Se
la juegan. El Real Valladolid ha caído a la duodécima posición, ya a diez
puntos del ascenso directo y a seis del playoff, tras un socavón en las últimas
nueve jornadas, con una única victoria y siete puntos sobre 27 posibles. “He
fallado yo”, ha admitido el técnico gallego, que tiene la única baja de Guitián.
“Claro que me planteo cosas, pero no voy a pasar del blanco al negro. Soy
flexible, no soy un terco”, ha añadido. Mientras, el ascendido Lorca marcha
antepenúltimo, a un triunfo de la salvación, con un pobre rendimiento a
domicilio. “Necesitamos puntuar y vamos con la idea de ganar”, ha adelantado,
por su parte, el entrenador de los murcianos, que han viajado con las ausencias
de los lesionados Chumbi, Sito, Nando y Carlos Martínez, más el sancionado
Cristian Bustos.
Una única victoria
en las nueve últimas jornadas. Apenas siete puntos sobre 27 posibles. Tres
derrotas consecutivas. Un solitario triunfo en los cuatro últimos partidos en
Zorrilla. El Real Valladolid, duodécimo en la clasificación, atraviesa algo más
que una ‘pasajera’ crisis de resultados (y juego). El equipo de Luis César, que
encandiló e ilusionó en los dos primeros meses, ha caído en un socavón que le
ha alejado peligrosamente del ascenso directo, ya a diez puntos, e incluso del
playoff, a seis puntos.
El crédito se
agotó. El método Luis César tiene un ultimátum. La derrota en el Carlos
Belmonte de Albacete en la pasada jornada ha colocado al técnico gallego en la
rampa de salida del banquillo blanquivioleta. Un nuevo tropiezo este sábado (18
horas, Vodafone, Orange, Telecable, dc y beIN Connect) ante el Lorca en
Zorrilla complicaría al máximo la continuidad de Luis César. La destitución
estaría más que cantada. No quedaría otra opción. Los números no engañan.
Al Real Valladolid
se le ha olvidado jugar y (casi) ganar. Le salva el triunfo ante el Real Oviedo
hace cuatro semanas para no igualar los peores guarismos del club en su extensa
trayectoria de 35 cursos en la categoría de plata. No anda muy lejos de los
nueve partidos sin ganar (dos empates y siete derrotas consecutivas) con los
que cerró el Real Valladolid la temporada 1969/70 para desplomarse desde la
octava plaza hasta el descenso a Tercera División. Así de contundente es el
espejo más cercano del Real Valladolid de Luis César.
“He fallado yo”, ha
admitido el técnico gallego. “No he sido capaz de sacar al equipo el
rendimiento debido. He venido al Real Valladolid para meterlo entre los seis
primeros y ahora no estamos así, pero sé que podremos volver a esa zona. Hay
tiempo para todo. Ahora mismo me preocupo solo por cómo podemos ganar al Lorca
y cómo podemos volver a jugar bien”, ha añadido Luis César, que asume “con
naturalidad y normalidad” las críticas y sabe que, “si no hay resultados,
tendré problemas”.
El foco de la
crisis del Real Valladolid apunta directamente al banquillo. “La valoración que
se hace de los entrenadores es a través de la tabla clasificatoria y está claro
que esa tabla a mí no me protege”, ha concedido Luis César, que se siente “respaldado
por mi equipo, pero es normal que los focos estén sobre mí”. Ahora bien, el
gallego ha matizado que “parece que la solución siempre es cambiar el
entrenador y acaba la Liga y el 85% de los cambios no causan el efecto deseado”.
Pero el método Luis
César, con una apuesta firme por el fútbol ultraofensivo y la posesión del
balón, ya no convence en Zorrilla. A los evidentes problemas defensivos, con
treinta goles encajados en dieciocho encuentros (solo menos que el colista, el
Córdoba), se ha sumado un menor rendimiento ofensivo (a pesar de las catorce
dianas del ‘pichichi’ Mata) y un fútbol cada vez más plano. El método A de Luis
César ya no vale y Zorrilla le ha recriminado la falta de alternativas.
“Claro que me
planteo cosas, pero no voy a pasar del blanco al negro. Soy flexible, no soy un
terco”, ha replicado el técnico que, al menos en las dos últimas jornadas ante
el Numancia y el Albacete, sí ha movido ficha poblando, sin éxito, el
mediocampo. El equipo sigue sin ser sólido atrás y ha dejado de confiar en la
propuesta ofensiva de Luis César. Una crisis de identidad consecuente con el
bache de resultados. Luis César ha perdido el control del equipo. Por eso llega
como llega al examen final ante el Lorca.
Los cuatro capitanes del equipo, Javi Moyano, Borja, Míchel y Deivid, escenificaron, a la mañana siguiente de caer en Albacete, un voto de confianza hacia la labor del técnico y las posibilidades de ascenso del Real Valladolid. “Todos ahí dentro remamos
en la misma dirección y el míster es el primero que tira de nosotros”, garantizó Borja aportando veteranía en medio de la crisis. “Hace tres meses
estábamos ascendidos y ahora parece que todo es un desastre. Ni una cosa ni la
otra, hay que buscar un equilibrio. Por supuesto que estamos preocupados, pero
saldremos adelante”, corroboró Deivid.
“Este equipo ya ha
demostrado que sabe hacer las cosas bien y seguro que volvemos a la buena
senda. La receta para conseguirlo es unión, compromiso y trabajo”, insistió Javi Moyano. Un mensaje de tranquilidad y confianza que se ha repetido a lo largo de la semana en todas las declaraciones públicas de la plantilla. “Sabemos que
tenemos que volver a ser ese equipo que al inicio de la temporada se lo hizo
pasar mal en Zorrilla a conjuntos como el Granada o el Tenerife, llamados a
estar arriba en la tabla como nosotros. Si recuperamos aquella garra, con la
ayuda de la afición, lo conseguiremos”, ha asegurado Óscar Plano un día antes de recibir al Lorca.
Con la única baja
de Guitián, con molestias en la cintilla iliotibial derecha, Luis César ha
citado a todo el grupo y esperará a las horas previas al encuentro para
decidir la convocatoria final. Kiko Olivas, tras cumplir un partido de sanción en
Albacete por su expulsión en el derbi ante el Numancia, regresará al eje de la
zaga junto con Deivid, con Antoñito y Nacho en los laterales. A partir de ahí,
todo abierto, aunque con más opciones para los ‘fieles’ de Luis César: Borja,
Luismi, Toni, Iban Salvador, Óscar Plano y Mata.
El Lorca FC, un
debutante en Segunda, dictará sentencia sobre la validez del método Luis César.
Los murcianos, antepenúltimos en la clasificación a tres puntos de la
salvación, forman “un equipo muy alegre, dinámico y atrevido”, ha subrayado el
técnico del Real Valladolid. Un conjunto del gusto de Luis César, que ha
recordado que, a pesar de su situación en la tabla de LaLiga 1|2|3, ha hecho “partidazos”
en esta temporada sin correspondencia en el marcador. El Lorca es el peor
visitante de la Liga, con cuatro puntos en nueve partidos, junto con el Albacete
y el Córdoba.
Un rival con otro
técnico en el alambre: Curro Torres. El que fuera lateral derecho titular del
Valencia de Rafa Benítez bicampeón de Liga (2002 y 2004) tampoco tiene la
continuidad asegurada en caso de derrota en Valladolid. “Todos sabemos que
tenemos que conseguir puntos, pero para nada estoy preocupado. Los jugadores han
trabajado muy bien, como todas las semanas. La situación es que necesitamos
puntos y hay que intentar sacar algo positivo de Valladolid”, ha resumido Curro
Torres.
A Zorrilla no han
viajado los lesionados Chumbi, Sito, Nando y Carlos Martínez y el sancionado
Cristian Bustos. Especialmente desafortunada e importante es la ausencia de
Chumbi. El delantero, máximo goleador del Lorca en la temporada del ascenso,
estaba inédito este curso tras romperse en abril el ligamento cruzado anterior
de una de sus rodillas pero iba a disputar sus primeros minutos en Valladolid. No
será así tras recaer esta misma semana de su lesión. El Lorca, tercer equipo menos goleador de la Liga, añora a su artillero.
El mecenas chino del Lorca FC, Xu Genbao. Foto: lorcafc.com |
Quien sí estará en Valladolid será el exblanquivioleta Carlos Peña. “Será un partido especial para
mí. Pasé cinco años (2010-2015) muy buenos allí en los que tuve incluso la posibilidad
de jugar en Primera”, ha recapitulado esta semana el salmantino, que ya volvió
a Zorrilla con la camiseta del Real Oviedo en las dos pasadas temporadas. Peña
es una de las novedades del ambicioso proyecto del ascendido Lorca FC del empresario
chino Xu Genbao, también exjugador internacional, exseleccionador y
exentrenador en su país.
El Lorca FC,
conocido como La Hoya Lorca (fundado en 2003) hasta la llegada de Xu Genbao, es
el nuevo intento del fútbol lorquino por crecer en la élite del balompié
español. Un complicado reto incluso en la misma Lorca. El club, que nació en la
pedanía de La Hoya, tiene que competir con el Club de Fútbol Lorca Deportiva,
que juega en el Grupo IV de Segunda B y cuenta con un mayor apoyo social. Y es
que el fútbol en Lorca siempre ha sido una compleja historia de supervivencia.
La localidad
murciana, además de los dos clubes actuales, ha promovido y ha sepultado a otros
siete equipos: la Sociedad Lorca FC (1901-1928), el Lorca Sport Club
(1928-1947), el CD Lorca (1947-1966), el CF Lorca Deportiva (1967-1994), el
Lorca CF (1994-2002), el Lorca Deportiva CF (2002-2010) y el Lorca Atlético
(2010-2012). De esos siete clubes, solo el Lorca Deportiva CF ha pisado el
césped de Zorrilla, con un empate a uno en la temporada 2005-06 y una victoria
del Real Valladolid, con un gol de Joseba Llorente, en la campaña posterior.
Alineaciones:
Real Valladolid: Masip; Antoñito, Kiko Olivas, Deivid, Nacho; Borja,
Luismi, Toni, Iban Salvador, Óscar Plano; y Mata.
Suplentes: Isaac
Becerra, Javi Moyano, Calero, Ángel, Sulayman, Anuar, Cotán, Sergio Marcos,
Míchel, Gianniotas, Hervías y Villalibre.
Lorca FC: Dorronsoro;
Adán Gurdiel, Fran Cruz, Peña, Pomares; Tropi, Javi Muñoz, Abel Gómez, Noguera;
Manu Apeh y Manu Onwu.
Suplentes:
Torgnascioli, Pina, Holgersson, José Carlos, Molo, Eugeni Valderrama, Albisua,
Ojeda, Merentiel y Manel Martínez.
Árbitro:
Varón Aceitón (colegio balear).
Incidencias: 19ª jornada de LaLiga 1|2|3. Nuevo Estadio José
Zorrilla. Frío, apenas cuatro grados. Nubes, pero sin lluvia. Se guardará un
minuto de silencio en memoria de Felipe Mesones, técnico del Real Valladolid en
el ascenso a Primera en 1993, fallecido esta semana. La Red Íncola y la
Fundación Real Valladolid, con la colaboración de la Federación de Peñas del
Real Valladolid, han organizado una recogida solidaria de leche, aceite y
conservas.