Raúl Carnero y Sergi Guardiola felicitan a Enes Ünal tras el gol del delantero turco. Fotos: www.realvalladolid.es |
El Real Valladolid volvía al fútbol en Butarque 97 días después de su último encuentro, el pasado 8 de marzo ante el Athletic. Entre medias, catorce semanas de dudas, por el regreso o no de la competición, con un riguroso confinamiento para cortar la transmisión de la pandemia del covid-19 y un lento y cauteloso retorno a la actividad.
Hasta que el balón rodó, todo era familiarmente extraño, con las gradas vacías y los suplentes ocupando los primeros asientos de Butarque, ataviados con los correspondientes guantes y mascarillas. Aroma de pretemporada, con un arsenal de cambios en la recámara y dudas sobre el estado físico y táctico de los futbolistas tras la ausencia de amistosos y los tres meses sin fútbol.
Pero era competición. Tres puntos de oro en juego en la carrera por la permanencia. Para el Real Valladolid, el regreso a la actividad suponía un riesgo y una oportunidad. Un riesgo si el Leganés se le echaba encima en la clasificación. Pero también una oportunidad si los tres puntos viajaban a Zorrilla para dejar a los madrileños a nueve. La mejor manera para volver a la normalidad.
El orden no se ha confinado. El Real Valladolid sacó su versión más seria en Butarque. La de un bloque defensivo impenetrable. El Leganés en ningún momento descifró las dos líneas de cuatro que plantó Sergio González, que sorprendió con la suplencia de Kiko Olivas, que había disputado hasta ahora todos los minutos de la Liga, y la inclusión de un doble lateral en la banda izquierda, con Nacho y, unos metros más arriba, Raúl Carnero. A priori, una apuesta conservadora.
Un punto valía, pero muy pronto fueron tres. El Leganés echó una generosa mano. A los dos minutos, Awaziem y Cuéllar no se entendieron a la hora de gestionar un inofensivo despeje largo de Javi Moyano. Enes Ünal ampliaba su cuenta ante los madrileños, a los que ya ha marcado cuatro goles con la camiseta blanquivioleta, y abría el marcador a puerta vacía. Cualquier plan previo pasaba a ser papel mojado.
No tuvo tiempo el Leganés para mostrar una supuesta mayor ambición. El marcador en contra lastró las piernas de los pepineros mucho antes de que apareciera el teórico cansancio por la larga inactividad. Aguirre tampoco había acertado con la propuesta. El mexicano situó dos laterales en cada banda, Bustinza y Rosales en la derecha y Jonathan Silva y Kevin Rodrigues en la izquierda. Y el Lega se atascó. Ni se acercó a los dominios de Masip. El partido, espeso y anodino, era del Real Valladolid. No pasaba nada. Y eso, más con el marcador a favor, era lo que querían los blanquivioletas.
Arriba, el estadio de Butarque sin espectadores. Abajo, Salisu, algo acelerado en los últimos minutos. |
Era la versión óptima del estilo de Sergio González. La del equipo sólido en la defensa. La del equipo sin errores, sin concesiones. La del equipo ordenado. La del equipo funcionando como un bloque. La del equipo que aprovechaba sus ocasiones en el ataque. El Real Valladolid sobrio y efectivo de los mejores días con Sergio González en el banquillo.
El partido estaba saliendo tan bien que incluso los cambios tardaron. Ni rastro de cansancio pese a ser el estreno tras el parón de la Liga. Sergio González no movió el banquillo hasta mediada la segunda parte, con la entrada de Hervías por el amonestado Óscar Plano. El segundo relevo se culminó a nueve minutos del final, con la inclusión de Sandro por el también sancionado Sergi Guardiola. El Real Valladolid no necesitó el refresco de los cinco cambios. Gastó cuatro, dos muy al final, con el debut en la Liga de Javi Sánchez con la camiseta blanquivioleta.
A Aguirre no le funcionaron. El Leganés, más por corazón que por cabeza y porque Óscar Rodríguez no se rendía, lo intentó hasta el final. Salisu, al que el confinamiento no le ha quitado su exceso de impetuosidad, regaló un penalti a seis minutos del final, pero el Real Valladolid no se permitió más errores. Uno y no más.
La permanencia está en la mano, con un necesitadísimo Celta como próximo invitado en Zorrilla dentro de cuatro días. Tres puntos más ante otro rival directo en la zona baja aliviarían mucho el camino de la salvación en este regreso del fútbol en la era del covid-19.
Ficha
técnica:
CD Leganés 1: Cuéllar; Bustinza (Assalé 46’), Awaziem, Omerou, Jonathan Silva (Bryan Gil 59’); Amadou, Roque Mesa (Aitor Ruibal 59’), Rosales (Avilés 88’), Kevin Rodrigues; Óscar Rodríguez y Carrillo (Guerrero 79’).
Real Valladolid 2: Masip; Javi Moyano, Joaquín, Salisu, Nacho; Fede San Emeterio, Alcaraz, Óscar Plano (Hervías 68’), Raúl Carnero (Waldo 88’); Enes Ünal (Javi Sánchez 88’) y Sergi Guardiola (Sandro 81’).
Goles:
0-1 (min. 2): Enes Ünal. Clamoroso error entre Awaziem y Cuéllar. Javi Moyano, desde la posición de lateral derecho, suelta un inofensivo despeje largo a la frontal del Leganés. Awaziem y Cuéllar no se entienden. El central nigeriano peina hacia atrás y pilla a media salida al portero. Enes Ünal se aprovecha del error, se adelanta a ambos y marca con la pierna derecha a puerta vacía.
0-2 (min. 54): Alcaraz. La mejor jugada del encuentro. Enes Ünal aguanta el balón en la banda derecha, junto a la línea, ante Omeruo y Jonathan Silva. El turco combina con Óscar Plano, que rompe desde atrás. El madrileño gana la línea de fondo y centra al segundo palo. Raúl Carnero no engancha la asistencia, pero sí Alcaraz, que supera a Cuéllar con un potente zurdazo.
1-2 (min. 84): Óscar Rodríguez, de penalti. El único error defensivo del Real Valladolid. Salisu, impetuoso, mide mal, levanta la pierna en exceso y derriba a Assalé. Óscar Rodríguez, inapelable, convierte el penalti con un ajustado lanzamiento con la pierna derecha.
Árbitro: Melero López (colegio andaluz). Amonestó a Sergi Guardiola (29’), Óscar Plano (40’), Salisu (83’) y Fede San Emeterio (89’), del Real Valladolid.
Incidencias: 28ª jornada de LaLiga Santander. Butarque. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la pandemia del covid-19, incluidos dieciocho abonados del CD Leganés. El club madrileño depositó un ramo de flores y una camiseta con el número 12 y el nombre de cada socio fallecido en su respectiva localidad.
Las notas:
Masip (6): Salisu le fastidió la imbatibilidad en Butarque. El ghanés cometió, a seis minutos del final, un innecesario penalti que transformó Óscar Rodríguez. Un lanzamiento imparable. Masip tuvo muy poco trabajo ante un pobre desempeño ofensivo del Leganés, que se estrelló ante la solidez de la zaga blanquivioleta. Salisu fue su principal enemigo. A once del final, ya metió en apuros al cancerbero catalán con un despeje pegado al poste.
Javi Moyano originó el primer gol del Real Valladolid con un despeje largo que Awaziem y Cuéllar gestionaron mal. |
Joaquín (7): Salvo por lesión, el andaluz es un fijo para Sergio González desde octubre, bien sea como pivote o como central. Ante el Leganés, ocupó su ubicación natural en el eje de la zaga. Imponente, lideró la defensa del Real Valladolid sin errores.
Salisu (4): Los rumores apuntan a un traspaso del ghanés en verano. El canterano saldría al Rennes a cambio de su cláusula íntegra, doce millones de euros. Los vale, pero sobre todo por su proyección. De momento, sigue cometiendo algunos errores de fogosidad. Metió en el partido al Leganés con un innecesario y clarísimo penalti sobre Assalé, al que derribó tras medir mal su entrada. Poco antes, Salisu ya falló en un despeje que complicó a Masip. Al primer minuto, antes del gol de Enes Ünal, el central africano estuvo inmerso en la jugada polémica del encuentro. Awaziem cabeceó un córner y el balón pegó en una mano de Salisu, totalmente involuntaria y, por tanto, no susceptible de penalti.
Nacho (6): El madrileño ya fue titular en el último encuentro previo al parón, ante el Athletic, tras una larga ausencia de tres meses por una lesión de tobillo. Nacho ha tenido tres meses más para completar la recuperación. Seguro en labores defensivas, se soltó poco en el ataque ante el Leganés.
Fede San Emeterio formó un impenetrable doble pivote en la medular junto con Alcaraz. |
Alcaraz (7): Goleador. Sentenció la victoria del Real Valladolid tras cazar con la zurda, en el segundo palo, una asistencia de Óscar Plano desde la línea de fondo que Raúl Carnero no conectó. Cuéllar estaba vendido.
Óscar Plano (7): Asistente de Alcaraz en el segundo gol del Real Valladolid. El madrileño rompió desde atrás para recibir un pase de Enes Ünal en la banda derecha y ganar la línea de fondo, desde donde centró. Vio una tarjeta amarilla antes del descanso y fue el primer cambio de Sergio González, mediada la segunda parte.
Raúl Carnero (6): Titular, pero como interior izquierdo, con Nacho detrás. Estuvo a punto de conectar un balón de gol de Óscar Plano, pero no impactó el centro. Sí lo hizo Alcaraz. Se marchó al banquillo a dos minutos del final.
Enes Ünal ya suma cuatro goles con la camiseta blanquivioleta ante el Leganés, tres en esta temporada. |
Sergi Guardiola (6): Con menos protagonismo ofensivo que Enes Ünal. Muy activo en el repliegue del equipo ante un Leganés con más posesión. Mediada la segunda parte, rozó el gol con un disparo ajustado al palo. Amonestado a la media hora y relevado por Sandro a nueve minutos del final.
Hervías (6): Primer cambio. Salió por Óscar Plano mediada la segunda parte para ocupar la banda derecha.
Sandro (6): Segundo relevo. Entró por Sergi Guardiola a nueve minutos del final. Tuvo una ocasión muy clara que Kevin Rodrigues salvó.
Javi Sánchez (5): Debutante. El madrileño sustituyó a Enes Ünal a dos del final para disfrutar de sus primeros minutos en la Liga con la camiseta blanquivioleta. Hasta ahora, apenas había jugado el encuentro de Copa ante el Tenerife, en el que el Real Valladolid cayó eliminado.
Waldo volvió a jugar en Butarque, donde debutó hace un año con la primera plantilla. |
Sergio González (9): Indiscutible ganador táctico del encuentro. El Real Valladolid anuló por completo al Leganés con dos líneas de cuatro. El equipo no notó el parón de tres meses, sin signos de cansancio (no agotó los cambios y esperó hasta los últimos minutos para mover el banquillo) y perfecto en lo táctico. Sin brillantez, pero con una enorme solidez. Siendo fiel a lo que quiere el técnico. Sorprendió con la suplencia de Kiko Olivas, la primera de la temporada, que había jugado todos los minutos, hasta ahora, de la Liga, y apostó por un doble lateral en el costado izquierdo, con Nacho y Raúl Carnero.