miércoles, 17 de junio de 2020

Masip frena a Aspas

El portero gana el duelo al delantero. Dos manos soberbias. La primera con una estirada a ras de suelo muy cerca del poste. La segunda para sacar un penalti cometido por Alcaraz a veinte minutos del final. Rubén Blanco malogró la única ocasión peligrosa del Real Valladolid, con una llegada de Toni Villa cerca del descanso. Los blanquivioletas, a ocho del descenso, suman un punto más en la carrera de la permanencia.

Masip vuela para desviar el lanzamiento de penalti de Iago Aspas.
Fotos: www.realvalladolid.es
El fútbol volvió a Zorrilla.


Eso sí, a la nueva ‘normalidad’, a la que permite, de momento, la pandemia del covid-19: a puerta cerrada, sin espectadores, con un ambiente frío, casi de amistoso de pretemporada, y con un riguroso protocolo sanitario. Es lo que hay, a lo que toca acostumbrarse, al menos, en este final de temporada.

La afición blanquivioleta se perdió poco.

El regreso del fútbol a Zorrilla deparó apenas el duelo entre Masip y Aspas. El resumen del partido.

Masip ganó el duelo.

El Real Valladolid rascó un punto más en la carrera de la permanencia gracias al portero. Masip apareció cuando tocaba ante un Celta voluntarioso y más necesitado en la clasificación. Los vigueses tuvieron más la posesión y dominaron, en especial en la segunda mitad, pero solo el capitán celeste, Iago Aspas, acarició el gol.

Lo evitó Masip por partida doble, con dos paradas de las que suman puntos. Aspas avisó a los cinco minutos de la segunda parte. El canterano de A Madroa, un curso más dispuesto a mantener a su Celta en Primera, justificó su liderazgo en el vestuario celeste con un delicado zurdazo desde la frontal. El balón caminaba ajustado al poste derecho de Masip, donde se estiró el portero del Real Valladolid para mandar el remate a córner.

Aspas no se rindió y tuvo otra, todavía más clara. Gil Manzano, a veinte minutos del final, señalaba el punto de penalti por una mano de Alcaraz. El blanquivioleta cortó, con el brazo extendido, un cabezazo de Araújo en un saque de esquina. Aspas asumió la responsabilidad. Para algo es el jefe del Celta. Pero Masip le estaba esperando. El portero adivinó la dirección y ganó también el segundo duelo al delantero.

Poco más se vio en un desangelado Zorrilla entre dos rivales directos en la batalla por la permanencia. El Real Valladolid se aleja a ocho del descenso, mientras que el margen del Celta se limita a dos.

Toni Villa, en especial en la primera parte,
desequilibró en la banda izquierda.
Tras la victoria en Butarque, Sergio González tocó lo justo el once, con las entradas de Míchel y Toni Villa por Fede San Emeterio y Raúl Carnero, respectivamente. Una declaración de intenciones. El Real Valladolid buscaba ser más protagonista con el balón que en Leganés, pero apenas si lo consiguió cuando encadenó tres saques de esquina mediado el primer periodo.

Fue el mejor momento de los blanquivioletas y prácticamente el único en el que pareció perseguir los tres puntos. El toque de Míchel servía para templar buenos balones en el área del Celta, que hasta entonces había sido algo más ambicioso. Enes Ünal dominaba por arriba y Joaquín corroboraba la hegemonía aérea, aunque en fuera de juego.

En el fondo, el Real Valladolid jugaba a algo muy parecido al último encuentro de Leganés. A lo que lleva haciendo a lo largo de los últimos dos años: muy ordenado atrás y esperando salir a la contra. Para ello contaba con la verticalidad de Toni Villa, que retó en varias ocasiones a Kevin a lo largo de la primera mitad. El canterano era la única salida que encontraba el equipo, absolutamente volcado a la izquierda. Javi Moyano y Óscar Plano no aportaban en ataque a la derecha.

Y fue Toni Villa quien pudo desnivelar el encuentro a cinco del descanso. Aprovechó una pérdida de Aidoo para montar una vertiginosa contra por la banda izquierda y plantarse en el área. Con escaso ángulo, probó a Rubén Blanco, que abortó el peligro, la única ocasión de gol del Real Valladolid en toda la tarde.

Después, llegó el duelo entre Masip y Aspas para acelerar un encuentro de ritmo cansino, más propio de comienzos de la temporada que de la recta final y decisiva del campeonato. Quiso más el Celta, que perdió una gran ocasión para distanciarse del descenso. Pero entre faltas (más de treinta), tarjetas (seis), cambios (seis, cuatro sin gastar), pausas de hidratación (con apenas veinte grados) y piernas algo blandas tras tres meses de parón, el encuentro no daba para más.

Masip y Aspas lo resumían todo.

Un punto para cada uno y el descenso algo más lejos.

Ficha técnica:

Míchel colocó buenos centros en el área del Celta,
pero se marchó pronto al banquillo.
Real Valladolid 0: Masip; Javi Moyano, Joaquín, Salisu, Nacho; Míchel (Hervías 62’), Alcaraz, Óscar Plano (Fede San Emeterio 63’), Toni Villa (Waldo 75’); Enes Ünal y Sergi Guardiola (Ben Arfa 75’).

RC Celta 0: Rubén Blanco; Kevin (Brais Méndez 92’), Aidoo, Murillo, Araújo, Olaza; Beltrán, Rafinha, Okay; Smolov (Denis Suárez 64’) e Iago Aspas.

Árbitro: Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó a Joaquín (50’), Alcaraz (59’) y Waldo (91’), por el Real Valladolid, y a Okay (31’), Smolov (35’) y Murillo (61’), por el Celta.

Incidencias: 29ª jornada de LaLiga Santander. Zorrilla. Antes del encuentro, el presidente del Real Valladolid, Ronaldo Nazário, depositó un ramo de flores en la butaca de Alberto Muñoz Muñoz, abonado número 2 del club, para honrar su memoria y la de todos los abonados fallecidos durante la pandemia del covid-19.

Las notas:

Masip (9): El hombre del partido. Masip salvó un punto con dos extraordinarias paradas ante Iago Aspas. El portero frustró al delantero. A los cinco minutos del segundo periodo, Masip se estiró a ras de suelo para desviar un ajustado remate de Iago Aspas desde la frontal al palo derecho. A veinte del final, el duelo se repitió y el vencedor, también. Masip adivinó la dirección y despejó un penalti ejecutado por Aspas. El portero del Real Valladolid rechazó, además, un potente disparo de Beltrán. Antes del descanso, atajó sin problemas un chut de Smolov.

Javi Moyano (6): El capitán no se mueve del once. El Celta no usó demasiado las bandas, así que Moyano no estuvo demasiado exigido. Como en el anterior encuentro en Leganés, su aportación ofensiva fue muy limitada.

Joaquín (7): Continuó en el eje de la zaga a pesar de la recuperación de Kiko Olivas. Bien colocado. Más pendiente de Smolov que de Iago Aspas, con más libertad de movimientos. Antes del descanso, el ruso le rompió en el área para sacar un disparo blando a las manos de Masip. Mediado el primer tiempo, Joaquín cruzó de cabeza, con mucho peligro, una falta lateral de Míchel, pero partió en posición de fuera de juego. Amonestado en el arranque del segundo acto.

Salisu (6): Serio. El ghanés completó un buen trabajo defensivo, sin los puntuales errores que cometió ante el Leganés.

Nacho repitió titularidad, aunque le falta
para recuperar su mejor versión ofensiva.
Nacho (6): Le ha ganado el puesto a Raúl Carnero en el regreso de la Liga. No obstante, está lejos de su mejor versión ofensiva. Lo intentó por momentos en la primera parte, pero ya no se prodigó arriba en la segunda.

Míchel (7): Una de las dos novedades del once. Volvió a la titularidad para mejorar la circulación del balón. Algo que, aunque durante pocos minutos, sí consiguió. El balón salía más limpio cuando el valenciano iniciaba la jugada. Míchel comandó los mejores momentos ofensivos del Real Valladolid, mediada la primera mitad, colocando buenos centros en el área celeste. El mismo Míchel mandó muy alto un balón suelto en las inmediaciones de la portería de Rubén Blanco. Sustituido a la hora de partido para evitar el creciente control del Celta, un objetivo que el equipo no cumplió.

Alcaraz (6): Acompañó a Míchel en el doble pivote, con una función más física para el catalán. Corrió mucho, pero jugó poco. Recibió una cartulina amarilla al cuarto de hora del segundo periodo.

Óscar Plano (5): Gris. El madrileño no entró en juego en la banda derecha, desaprovechada por el Real Valladolid. Se marchó al banquillo cumplido el primer cuarto de hora de la segunda parte.

Toni Villa (7): La segunda novedad en el once. El canterano sustituyó a Raúl Carnero, titular en Butarque. El Real Valladolid basó su profundidad en las internadas de Toni Villa por la banda izquierda. De más a menos. Apuró a Kevin en los primeros minutos. A cinco del descanso, aprovechó una pérdida de Aidoo para escaparse por velocidad y plantarse ante Rubén Blanco, que le tapó los huecos. La mejor ocasión del Real Valladolid en toda la tarde. Sustituido por Waldo a un cuarto de hora del final.

Enes Ünal dominó el juego aéreo,
pero creó menos peligro que en Butarque.

Enes Ünal (6): Menos protagonista que en la victoria ante el Leganés. El turco tuvo unos buenos minutos mediado el primer periodo cuando se impuso en los balones aéreos en el área del Celta. Le faltó precisión a la hora de conectar un saque de esquina y una falta lateral.

Sergi Guardiola (6): Cayó con frecuencia a las bandas, pero sin generar demasiado peligro. A los cuatro minutos de la segunda parte, Rubén Blanco le atajó un remate. Relevado por Ben Arfa con un cuarto de hora por delante.

Hervías (5): No mejoró las prestaciones de Óscar Plano, al que sustituyó al cuarto de hora de la segunda parte. El balón era del Celta y Hervías se limitó a ocupar la banda derecha en funciones defensivas.

Fede San Emeterio (6): Entró por Míchel para fortalecer el mediocampo ante un Celta dominante. Con el cántabro, el Real Valladolid ganó músculo, pero perdió creatividad y no evitó que los celestes siguieran con la posesión del balón.

Ben Arfa (4): El francés relevó a Sergi Guardiola a un cuarto de hora del final. El parón de tres meses no ha mejorado su imagen. Muy lejos de lo que se espera de él.

Waldo (4): Mandó al banquillo a Toni Villa a quince minutos del final. El canterano apenas se ganó una cartulina amarilla.

Sergio González buscó más poder ofensivo con
Míchel y Toni Villa como titulares.

Sergio González (6): El técnico pidió más capacidad ofensiva que en Leganés y apostó por Míchel y Toni Villa en el lugar de Fede San Emeterio y Raúl Carnero, respectivamente, en el once titular. Aunque el Real Valladolid no fluyó, Míchel y Toni Villa fueron de los pocos que buscaron el gol. Con un dominante Celta, echó al equipo atrás con la entrada de Fede San Emeterio por Míchel, aunque el escenario no cambió. El Real Valladolid jugó con fuego y salvó un punto gracias a Masip. El equipo ha vuelto muy fuerte en labores defensivas, pero con muy poca presencia en el área rival.