Pero la misma temporada y la misma exigencia. Tres
meses después del parón por la pandemia del covid-19, el Real Valladolid
regresa a la competición en Butarque en un duelo directísimo en la zona baja ante el
Leganés. Eso sí, con muchas incertidumbres ante el nuevo fútbol: sin
espectadores, con cinco cambios… y, sobre todo, con un fortísimo protocolo
sanitario. Sergio González tiene la única baja de Caro.
El mundo sigue luchando para superar la
primera gran pandemia contemporánea. Un drama humano, con más de 400.000 fallecidos.
Un terremoto económico, con impredecibles consecuencias.
Casi tres meses después de que el
Gobierno decretara el Estado de Alarma, el fútbol profesional regresa en España.
Un paso más hacia lo que se ha llamado la nueva ‘normalidad’. Un paso posible
por la positiva evolución de la pandemia. Que sea necesario o no en estos momentos ya es otro debate.
El covid-19 sigue ahí, al acecho. Lo
estará hasta que llegue la ansiada vacuna o un tratamiento efectivo. No es algo,
desgraciadamente, inminente. Mientras, el mundo lentamente, y con muchísima cautela, está
volviendo a la actividad.
El fútbol se ha sumado al carro de la
nueva ‘normalidad’.
LaLiga ha querido cerrar la temporada 2019/20
en el césped.
Tres meses después (catorce semanas, casi
cien días -97-), el Real Valladolid regresará este sábado (19:30 horas,
Movistar LaLiga) al césped en Butarque para enfrentarse al Leganés.
Un retorno ansiado, pero extraño.
Un regreso a “otra Liga y otra
normalidad”, tal y como ha concedido Sergio González. Pero a la misma temporada
y con la misma exigencia.
Casi todo es distinto, desde el mismo
momento del viaje a Leganés. El Real Valladolid se ha desplazado a la localidad
madrileña en dos autobuses para minimizar el contacto entre los jugadores. La
expedición ha contado con la presencia de un supervisor de LaLiga para velar
por el cumplimiento del protocolo sanitario ante el covid-19.
La convocatoria también ha cambiado. El
‘nuevo’ fútbol ha abierto la puerta a todos los jugadores disponibles de cada
plantilla. Sergio González solo cuenta con la baja de Caro, con una
hiperextensión en el codo izquierdo. El portero del filial, Samu Pérez, ha ocupado
su plaza en la extensa lista de 23 blanquivioletas.
Las dudas se agolpan ante el regreso.
Salvo la clasificación, todo lo que rodea al regreso del fútbol es una incógnita.
Arriba, Toni Villa y, abajo, Enes Ünal, en el último enfrentamiento entre ambos equipos. |
La primera plantilla completó el último
entrenamiento previo al Estado de Alarma el viernes 13 de marzo. No volvió a
calzarse las botas, primero con ejercicios individuales, hasta el lunes 11 de
mayo. Entre medias, semanas de estricto confinamiento en casa, apenas relajadas
al final, cuando el deporte se permitió al aire libre.
“El físico va a estar muy al límite
porque no hemos tenido la previa necesaria”, ha lamentado Sergio González, que
hubiera preferido más días de pretemporada. No obstante, “estaremos, como
mínimo, al mismo nivel que el rival”. La posibilidad extraordinaria de realizar
cinco cambios por partido también ayuda al optimismo.
Pero hasta que no ruede el balón, todo son
conjeturas. Las propias de un inusual ‘inicio’ de la temporada, pero sin
amistosos previos, con un rodaje corto y con un inédito parón por una pandemia.
Sin pistas, en definitiva, del estado de forma de cada equipo.
Hay que adaptarse al nuevo fútbol. Y cuanto
antes.
En los tiempos del covid-19, no queda
otra.
“En la previa, en el post y en el
calentamiento vamos a tener sensaciones raras. El equipo que minimice todo eso
va a tener mucho ganado (…). Tenemos que dejar todo esto a un lado e intentar
que no nos distraiga. Es complicado de asimilar, pero es lo que hay”, ha
analizado Sergio González, que se ha referido, en especial, a la ausencia de
espectadores en las gradas.
“El público te da una fortaleza
espectacular en casa. Va a ser una pérdida importante para todos los equipos.
Jugar sin público es como un jardín sin flor. Es necesario, como una radio en
el coche. Lo tenemos que aceptar, pero no es la vuelta que todos deseábamos”,
ha admitido el técnico del Real Valladolid.
Ante el Leganés, la ausencia de espectadores en las gradas beneficiará, en teoría, a los blanquivioletas, que nunca han ganado en el coso pepinero (cuatro derrotas en cuatro salidas). El factor cancha ha perdido fuerza en el nuevo fútbol, pero no lo es todo.
Sergio González es consciente de la enorme dificultad del encuentro de Butarque.
Para el Real Valladolid, el regreso a la competición entraña una doble trampa en sus dos primeros partidos. Encarrilar la permanencia o comprometerla. Ese es el riesgo. Los blanquivioletas, de momento, están salvados, pero no deben relajarse.
El Real Valladolid nunca ha ganado en Butarque, con cuatro derrotas en cuatro visitas. |
Un mal regreso en Butarque complicaría
las opciones de permanencia del Real Valladolid, al que le estaba costando
encontrar una línea de regularidad en el juego y los resultados (dos victorias en quince
jornadas) antes del parón, con constantes cambios tácticos de Sergio González.
Pero tres meses después, eso parece la prehistoria. El Leganés es el presente.
“Lo que más me preocupa es que ellos hayan
perdido el miedo a perder. Te desinhibes más, eres más atrevido, provocas más
cosas… Los tres equipos de abajo se han encontrado con una nueva vida y juegas
con total libertad. Tenemos que igualar ese descaro con nuestra personalidad”,
ha reclamado Sergio González.
El Leganés, el equipo menos goleador del
campeonato (21 tantos en 27 encuentros), no está sentenciado.
Después de todo, tiene la salvación a su
alcance, a una única victoria, con 33 puntos en juego.
El mexicano Javier Aguirre aterrizó en Butarque a principios de noviembre para rescatar a un colista con muy mala
pinta, con cinco puntos y un solitario triunfo en doce jornadas, a seis de la
permanencia.
La situación aprieta algo menos, aunque
para el Leganés cada partido cuenta. Más con el Barça en el horizonte, el
próximo martes en el Camp Nou. Los tres puntos ante el Real Valladolid se
antojan básicos.
Aguirre no tiene bajas, con el argentino
Szymanowski recién recuperado de una larga lesión. El canterano madridista Óscar
Rodríguez, que atravesaba un dulce momento de forma, es la referencia del Leganés tras los traspasos en el mercado de
invierno de Braithwaite y En-Nesyri al Barça y el Sevilla, respectivamente.
Alineaciones:
CD
Leganés: Cuéllar; Rosales, Awaziem, Siovas, Jonathan Silva; Rubén Pérez, Roque Mesa, Kevin Rodrigues, Aitor Ruibal; Óscar Rodríguez y Carrillo.
Suplentes: Juan Soriano, Bustinza, Marc Navarro, Omeruo, Tarín, Recio, Eraso, Amadou, Bryan Gil, Szymanowski, Assalé y Guerrero.
Real
Valladolid: Masip; Javi Moyano, Kiko Olivas, Salisu, Nacho; Joaquín, Alcaraz, Óscar Plano, Toni Villa; Enes Ünal y Sergi Guardiola.
Suplentes: Samu Pérez, Antoñito, Pedro
Porro, Javi Sánchez, Raúl Carnero, Fede San Emeterio, Matheus, Míchel, Hervías,
Waldo, Ben Arfa y Sandro.
Árbitro: Melero López (colegio andaluz).
Incidencias: 28ª jornada de LaLiga Santander. Butarque. Tarde agradable, con 22 grados y sol.