El Mundial contará con la
participación más numerosa de la historia: 2.293 nadadores procedentes de 181
países. Ryan Lochte, Yang Sun, Ye Shiwen, Katie Ledecky y Missy Franklin aspiran
al trono vacante del ‘tiburón’ de Baltimore. El Moll de la Fusta estrenará los
saltos de gran altura.
Mireia Belmonte, la 'sincro' y el waterpolo apuntan a medalla
Agarrada a la 'sincro'
Mireia Belmonte, la 'sincro' y el waterpolo apuntan a medalla
Agarrada a la 'sincro'
![]() |
Phelps será el gran ausente en la piscina del Palau Sant Jordi. |
El estadounidense se confirmó como una gran estrella en el Mundial de Barcelona de 2003, hace una década. Entonces, con dieciocho años, ganó cuatro oros y dos platas. En 2001, en Fukuoka, ya se había colgado su primera medalla, un oro en una de sus pruebas fetiche: los 200 metros mariposa.
Fukuoka y Barcelona supusieron los inicios de una carrera gloriosa: dieciocho oros, dos platas y dos bronces en tres Juegos Olímpicos (Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012) y veintiséis oros, seis platas y un bronce en seis mundiales (2001-2011). Un palmarés irrepetible. Sin duda, un antes y un después en la historia de la natación.
Otra vez Barcelona acogerá desde este sábado, 19 de julio, y hasta el próximo 4 de agosto el Mundial de natación, el comienzo de la nueva era pos-Phelps tras su retirada de la competición. El trono del rey se encuentra vacío. Un total de 2.293 nadadores, 69 de ellos
españoles, de 181 países aspiran a recoger el legado de Phelps.
Barcelona organizará el Mundial más multitudinario de la historia. Por disciplinas, el mayor número de
participantes será en las pruebas de natación, con 1.144 nadadores, por delante del waterpolo (416), la sincronizada (308), los saltos de trampolín (231), la natación en aguas abiertas (173) y, la gran novedad en esta edición, los saltos de
gran altura (21).
El Moll de la Fusta de la
Ciudad Condal mostrará, sin duda, las imágenes más espectaculares del Mundial. Allí se ha
ubicado una plataforma para los grandes saltos. Para los
hombres, se encuentra a veintisiete metros de altura. Para las mujeres, a dieciocho.
Todo un desafío a la física y, sobre todo, a la condición humana. Los
saltadores, que entran de pie al agua por cuestiones de seguridad, alcanzan los cien kilómetros por hora. Vuelos de tres segundos de duración
plenos de potencia, elasticidad y belleza.
No obstante, a pesar de la
espectacularidad de los grandes saltos, el rey del Mundial llegará
necesariamente del Palau Sant Jordi, la sede de las pruebas de natación. Otro estadounidense, Ryan Lochte, destaca como el gran candidato para relevar a Phelps, sobre cuya sombra ha labrado su carrera. A sus 28 años, Lochte está en
plena forma y competirá con las pilas bien cargadas. “Quiero ganar muchas
medallas en Barcelona”, ha avisado. Seis medallas es el objetivo. Mientras, otras dos estadounidenses se disputarán el trono femenino: Missy Franklin (cuatro oros y
un bronce en Londres) y Katie Ledecky.
![]() |
La velocista holandesa Ranomi Kromowidjojo, oro olímpico en Londres en los 50 y los 100 metros libres y plata en los 4x100 metros libres. |
El húngaro Daniel Gyurta buscará, por su parte, su tercer oro mundialista consecutivo en los 200 metros braza. Mientras, el francés Yannick Agnel, una de las sensaciones en Londres, se ha inscrito finalmente en los 200 metros libres, pese a que en principio solo iba a competir en las pruebas de relevos. Agnel protagonizará junto con Yang Sun uno de los platos fuertes de un Mundial que añorará a Michael Phelps pero que ofrece suficientes motivos como para que la natación siga con la cabeza bien alta fuera del agua.