreu, donde
los locales todavía no conocen la derrota en el tiempo reglamentario.
Crónica de www.web.cplv.org