jueves, 1 de junio de 2017

Durant es la clave

De los diez probables titulares en las Finales 2017 de la NBA, solo dos, Kevin Durant y Zaza Pachulia, ambos en los Warriors, serán novedad con respecto a la pasada edición, con una importancia muy superior de la antigua estrella de los Thunder sobre el pívot georgiano. Mientras, Cleveland repetirá quinteto, aunque con una mayor aportación de Kevin Love. Ahora sí, LeBron cuenta con un ‘big three’ a pleno rendimiento.

Previa de las Finales: La Trilogía Warriors-Cavs.

El duelo entre Kevin Durant y Kevin Love puede decidir el desenlace de las Finales.
 Foto: Noah Graham / NBAE vía Getty Images. 
Fue el protagonista del último verano en la NBA. No todos los años un MVP se cambia de equipo. Y mucho menos al equipo más talentoso de la competición. Fue el protagonista del último verano y será, sin duda, la principal novedad de las Finales 2017 entre Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers: Kevin Durant. Para esto se mudó de Oklahoma a Oakland, pasando de las críticas de media NBA, para ser campeón.

Es la hora de Durant. A sus 28 años, con una década de experiencia en la NBA, le llega la gran oportunidad para conseguir el ansiado anillo. Durant se cansó de esperar en Oklahoma. No tuvo una segunda oportunidad tras la decepción de las Finales 2012, con una dolorosa derrota ante los Miami Heat de LeBron. Ni siquiera en las Finales de la Conferencia Oeste en 2016. Oklahoma desperdició un 3-1 a favor ante unos agotados, pero orgullosos, Warriors.

Kevin Durant será la clave de las Finales 2017 de la NBA.

El vigente campeón, Cleveland Cavaliers, ha optado por la continuidad en el ‘roster’. Mismo quinteto (Irving – JR. Smith – LeBron – Love – Thompson). Mismo equipo técnico, con Tyronn Lue al frente. Y misma exigencia. Para ello, a petición expresa de LeBron, el banquillo sí se ha reforzado con veteranos de máximas garantías buscando su primer anillo, como Kyle Korver (36 años) y Deron Williams (que cumplirá 33 a finales de junio).

Derrick Williams, que no tiene minutos, y el novato Kay Felder, que no cuenta, son las otras novedades de los Cavs. El gigante caboverdiano Walter Tavares (2,20) está también en plantilla, pero no jugará por lesión, ni siquiera ha debutado con los Cavs. Siguen del equipo campeón de la pasada temporada: Richard Jefferson, Channing Frye, Iman Shumpert y dos amigos de LeBron, James Jones y Dahntay Jones.

Los Warriors sí son, parcialmente, distintos. A Golden State se le abrió la posibilidad de incorporar a Kevin Durant. Era irrechazable por mucho que supusiera las marchas de dos titulares, Harrison Barnes y Andrew Bogut, un suplente consolidado, Leandrinho Barbosa, y cuatro cumplidoras piezas de recambio en el banquillo, Marreese Speights, Festus Ezeli, Brandon Rush y Anderson Varejao. Sencillamente, había que hacer espacio (salarial) a Durant.

Durant, defendido por Hayward en las semifinales de Conferencia, promedia 25,2 puntos
por partido en los playoffs 2017. Foto: Andrew D. Bernstein / NBAE vía Getty Images.
¿Merecía la pena? Por supuesto.

Los Warriors 2017, sin la presión y el esfuerzo extra de batir, de nuevo, el récord de victorias en la temporada regular, son mejores que los Warriors 2016.

Anotan más puntos: 115,9 de media en la temporada regular y 118,3 en los playoffs. Las medias en el curso 2015/16 fueron inferiores: 114,9 y 110,9, respectivamente, sin contar las Finales ante Cleveland. Asisten más: 30,4 pases por partido en la fase regular y 27,8 en la postemporada. Los promedios en la campaña 2015/16 se quedaron en 28,9 y 25 asistencias. Tiran mejor: 49,5% de acierto en la fase regular y 50,7% en los playoffs. La efectividad en la temporada anterior fue del 48% y el 42%, respectivamente. Y defienden con mayor eficacia, bajando de 104,3 puntos por partido permitidos en la temporada regular a 102 en playoffs. Hace un año, la defensa de los Warriors permitió una media de 104,1 puntos en la campaña regular y 104,5 en los playoffs.

Los números no engañan. Los Warriors son más fuertes que en las Finales 2016.

La derrota en las pasadas Finales deparó varias conclusiones:

-Prima la lucha por el anillo. Los records son bonitos, pero el anillo más. Los Warriors 2016 entraron en los libros de historia por su inigualable marca (73-9) en la temporada regular, pero perdieron las Finales. El castigo físico extra para superar a los Bulls 1996 fue una de las principales explicaciones de la derrota ante los Cavs. Los Warriors ya bordearon la eliminación en las Finales de Conferencia ante Oklahoma. Llegaron agotados a la lucha por el anillo y con algunos jugadores, como Curry, medio lesionados.

-Nunca es suficiente talento, siempre hay que mejorar. Ni contar con Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, bien rodeados, te asegura un anillo. El rendimiento de Harrison Barnes ofreció dudas en las últimas Finales, acomodado en un segundo plano, y el estado físico de Andrew Bogut empezaba a restar. El australiano, con un esguince en la rodilla izquierda, se perdió los dos últimos partidos de las Finales, los dos partidos más importantes de la temporada.

-Controlar las emociones. El punto de inflexión de las Finales 2016 llegó con la ausencia, por acumulación de faltas flagrantes, de Draymond Green en el quinto partido. Cleveland, con la serie 3-1 en contra, se aprovechó para salvar, consecutivamente, tres partidos al borde de la eliminación y ganar el anillo.

Los Warriors han cumplido con los deberes.

No se han exprimido en la temporada regular.

No dejaron pasar la oportunidad de incorporar a Durant.

Draymond Green ha estado más controlado en estos playoffs,
Foto: Jesse D. Garrabrant / NBAE via Getty Images
Y hasta Draymond Green ha controlado sus patadas voladoras y sus protestas arbitrales. Solo dos técnicas en estos playoffs.

La presencia de Durant promete ser el factor diferencial en las Finales.

Con Durant, los Warriors ganan otro gran anotador (25,2 puntos de media en los playoffs). Un anotador letal en todas las posiciones: 41,5% de acierto en el triple, 66,7% en la media distancia, 52% en la pintura y 62,2% bajo la canasta. Un anotador completo que ha conectado muy bien con los dos cerebros de los Warriors, Curry y Green, con trece asistencias cada uno en los playoffs para canastas de Durant.

La incorporación de Durant le crea un importante problema defensivo a Cleveland. Un problema que no existía con Harrison Barnes en las Finales 2015 y 2016. Durant ha asumido una media de dieciséis lanzamientos por encuentro en estos playoffs. Solo Curry tira más en los Warriors. Barnes, en cambio, apenas lanzó diez veces por partido en las últimas Finales y, además, con bajos porcentajes: 35% en tiros de campo, con un insuficiente 31% en los triples.

Durant obligará a LeBron a esforzarse más en defensa, con el consiguiente menor depósito en ataque para ‘King’ James. La estrella de los Cavs tendrá más trabajo. Si no es Durant, será con Klay Thompson o, aún más intenso, con Draymond Green. En los quintetos de ‘small ball’, no sería tampoco extraño ver a Durant emparejarse con Love e incluso Tristan Thompson. Será una amenaza constante. Todo un desafío para Cleveland en la defensa del anillo.

La llegada de Durant no ha debilitado, además, la rotación de Warriors, como se temía. Golden State no es un equipo de cinco titulares y un par de suplentes. Tiene una plantilla profunda. Ningún jugador ha superado los 35 minutos por partido en los playoffs, con Green como líder en minutos en la cancha (34,7 por encuentro).

Mike Brown, si finalmente Steve Kerr no se sienta en el banquillo, utilizará a casi todos sus hombres. En estos playoffs, Livingston (16,1), McCaw (14,7), Clark (14,6), West (14,3) y McGee (10,5) han pasado de los diez minutos por partido. Y aportando: Clark (7,5 puntos de media con un 40% en los triples), el sorprendente McGee (7 puntos, 3,2 rebotes y 1,1 tapones), Pachulia (6,1 puntos y 4,3 rebotes), el rookie McCaw (5 puntos, con un 38% en los triples), el veterano West (4,6 puntos, 3 rebotes y 2,8 asistencias) y Livingston (4,4 puntos). McAdoo y Damian Jones serán los últimos de una rotación en la que podría escalar posiciones Matt Barnes. Hasta ahora, ha jugado muy poco en los playoffs (7,4 minutos por partido), pero su experiencia podría ser de utilidad a lo largo de las Finales.

Livington, ante Irving, ya ha jugado dos Finales con los Warriors.
Foto: Noah Graham / NBAE vía Getty Images. 
De cualquier manera, Kerr y Brown se jugarán los momentos calientes con su ‘quinteto de la muerte’: Curry, Thompson, Iguodala, Durant y Green, con las posibles incorporaciones de Livingston, McCaw, Clark y West en el puesto de Iguodala, en función de las necesidades de los Warriors. Golden State no ha abusado de su ‘quinteto de la muerte’ en esta temporada, apenas cinco minutos por partido, con una media de 13,6 puntos. En playoffs, ha sido un recurso aún menos habitual, apenas cuatro minutos, eso sí, con una buena producción de once puntos.

¿Cómo pararán los Cavs a estos reforzados Warriors?

Cleveland también es mejor equipo que hace un año. Y con la seguridad extra que ofrece el último anillo.

Los Cavs se dejaron ir en la recta final de la temporada regular, con un balance negativo entre marzo y abril (13-14). Boston les adelantó en la Conferencia Este. Pero no ha importado mucho, como se presuponía. Cleveland llega a las Finales con su mejor marca en los playoffs en los últimos tres años: 12-1. En 2015, entregó dos encuentros en las semifinales de Conferencia ante Chicago y en 2016 otros dos, en las Finales de Conferencia, ante Toronto.

El verdadero nivel de Cleveland se ha visto cuando tocaba, en playoffs. Los Cavs han mejorado en ataque: 110,3 puntos por partido en la temporada regular por 116,8 en los playoffs, con buenos porcentajes de tiro (50,7%), con un 43,5% en los triples. Cleveland ha enchufado una media de 14,6 triples por encuentro en los playoffs, 2,5 más que los mismos Warriors.

Pero la mejoría se ha notado, especialmente, donde se ganan los anillos: la defensa. Cleveland concedió 107,2 puntos por partido en la temporada regular. Números que empeoraron en marzo (109,3) y abril (112,1) en plena fase de relajación de los Cavs. Pero ha sido llegar a los playoffs y agachar el culo para defender: 103,2 puntos por partido, apenas uno más que los Warriors. En las Finales 2016, la defensa de los Cavs dejó a Golden State por debajo de los cien puntos por encuentro. En el séptimo decisivo, los Warriors se quedaron en 89.

A Cleveland no le preocupa demasiado que el favorito sea Golden State. Ya sucedió en las dos anteriores Finales. Y en ambas, los Cavs consiguieron competir a fondo. En 2015, pese a las lesiones de Love e Irving, que solo pudo jugar el primer partido, Cleveland llegó a ponerse 1-2 arriba en la serie. Un imperial LeBron (35,8 puntos, 13,3 rebotes y 8,8 asistencias de media) encontró apoyos puntuales en Mozgov, Thompson, Smith y Dellavedova. Sirvió para alargar las Finales, aunque no para ganarlas, como ocurrió en 2016, ya con el ‘big three’ al completo. Cleveland, esta vez sí, rompió los pronósticos y algo más: remontó un 1-3 adverso, algo que nadie había hecho antes en la historia en las Finales de la NBA. LeBron (29,7 puntos, 11,3 rebotes y 8,9 asistencias) encontró un socio fiable en Irving (27,1). No estuvo tan bien Love (8,5 puntos), ausente en el tercer pulso de las Finales y suplente en el cuarto por el estricto protocolo de la NBA con las conmociones cerebrales.

Y si Kevin Durant apunta a clave de los Warriors y de las Finales, otro Kevin, Kevin Love, es el ‘tapado’ de los Cavs. El rendimiento de LeBron e Irving está más que garantizado. Pero, a diferencia de en las dos últimas Finales, también el de Love.

Tras dos mejorables primeros años en Cleveland, Love se ha ganado el respeto de LeBron.
Foto: David Liam Kyle / NBAE vía Getty Images.
El californiano se siente motivado, con ganas de reivindicarse. Love ha lanzado un primer aviso: “Todo lo relacionado con que no somos los favoritos es divertido para mí porque, al final de todo, estamos defendiendo nuestro título. Y trataremos de repetir algo que es muy difícil de lograr”.

¿Love ha vuelto a ser el de Minnesota, donde siempre estaba cerca del doble-doble?

Así lo cree LeBron.

Love, no obstante, es un jugador diferente al de Minnesota.

Toda la NBA sabe que a LeBron le gusta jugar con tiradores abiertos esperando sus pases tras entrar en la zona y doblar afuera.

Y Cleveland tiene un amplio arsenal de tiradores: Irving, Smith, Korver, Frye, Shumpert, Deron Williams…, sin olvidar al mismo LeBron y a Kevin Love.

El papel de Love en Cleveland recuerda a la evolución de Chris Bosh en los Heat de LeBron James. Bosh pasó de lanzar un único triple en las Finales 2011, entre Miami y Dallas, a trece en las Finales 2014, entre Miami y San Antonio, casi tres lanzamientos por partido en el perímetro.

Y si Bosh tenía ‘manita’, Love no se queda atrás. Ya era un ‘especialista’ en el triple en su etapa en Minnesota. En Cleveland, prácticamente juega como un escolta, más que un moderno ‘cuatro’ abierto. Su distribución de tiro le delata: 11,6 lanzamientos por partido en los playoffs. Más de la mitad, 6,2, han sido triples, con un gran 47% de acierto. Mejor incluso que Irving, LeBron y hasta Korver.

La defensa de los Warriors tendrá que centrarse en Irving, LeBron, que se ha convertido ya en el máximo anotador histórico de los playoffs tras superar a Michael Jordan, y en todos los tiradores, incluido Love.

El papel del ala-pívot en las Finales se antoja fundamental. En ataque con sus triples. Y en defensa con un emparejamiento muy exigente con Draymond Green, al menos con los quintetos iniciales.

Love, que nunca ha destacado como defensor, ni por aptitudes ni por actitud, tendrá una misión trascendental en el devenir de las Finales: parar al intenso Green, motor de los Warriors. Ya se demostró, hace un año, la importancia de Green en el juego de Golden State. Se mantiene intacta a pesar de la aparición de Durant. Green promedia en estos playoffs 13,9 puntos, con un acierto del 47% en los triples, 8,7 rebotes y 7,2 asistencias. Es el máximo reboteador y el máximo asistente de los Warriors en estos playoffs.

El otro emparejamiento posible, con Kevin Durant, tampoco invita a la relajación de Love.

LeBron James y Stephen Curry pelearán por el MVP de las Finales.
Foto: Nathaniel S. Butler / NBAE vía Getty Images. 
Las Finales 2017 no serán un duelo exclusivo entre LeBron James y Stephen Curry, aunque los focos y el MVP, previsiblemente, será cosa de ellos dos.

LeBron y Curry dominarán. No hay dudas. Tampoco con Kyrie Irving, Draymond Green o Klay Thompson.

Pero la clave de las Finales será otra. Se llama Kevin y tiene dos apellidos: Durant y Love.

Si Durant alcanza su mejor nivel, los Warriors recuperarán el anillo.

Mientras, las opciones de Cleveland pasan por un excelsa aportación ofensiva y defensiva de Love.