sábado, 3 de junio de 2017

Real Madrid y Juventus se reencuentran en una final tras la Séptima

Casi dos décadas después. Aquel encuentro supuso un punto de inflexión para los blancos. Rompieron 32 años de sequía en la Copa de Europa y recuperaron su hegemonía, con cuatro títulos más (2000, 2002, 2014 y 2016). Zidane es el nexo de unión, entonces estrella de los piamonteses, luego emblema madridista en el campo y ahora técnico revelación. El entrenador francés ya guio al Real Madrid al título hace una temporada y busca algo que ningún club ha hecho en la Liga de Campeones: defender la corona europea con otra victoria. Con la duda de Isco o Bale en el once, la Juve, con dos exmadridistas (Higuaín y Khedira), un exbarcelonista (Dani Alves) y un exrojiblanco (Mandzukic), es el último obstáculo. Aunque la gran amenaza se llama Dybala y el gran símbolo, Buffon.

Ningún campeón ha encadenado dos Champions.


Hay fechas que marcan la historia de un club. 20 de mayo de 1998. Amsterdam Arena. Final de la Liga de Campeones. El Real Madrid recupera su grandeza en Europa. El equipo blanco, dirigido entonces por el técnico alemán Jupp Heynckes, derrotaba a la favorita, la Juventus de Turín, con un gol del serbio Pedja Mijatovic mediado el segundo periodo. El Real Madrid volvía a dominar en Europa. Rompía una larga sequía de 32 años. La Séptima era una realidad.

Aquella noche de Amsterdam devolvió al Real Madrid al primer plano del fútbol europeo. El botín desde la Copa de Europa en 1966 era escaso: dos Copas de la UEFA (1985 y 1986), una final de la Copa de Europa (en 1981 ante el Liverpool) y dos finales de la Recopa (en 1971 ante el Chelsea y en 1983 ante el Aberdeen). El Real Madrid había dejado de mandar en Europa. El AC Milan, el Bayern, el Ajax y el Liverpool amenazan con acabar o, al menos, discutir su viejo reinado en Europa.

La Séptima recuperó al Real Madrid de Europa. Desde entonces, el equipo blanco ha levantado cuatro títulos más: la Octava (ante el Valencia en el año 2000), la Novena (ante el Bayer Leverkusen en 2002), la Décima (ante el Atlético, en la prórroga, en 2014) y la Undécima (de nuevo ante el Atlético, en la tanda de penaltis, en 2016. Con mayúsculas. Ningún equipo se acerca a su palmarés. Desde la victoria en Amsterdam, solo el Barça le ha aguantado el pulso, con otros cuatro títulos.

Pero el Real Madrid es inagotable. Tercera final en cuatro temporadas. Le espera la Juventus en el Millennium Stadium de Cardiff (20:45 horas, Antena 3 y BeIn Sports), con la novedad del techo cubierto para garantizar la seguridad ante la amenaza yihadista apenas una semana y media después del atentado en Manchester en un concierto de Ariana Grande. El Real Madrid tiene un nuevo desafío. No solo ganar sino convertirse en el primer campeón que revalida la corona en la temporada siguiente desde que la Copa de Europa se disputa bajo el formato de Liga de Campeones. El último campeón que lo consiguió fue el AC Milan, en la antigua Copa de Europa, tras conquistar las ediciones de 1989 y 1990.

El Real Madrid, que aspira a su primer doblete Liga-Copa de Europa desde 1958, es favorito. Por historial, con sus once títulos en catorce finales. Por dimensión de club, con la Liga de Campeones como gran objetivo y principal foco de atención de los aficionados en todo el mundo. Por plantilla, con un grupo de jugadores inalcanzable, quizás la plantilla más completa en su historia, por encima del Real Madrid de los Galácticos, con más banquillo. Por momento, tras conquistar su primera Liga en cinco años y llegar a la final de la Liga de Campeones tras eliminar, con buen juego y muchos goles (dieciséis en seis partidos), al Nápoles, el Bayern, en la prórroga, y el Atlético.

Ante la Juventus, el Real Madrid volvió a dominar en Europa en 1998.
Fotos: es.uefa.com
Es el favorito porque, sencillamente, el Real Madrid siempre es el favorito, y más si se trata de una final europea. Ha ganado las cinco últimas que ha jugado. El Real Madrid apenas ha perdido tres finales de la Copa de Europa ante el Benfica, en 1962, el Inter, en 1964, y el Liverpool, en 1981. Es un club nacido para estos partidos. Es un club con jugadores nacidos, formados o fichados para disputar y ganar estos partidos. Es un club con un entrenador, Zinedine Zidane, convencido de la filosofía y el carácter histórico del Real Madrid, aunque Zidane ha optado por la prudencia antes de viajar a Cardiff:

“Creo que es una final en la que no hay favorito”. Zidane, que jugó cinco años en la Juventus (1996-2001), con la que ganó dos veces la Serie A y con la que deslumbró a toda Europa con su elegante fútbol, ha insistido en que ambos finalistas tienen las mismas opciones para ser campeones: “Creo que somos los dos mejores equipos de Europa y por eso vamos a jugar la final. Cuando llegas a una final, siempre es merecido porque la temporada es muy larga. Ellos también son campeones de Liga... Va a ser una final muy interesante”.

El técnico francés tiene embelesado a todo el madridismo. Ya (casi) nadie recuerda los broncos años de Mourinho. Tampoco el prestigio recuperado con Ancelotti, técnico de la Décima, y menos aún el experimento fallido de Rafa Benítez. Zidane, como entrenador, ha estado a la enorme altura de Zidane, como jugador. El francés, que ya fue protagonista en la Novena con su impresionante volea en los últimos minutos ante el Bayer Leverkusen, disputará su sexta final de la Copa de Europa.

Pleno con el Real Madrid, la Novena, la Décima (como segundo de Ancelotti) y la Undécima (ya como primer técnico). Y dos decepciones con, precisamente, el rival que se encontrará en Cardiff: la Juventus. A Zidane le faltaron los grandes éxitos europeos en Turín. Llegó a dos finales consecutivas (1997 y 1998) y perdió ambas, siendo favorita la ‘Vecchia Signora’, ante el Borussia Dortmund y el Real Madrid, respectivamente. Los éxitos los encontró en el Real Madrid.

Zinedine Zidane es el único superviviente de aquella histórica final de Amsterdam que reactivó la gloria merengue y que el francés vivió vestido de ‘bianconero’. “Mi recuerdo es jodido porque, cuando pierdes una final, es una pena, pero es una parte del fútbol. Yo siempre acepto lo que viene del fútbol. Luego, cuando llegué al Real Madrid, gané con la camiseta blanca y me puse más contento”, ha resumido el actual técnico madridista.

Una Liga de Campeones, una final de la Liga de Campeones, una Liga, una Supercopa
de Europa y un Mundial de Clubes en año y medio de Zidane en el banquillo blanco.
Zidane afronta la final de Cardiff con todo el crédito del universo blanco y con un único dilema: Isco o Gareth Bale en el once. “Son decisiones difíciles, como siempre, porque estamos todos. Tengo 23 jugadores y tengo que elegir once. Hay jugadores que han hecho un año extraordinario y que no van a entrar ni en la convocatoria. Para mí, eso es lo más difícil. No os voy a decir si he decido o no pero, como entrenador, conozco el camino. Me parece normal el debate, porque son dos jugadores muy buenos, pero, a mí, nada me condiciona. Sabemos lo que queremos”.

El debate lleva meses dominando la actualidad del Real Madrid. Y motivos y argumentos hay de sobra. Bale, en cuatro temporadas como blanco, no ha justificado la descomunal inversión superior a cien millones de euros (oficialmente 91 millones) del Real Madrid. El galés es un buen jugador, con detalles de figura, como su punta de velocidad, su fuerza corriendo la banda, su potentísimo disparo y sus dotes como cabeceador. Pero no es un crack. Su rendimiento en el Real Madrid lo demuestra, con una gran irregularidad.

Bale ha marcado 67 goles en 149 encuentros oficiales con la camiseta blanca. Algunos muy importantes, ambos en su primera temporada, como la cabalgada desde el mediocampo, al más puro estilo de un ala de rugby, con la que derrotó al Barça en la final de la Copa del Rey 2014 y el cabezazo en el segundo palo que abrió la victoria del Real Madrid en la prórroga de la Liga de Campeones 2014 ante el Atlético. Pero a Bale, machacado por las lesiones, le ha faltado continuidad. Esta temporada apenas ha jugado la mitad de la Liga, con apenas siete goles. No son números de estrella.

Isco, que concluye contrato en 2018, ha aprovechado las ausencias del galés. El malagueño tiene menos gol, aunque esta temporada ha sido la más fructífera en el área rival, con diez goles, pero ofrece mucho más fútbol y, sobre todo, su presencia le viene mejor al Real Madrid. Isco equilibra al Real Madrid. La BBC (Benzema-Bale-Cristiano) ya no vende, al menos en las gradas del Bernabéu. El despliegue físico de Isco, que recuerda al gran rendimiento de Di María cuando Mourinho le colocó en la medular, evita que el equipo se parta. 


Isco está más en forma y ha firmado una mejor temporada que Bale.
El 4-3-3, con la BBC, es más glamuroso que efectivo. No es el mejor sistema para los grandes partidos, como una final de la Liga de Campeones. Con Isco como enganche entre los creadores Modric y Kroos y los finalizadores Benzema y Cristiano Ronaldo, Zidane dispone un 4-3-1-2. Al francés ya no le tembló el pulso cuando eligió a Casemiro, olvidado por Benítez, y mandó a James al banquillo para recuperar el centro del campo en la pasada temporada.

La última derrota ante el Barça en el Bernabéu ‘sentenció’ a Bale, titular pese a salir de una lesión y no estar plenamente recuperado. Isco, que había sido titular en ausencia del galés, se quedó en el banquillo y no jugó ningún minuto. La alineación de Bale sonó a ‘politiqueo’ del palco en el partido más mediático del fútbol mundial. Pero Bale no estaba para jugar y se retiró antes del descanso, tras una floja actuación, con una rotura fibrilar en el sóleo de la pierna izquierda. El galés está inédito desde entonces e Isco le ha quitado el puesto, quizás definitivamente para los grandes partidos.

Zidane se ha escabullido, como ha podido, del debate entre Bale e Isco antes de la final de la Champions: “¡Pueden jugar juntos! Lo hicieron dieciséis veces este año. Los dos llegan muy bien a la final, aunque Gareth (Bale) ha tenido menos minutos. Isco sabemos el jugador que es y lo que ha hecho en este final de temporada. Se lo merece, como todos. Pero hay jugadores que no se van a vestir y eso es lo más difícil de todo. Esto es lo que más me duele. Todos se merecen jugar esta final”.

Pero, salvo sorpresa, será Bale o Isco. Al debate, por si no tuviera suficiente morbo, se suma el escenario. Bale jugará en su Cardiff natal. “Gareth (Bale) no me tiene que decir nada. Tiene una ilusión tremenda porque juega en su casa. Sé que la motivación la tienen todos los jugadores y solo me interesa eso”, ha reiterado Zidane. En caso de ganar, Bale se convertiría en el sexto jugador que se proclama campeón de Europa en su ciudad tras los madrileños Enrique Mateos y Miguel Muñoz, con el Real Madrid en 1957; el londinense Alex Stepney, arquero del United en 1968; el romano Angelo Di Livio, con la Juventus en 1996; y el parisino Anelka, con el Real Madrid en 2000.


Dos apoteósicas noches en el Bernabéu de Cristiano Ronaldo, con dos hat-trick
ante el Bayern, en cuartos, y el Atlético, en semifinales.
Salvo la duda de Bale o Isco, el resto del once está cantado: Keylor Navas; Carvajal, recuperado a tiempo de una rotura muscular en el bíceps femoral derecho, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric, Kroos; Benzema y Cristiano Ronaldo, cada vez más cómodo en su papel de ‘nueve’, con cinco goles (dos en fuera de juego en la prórroga) ante el Bayern en cuartos y un hat-trick al Atlético en las semifinales. Zidane, que ha convencido a la plantilla del valor de las rotaciones, cuenta, además, con varios jugadores en forma esperando su oportunidad en el banquillo, especialmente Morata y Marco Asensio. Pepe, James y Coentrao, que serán suplentes, afrontan, salvo sorpresa, su último partido en el club.

Aunque el debate entre Bale e Isco ha monopolizado los días previos a la final, el Real Madrid no se ha olvidado de la Juventus. El equipo más goleador de la Liga de Campeones, el Real Madrid (32 goles, una media de 2,6 por partido), y el equipo menos goleado, la Juventus (solo tres goles en doce encuentros). “No creo que sean estilos tan diferentes. Todo el mundo sostiene que el Madrid es el que mejor ataca y que la Juve es la que mejor defiende, pero creo que la diferencia como equipos es muy pequeña”, ha replicado.

El técnico francés está especialmente preocupado por una de las grandes sensaciones de la temporada: Dybala. El argentino ya se la armó al Barça con dos goles en Turín en los cuartos de final. “Sí, es el peligro número uno. Todos son muy buenos, pero Dybala es de los mejores. Luego están también Higuaín, Alves...”, ha enumerado Zidane, al que no le preocupa si la Juve juega con defensa de cuatro o cinco, con dos carrileros: “No va a cambiar mucho si la Juve juega con un sistema u otro. Es un equipo muy sólido. Sabe perfectamente jugar con tres centrales o cuatro atrás, por eso no cambia nada. Yo pienso en cómo jugar bien nosotros”.

A pesar del excelente precedente de la final de Amsterdam, el Real Madrid sabe muy bien cómo se las gasta la Juventus, siempre un club, tenga los jugadores que tenga, muy competitivo. Máxima igualdad en los dieciocho enfrentamientos entre ambos equipos, siempre en la Copa de Europa: ocho victorias para cada escuadra y dos empates. Eso sí, el Real Madrid ha sumado un único triunfo en los últimos siete partidos. Hace apenas dos temporadas, la Juve apartó al Real Madrid de la final de la Liga de Campeones. Más atrás en el tiempo, también en la misma ronda de semifinales, los italianos acabaron con el proyecto de los Galácticos en 2003.

Con Ravanelli en el centro, la Juventus festeja su última Copa de Europa en 1996.
A la ‘Vecchia Signora’ se le ha quedado pequeño el Calcio: seis Scudettos consecutivos. No tiene rival. A la Juve le falta el asalto a Europa. El AC Milan es el gran club italiano en Europa, con siete títulos. La Juve se queda lejos de los lombardos, con dos Copas de Europa en 1985, en la tristemente famosa final de Heysel, y en 1996, tras sorprender al favorito Ajax en la tanda de penaltis. Pero los turineses han perdido seis finales, demasiadas:

-1973, ante el Ajax (1-0).

-1983, ante el Hamburgo (1-0).

-1997, ante el Borrusia Dortmund (3-1).

-1998, ante el Real Madrid (1-0).

-2003, ante el AC Milan, en la tanda de penaltis tras un empate sin goles.

-2015, ante el Barça (3-1). La Juventus compitió a un altísimo nivel. El hoy madridista Morata empató en el arranque de la segunda mitad. El Barça se había adelantado a los cuatro minutos con un gol de Rakitic. Con la final igualada, la Juve tuvo sus opciones, incluido un claro penalti de Dani Alves a Pogba que se quedó sin señalar. Luis Suárez, mediada la segunda parte, y Neymar, ya en el tiempo extra, finiquitaron la resistencia piamontesa.

Del equipo que jugó aquella final, la Juve ha perdido a gran parte de sus referencias: Pirlo, que se marchó al fútbol estadounidense para apurar su carrera; Arturo Vidal, traspasado al Bayern; Morata, de vuelta al Real Madrid, Carlos Tévez, que regresó a Argentina; y Pogba, fichado por el Manchester United en el pasado verano a cambio de 120 millones euros.

Bajas muy importantes. Bajas que, sin embargo, la Juve no ha acusado. La base italiana en la defensa, los eternos Buffon, Chiellini, Bonucci, Barzagli y el centrocampista Marchisio, no se ha movido de Turín. Y los fichajes han rendido muy bien: los que ya tenían un buen cartel (Higuaín y Dani Alves), los que se han revalorizado (Khedira, Mandzukic, Pjanic y Cuadrado) y las nuevas promesas (Dybala).

Allegri tiene una plantilla para luchar por la Champions y firmar la triple corona en el mismo curso: Liga, Copa y Copa de Europa. Solo siete equipos lo han logrado. Entre ellos no aparece el Real Madrid. Son el Barça, en dos ocasiones, en 2009 con Guardiola y en 2015 con Luis Enrique, el Celtic Glasgow en 1967, el Ajax en 1972, el PSV en 1988, el Manchester United en 2009, el Inter en 2010 y el Bayern en 2013.

El argentino Paul Dybala (23 años) es el gran peligro de la Juventus.
La Juventus, que eliminó a la gran revelación del torneo, el Mónaco, en las semifinales, no se siente tampoco favorita. Allegri ha cedido esa condición al Real Madrid:

“Nosotros jugaremos la segunda final en tres años. Ellos están acostumbrados a jugar estos partidos. Hay que reconocer que jugamos contra el Real Madrid y ellos son los favoritos. El optimismo es necesario, pero no somos favoritos, el Real Madrid jugó tres finales en cuatro años y ganó dos Copas de Europa”.

Allegri ha destacado el trabajo de Zidane y el papel de Casemiro: “Ganar la Liga de Campeones y la Liga española y llegar a otra final europea en dos años no es algo que hacen todos. Tiene una calidad importante, gestionar un gran equipo no es fácil. No es solo la táctica, hay muchos factores. Creo que es un gran técnico y lo ha demostrado en su breve carrera”, ha destacado sobre Zidane.

Pero, como hace un año Simeone, la mayor preocupación de Allegri es Casemiro. El técnico de la Juventus ha justificado la elección del brasileño por encima de los mediáticos Cristiano Ronaldo, Benzema o Bale: “Se habla de Isco o Bale pero, para mí, sería más importante que Casemiro no jugara. Es el hombre que ha dado equilibrio al equipo blanco y, para mí, es fundamental. No es el jugador mejor dotado técnicamente del Real Madrid, pero su concurso es básico, fundamental porque da ese equilibrio que ningún otro jugador puede dar. Desde que Casemiro es titular, el Real Madrid ha cambiado mucho”. El brasileño se encargará, además, de vigilar a Dybala. En Turín han insistido en los últimos días en que Casemiro juega al límite, siempre cerca de la expulsión. Los italianos la buscarán.


Arriba, Allegri, con su goleador Higuaín. Abajo, la leyenda Buffon (39 años)
busca su primera Liga de Campeones.
El factor emocional también tiene su espacio en la Juventus. Hasta cuatro titulares de la ‘Vecchia Signora’ cuentan con pasado en la Liga española: el exrojiblanco Mandzukic, el exbarcelonista Dani Alves (nada querido en la afición blanca por su provocadora personalidad) y los exmadridistas Higuaín y Khedira. El argentino salió del Bernanéu hace cuatro años para incorporarse al Nápoles y fichó por la Juve en el pasado verano. Higuaín ha marcado 24 goles en el Calcio y cinco en la Liga de Campeones en su temporada de estreno con los bianconeros. Mientras, Khedira, tras ganar la Champions con el Real Madrid en 2014, optó por firmar un nuevo contrato con la Juventus.

Dos jugadores que no gozaron nunca de la plena confianza del madridismo. A Higuaín no le bastó con marcar 122 goles en siete temporadas en el Bernabéu. Nunca disipó su mala fama en los partidos importantes.

Allegri ha apoyado públicamente a su goleador en la previa de la final de Cardiff. Porque, aunque Dybala sea la joya de la Juventus, el goleador es Higuaín. Allegri lo sabe: “Higuaín tiene que estar sereno. Antes del encuentro contra el Mónaco se decía que no sabía jugar ese tipo de duelos. Contra el Mónaco marcó dos goles y creo que Higuaín hará una gran final”.

El factor emocional de la final de la Liga de Campeones tiene un último ingrediente: Gianluigi Buffon. A sus 39 años, desde 2001 en la Juve, procedente del Parma, disputará su tercera final de la Copa de Europa. Perdió en los penaltis en 2003 ante el AC Milan y en 2015 contra el Barça. La gran institución moderna del fútbol transalpino y uno de los mejores guardametas en la historia del fútbol quiere completar su impresionante palmarés: “Uno tiene que encontrar el valor para superar ese miedo y, de esa manera, por general tener éxito. Por eso, me siento mucho más fuerte que los que no tienen miedo o los que dicen que no lo tienen”. Buffon tiene miedo y Buffon quiere ganar.


Alineaciones:

JUVENTUS: Buffon; Dani Alves, Barzagli, Bonucci, Chiellini, Alex Sandro; Pjanic, Khedira; Dybala, Mandzukic e Higuaín.

Banquillo: Neto, Lichtsteiner, Benatia, Marchisio, Cuadrado, Lemina y Rincón. 

REAL MADRID: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric, Kroos, Isco; Benzema y Cristiano Ronaldo.

Banquillo: Casilla, Nacho, Kovacic, James, Marco Asensio, Bale y Morata.

Árbitro: Felix Brych (Alemania).

Millennium Stadium – Cardiff (20:45 horas, Antena 3 y BeIn Sports).


EL CAMINO DE LA JUVENTUS A LA FINAL DE CARDIFF:


Fase de grupos:

Juventus 0 – Sevilla 0.

Dinamo Zagreb 0 – Juventus 4 (Pjanic 24’, Higuaín 31’, Dybala 57’ y Semper p.p. 85’).

Olympique Lyon 0 – Juventus 1 (Cuadrado 76’).

Juventus 1 (Higuaín 13’ pen.) – Olympique Lyon 1.

Sevilla 1 – Juventus 3 (Marchisio 45’ pen., Bonucci 84’ y Mandzukic 93’).

Juventus 2 (Higuaín 52’ y Rugani 73’) – Dinamo Zagreb 0.

Octavos de final:

Oporto 0 – Juventus 2 (Pjaca 72’ y Dani Alves 74’).

Juventus 1 (Dybala 42’ pen.) – Oporto 0.

Cuartos de final:

Juventus 3 (Dybala (2) 7’ y 22’ y Chiellini 55’) – FC Barcelona 0.

FC Barcelona 0 – Juventus 0.

Semifinales:

Mónaco 0 – Juventus 2 (Higuaín (2) 29’ y 59’).

Juventus 2 (Mandzukic 33’ y Dani Alves 44’) – Mónaco 1.


EL CAMINO DEL REAL MADRID A LA FINAL DE CARDIFF:

Fase de grupos:

Real Madrid 2 (Cristiano Ronaldo (2) 89’ y 94’) – Sporting de Lisboa 1.

Borussia Dortmund 2 – Real Madrid 2 (Cristiano Ronaldo 17’ y Varane 68’).

Real Madrid 5 (Bale 16’, Marcelo 19’, Marco Asensio 37’, Lucas Vázquez 68’ y Morata 84’) – Legia Varsovia 1.

Legia Varsovia 3 – Real Madrid 3 (Bale 1’, Benzema 35’ y Kovacic 85’).

Sporting de Lisboa 1 – Real Madrid 2 (Varane 29’ y Benzema 87’).

Real Madrid 2 (Benzema (2) 28’ y 53’) – Borussia Dortmund 2.

Octavos de final:

Real Madrid 3 (Benzema 18’, Kroos 49’ y Casemiro 54’) – Nápoles 1.

Nápoles 1 – Real Madrid 3 (Sergio Ramos 52’, Mertens, p.p. 57’ y Morata 91’).

Cuartos de final:

Bayern Munich 1 – Real Madrid 2 (Cristiano Ronaldo (2) 47’ y 77’).

Real Madrid 4 (Cristiano Ronaldo (3) 76’, 105’ y 110’ y Marco Asensio 112’) – Bayern Munich 2.

Semifinales:

Real Madrid 3 (Cristiano Ronaldo (3) 10’, 73’ y 86’) – Atlético Madrid 0.

Atlético Madrid 2 – Real Madrid 1 (Isco 42’).