Brico Depôt CB Ciudad de
Valladolid, pese a contar con solo un pívot puro, se mantuvo en el partido
hasta los tres minutos y medio finales. Un parcial de 0-9 arruinó el trabajo
colectivo local.
Diferencia de centímetros. Pablo Pérez salta con Torres. Foto: www.cbtarragona.cat |
El acierto en los triples de los catalanes y su
superior presencia física y capacidad de rebote decantaron un partido en el que
los méritos locales merecieron mejor premio. Las ausencias en la zona carmesí,
más la lesión de Astilleros, pesaron demasiado e Iñaki Martín llegó a tener que
jugar con tres bases a la vez.
Nadar y nadar para morir en la orilla. El esfuerzo y
entrega del Brico Depôt CB Ciudad de Valladolid no obtuvo recompensa. Nada que
objetar al partido que hicieron los chavales, ni a la dirección desde el
banquillo de Iñaki Martín, que trató de sacar petróleo de una mermada
plantilla, adaptándose a los inconvenientes de disponer solo de un pívot, Shota
Gelazonia.
Además, Martín tuvo que afrontar la pérdida, por un
esguince en el último cuarto, de unos de sus jugadores más destacados en la
cita, Daniel Astilleros, que, junto con Jota, hizo un trabajo muy valioso en la
posición de ‘cuatro’ ante la escasez interior de las ardillas por las lesiones
de Sergio de la Fuente y Davichu Ortega y la baja definitiva de Centeno, ya
regresado a Venezuela.
Inconveniente tras inconveniente, el cuadro vallisoletano
hubo de sacar fuerzas de flaqueza y, por momentos, pareció que, pese a todo,
podía llevarse un encuentro que transcurrió bajo los parámetros de máxima
igualdad. Tarragona aceptó la propuesta de los locales y adivinó un idilio con
los 6.75 que no había disfrutado en toda la temporada. Sus exponentes fueron el
sensacional acierto del jugador cedido por el Cajasol ACB Diego Gallardo, cinco
triples en los dos primeros cuartos, al que se unió Outerbridge, también letal
desde la larga distancia, además de exhibir su fortaleza en la pintura.
El acierto de tres mantuvo al CB Tarragona en
partido durante el segundo periodo. Iñaki Martín trató, con una zona, de
desbaratar el poderío exterior y la superioridad evidente de su rival. De no
ser por ese acierto del 52%, con nueve triples, los vallisoletanos habrían
cogido ventaja al descanso, culminando una meritoria remontada después de un
primer cuarto con el protagonismo muy repartido en los carmesí, pero en el que
no se pudo frenar las prestaciones de Outerbridge. El ‘cinco’ americano fue
artífice, con once tantos, de la primera ventaja de los catalanes (18-25),
después de que el equipo local llevara el choque igualado durante casi todo el
periodo. Como prueba el 17-17 con minuto y medio por jugarse.
A pesar de estar el pívot del CB Tarragona más sujeto,
en el segundo acto el choque se volvió más ofensivo y vistoso. Tarragona esperó
su oportunidad y volvió a pegar un nuevo tirón, llegando hasta los nueve de
renta con el omnipresente Gallardo destacado (37-46, minuto 18). Pero el
corazón de los castellanos impidió que la brecha fuera más allá. Parcial de 9-2
y partido igualado al descanso: 46-47.
En el tercer cuarto se vivieron posiblemente los
mejores minutos del Brico Depôt en todo el encuentro. Muy metidos e intensos,
los de Iñaki Martín sacrificaron el virtuosismo por un trabajo aguerrido para
destruir la producción del rival por dentro, con Shota Gelazonia, y por fuera
con la aportación de todos los exteriores, muy esforzados en labores
defensivas. Forzando pérdidas al rival, pese a ir cediendo en el rebote, el
CBCV consiguió cuatro de ventaja (65-61), después de un canastón en penetración
de Brock Gillespie sobre la bocina.
Todo abierto para un último cuarto apasionante donde
el equipo local corría el riesgo de llegar exhausto al final después del
desgaste sufrido en los treinta minutos anteriores. A los Gallardo y
Outerbridge se había unido el otro americano del CB Tarragona, Wilson, tan
importante su aportación como acelerado, con pérdidas en ocasiones evitables
que dieron más oportunidades a los vallisoletanos.
Los carmesí aguantaron su ventaja cinco minutos (71-67),
pero la lesión de Astilleros fue un duro hándicap. Iñaki Martín hubo de tirar
de imaginación poniendo tres bases en pista (Pérez, Arranz y Tury) y, aún con
todo, unos pasos más que discutibles de un inspirado Shota Gelazonia, que había
anotado recibiendo falta, evitó que la tendencia del choque siguiera
favoreciendo a los locales a tres minutos y medio para la conclusión con 76-73
por delante. Esa decisión arbitral pareció cortocircuitar al Brico Depôt, que
no reaccionó y encajó un 0-9 definitivo que echó por tierra méritos y esfuerzo.
Una pena no poder lograr un valioso regalo navideño
en forma de triunfo, que habría dejado un dulce regusto para un castigado CBCV.
Queda rearmarse y volver al trabajo sin lamentaciones, a la vuelta de la esquina
ya espera el Fundación Lucentum, que visitará Pisuerga este martes a las 20:30
horas. Nueva oportunidad de victoria para los vallisoletanos.
Ficha
técnica:
Brico
Depôt CB Ciudad de Valladolid 78 (18+28+19+13): Tury (7), Izquierdo (1), Jota (12), Astilleros (15) y
Gelazonia (19) –cinco inicial– González (4), Gillespie (6), Pérez (12), Arranz
(2) y Fernández (-).
CB
Tarragona 82 (25+22+14+21): Fernández
(3), Wilson (14), Salvo (-), Torres (4) y Outerbridge (23) –cinco inicial– Gallardo
(27), Barbera (2), Boada (-) y Giménez (9).
Árbitros: Sánchez Ardid y González Morán.
Incidencias: 12ª jornada de la Liga LEB Plata. Polideportivo
Pisuerga.
Crónica de Facebook Brico Depôt CB Ciudad de
Valladolid.