Un impecable partido en delantera
y la seriedad colectiva permiten al conjunto vallisoletano conseguir su primer
triunfo europeo lejos de Pepe Rojo y la segunda victoria consecutiva en la
competición continental.
El Quesos fue mejor en el Stadio Maurizio Quaggia. Foto: www.valladolidrac.com |
Al VRAC le costó creérselo frente al Timisoara. Ni dudó
contra el Kituro. Y ante el Mogliano, en tierras italianas, demostró no ser un
equipo más en la EPCR Qualifying Competition.
De hecho, el Entrepinares mantiene intactas sus
opciones de clasificación. Europa ha pasado de ser una utopía a ser una realidad.
La representación del rugby español está en buenas manos. Quedó claro en
Italia.
El Quesos tuvo, para empezar, personalidad. Hizo su
partido sin pensar en el rival. Y de ahí que en el minuto cinco consiguiese
adelantarse en el marcador, anotando los primeros puntos y dando un golpe moral
al partido avisando de que iba muy en serio. Básicamente, de que no había ido
de vacaciones a Mogliano y que lo que quería era la victoria. Una buena acción
del portugués Nuno Penha con el pie, buscando un globo que consiguió
recepcionar Pedro de la Lastra, acabó con el marbellí ensayando y Griffiths
colando entre palos el oval para sumar los siete primeros puntos del partido.
La melé se mantenía igualada, como la touch, sin un
dominador claro y con el encuentro abierto. Los locales se sentían cómodos
buscando el juego a la mano, pero el VRAC encontró en su delantera un arma
poderosa que terminó por ser decisiva para llevarse la victoria. El Quesos
apretaba y conseguía un castigo que Griffiths hacía bueno y que ponía el 0-10
en el marcador del Stadio Maurizio Quaggia.
Mogliano respondió por medio de una patada de
Alessandro Onori, que metía a los de Venetto en el partido. Más todavía con su
primer ensayo, obra de Luca Esperandio, ratificado por Onori, y que ponía las
tablas (10-10). Parecía que así se llegaría al descanso, pero el VRAC se
resistió a perder la ventaja que había tenido durante toda la primera parte.
Una buena carrera de Fede Castiglioni desde la veintidós, zafándose de varios
rivales y sobre la línea lateral, puso el 10-15, con el que se llegaba al
descanso y que hacía justicia a lo visto en los primeros cuarenta minutos.
El partido se igualó tras el intermedio. Mogliano
insistía a la mano, pero no fijaba, y el VRAC se esforzaba en los placajes para
evitar males mayores. Un castigo para cada uno de los equipos, ambos sin
transfomar, dejaban todo por decidir alcanzado el ecuador del segundo tiempo.
Los vallisoletanos volvieron a la carga en delantera, con dinamismo, y gracias
a ello Gavidi colocó el 10-22, inamovible hasta el pitido final.
Con este triunfo, y el del Timisoara frente al
Fiamme Oro, el VRAC Quesos Entrepinares depende de sí mismo para conseguir la
clasificación en el último partido de la fase de grupos en Portugal que
supondría, a la vez, levantar una vez más la Copa Ibérica. Es la segunda vez en
la historia del rugby que un equipo español gana como visitante en competición
continental.
Ficha
técnica:
Mogliano
10: Paolo Buonfligio, Engjel
Makelara, Nicolo Ceccato, Jacopo Bocchi, Michael Van Vuren, Matteo Corazzi,
Alberto Saccardo, Marco Filippucci, Lorenzo Masato, Enrico Endrizzi, Pierre
Bruno, Gino Lupini, Giovanni Benvenuti y Luca Esperandio.
VRAC
Quesos Entrepinares 22: Pablo
César Gutiérrez, Pablo Miejimolle, Alberto Blanco, Manu Mora, Ignacio Molina,
Troy Mangan, Berny Hall, Kalo Gavidi, Iván Espeso, Gareth Griffiths, Alex G.
Muller, Nuno Penha, Guillermo Mateu, Pedro de la Lastra, y Federico Castiglioni.
También jugaron: Alberto Pastor, Scott Manson, Álvaro Ferrández, Daniel Stohr,
Manuel Sevillano, Rodrigo López, Steve Barnes y Stefano Tucconi.
Marcador: 0-7 (min. 5): Ensayo de Pedro de la Lastra y transformación
de Gareth Griffiths; 0-10 (min. 30): Transformación de castigo de Gareth
Griffiths; 3-10 (min. 33): Transformación de castigo de Alessandro Onori; 10-10
(min. 40): Ensayo de Luca Esperandio y transformación de Alessandro Onori;
10-15 (min. 42): Ensayo de Fede Castiglioni; y 10-22 (min. 60): Ensayo de Kalo
Gavidi y transformación de Gareth Griffiths.
Árbitro: Evans (Gales).
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