El colombiano regresa a Zorrilla
una temporada más cedido por el Rayo. Completó un notable año con Rubi en el
banquillo, con siete goles y siete asistencias, aunque su rendimiento bajó en
la segunda vuelta tras una inoportuna lesión de tobillo.
Mojica, en la imagen en un partido ante el Lugo, incrementará el potencial ofensivo del equipo castellano. Fotos: www.realvalladolid.es |
El Real Valladolid volverá a volar por las bandas.
Garitano añade al plantel a un conocido ‘velocista’ en Zorrilla: el colombiano
Yohan Mojica (Cali, 21-8-92). Mojica, que ya se ha incorporado a los
entrenamientos, regresa al Real Valladolid, donde jugó a un buen nivel en la
pasada temporada. El Rayo ha optado por extender la cesión del lateral y
extremo zurdo colombiano durante una campaña más.
Mojica, que tiene contrato con el Rayo hasta junio
de 2018, llegó a Zorrilla a finales de julio del pasado año en busca de minutos.
Había disputado doce partidos en Primera con la camiseta del Rayo, siempre como
lateral zurdo, con un rendimiento irregular. Mojica apuntaba alto, gracias a su
velocidad, pero necesitaba progresar para controlar su vertical fútbol y ganarse
un puesto en Vallecas en Primera. Una cesión era la mejor fórmula para
conseguir el objetivo.
Y apareció el Real Valladolid, equipo con el que los
vallecanos tienen una buena relación en los últimos años. Los blanquivioletas,
tras el descenso de categoría con Juan Ignacio Martínez, contaban con un único
lateral zurdo puro: Carlos Peña. Bergdich, fichado un año antes procedente del
Lens, permanecía en la plantilla pero no convencía como lateral. Mojica fue el
candidato elegido por Braulio Vázquez para competir por un puesto en el once en
la defensa de Rubi.
Una cesión contemplada con recelo por la afición
blanquivioleta. Mojica había mostrado con fuerza en el curso anterior sus
debilidades defensivas en un encuentro de Liga en Vallecas contra el Real
Valladolid. Los castellanos se llevaron los tres puntos tras una victoria por
0-3 cimentada en la fragilidad de la zaga madrileña donde Mojica estuvo especialmente
aciago. El colombiano regaló un gol al sueco Larsson tras un mal pase.
Un nuevo cafetero en Zorrilla. Mojica seguía los
pasos de Leonel Álvarez (1990-1992), Carlos Valderrama (1991-1992), René
Higuita (1991-1992), Harold Lozano (1996-2002), Edwin Congo (1999-2000), Jairo
Castillo (2004-2005), Julián de la Cuesta (2006-2007), Gilberto García Alcatraz
(2013-2014) y Humberto Osorio (2013-2014), sin olvidar al técnico Pacho
Maturana (1990-1992). El fútbol colombiano asomaba de nuevo la cabeza a orillas del Pisuerga.
Mojica, además de velocidad, aportó goles y asistencias. |
El colombiano será el jugador más desequilibrante de la plantilla de Garitano. |
La temporada del colombiano se torció con una lesión en febrero ante el Alcorcón. |
El Real Valladolid no solo contaba con un lateral
con vocación ofensiva. “He jugado de lateral, de carrilero, incluso Leonel
Álvarez, en el Deportivo Cali, me puso como mediapunta. Lo importante es estar
ahí. Estoy a disposición del equipo, del técnico y de mis compañeros. Espero
dejar huella en el Real Valladolid”, adelantó el colombiano en su presentación como nuevo blanquivioleta.
Mojica disipó, sin embargo, pronto las dudas en Zorrilla. Pero no
como lateral, donde está claro que rinde muy por debajo de su mejor nivel, sino unos metros más adelante como extremo. Rubi probó al colombiano como lateral
en la tercera jornada ante el Racing (3-1). Mojica no convenció a la grada. No
regresaría al once titular hasta cuatro jornadas después, en la visita del Real
Valladolid al Numancia (0-1), donde realizó un buen partido. Rubi ya sabía dónde
tenía que jugar Mojica, como extremo izquierdo para explotar su velocidad.
Con el apoyo de Bergdich en la banda contraria,
Mojica se convirtió en un fijo de Rubi. El colombiano desbordaba por banda y
rompía los partidos a favor de un Real Valladolid sin pólvora tras la grave
lesión de rodilla de Roger. Pero no solo ofrecía velocidad, Mojica aportaba también goles y asistencias. Desde su descubrimiento como extremo zurdo el 11
de octubre en Los Pajaritos hasta que se lesionara, el 15 de febrero, ante el
Alcorcón, sumó siete goles y siete asistencias en apenas cuatro meses. Mojica
era el jugador determinante de un Real Valladolid que luchaba por el ascenso
directo.
Todo cambió con una muy inoportuna lesión, un
esguince en el tobillo izquierdo que arrastró hasta concluir la temporada.
Mojica se perdió algo más que cuatro partidos tras una entrada por detrás del
togolés Djené. La lesión mostró a otro Mojica, a pesar de que sus buenas
actuaciones previas le permitieran debutar con la selección absoluta de Colombia
y optar a la Copa América. El colombiano regresó al once de Rubi, pero ya no
desbordaba. Era un constante quiero y no puedo. Parte del bajón del Real
Valladolid en la segunda vuelta del pasado campeonato se explica por la caída
del rendimiento de un frustrado Mojica.
Tan evidente que incluso Rubi mandó al banquillo al
colombiano en el decisivo partido de ida del playoff de ascenso contra la UD
Las Palmas. Volvió al equipo titular en la vuelta en el Estadio de Gran
Canaria. Pero Mojica estaba lejos de sus mejores días en el Real Valladolid y
finalizaba su año de cesión en Zorrilla con los mismos números que antes de la
lesión: siete goles (con un doblete en la goleada al Barça B en Zorrilla) y
siete asistencias. El colombiano disputó un total de 39 partidos (35 de Liga y
cuatro de Copa).
No pudo dejar al Real Valladolid en Primera. Pero
tendrá una segunda oportunidad. Mojica volverá a volar por la banda izquierda de
Zorrilla. Garitano contará con un estilete que, en forma, está de sobra
capacitado para romper los partidos y marcar las diferencias en la Liga
Adelante. El Real Valladolid ha recuperado el plus de la velocidad terminal de
Yohan Mojica.