domingo, 24 de septiembre de 2017

San Pablo Burgos impone al Carramimbre Valladolid su categoría ACB

Victoria, por dieciocho puntos, de los burgaleses en la final de la XVI Copa CyL. El equipo de Paco García, que compitió bien en el último partido de la pretemporada, sufrió las lesiones de Graham-Bell y Reyes en el último cuarto. Alvarado y Kok ofrecieron unos grandes minutos explotando el bloqueo y continuación. El internacional holandés, MVP del partido, acabó con dieciséis puntos y once rebotes.

El brasileño Felipe Dos Anjos machaca ante Jito Kok. Fotos: www.cbcvalladolid.es
El Carramimbre CBC Valladolid cerró la pretemporada con una derrota en El Plantío (83-65) ante el San Pablo Burgos de ACB en la final de la XVI Copa CyL. Los de Paco García cuajaron un gran partido y se despidieron con buenas sensaciones tras dar la cara ante el conjunto burgalés, que ha revalidado título delante de su público.

Jito Kok fue el mejor del cuadro carmesí, con 16 puntos, 11 rebotes y 27 de valoración que le valieron para coronarse como el MVP de la final. La nota negativa para los vallisoletanos llegó con las lesiones de Rowell Graham-Bell y Álex Reyes, quienes se retiraron en el último cuarto con problemas en el hombro y el tobillo, respectivamente.

La etapa reina de la pretemporada del Carramimbre CBC Valladolid se jugó en un escenario histórico ante un rival de entidad: El Plantío burgalés, que se vistió de gala ante el último partido que disputaría allí el San Pablo Burgos, nuevo equipo de la Liga ACB. No faltaban alicientes y la grada presentaba una buena entrada para presenciar un atractivo derbi castellano y leonés que cumplió con las expectativas en todos los sentidos: los locales revalidaron título y se despidieron de su feudo con un triunfo, mientras que los visitantes compitieron ante un equipo de élite y el público se divirtió con el espectáculo.

San Pablo Burgos comenzó dominando el partido merced a su superioridad física. Deon Thompson hizo valer sus centímetros e inauguró el marcador con un reverso marca de la casa. Las ardillas querían hacer daño en el perímetro y optaron por jugar sus primeras posesiones desde la larga distancia: agua. De las cuatro primeras posesiones de los vallisoletanos, tres fueron triples y ninguno bueno. Pero emergió la figura de Óscar Alvarado, que tomó los mandos del equipo: asistiendo, corriendo y dirigiendo hasta el 11-11 a falta de 3:50 para que finalizase el primer periodo.

En la pintura, Jito Kok comenzó a hacerse que notar a base de intimidación, rebotes y un mate a pase del base canario. Así, con defensa y rebote, las archiconocidas señas de identidad del conjunto de Pisuerga, las ardillas llegaron a ponerse por delante por primera vez merced al acierto de Greg Gantt desde la larga distancia, con cinco puntos consecutivos. Sin embargo, había un rival ACB en frente. No tardó en responder Thomas Schreiner con dos triples consecutivos desde Austria, que obligaron a Paco García a pedir el primer tiempo muerto del encuentro para preparar la última jugada de un primer cuarto que finalizó 20-18 tras el buen hacer defensivo de los locales.

Diez minutos bastaron para comprobar que el Carramimbre CBC Valladolid no estaba de paso por Burgos y que la final castellana y leonesa iba a ser, cuanto menos, disputada. Sin Alvarado en pista, las ardillas se fueron del encuentro durante unos minutos que el conjunto burgalés aprovechó para despegarse en el marcador (30-22), a base de contraataques fáciles tras los continuos y desacertados lanzamientos de tres de los vallisoletanos. Pero con la vuelta al parqué de Jito Kok, con 13 de valoración hasta entonces, y los centímetros de Álex Reyes, el equipo carmesí volvió a plantar cara al poderío local.

Los pupilos de Diego Epifanio, sin embargo, no bajaron el pistón y seguían asfixiando a las ardillas con una intensa presión en todo el campo. A falta de poco más de dos minutos para el descanso, los burgaleses ya tenían una renta de catorce puntos (41-27), pero emergió la conexión Óscar Alvarado – Jito Kok, quienes ofrecieron un ‘clínic’ para salir al rescate. El canario y el holandés tenían la fórmula y la aplicaron con maestría: bloqueo y continuación para que el pívot reventara el aro hasta reducir la diferencia a la barrera psicológica de los diez puntos que imperaba al descanso (44-34).

Paco García y el cuerpo técnico del Carramimbre CBC Valladolid debían aprovechar el tiempo en el vestuario para corregir la sangría en el perímetro (4/11 en los triples del San Pablo Burgos) y afinar la puntería o buscar alternativas ante el 0/7 desde la larga distancia que registraron las ardillas en el segundo cuarto. La nota positiva, sin duda, fue la espectacular actuación de un Jito Kok que llevaba dieciséis puntos y nueve rebotes, para 31 de valoración, sin fallo en tiros de campo y desde la línea de personal, lo cual fue posible gracias, en buena medida, a la magistral dirección de Óscar Alvarado (12 de valoración).

El rumano Cristian Uta (seis puntos) se emplea en defensa.
Tras el paso por los vestuarios, Daniel Astilleros, que fue de la partida en detrimento de Rowell Graham-Bell, anotó sus primeros puntos y los del equipo en el tercer periodo. San Pablo Burgos, tirando de veteranía y galones, paró el ritmo del encuentro y las ardillas tuvieron que adaptarse a su tempo. Dicho y hecho. Paco García y sus pupilos lograron ajustar en defensa y, a falta de cinco minutos para llegar al último cuarto, solamente habían concedido cinco puntos para romper, de nuevo, la brecha psicológica de los diez (49-41), lo que obligó a Diego Epifanio a pedir un tiempo muerto.

Los burgaleses pasaron a zona y llegaron los problemas para las ardillas ante la falta de puntería desde la larga distancia, que rompió Rowell Graham-Bell para desatascar el ataque. Los locales, mientras tanto, hacían valer la superioridad presupuestaria y de plantilla para conseguir puntos de todos los colores: en la pintura, de tres o al contraataque. No había forma de parar todas las acometidas de manera satisfactoria, pero el gen competitivo del Carramimbre CBC Valladolid permitió que las ardillas siguieran vivas con el último asalto por disputarse (63-49).

San Pablo Burgos, sin embargo, castigó todo intento de remontada desde la larga distancia con un acierto propio de ACB, categoría en la que con total merecimiento militará este curso. Pero las ardillas no doblaron la rodilla a pesar de recibir un importante revés con siete minutos por disputarse, cuando Rowell Graham-Bell caía al suelo, entre gritos, con una lesión en el hombro. El británico se retiró al banquillo recibiendo la ovación del público de El Plantío y se reanudó la acción con la entrada de Greg Gantt a la cancha.

Unos segundos después de la retirada de Rowell Graham-Bell, Álex Reyes también cayó lesionado en un tobillo y el parte de guerra creció con la inclusión del alero palentino. La Ley de Murphy en su máxima expresión tampoco acabó con los ánimos del Carramimbre Valladolid, que se encontraba 72-55 abajo ante un San Pablo Burgos que comenzó a gustarse. Las ardillas bajaron el ritmo con el paso de los minutos –de la basura– y capitularon con el único objetivo de no acabar con más hombres en la enfermería. Así, los burgaleses se dejaron llevar hasta el 83-65 que puso fin a la contienda.

Ficha técnica:

San Pablo Burgos 83 (20+24+19+20): Corey Fisher (8), Álex López (4), Deividas Gailius (8), Javi Vega (4) y Deon Thompson (10) –quinteto titular–. También jugaron: Thomas Schreiner (8), Tadas Sedekerskis (5), Álex Barrera (5), Sebas Sáiz (14), Edu Martínez (6), Felipe Dos Anjos (2) y Goran Huskic (9).

Carramimbre CBC Valladolid 65 (18+16+15+16): Óscar Alvarado (4), Greg Gantt (7), Rowell Graham-Bell (5), Sergio de la Fuente (9) y Jito Kok (16) –quinteto titular–. También jugaron: Wade-Chatman (6), Cristian Uta (6), Daniel Astilleros (6), Álex Reyes (2) y Max Hopfgartner (4).