Manu del Moral, penúltimo fichaje del Real Valladolid, se queda fuera de la convocatoria para enfrentarse a un Alcorcón que arrancó la Liga con una victoria (2-0) sobre el Mallorca. Mariño, que previsiblemente se incorporará al Levante el próximo lunes, estará por última vez en el banquillo. Timor entra en la lista tras recuperarse de un esguince de tobillo.
Alejandro Alfaro es la gran novedad del Real Valladolid de Gaizka Garitano en el primer partido de la temporada en Zorrilla. Los blanquivioletas, que fallaron en la primera jornada en Córdoba con un insípido fútbol castigado justamente con una derrota (1-0), recibirán este domingo (20:30 horas, Canal+ Liga 2 C dial 188) al Alcorcón. Los madrileños sí arrancaron bien la temporada, con una victoria (2-0, goles de David Rodríguez y Chema Rodríguez) en Santo Domingo ante el Real Mallorca.
Alfaro simboliza mejor que nadie la frustración de la pasada temporada. Al extremo onubense, un viejo anhelo del Real Valladolid, se le cruzaron todos los gatos negros posibles de Segunda División. Alfaro disputó apenas cinco partidos (cuatro de Liga y uno de Copa) hasta su desgraciada lesión ante el Betis el 5 de octubre de 2014. Una patada de Perquis dentro del área, que se dejó sin señalar, le mandó a la enfermería durante casi ocho meses. Volvió a dos jornadas del final de la Liga disputando los dos últimos encuentros, aunque no participó en el playoff de ascenso.
No fue una lesión corriente. El golpe de Perquis en el tobillo izquierdo de Alfaro le causó una lesión ligamentosa aguda (esguince de la sindesmosis) de la membrana interósea. El traumatismo le produjo un ‘impingement’ o atrapamiento entre el hueso y el ligamento que evolucionó mal. Alfaro sentía molestias en el tobillo que no le dejaban correr y pasó por primera vez por el quirófano el 12 de noviembre de 2014, cinco semanas después de su lesión. La artroscopia, sin embargo, deparó un nuevo problema.
El infortunio se apoderó de Alfaro, uno de los jugadores con mayor cartel de la plantilla de Rubi. Tras la astroscopia, la cicatriz se infectó. La herida no se cerraba. Y los meses pasaban. El Real Valladolid recurrió al traumatólogo Pedro Guillén, con un enorme prestigio en el mundo del deporte, que le diagnosticó una sinovitis reactiva que impedía que la herida se cerrara. Alfaro volvió al quirófano. Varias curas en el tobillo fueron precisas para recuperar la membrana sinovial. La herida se resistió a cicatrizar hasta la parte final de la Liga. Alfaro recibió el alta médica el pasado 13 de mayo. Habían pasado 220 días desde la fecha de la lesión.
Alfaro es, prácticamente, un fichaje más para el Real Valladolid de Garitano. Un refuerzo de primer nivel en la categoría de plata. Conoce a la perfección la Segunda División: 121 partidos y 36 goles, entre el Sevilla Atlético (temporada 2007/08), el Tenerife (2008/09), el Real Mallorca (2013/14) y el Real Valladolid (2014/15). Subió a Primera con el Tenerife tras un magnífico curso con veinte goles. Esa experiencia, junto con su indiscutible calidad y su olfato goleador, representan un salto cualitativo que necesita el equipo de Gaizka Garitano.
Tras una pretemporada sin sobresaltos, Alfaro no viajó a Córdoba por problemas musculares. Un contratiempo menor superado en los últimos días. El onubense regresa a un equipo en el que está llamado a desempeñar un papel muy importante. Su polivalencia, con capacidad para jugar en ambas bandas, como mediapunta e incluso como referencia en la delantera, le otorgarán, sin duda, muchos minutos. El duelo ante el Alcorcón supondrá su debut. La duda es si será desde el once titular o desde el banquillo. El mal partido de Juan Villar en Córdoba le concede opciones para la titularidad. Garitano tampoco acabó contento con la labor del delantero centro. Probó a tres: Rodri, Villar y Caye Quintana.
Y es que el Real Valladolid anda necesitado de un revulsivo. La derrota en Córdoba ha enfriado mucho a la afición. Se esperaba una mejor actuación sobre el campo. En el Nuevo Arcángel, se vio, sin embargo, una versión muy ramplona en ataque, con menos fútbol que en la decepcionante segundan vuelta de la última Liga. Menos fútbol porque, en parte, este equipo tiene menos fútbol tras salidas importantes como las de Hernán Pérez, Roger o Marc Valiente. A Alfaro le tocará dar un salto al frente. También a Manu del Moral, fichado en esta semana. El delantero andaluz, falto de ritmo de competición, no ha entrado en la lista ante el Alcorcón. Sí lo han hecho Timor, recuperado de un esguince de tobillo, y Mariño, que estará en el banquillo. El guardameta gallego se marchará, previsiblemente, el lunes traspasado al Levante. El Real Valladolid ya ha anunciado a un nuevo portero: el portugués Bruno Varela.
La visita del Alcorcón ha cobrado una notable importancia, tras la pobre imagen en Córdoba, a la hora de ganarse a una desencantada afición tras dos últimos años saldados con un descenso y un fiasco en el playoff. El mismo Alfaro ha subrayado en esta semana el valor del encuentro: “Nosotros tenemos muchas ganas de hacer un buen año. Hay un buen vestuario y queremos enganchar a la afición con una victoria, conseguir que crean en nosotros”. Alfaro llega al choque dispuesto a contribuir, con las pilas cargadas: “Tengo muchas ganas de marcar en Zorrilla”.
Un mensaje compartido por todo el vestuario y que Garitano ha destacado en las últimas horas: “El equipo está con muchas ganas de jugar y de hacerlo bien. Cuando pierdes, la semana se hace larga, aunque no veo ansiedad. Durante estos días hemos hecho especial hincapié en el trabajo con balón”. Garitano es consciente de que el Real Valladolid no estuvo bien en Córdoba, en especial en ataque: “Nos faltó generar más ocasiones de gol porque tuvimos muchas imprecisiones en ataque”.
El Real Valladolid necesita ganar al Alcorcón y mejorar la imagen para convencer a la afición. De momento, el club ha superado los nueve mil abonados. Pero hacen falta más para acompañar al equipo en la dura travesía hacia al ascenso. Para ello, Garitano apuesta por un Real Valladolid “dominador”, algo que ni se percibió en Córdoba. Los blanquivioletas jugaron a la contra y, durante algunos minutos, a merced de la mayor intensidad de los andaluces. Eso debe cambiar ante el Alcorcón. Y más delante de la parroquia de Zorrilla. Hay que ganar y dar una buena imagen.
Porque, además, los madrileños son un rival complicado. “Fue uno de los equipos que más me gustó en la primera jornada”, ha señalado Garitano. El Alcorcón parte, un año más, con la permanencia como objetivo, algo que ha conseguido con comodidad en los últimos cinco cursos. Pero el equipo del sur de Madrid está capacitado para cotas mayores. Ya estuvo a un paso de Primera frente, precisamente, el Real Valladolid en el famoso playoff de ascenso de la temporada 2011/12.
Este es, no obstante, un Alcorcón muy distinto, con un único superviviente de aquella eliminatoria: el capitán alfarero, el vallisoletano Rubén Sanz, que se ha quedado fuera de la expedición a Zorrilla. El equipo ha cambiado también con respecto a la pasada temporada. Para empezar, en el banquillo. El fútbol agresivo de José Bordalás ha dejado paso a un estilo más armonioso con Juan Ramón López Muñiz. Jugadores hay para hacer un fútbol más vistoso, como Óscar Plano, Pastrana y David Rodríguez. Para Zorrilla, Muñiz tiene las bajas del lesionado Mikel Iribas y de Collantes, uno de los refuerzos de esta campaña, ausente en toda la pretemporada por problemas físicos y aún sin ritmo de competición.
ENFRENTAMIENTOS HISTÓRICOS
Alfaro simboliza mejor que nadie la frustración de la pasada temporada. Al extremo onubense, un viejo anhelo del Real Valladolid, se le cruzaron todos los gatos negros posibles de Segunda División. Alfaro disputó apenas cinco partidos (cuatro de Liga y uno de Copa) hasta su desgraciada lesión ante el Betis el 5 de octubre de 2014. Una patada de Perquis dentro del área, que se dejó sin señalar, le mandó a la enfermería durante casi ocho meses. Volvió a dos jornadas del final de la Liga disputando los dos últimos encuentros, aunque no participó en el playoff de ascenso.
No fue una lesión corriente. El golpe de Perquis en el tobillo izquierdo de Alfaro le causó una lesión ligamentosa aguda (esguince de la sindesmosis) de la membrana interósea. El traumatismo le produjo un ‘impingement’ o atrapamiento entre el hueso y el ligamento que evolucionó mal. Alfaro sentía molestias en el tobillo que no le dejaban correr y pasó por primera vez por el quirófano el 12 de noviembre de 2014, cinco semanas después de su lesión. La artroscopia, sin embargo, deparó un nuevo problema.
El infortunio se apoderó de Alfaro, uno de los jugadores con mayor cartel de la plantilla de Rubi. Tras la astroscopia, la cicatriz se infectó. La herida no se cerraba. Y los meses pasaban. El Real Valladolid recurrió al traumatólogo Pedro Guillén, con un enorme prestigio en el mundo del deporte, que le diagnosticó una sinovitis reactiva que impedía que la herida se cerrara. Alfaro volvió al quirófano. Varias curas en el tobillo fueron precisas para recuperar la membrana sinovial. La herida se resistió a cicatrizar hasta la parte final de la Liga. Alfaro recibió el alta médica el pasado 13 de mayo. Habían pasado 220 días desde la fecha de la lesión.
Alfaro se perdió casi ocho meses de competición de la pasada temporada
por una complicada lesión en el tobillo izquierdo. Fotos: www.realvalladolid.es
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Tras una pretemporada sin sobresaltos, Alfaro no viajó a Córdoba por problemas musculares. Un contratiempo menor superado en los últimos días. El onubense regresa a un equipo en el que está llamado a desempeñar un papel muy importante. Su polivalencia, con capacidad para jugar en ambas bandas, como mediapunta e incluso como referencia en la delantera, le otorgarán, sin duda, muchos minutos. El duelo ante el Alcorcón supondrá su debut. La duda es si será desde el once titular o desde el banquillo. El mal partido de Juan Villar en Córdoba le concede opciones para la titularidad. Garitano tampoco acabó contento con la labor del delantero centro. Probó a tres: Rodri, Villar y Caye Quintana.
Y es que el Real Valladolid anda necesitado de un revulsivo. La derrota en Córdoba ha enfriado mucho a la afición. Se esperaba una mejor actuación sobre el campo. En el Nuevo Arcángel, se vio, sin embargo, una versión muy ramplona en ataque, con menos fútbol que en la decepcionante segundan vuelta de la última Liga. Menos fútbol porque, en parte, este equipo tiene menos fútbol tras salidas importantes como las de Hernán Pérez, Roger o Marc Valiente. A Alfaro le tocará dar un salto al frente. También a Manu del Moral, fichado en esta semana. El delantero andaluz, falto de ritmo de competición, no ha entrado en la lista ante el Alcorcón. Sí lo han hecho Timor, recuperado de un esguince de tobillo, y Mariño, que estará en el banquillo. El guardameta gallego se marchará, previsiblemente, el lunes traspasado al Levante. El Real Valladolid ya ha anunciado a un nuevo portero: el portugués Bruno Varela.
La visita del Alcorcón ha cobrado una notable importancia, tras la pobre imagen en Córdoba, a la hora de ganarse a una desencantada afición tras dos últimos años saldados con un descenso y un fiasco en el playoff. El mismo Alfaro ha subrayado en esta semana el valor del encuentro: “Nosotros tenemos muchas ganas de hacer un buen año. Hay un buen vestuario y queremos enganchar a la afición con una victoria, conseguir que crean en nosotros”. Alfaro llega al choque dispuesto a contribuir, con las pilas cargadas: “Tengo muchas ganas de marcar en Zorrilla”.
Juan Villar estuvo muy desafortunado ante el Córdoba. |
El Real Valladolid necesita ganar al Alcorcón y mejorar la imagen para convencer a la afición. De momento, el club ha superado los nueve mil abonados. Pero hacen falta más para acompañar al equipo en la dura travesía hacia al ascenso. Para ello, Garitano apuesta por un Real Valladolid “dominador”, algo que ni se percibió en Córdoba. Los blanquivioletas jugaron a la contra y, durante algunos minutos, a merced de la mayor intensidad de los andaluces. Eso debe cambiar ante el Alcorcón. Y más delante de la parroquia de Zorrilla. Hay que ganar y dar una buena imagen.
Porque, además, los madrileños son un rival complicado. “Fue uno de los equipos que más me gustó en la primera jornada”, ha señalado Garitano. El Alcorcón parte, un año más, con la permanencia como objetivo, algo que ha conseguido con comodidad en los últimos cinco cursos. Pero el equipo del sur de Madrid está capacitado para cotas mayores. Ya estuvo a un paso de Primera frente, precisamente, el Real Valladolid en el famoso playoff de ascenso de la temporada 2011/12.
Este es, no obstante, un Alcorcón muy distinto, con un único superviviente de aquella eliminatoria: el capitán alfarero, el vallisoletano Rubén Sanz, que se ha quedado fuera de la expedición a Zorrilla. El equipo ha cambiado también con respecto a la pasada temporada. Para empezar, en el banquillo. El fútbol agresivo de José Bordalás ha dejado paso a un estilo más armonioso con Juan Ramón López Muñiz. Jugadores hay para hacer un fútbol más vistoso, como Óscar Plano, Pastrana y David Rodríguez. Para Zorrilla, Muñiz tiene las bajas del lesionado Mikel Iribas y de Collantes, uno de los refuerzos de esta campaña, ausente en toda la pretemporada por problemas físicos y aún sin ritmo de competición.
ENFRENTAMIENTOS HISTÓRICOS
Alineaciones:
Real Valladolid: Kepa; Chica, Marcelo Silva, Juanpe, Hermoso; André Leão, Timor, Alfaro, Óscar, Mojica; y Rodri.
Suplentes: Mariño, Javi Moyano, Samuel, Álvaro Rubio, Juan Villar, Guzmán y Caye.
Alcorcón: Dmitrovic; Nelson, Djené, Chema Rodríguez, Bellvís; Campaña, Toribio, Óscar Plano, Pastrana; David Rodríguez y Máyor.
Suplentes: Dani Jiménez, Fernando, Razvan, Josan, Fausto, Natxo Insa y Guardiola.
Suplentes: Dani Jiménez, Fernando, Razvan, Josan, Fausto, Natxo Insa y Guardiola.
Árbitro: Alberola Rojas (colegio castellano manchego).
Incidencias: 2ª jornada de la Liga Adelante. Nuevo Estadio José Zorrilla. Calor, cerca de los 30 grados. El bochorno podría deparar chubascos fuertes durante el partido.