El central malagueño del Real Valladolid ha pasado
ya por el quirófano tras la grave lesión en la rodilla izquierda que le tendrá
apartado de los terrenos de juego durante ocho meses: “El primer día fue el más
duro. No esperábamos que fuese tanto y cuando te dan la noticia es verdad que
fue un poco impactante, pero el resto de días lo he ido llevando bastante
bien”.
Kiko Olivas vive estos días la cruz de la
moneda.