Ningún campeón ha revalidado el título desde el AC Milan en 1990, aún con la antigua Copa de Europa. El Real Madrid enlazó cinco títulos entre 1956 y 1960, el Ajax y el Bayern firmaron un triplete entre 1971 y 1973 y entre 1974 y 1976, respectivamente, mientras que el Benfica, entre 1960 y 1962, el Inter, entre 1963 y 1965, el Liverpool, entre 1977 y 1978, y el sorprendente Nottingham Forest, entre 1979 y 1980, consiguieron el doblete. Con el actual formato de Liga de Campeones, solo cuatro campeones se han plantado en la final en la siguiente edición, el AC Milan en 1995, el Ajax en 1996, la Juventus en 1997 y el Manchester United en 2009. Todos fallaron. El Real Madrid es el quinto campeón de la Champions que defenderá su corona en el último partido del torneo.
Previa Final de la Liga de Campeones 2017: Juventus - Real Madrid.
La Liga de Campeones, la competición futbolística por clubes más importante de Europa y del mundo. La más mediática. La más talentosa. La más codiciada. Y la más difícil de ganar y volver a ganar. Desde que la Copa de Europa mutara, progresivamente, en Liga de Campeones, a partir de la temporada 1992/93, ningún campeón ha revalidado el título. El último que lo consiguió fue aquel inolvidable y vanguardista AC Milan de Arrigo Sacchi. Aún con el tradicional formato de Copa de Europa, los italianos aplastaron (4-0) al Steaua en la final de 1989 y superaron al Benfica un año después, en 1990. Otro reto más para el Real Madrid de Zidane, vigente campeón y finalista de la Champions 2017 ante la Juventus.
La antigua Copa de Europa, con menos participantes y con el sistema de eliminatorias directas, ofrecía más posibilidades para establecer largas hegemonías. Así fue, además, desde su mismo nacimiento. El Real Madrid le debe, precisamente, gran parte de su fama y prestigio internacional a las cinco Copas de Europa que conquistó entre 1956 y 1960. Las cinco primeras ediciones del torneo creado por la UEFA, con el impulso del diario deportivo francés ‘L’Équipe’. La Copa de Europa creció de la mano del Real Madrid de José Villalonga (1956-57), el argentino Luis Carniglia (1958-59) y Miguel Muñoz (1960).
Era el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano, Paco Gento, Ferenc Puskas, Raymond Kopa y Héctor Rial, entre otros. Un equipo legendario en los primeros pasos de la Copa de Europa, un torneo no menos legendario. El Real Madrid de Santiago Bernabéu apreció mejor que nadie el potencial de la nueva competición. Aceptó, sin dudar, la invitación de la UEFA para disputar la primera edición. No fue así con todos los campeones de las principales ligas europeas. Inglaterra, por ejemplo, renunció a participar con su campeón: el Chelsea.
El Real Madrid de Villalonga conquistó la primera Copa de Europa tras eliminar al sexto clasificado de la última Liga suiza, el Servette, en los octavos de final; el campeón yugoslavo de Copa, el Partizán, en los cuartos de final; el campeón italiano del Calcio, el AC Milan, en las semifinales; y el campeón francés, el Stade de Reims, tras remontar en la final (4-3) en el Parque de los Príncipes de París con dos goles de Marquitos y Rial en los últimos 23 minutos. El primer rey del fútbol europeo, 61 años después, no se ha bajado del trono. Sigue siendo su principal embajador, por número de títulos (once) y por momento actual (vigente campeón).
Aquel demoledor Real Madrid, que no era entonces el dominador exclusivo del fútbol español, había encontrado su competición. Revalidó el título de campeón de Europa en cuatro ocasiones más: 1957 (ante la Fiorentina), 1958 (ante el AC Milan), 1959 (de nuevo ante el Stade de Reims) y 1960 (ante el Eintracht Frankfürt). Casi seis décadas después, aquellas cinco Copas de Europa consecutivas del Real Madrid siguen siendo un muro para casi todo el fútbol del Viejo Continente. Únicamente el AC Milan, con siete títulos en toda su historia, ha superado el inigualable impulso inicial del Real Madrid en la Copa de Europa. El Liverpool, el Bayern y el Barça cuentan, por su parte, con cinco títulos.
La hegemonía del Real Madrid, que aún celebró otro éxito en 1966, fue excepcional por su duración. No obstante, la Copa de Europa ha vivido varias fases de dominio de otros siete clubes, en especial en las décadas de los sesenta y los setenta: el Benfica, el Inter, el Ajax, el Bayern, el Liverpool, el Nottingham Forest y el AC Milan. El Benfica fue el primer equipo que quebró la hegemonía blanca. El club lisboeta se convirtió en el segundo campeón de Europa en 1961, tras batir al FC Barcelona, por 3-2, en la final. El Barça había eliminado al pentacampeón, al Real Madrid, en los octavos de final.
El Benfica, con un joven Eusebio como gran estrella y con el húngaro Béla Guttmann en el banquillo, repitió título en 1962 ante el Real Madrid en una de las finales más apasionantes de la Copa de Europa: 5-3. Los portugueses, sea o no por la maldición de Guttmann, no han vuelto a celebrar un título en Europa. A Guttmann le sentó muy mal su despido del Benfica tras pedir un aumento de sueldo tras dirigir al equipo lisboeta a su segunda, y última, Copa de Europa. Lanzó la maldición: un siglo sin títulos. De momento, el Benfica ya suma 55 años, con ocho finales perdidas en Europa. La primera, ante el AC Milan en 1963, impidió el triplete luso.
Aquella pionera Copa de Europa estaba reservada para los vigentes campeones de las Ligas nacionales, con un máximo de 33 participantes y con eliminatorias directas a partidos de ida y vuelta. Una Copa de Europa con un nivel medio más bajo que la actual Liga de Campeones, con la presencia de varios equipos de las grandes Ligas, pero una Copa de Europa que no permitía ni una sola mala noche. Una derrota podía sacar a cualquiera, favorito o no al título, del torneo en las primeras rondas. Menos partidos y menos calidad, pero también menos posibilidades para reaccionar.
El Inter de Milán fue el tercer gran dominador de la Copa de Europa. El campeón italiano ganó las ediciones de 1964 y 1965 tras derrotar, respectivamente, a los dos primeros grandes del fútbol europeo: el Real Madrid y el Benfica. El Inter del argentino Helenio Herrera, el primer gran ideólogo del Catenaccio. Claro que Herrera también contaba con jugadores de primer nivel como el español Luis Suárez o la gran leyenda del Inter: el italiano Sandro Mazzola. El Inter se quedó a un paso de la final de la Copa de Europa 1966. Cayó en unas igualadas semifinales ante el posterior campeón, el Real Madrid.
La década de los setenta discurrió con cuatro largos reinados en el fútbol europeo: 1971-1973, con el Ajax de Amsterdam; 1974-1976, con el Bayern de Munich; 1977-78, con el Liverpool; y 1979-80, con el Nottingham Forest. Con Rinus Michels, técnico de la selección holandesa en el Mundial de Alemania en 1974, el Ajax abrió la era del fútbol moderno. Un salto táctico, con la apuesta por la posesión, la triangulación del balón, la presión o la aportación de los extremos. El fútbol total de Michels, germen de los mejores equipos ofensivos en el último medio siglo, asomó en la Copa de Europa en 1969. El Ajax llegó a la final y cayó ante el Milan. No tardó en redimirse con tres títulos consecutivos: 1971-73, ante Panathinaikos, Inter y Juventus. Johan Cruyff era el líder del tricampeón Ajax.
El Bayern relevó a los holandeses en el palmarés de la Copa de Europa y arrancó una nueva hegemonía. Significó el despertar del fútbol alemán a nivel de clubes. Solo el Eintracht Frankfürt, en la famosa final de Glasgow ante el Real Madrid en 1960, había llegado hasta la final. En su tercera participación en la Copa de Europa, el Bayern se plantó en la final, de triste recuerdo para el Atlético de Madrid. Un gol de Schwarzenbeck en el último minuto forzó un encuentro de desempate en el que los alemanes arrollaron (4-0) a los rojiblancos. El Bayern repitió título en 1975, ante el Leeds United, y en 1976, ante el Saint-Étienne. El Bayern de Udo Lattek y Franz Beckenbauer. El Bayern que fue la base de la selección alemana campeona en el Mundial de 1974.
El fútbol inglés tomó el relevo en los últimos años de la década de los setenta. Hasta entonces, el Manchester United de Bobby Charlton, en 1968, había sido el único campeón en la Copa de Europa. El resurgir inglés apareció de la mano de su mejor representante fuera de las islas, el Liverpool, doble campeón en 1977 y 1978 con todo un mito en el banquillo de Anfield: Bob Paisley. Kevin Keegan, Kenny Dalglish y Graeme Souness destacaban en un Liverpool que se impuso al Borussia Mönchengladbach en 1977 y al Brujas en 1978. El sorprendente Nottingham Forest, que lleva todo el siglo XXI fuera de la Premier League, tuvo su momento de gloria con dos Copas de Europa consecutivas, en 1979 y 1980, tras derrotar en las finales al Malmöe y al Hamburgo. El portero Peter Shilton era el principal jugador del Nottingham Forest.
El último campeón de la Copa de Europa que revalidó, en la temporada posterior, el título es toda una referencia en la historia del fútbol moderno: el AC Milan de Arrigo Sacchi. Como el Real Madrid de las cinco primeras Copas de Europa y como el Ajax de los setenta, el AC Milan de Sacchi marcó un punto de inflexión en la evolución del fútbol. Eran los tiempos de la defensa adelantada y en zona, que tanto se le atragantó al Real Madrid de la Quinta del Buitre. Era el AC Milan de la presión en todo el campo, de las líneas muy juntas y del fuera de juego. Un excelso mecano táctico, con Baresi, Maldini, Ancelotti o Rijkaard, con mucha magia en la delantera, con los holandeses Gullit y Van Basten.
Aquel AC Milan contó, no obstante, con la ventaja de competir en la Copa de Europa, menos competitiva que la Liga de Campeones. El nuevo formato de la Copa de Europa se estrenó en la temporada 1992/93, con la introducción de dos grupos, de cuatro equipos, para decidir a los dos finalistas, el Olympique de Marsella y el AC Milan. Pero el gran salto surgió cinco años después. La Liga de Campeones se ampliaba. Yo no era el coto exclusivo de los vigentes campeones de las distintas competiciones europeas. La UEFA abría la mano a los segundos clasificados de los grandes campeonatos hasta instaurar el formato actual, con hasta cuatro plazas para España, Inglaterra y Alemania, tres para Italia, Portugal y Francia, dos para Rusia, Ucrania, Holanda, Bélgica, Suiza, Turquía, Grecia, República Checa, Rumanía y una para cada Liga del resto del Viejo Continente. Una verdadera Liga Europea.
La espectacularidad de la Liga de Campeones se comprueba con una simple mirada rápida al palmarés: Olympique Marsella (1993), AC Milan (1994), Ajax (1995), Juventus (1996), Borussia Dortmund (1997), Real Madrid (1998), Manchester United (1999), Real Madrid (2000), Bayern (2001), Real Madrid (2002), AC Milan (2003), Oporto (2004), Liverpool (2005), Barça (2006), AC Milan (2007), Manchester United (2008), Barça (2009), Inter (2010), Barça (2011), Chelsea (2012), Bayern (2013), Real Madrid (2014), Barça (2015) y Real Madrid (2016). Cada año, un campeón distinto. Más competitividad, imposible. Ganar es difícil. Volver a ganar, de momento, imposible.
Solo cuatro campeones estuvieron cerca de repetir: AC Milan, en 1995; Ajax, en 1996; Juventus, en 1997; y Manchester, en 2009. Volvieron a la final, pero perdieron. El AC Milan cayó ante el Ajax con un gol de Kluivert a cinco minutos del final. Casi lo consiguió el Ajax un año después. Los holandeses de Van Gaal perdieron ante la Juventus en la tanda de penaltis. Y los italianos, tras ser campeones, sufrieron la misma decepción ante el Borussia Dortmund. Tres temporadas consecutivas en las que el vigente campeón de la Liga de Campeones cedía la corona en la final. El Manchester United, hace ocho años, fue el último campeón derrotado. Cayó ante el Barça en el Olímpico de Roma.
No es nada fácil repetir victoria en la Liga de Campeones. El Real Madrid, que lo convirtió casi en una rutina en el nacimiento de la Copa de Europa, aún no lo ha hecho en la Liga de Campeones. Tras cada título, vivió una decepción. Tras la ansiada séptima Copa de Europa en 1998, el Dinamo Kiev de Shevchenko eliminó al Real Madrid en los cuartos de final de la Liga de Campeones en 1999. La Octava Copa de Europa tampoco tuvo continuidad. El posterior campeón, el Bayern, eliminó al Real Madrid en semifinales en 2001. La historia se repitió tras la Novena. Esta vez fue la Juventus quien apeó al Real Madrid en las semifinales en 2003. Y también fue el equipo italiano, y en la misma ronda de semifinales, quien frenó al Real Madrid en la Liga de Campeones en 2015 tras ganar el título en 2014.
Previa Final de la Liga de Campeones 2017: Juventus - Real Madrid.
La Liga de Campeones, la competición futbolística por clubes más importante de Europa y del mundo. La más mediática. La más talentosa. La más codiciada. Y la más difícil de ganar y volver a ganar. Desde que la Copa de Europa mutara, progresivamente, en Liga de Campeones, a partir de la temporada 1992/93, ningún campeón ha revalidado el título. El último que lo consiguió fue aquel inolvidable y vanguardista AC Milan de Arrigo Sacchi. Aún con el tradicional formato de Copa de Europa, los italianos aplastaron (4-0) al Steaua en la final de 1989 y superaron al Benfica un año después, en 1990. Otro reto más para el Real Madrid de Zidane, vigente campeón y finalista de la Champions 2017 ante la Juventus.
La antigua Copa de Europa, con menos participantes y con el sistema de eliminatorias directas, ofrecía más posibilidades para establecer largas hegemonías. Así fue, además, desde su mismo nacimiento. El Real Madrid le debe, precisamente, gran parte de su fama y prestigio internacional a las cinco Copas de Europa que conquistó entre 1956 y 1960. Las cinco primeras ediciones del torneo creado por la UEFA, con el impulso del diario deportivo francés ‘L’Équipe’. La Copa de Europa creció de la mano del Real Madrid de José Villalonga (1956-57), el argentino Luis Carniglia (1958-59) y Miguel Muñoz (1960).
Era el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano, Paco Gento, Ferenc Puskas, Raymond Kopa y Héctor Rial, entre otros. Un equipo legendario en los primeros pasos de la Copa de Europa, un torneo no menos legendario. El Real Madrid de Santiago Bernabéu apreció mejor que nadie el potencial de la nueva competición. Aceptó, sin dudar, la invitación de la UEFA para disputar la primera edición. No fue así con todos los campeones de las principales ligas europeas. Inglaterra, por ejemplo, renunció a participar con su campeón: el Chelsea.
El Real Madrid de Villalonga conquistó la primera Copa de Europa tras eliminar al sexto clasificado de la última Liga suiza, el Servette, en los octavos de final; el campeón yugoslavo de Copa, el Partizán, en los cuartos de final; el campeón italiano del Calcio, el AC Milan, en las semifinales; y el campeón francés, el Stade de Reims, tras remontar en la final (4-3) en el Parque de los Príncipes de París con dos goles de Marquitos y Rial en los últimos 23 minutos. El primer rey del fútbol europeo, 61 años después, no se ha bajado del trono. Sigue siendo su principal embajador, por número de títulos (once) y por momento actual (vigente campeón).
Aquel demoledor Real Madrid, que no era entonces el dominador exclusivo del fútbol español, había encontrado su competición. Revalidó el título de campeón de Europa en cuatro ocasiones más: 1957 (ante la Fiorentina), 1958 (ante el AC Milan), 1959 (de nuevo ante el Stade de Reims) y 1960 (ante el Eintracht Frankfürt). Casi seis décadas después, aquellas cinco Copas de Europa consecutivas del Real Madrid siguen siendo un muro para casi todo el fútbol del Viejo Continente. Únicamente el AC Milan, con siete títulos en toda su historia, ha superado el inigualable impulso inicial del Real Madrid en la Copa de Europa. El Liverpool, el Bayern y el Barça cuentan, por su parte, con cinco títulos.
La hegemonía del Real Madrid, que aún celebró otro éxito en 1966, fue excepcional por su duración. No obstante, la Copa de Europa ha vivido varias fases de dominio de otros siete clubes, en especial en las décadas de los sesenta y los setenta: el Benfica, el Inter, el Ajax, el Bayern, el Liverpool, el Nottingham Forest y el AC Milan. El Benfica fue el primer equipo que quebró la hegemonía blanca. El club lisboeta se convirtió en el segundo campeón de Europa en 1961, tras batir al FC Barcelona, por 3-2, en la final. El Barça había eliminado al pentacampeón, al Real Madrid, en los octavos de final.
El Benfica, con un joven Eusebio como gran estrella y con el húngaro Béla Guttmann en el banquillo, repitió título en 1962 ante el Real Madrid en una de las finales más apasionantes de la Copa de Europa: 5-3. Los portugueses, sea o no por la maldición de Guttmann, no han vuelto a celebrar un título en Europa. A Guttmann le sentó muy mal su despido del Benfica tras pedir un aumento de sueldo tras dirigir al equipo lisboeta a su segunda, y última, Copa de Europa. Lanzó la maldición: un siglo sin títulos. De momento, el Benfica ya suma 55 años, con ocho finales perdidas en Europa. La primera, ante el AC Milan en 1963, impidió el triplete luso.
Aquella pionera Copa de Europa estaba reservada para los vigentes campeones de las Ligas nacionales, con un máximo de 33 participantes y con eliminatorias directas a partidos de ida y vuelta. Una Copa de Europa con un nivel medio más bajo que la actual Liga de Campeones, con la presencia de varios equipos de las grandes Ligas, pero una Copa de Europa que no permitía ni una sola mala noche. Una derrota podía sacar a cualquiera, favorito o no al título, del torneo en las primeras rondas. Menos partidos y menos calidad, pero también menos posibilidades para reaccionar.
El Inter de Milán fue el tercer gran dominador de la Copa de Europa. El campeón italiano ganó las ediciones de 1964 y 1965 tras derrotar, respectivamente, a los dos primeros grandes del fútbol europeo: el Real Madrid y el Benfica. El Inter del argentino Helenio Herrera, el primer gran ideólogo del Catenaccio. Claro que Herrera también contaba con jugadores de primer nivel como el español Luis Suárez o la gran leyenda del Inter: el italiano Sandro Mazzola. El Inter se quedó a un paso de la final de la Copa de Europa 1966. Cayó en unas igualadas semifinales ante el posterior campeón, el Real Madrid.
La década de los setenta discurrió con cuatro largos reinados en el fútbol europeo: 1971-1973, con el Ajax de Amsterdam; 1974-1976, con el Bayern de Munich; 1977-78, con el Liverpool; y 1979-80, con el Nottingham Forest. Con Rinus Michels, técnico de la selección holandesa en el Mundial de Alemania en 1974, el Ajax abrió la era del fútbol moderno. Un salto táctico, con la apuesta por la posesión, la triangulación del balón, la presión o la aportación de los extremos. El fútbol total de Michels, germen de los mejores equipos ofensivos en el último medio siglo, asomó en la Copa de Europa en 1969. El Ajax llegó a la final y cayó ante el Milan. No tardó en redimirse con tres títulos consecutivos: 1971-73, ante Panathinaikos, Inter y Juventus. Johan Cruyff era el líder del tricampeón Ajax.
El Bayern relevó a los holandeses en el palmarés de la Copa de Europa y arrancó una nueva hegemonía. Significó el despertar del fútbol alemán a nivel de clubes. Solo el Eintracht Frankfürt, en la famosa final de Glasgow ante el Real Madrid en 1960, había llegado hasta la final. En su tercera participación en la Copa de Europa, el Bayern se plantó en la final, de triste recuerdo para el Atlético de Madrid. Un gol de Schwarzenbeck en el último minuto forzó un encuentro de desempate en el que los alemanes arrollaron (4-0) a los rojiblancos. El Bayern repitió título en 1975, ante el Leeds United, y en 1976, ante el Saint-Étienne. El Bayern de Udo Lattek y Franz Beckenbauer. El Bayern que fue la base de la selección alemana campeona en el Mundial de 1974.
El fútbol inglés tomó el relevo en los últimos años de la década de los setenta. Hasta entonces, el Manchester United de Bobby Charlton, en 1968, había sido el único campeón en la Copa de Europa. El resurgir inglés apareció de la mano de su mejor representante fuera de las islas, el Liverpool, doble campeón en 1977 y 1978 con todo un mito en el banquillo de Anfield: Bob Paisley. Kevin Keegan, Kenny Dalglish y Graeme Souness destacaban en un Liverpool que se impuso al Borussia Mönchengladbach en 1977 y al Brujas en 1978. El sorprendente Nottingham Forest, que lleva todo el siglo XXI fuera de la Premier League, tuvo su momento de gloria con dos Copas de Europa consecutivas, en 1979 y 1980, tras derrotar en las finales al Malmöe y al Hamburgo. El portero Peter Shilton era el principal jugador del Nottingham Forest.
El último campeón de la Copa de Europa que revalidó, en la temporada posterior, el título es toda una referencia en la historia del fútbol moderno: el AC Milan de Arrigo Sacchi. Como el Real Madrid de las cinco primeras Copas de Europa y como el Ajax de los setenta, el AC Milan de Sacchi marcó un punto de inflexión en la evolución del fútbol. Eran los tiempos de la defensa adelantada y en zona, que tanto se le atragantó al Real Madrid de la Quinta del Buitre. Era el AC Milan de la presión en todo el campo, de las líneas muy juntas y del fuera de juego. Un excelso mecano táctico, con Baresi, Maldini, Ancelotti o Rijkaard, con mucha magia en la delantera, con los holandeses Gullit y Van Basten.
Aquel AC Milan contó, no obstante, con la ventaja de competir en la Copa de Europa, menos competitiva que la Liga de Campeones. El nuevo formato de la Copa de Europa se estrenó en la temporada 1992/93, con la introducción de dos grupos, de cuatro equipos, para decidir a los dos finalistas, el Olympique de Marsella y el AC Milan. Pero el gran salto surgió cinco años después. La Liga de Campeones se ampliaba. Yo no era el coto exclusivo de los vigentes campeones de las distintas competiciones europeas. La UEFA abría la mano a los segundos clasificados de los grandes campeonatos hasta instaurar el formato actual, con hasta cuatro plazas para España, Inglaterra y Alemania, tres para Italia, Portugal y Francia, dos para Rusia, Ucrania, Holanda, Bélgica, Suiza, Turquía, Grecia, República Checa, Rumanía y una para cada Liga del resto del Viejo Continente. Una verdadera Liga Europea.
La espectacularidad de la Liga de Campeones se comprueba con una simple mirada rápida al palmarés: Olympique Marsella (1993), AC Milan (1994), Ajax (1995), Juventus (1996), Borussia Dortmund (1997), Real Madrid (1998), Manchester United (1999), Real Madrid (2000), Bayern (2001), Real Madrid (2002), AC Milan (2003), Oporto (2004), Liverpool (2005), Barça (2006), AC Milan (2007), Manchester United (2008), Barça (2009), Inter (2010), Barça (2011), Chelsea (2012), Bayern (2013), Real Madrid (2014), Barça (2015) y Real Madrid (2016). Cada año, un campeón distinto. Más competitividad, imposible. Ganar es difícil. Volver a ganar, de momento, imposible.
Solo cuatro campeones estuvieron cerca de repetir: AC Milan, en 1995; Ajax, en 1996; Juventus, en 1997; y Manchester, en 2009. Volvieron a la final, pero perdieron. El AC Milan cayó ante el Ajax con un gol de Kluivert a cinco minutos del final. Casi lo consiguió el Ajax un año después. Los holandeses de Van Gaal perdieron ante la Juventus en la tanda de penaltis. Y los italianos, tras ser campeones, sufrieron la misma decepción ante el Borussia Dortmund. Tres temporadas consecutivas en las que el vigente campeón de la Liga de Campeones cedía la corona en la final. El Manchester United, hace ocho años, fue el último campeón derrotado. Cayó ante el Barça en el Olímpico de Roma.
No es nada fácil repetir victoria en la Liga de Campeones. El Real Madrid, que lo convirtió casi en una rutina en el nacimiento de la Copa de Europa, aún no lo ha hecho en la Liga de Campeones. Tras cada título, vivió una decepción. Tras la ansiada séptima Copa de Europa en 1998, el Dinamo Kiev de Shevchenko eliminó al Real Madrid en los cuartos de final de la Liga de Campeones en 1999. La Octava Copa de Europa tampoco tuvo continuidad. El posterior campeón, el Bayern, eliminó al Real Madrid en semifinales en 2001. La historia se repitió tras la Novena. Esta vez fue la Juventus quien apeó al Real Madrid en las semifinales en 2003. Y también fue el equipo italiano, y en la misma ronda de semifinales, quien frenó al Real Madrid en la Liga de Campeones en 2015 tras ganar el título en 2014.
PALMARÉS:
1999: MANCHESTER UNITED 2-1 Bayern Munich; 1998: REAL MADRID 1-0 Juventus Turín; 1997: BORUSSIA DORTMUND 3-1 Juventus Turín; 1996: JUVENTUS TURÍN 1-1 (penaltis: 4-2) Ajax Amsterdam; 1995: AJAX AMSTERDAM 1-0 AC Milan; 1994: AC MILAN 4-0 FC Barcelona; 1993: OLYMPIQUE MARSELLA 1-0 AC Milan; 1992: FC BARCELONA 1-0 (prórroga) Sampdoria; 1991: ESTRELLA ROJA 0-0 (penaltis: 5-3) Olympique Marsella; 1990: AC MILAN 1-0 Benfica;
1989: AC MILAN 4-0 Steaua Bucarest; 1988: PSV EINDHOVEN 0-0 (penaltis: 6-5) Benfica; 1987: OPORTO 2-1 Bayern Munich; 1986: STEAUA BUCAREST 0-0 (penaltis: 2-0) FC Barcelona; 1985: JUVENTUS TURÍN 1-0 Liverpool; 1984: LIVERPOOL 1-1 (penaltis: 4-2) AS Roma; 1983: HAMBURGO 1-0 Juventus; 1982: ASTON VILLA 1-0 Bayern Munich; 1981: LIVERPOOL 1-0 Real Madrid; 1980: NOTTINGHAM FOREST 1-0 Hamburgo;
1989: AC MILAN 4-0 Steaua Bucarest; 1988: PSV EINDHOVEN 0-0 (penaltis: 6-5) Benfica; 1987: OPORTO 2-1 Bayern Munich; 1986: STEAUA BUCAREST 0-0 (penaltis: 2-0) FC Barcelona; 1985: JUVENTUS TURÍN 1-0 Liverpool; 1984: LIVERPOOL 1-1 (penaltis: 4-2) AS Roma; 1983: HAMBURGO 1-0 Juventus; 1982: ASTON VILLA 1-0 Bayern Munich; 1981: LIVERPOOL 1-0 Real Madrid; 1980: NOTTINGHAM FOREST 1-0 Hamburgo;
1969: AC MILAN 4-1 Ajax Amsterdam; 1968: MANCHESTER UNITED 4-1 (prórroga) Benfica; 1967: CELTIC GLASGOW 2-1 (prórroga) Inter Milán; 1966: REAL MADRID 2-1 Partizán; 1965: INTER MILÁN 1-0 Benfica; 1964: INTER MILÁN 3-1 Real Madrid; 1963: AC MILAN 2-1 Benfica; 1962: BENFICA 5-3 Real Madrid; 1961: BENFICA 3-2 FC Barcelona; 1960: REAL MADRID 7-3 Eintracht Frankfurt; 1959: REAL MADRID 2-0 Stade Reims; 1958: REAL MADRID 3-2 (prórroga) AC Milan; 1957: REAL MADRID 2-0 Fiorentina; y 1956: REAL MADRID 4-3 Stade Reims.
POR EQUIPOS:
-Real Madrid: 11.
-Liverpool, Bayern Munich y FC Barcelona: 5.
-AC Milan: 7.
-Liverpool, Bayern Munich y FC Barcelona: 5.
-Ajax Amsterdam: 4.
-Manchester United e Inter Milan: 3.
-Benfica, Nottingham Forest, Juventus Turín y Oporto: 2.
-Celtic Glasgow, Feyenoord, Aston Villa, Hamburgo, Steaua Bucarest, PSV Eindhoven, Estrella Roja, Olympique Marsella, Borussia Dortmund y Chelsea: 1.
POR PAÍSES:
-España: 16 (Real Madrid: 11 y FC Barcelona: 5).
-Alemania: 7 (Bayern Munich: 5, Hamburgo: 1 y Borussia Dortmund: 1).
-Holanda: 6 (Ajax Amsterdam: 4, Feyenoord: 1 y PSV Eindhoven: 1).
-Portugal: 4 (Benfica: 2 y Oporto: 2).
-Escocia: 1 (Celtic Glasgow).
-Rumanía: 1 (Steaua Bucarest).
-Serbia: 1 (Estrella Roja).
-Francia: 1 (Olympique Marsella).