Sin acierto, los carmesís pierden ante el ICG
Força Lleida (78-67) de Gustavo Aranzana. Los vallisoletanos comenzaron muy
mal, con apenas seis puntos en el primer cuarto (14-6) y muy pobres porcentajes
(3/12 en los tiros de dos, 0/8 en los triples y 0/2 desde la línea de personal).
El conjunto de Hugo López reaccionó (21-23), pero volvió a hundirse en el tercer
cuarto (63-48) con Santa Ana como ejecutor ilerdense.
Noche aciaga y derrota, la sexta de la
temporada, del Carramimbre CBCV.
El conjunto de Hugo López no tuvo su día desde la larga distancia (6/29 en los triples) y cayó ante un ICG Força Lleida de Gustavo Aranzana (78-67) muy serio, que dominó de principio a fin.
Los carmesís, que llegaron a perder por rentas cercanas a los veinte puntos, protagonizaron un arranque de orgullo en la recta final (72-64 a falta de dos minutos), pero terminaron cediendo con justicia ante el buen hacer ilerdense.
El partido, ya desde un inicio, no resultó nada sencillo para el Carramimbre CBCV. Tal y como había anticipado Hugo López en la previa, al conjunto vallisoletano le esperaba toda una red de trampas del paisano Gustavo Aranzana. La apuesta no le pudo salir mejor al técnico del ICG Força Lleida.
La buena labor defensiva de los catalanes, sumada a la nefasta puntería de las ardillas, provocó que el primer periodo acabase con un paupérrimo 14-6, que se explicaba por sí solo atendiendo a los porcentajes de tiro visitantes: 3/12 en los lanzamientos de dos, 0/8 en los triples y 0/2 desde la línea de personal. Acierto aciago para abrir la contienda.
En los primeros diez minutos, los carmesís firmaron un infausto -2 en la valoración, que, sin embargo, no reflejaba tanto las diferencias en el marcador. A pesar de todo, la desventaja no era ni mucho menos insalvable, algo que ratificó el Carramimbre cuando despertó de una vez por todas.
Con Mike Torres y Kimbal Mackenzie liderando la segunda unidad, llegó la luz para las ardillas. Dos triples del exterior canadiense apretaron las tornas (16-12) y destensaron temporalmente el entramado de Aranzana. El plan estaba claro: las opciones visitantes pasaban por imponer la velocidad sobre el orden local.
El Carramimbre fue plasmando poco a poco la consigna, aunque Shaquille Cleare parecía tener otros propósitos. Al descanso, el interior bahameño ya estaba en nueve puntos, ocho rebotes y catorce créditos de valoración, que sirvieron para mantener a raya al Ciudad de Valladolid.
En la recta final de la primera mitad, Frank Bartley y Sergio de la Fuente emergieron para revertir la situación. Un triple del capitán, el último de las ardillas hasta el último periodo, y siete puntos consecutivos del jugador estadounidense permitieron al Carramimbre gozar de su primera ventaja (21-23), tan mínima como efímera. El cuadro ilerdense volvió a estirarse antes del descanso y alcanzó el ecuador del partido mandando (30-27).
El paso por los vestuarios frenó en seco la reacción de los vallisoletanos. Después de reponerse de una mala puesta en escena, el cuadro de Hugo López salió, de nuevo, con una marcha menos y se encontró con la máxima en contra en un visto y no visto (43-34). En apenas tres minutos, el Carramimbre había dilapidado toda la mejoría gradual de la primera mitad y se veía abocado a ponerse el mono de trabajo una vez más, aunque la ansiedad golpeó duro en esta ocasión.
El esfuerzo comenzó a pasar factura. Los pupilos de Gustavo Aranzana continuaron maniatando a unas ardillas que sudaban tinta china para anotar en cada posesión y dominar la pintura, algo a lo que no están acostumbradas. El orden local volvía a imponerse sobre la electricidad de un Carramimbre que se apagó paulatinamente tras encomendarse al acierto exterior, que terminó siendo su perdición.
La posible reacción se fue mitigando, anulada por el plan de juego de un ICG Força Lleida muy serio y que se distanciaba posesión a posesión, impulsado por un titánico Steven Santa Ana, que anotó catorce puntos en el tercer periodo. Obligados a una remontada épica, los de Hugo López encararon los últimos diez minutos con una renta adversa de quince tantos (63-48).
El 3/23 en los triples de los carmesís, que no anotaron desde la larga distancia en todo el tercer cuarto, mermó en exceso las opciones de un equipo que, por enésima vez, experimentó un arranque de orgullo que bien pudo obrar la machada. La reacción, no obstante, llegó tarde.
A pesar de moverse en rentas cercanas a los veinte puntos en contra, los pupilos de Hugo López no perdieron la fe y volvieron a entonarse en el perímetro para afrontar con opciones la recta final. De hecho, a falta de 2:13, un triple de Toms Leimanis puso un esperanzador 72-64 en el marcador, pero poco después vino la puntilla de los catalanes.
El esfuerzo y la ansiedad pesaron demasiado en unas ardillas exhaustas y tocadas que cedieron (78-67) con honores pero sin acierto.
Ficha técnica:
ICG Força Lleida 78 (14+16+33+15): Agustí Sans (-), Miquel Feliu (10), Steven Santa Ana (19), Shaquille Cleare (15) y Eric Stutz (14) –quinteto inicial–. También jugaron: Adrián Chapela (5), Papa Mbaye (6), Eddy Polanco (3), Marc Martí (6) y Fernando Sierra (-).
Carramimbre CBCV 67 (6+21+21+19): Toms Leimanis (18), Frank Bartley (9), Niksha Federico (3), Sergio de la Fuente (14) y Seydou Aboubacar (4) –quinteto inicial–. También jugaron: Mike Torres (2), Kimbal Mackenzie (10), Tom Granado (3), Jubril Adekoya (4), Dani Astilleros (-), Robert Gilchrist (-) y Guim Expósito (-).
Árbitros: Lizana Moreno, López Lecuona y Espiau Guarner. Sin eliminados.
Incidencias: 24ª jornada de la Liga LEB Oro. Pavelló Barris Nord.
Crónica de www.cbcvalladolid.es
Sergio de la Fuente inicia una penetración ante Stutz. Foto: www.cbcvalladolid.es |
El conjunto de Hugo López no tuvo su día desde la larga distancia (6/29 en los triples) y cayó ante un ICG Força Lleida de Gustavo Aranzana (78-67) muy serio, que dominó de principio a fin.
Los carmesís, que llegaron a perder por rentas cercanas a los veinte puntos, protagonizaron un arranque de orgullo en la recta final (72-64 a falta de dos minutos), pero terminaron cediendo con justicia ante el buen hacer ilerdense.
El partido, ya desde un inicio, no resultó nada sencillo para el Carramimbre CBCV. Tal y como había anticipado Hugo López en la previa, al conjunto vallisoletano le esperaba toda una red de trampas del paisano Gustavo Aranzana. La apuesta no le pudo salir mejor al técnico del ICG Força Lleida.
La buena labor defensiva de los catalanes, sumada a la nefasta puntería de las ardillas, provocó que el primer periodo acabase con un paupérrimo 14-6, que se explicaba por sí solo atendiendo a los porcentajes de tiro visitantes: 3/12 en los lanzamientos de dos, 0/8 en los triples y 0/2 desde la línea de personal. Acierto aciago para abrir la contienda.
En los primeros diez minutos, los carmesís firmaron un infausto -2 en la valoración, que, sin embargo, no reflejaba tanto las diferencias en el marcador. A pesar de todo, la desventaja no era ni mucho menos insalvable, algo que ratificó el Carramimbre cuando despertó de una vez por todas.
Con Mike Torres y Kimbal Mackenzie liderando la segunda unidad, llegó la luz para las ardillas. Dos triples del exterior canadiense apretaron las tornas (16-12) y destensaron temporalmente el entramado de Aranzana. El plan estaba claro: las opciones visitantes pasaban por imponer la velocidad sobre el orden local.
El Carramimbre fue plasmando poco a poco la consigna, aunque Shaquille Cleare parecía tener otros propósitos. Al descanso, el interior bahameño ya estaba en nueve puntos, ocho rebotes y catorce créditos de valoración, que sirvieron para mantener a raya al Ciudad de Valladolid.
En la recta final de la primera mitad, Frank Bartley y Sergio de la Fuente emergieron para revertir la situación. Un triple del capitán, el último de las ardillas hasta el último periodo, y siete puntos consecutivos del jugador estadounidense permitieron al Carramimbre gozar de su primera ventaja (21-23), tan mínima como efímera. El cuadro ilerdense volvió a estirarse antes del descanso y alcanzó el ecuador del partido mandando (30-27).
El paso por los vestuarios frenó en seco la reacción de los vallisoletanos. Después de reponerse de una mala puesta en escena, el cuadro de Hugo López salió, de nuevo, con una marcha menos y se encontró con la máxima en contra en un visto y no visto (43-34). En apenas tres minutos, el Carramimbre había dilapidado toda la mejoría gradual de la primera mitad y se veía abocado a ponerse el mono de trabajo una vez más, aunque la ansiedad golpeó duro en esta ocasión.
El esfuerzo comenzó a pasar factura. Los pupilos de Gustavo Aranzana continuaron maniatando a unas ardillas que sudaban tinta china para anotar en cada posesión y dominar la pintura, algo a lo que no están acostumbradas. El orden local volvía a imponerse sobre la electricidad de un Carramimbre que se apagó paulatinamente tras encomendarse al acierto exterior, que terminó siendo su perdición.
La posible reacción se fue mitigando, anulada por el plan de juego de un ICG Força Lleida muy serio y que se distanciaba posesión a posesión, impulsado por un titánico Steven Santa Ana, que anotó catorce puntos en el tercer periodo. Obligados a una remontada épica, los de Hugo López encararon los últimos diez minutos con una renta adversa de quince tantos (63-48).
El 3/23 en los triples de los carmesís, que no anotaron desde la larga distancia en todo el tercer cuarto, mermó en exceso las opciones de un equipo que, por enésima vez, experimentó un arranque de orgullo que bien pudo obrar la machada. La reacción, no obstante, llegó tarde.
A pesar de moverse en rentas cercanas a los veinte puntos en contra, los pupilos de Hugo López no perdieron la fe y volvieron a entonarse en el perímetro para afrontar con opciones la recta final. De hecho, a falta de 2:13, un triple de Toms Leimanis puso un esperanzador 72-64 en el marcador, pero poco después vino la puntilla de los catalanes.
El esfuerzo y la ansiedad pesaron demasiado en unas ardillas exhaustas y tocadas que cedieron (78-67) con honores pero sin acierto.
Ficha técnica:
ICG Força Lleida 78 (14+16+33+15): Agustí Sans (-), Miquel Feliu (10), Steven Santa Ana (19), Shaquille Cleare (15) y Eric Stutz (14) –quinteto inicial–. También jugaron: Adrián Chapela (5), Papa Mbaye (6), Eddy Polanco (3), Marc Martí (6) y Fernando Sierra (-).
Carramimbre CBCV 67 (6+21+21+19): Toms Leimanis (18), Frank Bartley (9), Niksha Federico (3), Sergio de la Fuente (14) y Seydou Aboubacar (4) –quinteto inicial–. También jugaron: Mike Torres (2), Kimbal Mackenzie (10), Tom Granado (3), Jubril Adekoya (4), Dani Astilleros (-), Robert Gilchrist (-) y Guim Expósito (-).
Árbitros: Lizana Moreno, López Lecuona y Espiau Guarner. Sin eliminados.
Incidencias: 24ª jornada de la Liga LEB Oro. Pavelló Barris Nord.
Crónica de www.cbcvalladolid.es