domingo, 22 de marzo de 2015

El Real Valladolid repite errores y se pierde a domicilio

Tercera derrota consecutiva lejos de Zorrilla, esta vez ante una Ponferradina que fue superior, en especial en el primer periodo. Los blanquivioletas salieron dormidos y no aprovecharon los tropiezos del Betis, UD Las Palmas, Sporting y Girona. Berrocal, a los nueve minutos, adelantó a los bercianos. Yuri, de penalti, cerró el marcador. El colegiado se tragó un claro penalti a Jonathan Pereira con un cuarto de hora por delante. Peña, por sanción, será baja ante el Albacete.

Yuri celebra el segundo gol de la Ponferradina. Fotos: www.realvalladolid.es
No existe ninguna duda de la condición humana del Real Valladolid. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. El Real Valladolid parece empeñado en agrandar el tópico. Cada vez que tiene opciones para auparse al liderato, más aún jugando a domicilio, desperdicia la ocasión. La Ponferradina, muy superior en especial en el primer periodo, infligió la tercera derrota consecutiva al Real Valladolid lejos de Zorrilla tras los tropiezos ante Tenerife y Betis.

El conjunto de Rubi no aprende la lección. Ni la presencia de seiscientos aficionados blanquivioletas, que ocuparon uno de los fondos de El Toralín, estimuló a los jugadores. Falta de tensión absoluta. Y eso que los resultados de los rivales invitaban al optimismo. El Betis, en casa ante el Leganés, y la UD Las Palmas, ante el Numancia en Soria, habían perdido el sábado. El Girona, en Montilivi ante el Sabadell, y el Sporting, en El Molinón ante el Recre, no pasaban del empate. Ambos partidos habían comenzado una hora antes que el choque en Ponferrada.

El Real Valladolid, si era capaz de conseguir la victoria en El Toralín, tenía el liderato en su mano. Fracasó con estrépito. Repitió los mismos errores de derrotas cercanas como en Tenerife y Betis, cuando también tenía el liderato a su alcance. No son despistes esporádicos. Más bien, una tendencia clara y peligrosa para sellar el ascenso a Primera: el Real Valladolid no es fiable a domicilio. Lo dicen sus siete derrotas sufridas a lo largo de la Liga: Lugo, Leganés, Osasuna, Llagostera, Tenerife, Betis y Ponferradina.

La lección no está aprendida. Rubi apenas varió el once, con el regreso de Mojica por Jonathan Pereira y la sorpresa de Sastre por Álvaro Rubio, y menos el esquema. El 4-3-3, pensado para monopolizar la posesión del balón, se ha convertido en casi inamovible. No es, sin embargo, sinónimo de éxito como se demostró hace dos semanas en el Villamarín y como ha vuelto a suceder en El Toralín. El balón fue berciano desde el primer segundo. El cuento era conocido. El Real Valladolid volvía a ser el equipo timorato de las salidas.

Los bercianos dominaron desde el primer minuto del partido.
La defensa blanquivioleta, incapaz de frenar la movilidad y verticalidad de Pablo Infante.
El castigo no tardó, además, en llegar. La Ponferradina convirtió su primera ocasión: un balón largo de Castañeda que Berrocal depositó en las redes de Javi Varas tras un previo amago de Sobrino ante Marc Valiente. El peor escenario posible: el Real Valladolid no había llegado aún al partido y estaba con el marcador en contra. La Ponferradina lo sabía e iba a por el segundo gol con Pablo Infante incordiando a toda la defensa.

Timor, a los 24 minutos, generó el primer acercamiento al área de Kepa. Fue con un disparo lejano sin peligro. Insuficiente para revertir la tendencia del encuentro. La Ponferradina seguía dominando. De nada valía la presencia del famoso trivote blanquivioleta. Hernán Pérez y Mojica, por primera vez juntos en el once titular, no aparecían. El colegiado andaluz López Amaya indultaba momentáneamente al Real Valladolid sacando fuera del área un penalti de Óscar a Pablo Infante a la media hora de juego.

El paso por los vestuarios alegró a la afición blanquivioleta. El Real Valladolid salía con una mejor actitud, algo clave si de verdad quiere sumar puntos a domicilio en la carrera del ascenso, sustentada en un esperanzador cambio táctico. El corpulento brasileño Túlio de Melo prometía en la punta de ataque. Sastre se quedaba en el banquillo y Rubi volvía al 4-2-3-1 con Hernán Pérez, Óscar y Mojica surtiendo de balones al carioca. De Melo, a los cinco minutos de la reanudación, asustaba a El Toralín con un remate franco desde la frontal que se marchó por encima de la portería de Kepa.

Alan protege el esférico ante André Leao y Peña.
Una reacción que abortó dramáticamente la Ponferradina. Javi Varas salvaba un peligroso disparo de Acorán. La defensa del Real Valladolid, mal durante todo el partido, se lío en el despeje, permitió una segunda opción y regaló, por obra de un nefasto Peña que clama desde hace meses unas vacaciones en el banquillo, un penalti a Pablo Infante que Yuri anotó. Dos a cero con casi cuarenta minutos por delante. Un muro ante un rival que acaricia la zona de playoff de ascenso, a solo un punto del Real Zaragoza.

La mejor actitud de la Ponferradina se plasmaba en el reparto de cartulinas. El encuentro concluyó con una amonestación para los bercianos y siete para los castellanos. Peña no estará, por acumulación de tarjetas, el próximo sábado (18 horas, LaLigaTV.es) ante el Albacete. Y no fue solo por un tufillo casero del colegiado. Sencillamente, la Ponferradina estaba más metida en el partido. Pablo Infante, al cuarto de hora de la reanudación, casi marcaba el tres a cero. El Real Valladolid era un desastre.

Las entradas de Jonathan Pereira, por Óscar, y Mojica, por Omar, mejoraron la imagen con Hernán Pérez como estilete en la banda derecha. Tarde. El árbitro se tragó, con un cuarto de hora por jugar, un clamoroso penalti a Jonathan Pereira. Túlio de Melo, Pereira en dos ocasiones y, sobre todo, Hernán Pérez, con un remate en el área pequeña que se estrelló en la red, no acertaron para inquietar a la Ponferradina. Todo llegaba muy tarde, con dos a cero en contra. Los errores del primer periodo y el penalti en el arranque del segundo tiempo eran insalvables. El Real Valladolid sigue perdido fuera de Zorrilla. Tendrá que encontrarse si quiere subir. Solo con los puntos de Zorrilla no sirve.


Ficha técnica:

Ponferradina 2: Kepa Arrizabalaga; Ramírez, Gaztañaga, Alan, Castañeda; Andy, Jonathan, Acorán, Pablo Infante (Tete 72’); Sobrino (Yuri 34’) y Berrocal (Melero 83’).

Real Valladolid 0: Javi Varas; Chica, Marc Valiente, Jesús Rueda, Peña; André Leão, Sastre (Túlio de Melo 46’), Timor; Hernán Pérez, Óscar (Jonathan Pereira 63’) y Mojica (Omar 69’).

Goles:

1-0 (min. 9). Balón largo del lateral zurdo Castañeda desde casi la medular. Sobrino amaga ante Marc Valiente y deja pasar el esférico que recibe Berrocal, que ha ganado la espalda a André Leão y bate a Javi Varas con un disparo con la derecha dentro del área.

2-0 (min. 53). Peña pisa a Pablo Infante dentro del área. Yuri convierte el penalti con la pierna derecha.

Árbitro: López Amaya (colegio andaluz). Amonestó a Alan (60’), por la Ponferradina, y a Marc Valiente (26’), Sastre (33’), Jesús Rueda (40’), Peña (52’), Jonathan Pereira (78’), Omar (90’) y Chica (92’), por el Real Valladolid.

La afición apoyó al equipo, pero se llevó una notable decepción en Ponferrada.
Incidencias: 30ª jornada de la Liga Adelante. Unos cinco mil espectadores. Alrededor de seiscientos aficionados del Real Valladolid en las gradas. Ponferradina y Real Valladolid jugaron con camisetas de un color fácilmente confundible, en especial en el primer tiempo con la presencia del sol.

Las notas:

Javi Varas (6): El guardameta andaluz no pudo ser el salvador en El Toralín. La Ponferradina merodeó mucho el área de Varas aunque, para fortuna del Real Valladolid, no tuvo el punto de mira demasiado ajustado, con apenas media docena de remates entre puerta, la mitad de ellos sin peligro. La defensa dejó vendido al portero blanquivioleta en el primer gol de Berrocal. Otro error defensivo, en este caso de Peña, provocó el dos a cero con un penalti anotado por Yuri. Justo antes, Varas había salvado un gran disparo de Acorán. 

Chica (3): Regresó al once tras su partido de sanción ante el Numancia. Dentro de un bajo nivel fue el jugador menos desbordado en la defensa del Real Valladolid, y eso que le tocó lidiar en más de una ocasión con Pablo Infante. Amonestado en el tiempo extra.

Marc Valiente (2): El centro de la defensa pasó apuros desde el primer minuto. A Valiente le faltó personalidad para imponerse ante la delantera de la Ponferradina. Personalidad y también colocación, velocidad e intensidad. Un claro ejemplo fue la amarilla que le sacó Pablo Infante tras una clara falta. Antes, Sobrino le había engañado dejando pasar el balón para que Berrocal abriera el marcador. Valiente, que se jugó la segunda amarilla en el segundo tiempo, necesita mejorar el nivel fuera de Zorrilla.

Jesús Rueda (2): Con las mismas carencias que Valiente, incluso, por características propias, con mayor lentitud en la zaga. En ningún momento se impuso a la Ponferradina. Es otro jugador que baja mucho sus prestaciones a domicilio. Vio una amarilla en una falta en un salto con Acorán.


Peña, en plena carrera con Acorán, completó un penoso partido, otro más.
Peña (1): Una calamidad que atraviesa, además, un muy mal momento de forma. Nada nuevo en realidad para, posiblemente, el jugador más flojo de la plantilla de Rubi. Hace mucho que la aportación de Peña en ataque es residual. Una carencia que se agranda en las tareas defensivas. Un partido sí y otro también acumula errores que cuestan goles. Se durmió en el área en la jugada del penalti que supuso el dos a cero. No despejó el esférico y, además, cayó en la trampa de Pablo Infante. Peña derribó al exjugador del Mirandés. Como mal menor, vio la amarilla y cumple su primer ciclo de tarjetas. No estará, por tanto, el próximo sábado ante el Albacete. Una excelente ocasión para que Rubi descubra otra posibilidad en el lateral izquierdo.

André Leão (3): El portugués es otro de los jugadores que más baja su rendimiento de Zorrilla con respecto a los partidos a domicilio. Pese a jugar con superioridad en la medular, con el acompañamiento de Sastre y Timor, perdió claramente la batalla con Andy y Jonathan. La clave, la intensidad. 

Sastre (2): La gran sorpresa del once. Rubi continuó con el trivote pero dejó en el banquillo a Álvaro Rubio. Sastre no jugaba como titular desde la visita a Leganés el pasado 29 de noviembre, prácticamente cuatro meses. Una extravagancia de Rubi que salió mal en el campo. Sastre no se enteró de la fiesta. Absolutamente superado. Vio una amarilla. Se quedó en el banquillo en el descanso.


En Ponferrada, no se vio ni la tradicional intensidad de Timor.
Timor (3): Pese a su tradicional intensidad fue un juguete más en manos de la Ponferradina. No tuvo su tarde. Incluso apenas probó su potente disparo, algo que hace en cada partido. Solo lo hizo a los 24 minutos con un lanzamiento que se marchó fuera.

Hernán Pérez (6): De menos a más. El paraguayo fue de lo poco salvable en El Toralín, en especial en los últimos veinte minutos cuando lideró el arreón final del Real Valladolid. Hasta entonces había aparecido poco. Ya con el marcador muy cuesta arriba, desniveló a la Ponferradina desde la banda derecha. Desperdició, a nueve minutos del final, un clarísimo remate en el área pequeña que estrelló contra la red exterior.

Óscar (3): Si Óscar no funciona, el Real Valladolid tampoco. Una máxima que en los últimos años se ha repetido en innumerables ocasiones. Ponferrada ha sido una más. El salmantino, perdido entre la defensa local, estuvo sobrepasado por la intensidad berciana. Y  con errores. El colegiado sacó fuera del área un penalti que Óscar cometió sobre Pablo Infante casi a la media hora. El salmantino fue el autor del primer remate a puerta del Real Valladolid, a los 36 minutos, con un disparo flojo a las manos de Kepa.   

Mojica (4): El colombiano regresó al once tras cuatro jornadas lesionado. Y se notó la inactividad. Mojica no fue el puñal por la banda izquierda del resto de la temporada. La Ponferradina no le concedió metros para correr. 

Túlio de Melo (5): El brasileño fue la solución que encontró Rubi en el banquillo. Salió por Sastre tras el descanso. A los cinco minutos, mandó alto un franco remate desde la corona del área de la Ponferradina. Un inicio prometedor arruinado poco después con el segundo gol berciano. No está muy rápido pero, no hay más que verle en el campo, ofrece otras alternativas gracias a su corpulento cuerpo. En el último cuarto de hora, disparó otra vez por encima del marco de Kepa.

Jonathan Pereira (6): Inesperado suplente. El gallego debe siempre comenzar como titular. Salió por Óscar con media hora por delante y dos goles en contra. Un complicado reto. La movilidad de Pereira, con Túlio como referencia en el área, sí hizo daño a la Ponferradina. Acorán derribó al gallego dentro del área,  a falta de un cuarto de hora para el final, en un claro penalti que se comió el colegiado. Pereira generó otras dos ocasiones con un remate que se marchó alto y otro más claro, casi con el tiempo cumplido, que impactó en la red exterior de Kepa.

Omar (5): Sustituyó a un deslucido Mojica. El tinerfeño, que pinta a titular en la próxima jornada ante el Albacete, no aportó mucho en plena reacción a la desesperada del Real Valladolid.


Rubi no acierta con la tecla correcta fuera de Zorrilla.
Rubi (2): Algo tiene que hacer con el bajísimo nivel que está demostrando el equipo a domicilio con tres claras derrotas consecutivas: Tenerife, Betis y Ponferradina, con ocho goles en contra y ninguno a favor. Son cuatro derrotas, contando la sufrida en Palamós ante la Llagostera, en las seis últimas visitas. Los números a domicilio son muy malos. Ante la Ponferradina, sorprendió con la titularidad de Sastre, que llevaba casi cuatro meses sin salir de inicio. Una arriesgada jugada que salió fatal. El equipo salió sin intensidad, no existió en el primer periodo. Acertó con los cambios: Túlio, Pereira y Omar.