lunes, 15 de julio de 2019

Hervías: “La rodilla responde”

“Ya estoy aquí y la verdad es que estoy muy contento”, ha confesado el extremo tras perderse por lesión la recta final de la pasada temporada. El riojano ha avalado los movimientos del Real Valladolid en el mercado de fichajes, con “futbolistas que hace dos años ni imaginábamos que pudieran estar aquí”, aunque “no nos tenemos que engañar. La meta es la permanencia y, si podemos sufrir un poco menos, mejor”.


Pablo Hervías era el hombre más feliz del mundo cuando el pasado mes de enero regresó a Zorrilla. El riojano cumplía su sueño de volver al Real Valladolid, pero apenas unas semanas después tuvo que tomar la difícil decisión de parar y operarse debido a una lesión en la rodilla izquierda que le impedía ofrecer su mejor versión y jugar sin dolor.

“Contra el Villarreal tengo el problema grave. Decido seguir entrenando con un tratamiento conservador para no tener que operarme, pero llega un punto en el que la rodilla empieza a hacerme extraños y a dolerme mucho cuando golpeaba. Decido centrarme en la operación y en la recuperación con el objetivo de poder llegar a esta concentración de pretemporada con la posibilidad de hacer sesiones de entrenamiento con el grupo, tal y como ahora es una realidad”, ha explicado.

Como en aquella ocasión en la que se sentó de nuevo en la sala de prensa de Zorrilla, la sonrisa no se le borra de la cara. Atrás quedan muchas horas de gimnasio, muchas horas de fisioterapia: “Un trabajo muy duro. Fatiga, sueño, sufrimiento desde fuera… Pero ya estoy aquí y la verdad es que estoy muy contento”.

Hervías vivió desde fuera, aunque al lado del equipo, la recta final de la pasada temporada. Viajó a muchos partidos para apoyar a sus compañeros y recuerda que fue en Mendizorroza cuando se dio cuenta de que el Real Valladolid iba a lograr la permanencia: “Nos levantamos después de un inicio muy duro. Ahí supe que lo conseguiríamos”.

Cuando un jugador está lesionado y regresa para hacer lo que más le gusta, valora por encima de todo el simple hecho de poder calzarse las botas y disfrutar con los compañeros sobre el verde. Y en ese momento se encuentra un “súper feliz” Pablo Hervías, quien añora que los entrenamientos duren “dos o tres horas” más. “La rodilla responde”, ha resumido.

El extremo ha subrayado el nivel de los últimos refuerzos, que incrementan el nivel de la plantilla –“futbolistas que hace dos años ni imaginábamos que pudieran estar aquí”-, aunque ha precisado que el objetivo es la salvación: “No nos tenemos que engañar. La meta es la permanencia y, si podemos sufrir un poco menos, mejor”.