miércoles, 7 de mayo de 2014

Cabezazo de Primera de Osorio

El colombiano, a cinco minutos del final, saca un valiosísimo punto en la carrera por la permanencia. El Real Valladolid sale del descenso y depende de sí mismo para sellar la salvación. El Real Madrid, sin Cristiano Ronaldo, lesionado a los ocho minutos, se había adelantado en la primera mitad con un lanzamiento de falta de Sergio Ramos. El equipo de Juan Ignacio Martínez firmó una buena primera media hora y fue superior tras el descanso.

Ramos y Coentrao se piden explicaciones mientras Osorio celebra el gol del empate
con Mitrovic, Rukavina y Larsson. Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es)
Depende de sí mismo. El Real Valladolid afrontará las dos últimas jornadas de la Liga con la permanencia en su mano. Un colosal esfuerzo, coronado con un agónico gol de Osorio a cinco minutos del final, ha valido un importantísimo punto en la complicada visita del Real Madrid, con el título en juego, a Zorrilla. Justo empate y justa recompensa.

El Real Valladolid, con 36 puntos, sale del descenso. Está igualado, pero adelanta en la clasificación, con el Almería (tiene a favor el gol-average general) y el Getafe (con el gol-average particular de color blanquivioleta). A un punto se encuentra el Osasuna. Si el Real Valladolid no falla y gana este domingo (19 horas) en el Benito Villamarín al descendido Betis y en la última jornada en Zorrilla al Granada, seguirá siendo fijo equipo de Primera.

No era un trámite. El Real Valladolid, que arrancaba el partido en puestos de descenso, tenía una bola extra. No podía, ni debía, tirar el choque contra el Real Madrid. Puntuar era posible. Ya había caído, hace menos de dos meses, el Barça en Zorrilla. ¿Por qué no también el Real Madrid? Las diferencias de presupuesto y calidad debían difuminarse ante la necesidad de alejarse del descenso. El fantasma de Segunda pesaría más que el posible título de Liga del Real Madrid.

Juan Ignacio Martínez, que ha firmado sus mejores planteamientos en una mala temporada con las visitas de los dos grandes a Valladolid, optó por un once físico con la inclusión de dos jugadores rápidos y potentes como Jeffren y Bergdich en las bandas. Ante el Barça, el franco-marroquí fue clave desarmando a Dani Alves. Mientras, Fausto Rossi, que jugó en la banda derecha, se comió al mediocampo culé y marcó el gol de la victoria.

Casillas, de nuevo titular en la Liga, se salva con mucha suerte del cabezazo de Guerra.
El plan del técnico alicantino apostaba por minimizar las pérdidas, desactivar el letal contragolpe del Real Madrid y salir rápido a la contra. Más sencillo de describir que, a priori, de ejecutar. A priori, porque el Real Valladolid recordó al equipo capaz de derrotar con claridad en el juego al Barça. Ni siquiera el marcador en contra hundió a los jugadores de Juan Ignacio.

La salida blanquivioleta fue más que esperanzadora. Peña, que en la segunda parte pasó por encima del canterano Nacho, templó a los cinco minutos desde la izquierda directo a la testa de Javi Guerra. El malagueño giró la cabeza a la perfección. Casillas, que regresaba a la titularidad en Liga tras dieciséis largos e inexplicables meses, se alió con la suerte. El balón salía ligeramente desviado.

El Real Madrid, pese al resbalón del pasado fin de semana en el Bernabéu ante el Valencia, había salido con menos intensidad que los castellanos. Estaba dormido. El encuentro discurría como Juan Ignacio había diseñado en su pizarra, incluso con la ayuda extra de la lesión de Cristiano Ronaldo, con molestias musculares tras una arrancada, a los ocho minutos. Morata entró en su puesto. Sin Cristiano y sin Bale, fuera de la convocatoria, el Real Madrid parecía menos. Era verdaderamente vulnerable.

Cristiano Ronaldo se marcha al banquillo con semblante muy preocupado.
Solo Sergio Ramos, empeñado en dedicarle un gol a su hijo recién nacido, demostraba que el Real Madrid necesitaba la victoria para apurar sus últimas opciones de título. El sevillano, en un momento dulce tras su histórico doblete en Munich ante el Bayern, prorrogado con otros dos goles en Liga ante Osasuna y Valencia, avisaba con sus poderosas llegadas a balón parado, bien fuera de cabeza o de chilena.

El equipo de Ancelotti, sin chispa, aprovechó el bajón físico del Real Valladolid a la media hora. Tras la clara ocasión de Javi Guerra, los blanquivioletas apenas habían llegado con peligro a las inmediaciones de Casillas con un remate alto de un desafortunado y casi desaparecido Óscar tras una subida de Rukavina. El empate a cero beneficiaba más al Real Madrid que confiaba, con criterio, en el desgaste local.

Ausentes Cristiano y Bale, Ramos se adueñó del balón para lanzar una peligrosa falta en la frontal pasada la media hora. El sevillano pensaba en su hijo, nacido un día antes, y en el gol. Una barrera algo estática y un Jaime mal colocado colaboraron en la celebración. Regalito para el feliz padre que adelantaba al Real Madrid e iniciaba los peores minutos del encuentro para el Real Valladolid.

Sergio Ramos celebró su paternidad con un gol de falta directa.
Con Benzema en modo ‘empanado’ y Di María sin su habitual fogosidad, era Ramos quien lideraba el fuerte arreón del conjunto de Ancelotti antes del descanso. Otra vez a balón parado, el central internacional se elevaba con la misma majestuosidad que en el Allianz Arena de Munich para tocar un saque de esquina. El balón se marchó fuera por muy poco. El Real Valladolid respiraba y llegaba vivo al descanso.

Había razones para creer en el empate. El Real Madrid no hilaba fino. La ventaja era corta. Y el Real Valladolid había encontrado un filón por la banda izquierda. Peña se multiplicaba y acumulaba centros. El salmantino erraba, en cambio, en la dirección. El gol, con todo, se palpaba. No era un objetivo fuera del alcance del Real Valladolid. De nuevo Javi Guerra, de artística chilena dentro del área, acarició el empate casi mediado el segundo tiempo.

El Real Valladolid jugaba ya sin Óscar, que sigue sin recuperar su mejor forma. La entrada de Larsson profundizaba el peligro por la banda derecha y aún faltaba por entrar el héroe de la noche: Osorio. El Real Madrid no existía, salvo con un par de flojos disparos de Morata. Y sufría. Quedaba un cuarto de hora de infarto para la parroquia de Zorrilla que veía cerca el empate. También Ancelotti que gastaba su último cambio cubriendo la manta: Marcelo por Benzema.

Y llegó el premio, el merecido premio. El colombiano, que ya salvó un punto con dos goles ante el Elche, igualaba de cabeza a cinco del final. Empate. Un punto importantísimo. Un punto para salir del descenso. Un punto para depender de sí mismo en las dos últimas jornadas para continuar en Primera. Un punto que estuvo cerca de triplicarse en una contra, tres contra uno, que Bergdich malogró con Larsson solo. El Real Valladolid no quiere irse de Primera. Ahora sí, está en su mano.


Alineaciones:

Real Valladolid 1: Jaime; Rukavina, Marc Valiente, Mitrovic, Peña; Álvaro Rubio, Víctor Pérez (Baraja 81’), Jeffren (Osorio 72’), Óscar (Larsson 63’), Bergdich; y Javi Guerra.

Real Madrid 1: Iker Casillas; Nacho, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Modric, Isco (Illarramendi 75’); Di María, Benzema (Marcelo 76’) y Cristiano Ronaldo (Morata 8’).

Goles:

0-1 (min. 35). Falta de Víctor Pérez a Xabi Alonso en la frontal, ligeramente escorada a la izquierda. Sergio Ramos supera a la barrera y a un Jaime, que roza el balón, mal colocado. El esférico no entró demasiado pegado a la escuadra.

1-1 (min. 85). Saque de esquina de Baraja desde el banderín derecho que Osorio remata de cabeza en el corazón del área. El balón roza en Illarramendi y supera a Casillas.

Árbitro: Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó a Bergdich (25’), Mitrovic (88’), Baraja (90’) y Jaime (93’), por el Real Valladolid, e Isco (26’), Morata (60’), Illarramendi (75’) y Pepe (79’), por el Real Madrid.

Homenaje a Antonio Santos tras más de media vida en el club.
Incidencias: Partido aplazado correspondiente a la 34ª jornada de la Liga BBVA. Zorrilla. Buena entrada, aunque sin lleno: 22.013 espectadores. Antes del partido, Antonio Santos, exjugador del Real Valladolid durante diez años y exempleado del club durante treinta años más, recibió la insignia de oro y brillantes de la entidad a manos de Fernando Alonso, el presidente que le incorporó a la disciplina vallisoletana en 1974. Asimismo, la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid entregó a Santos una placa de homenaje.

Las notas:

Jaime (4): El guardameta de Valdepeñas tuvo uno de los partidos más tranquilos de las últimas jornadas. El Real Madrid estuvo espeso y casi no creó peligro. El mayor agobio en todo el choque se lo provocó Marc Valiente a los dos minutos con un despeje defectuoso que desvió por encima del larguero. Tras el descanso salvó dos flojos disparos de Morata. En el gol de falta de Sergio Ramos, sí pudo hacer más. Jaime se colocó mal y llegó tarde a un buen lanzamiento pero sin excesiva colocación. La falta de Ramos era parable. Jaime vio una amarilla por pérdida de tiempo a punto de concluir el encuentro.

Rukavina (6): Subió menos la banda que Peña. El serbio estuvo centrado en labores defensivas sin pasar apuros. A los dieciocho minutos, sirvió un buen balón al corazón del área que Óscar mandó alto.

Marc Valiente (7): Benzema no fue un problema. El francés, por desidia y por buen marcaje de los centrales blanquivioletas, no existió. Morata estuvo algo más activo. Valiente sí cometió dos despejes defectuosos contra su portería, en especial uno a los dos minutos que Jaime tuvo que sacar por encima del larguero.

Mitrovic y Benzema protagonizaron la jugada polémica del choque.
Mitrovic (7): La dureza del serbio fue una pieza clave en el entramado defensivo del Real Valladolid. Perdió algún peligroso balón en la salida desde la defensa pero, en líneas generales, estuvo sobrio. Vio una amarilla en los minutos finales tras una dura entrada a Marcelo. El Real Madrid pidió penalti en una acción del serbio con Benzema dentro del área. Muy dudoso.

Peña (9): Uno de los destacados del choque. El salmantino, criado en la cantera del Barça y catalán de adopción, superó claramente al canterano Nacho, sobre todo en el segundo tiempo. Ya en el primero, sirvió un gran pase a Javi Guerra a los cinco minutos. El malagueño cabeceó fuera por muy poco. Tras el descanso, subió constantemente la banda. Le faltó precisión en la mayoría de sus centros.

Álvaro Rubio, soberbio en todo el encuentro, vigila al argentino Di María.
Álvaro Rubio (8): Es en este tipo de partidos en los que más brilla el veterano capitán blanquivioleta. Sin presión, Álvaro Rubio organizó bien el juego ofensivo, moviendo muy bien el balón en la primera media hora y en todo el segundo tiempo. En defensa, rozó la perfección. El Real Madrid, sin Cristiano y Bale, se chocó una y otra vez en ataque estático contra Rubio y Víctor Pérez.

Víctor Pérez (6): Menos lucido que Rubio. Notable en las labores de contención, le faltó mayor presencia ofensiva. Apenas se desdobló en ataque. Tampoco enganchó demasiado con la línea de delanteros. Sustituido a nueve minutos del final por Baraja.

Jeffren (6): Intermitente. Se marchó al banquillo a dieciocho del final cuando mejor estaba jugando. Minutos antes había servido un buen balón a Javi Guerra que el malagueño conectó de chilena. El disparo se marchó fuera por poco. A Jeffren le costó superar a Coentrao.

Óscar (3): Claramente, el peor del equipo. Sigue sin encontrar su fútbol, ya sea por motivos físicos o psicológicos. No intervino en el primer tiempo y se marchó al banquillo al cuarto de hora de la reanudación. Óscar fue la pieza que falló en la buena primera media hora del Real Valladolid. Desaparecido. Desperdició, además, un buen disparo en el área a pase de Rukavina. Se marchó alto.

Bergdich busca el caño ante el canterano Nacho, que sufrió mucho con Peña.
Bergdich (6): Recuperado anímicamente tras el desastroso encuentro de Balaídos. Juan Ignacio le concedió una nueva oportunidad confiando en su velocidad y en que repitiera su actuación en la victoria contra el Barça, cuando desfondó a Dani Alves. Bergdich, pese a un gran despliegue físico, hizo menos daño que Peña en sus apariciones por banda. Con uno a uno, a dos minutos del final, desperdició una contra clarísima, con tres jugadores blanquivioletas contra Pepe. Berdgich no vio a Larsson y perdió el balón. Vio una cartulina amarilla por una clara plancha a Xabi Alonso.

Javi Guerra (7): Le faltó el premio del gol. Pelearse contra Sergio Ramos y Pepe es alistarse a una guerra con abundantes batallas perdidas de antemano. Guerra no salió del todo mal parado e incluso pudo vencer la contienda. A los cinco minutos, ganó un salto a Ramos y cabeceó un centro de Peña que se marchó, por muy poco, fuera. Ya en el segundo tiempo, conectó de chilena otra asistencia de Jeffren que también que se quedó muy cerca de las redes protegidas por Iker Casillas.

Larsson (6): Suplente, disfrutó de media hora entrando por Óscar para jugar en la banda derecha. Aportó, como siempre, intensidad y velocidad, aunque no tuvo ocasiones de gol.

Osorio, factor clave en el empate del Real Valladolid contra el Real Madrid.
Osorio (10): El colombiano está viviendo una temporada muy complicada en Valladolid, con múltiples lesiones que le han relegado a tercer delantero de la plantilla. Contra el Real Madrid, por la lesión de Manucho, tuvo una nueva oportunidad. Le bastó un cuarto de hora para marcar un gol que puede ser decisivo en la permanencia del equipo. Osorio refrendó su fama de buen cabeceador en un saque de esquina de Baraja. Cuarto gol de la temporada, tres de ellos con la testa tras respectivos saques de esquina. El colombiano ya fue decisivo contra el Elche, anotando dos goles que salvaron un punto, y el Málaga, con otra diana que valió un empate.

Baraja (8): El capitán saltó al césped a nueve minutos del final. Tuvo tiempo para lanzar un saque de esquina que significó el gol de Osorio, para ver una amarilla y para equilibrar al equipo en el arreón final del Real Madrid en busca de la victoria.

Juan Ignacio Martínez (10): Son los partidos contra los equipos grandes los que mejor está planteando en toda la temporada. Usó un plan similar al expuesto contra el Barça con dos bandas fuertes y veloces (Jeffren y Bergdich) y un mediocampo férreo buscando rápido la salida tras robar. Acertó de pleno con los cambios sentando a un muy flojo Óscar.