viernes, 17 de agosto de 2018

El muro aguanta

El Real Valladolid regresa a Primera con un empate sin goles en Montilivi ante un Girona que dominó (68% de posesión), pero sin crear suficiente peligro para llevarse la victoria: un único disparo entre los tres palos. Portu no conectó un claro remate en el tiempo extra. Sergio González tiró del bloque del ascenso, con la inclusión de Chris Ramos como ‘nueve’ y los fichajes de Alcaraz y Keko. El italiano Verde salió en la segunda mitad.

El canterano Anuar, uno de los ocho debutantes blanquivioletas en Primera.
Fotos: @LaLiga vía (www.realvalladolid.es)
El Real Valladolid ya está de vuelta en Primera. Firmó un empate sin goles ante el Girona en un encuentro serio, con un notable trabajo defensivo, con pocas ocasiones (y casi todas en el área blanquivioleta), sin noticias del VAR y que vale el primer punto de una larga temporada en la lucha por la permanencia. El bloque del ascenso, a la espera de nuevos e imprescindibles refuerzos en las dos próximas semanas antes del cierre del mercado de fichajes, cumplió en Montilivi.

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Sergio González tiró de lo que tenía. Un once cantado, con la portería y la zaga del ascenso (Masip, Javi Moyano, Kiko Olivas, Calero y Nacho), más los canteranos Toni y Anuar, el veterano Borja (37 años, segundo jugador más veterano de Primera tras Juanjo Camacho del Huesca) y tres únicas novedades: Chris Ramos como ‘nueve’, como el único ‘nueve’ puro de la plantilla, y los fichajes de Alcaraz y Keko. Ivi, lesionado, se quedó en Valladolid y el italiano Verde salió en el segundo periodo.

Un bloque con muy poca experiencia en Primera, salvo Borja, Keko y Nacho, con más de medio once debutando en la máxima categoría del fútbol español: los canteranos Calero, Toni y Anuar, más Javi Moyano, Chris Ramos y Alcaraz. Dos de los cambios desde el banquillo, Óscar Plano y el italiano Verde, también eran ‘rookies’ en Primera. Un Real Valladolid muy novato que aguantó y desesperó al Girona, con un estéril 68% de posesión y un único remate a portería.

No fue un partido espectacular, ni mucho menos. Nunca es fácil a estas alturas del campeonato y menos con un ascenso tan reciente (dos meses y un día) y con una plantilla incompleta e inexperta. Pero Sergio González y el vestuario prometieron competir en Girona. Y compitieron. El Real Valladolid se marcha de Montilivi con lo que buscó, con un punto, con un empate sin goles. Portu, en el tiempo extra, no acertó en la última ocasión local.

El equipo de Sergio González aceptó el papel de ascendido y cedió la posesión y el mando del encuentro al Girona. Se parapetó atrás, defendiendo ordenado, no solo por acumulación de jugadores, y sin sufrir. El nuevo Girona de los vallisoletanos Eusebio y Onésimo, sin el 3-5-2 de Machín en sus cinco años en Montilivi, no derribó el muro. Calero y Kiko Olivas ataron al mundialista charrúa Stuani (21 goles en la pasada temporada) y Portu apareció a cuentagotas.


Borja y Alcaraz formaron un pétreo doble pivote.
El Real Valladolid hizo su partido. Primera es otra categoría, otro mundo, otro nivel, otra exigencia. Toca usar otras armas, distintas al vertiginoso fútbol con el que encandiló y triunfó en el último playoff de ascenso. En Girona se trataba de defender ante un rival al que le gusta la pelota. Cierto es que al Real Valladolid le faltó ambición. Salvo Toni, no existió de mediocampo para adelante. No buscó la victoria y Portu, en el último minuto, lo pudo castigar.

El Girona se chocó contra el sistema defensivo de Sergio González. El peligro llegó, como sucede cada vez más en el fútbol moderno, a balón parado, con una falta lateral de Granell que se quitó de encima Masip tras botarle muy cerca. Las otras aproximaciones del Girona vinieron con lanzamientos lejanos y algún envío colgado a Stuani. Poco para inquietar a un Real Valladolid muy bien situado en el campo.

La posesión era abrumadoramente local, pero no vale de mucho si el rival no sufre. Menos aún lo hizo el Real Valladolid tras el descanso, salvo en la ocasión final de Portu y en una llegada de Stuani por el centro del área que resolvió con un disparo ligeramente desviado. El Girona tuvo más el balón, dominó, tiró más, quiso más ganar, pero realmente no hizo demasiado para derribar la resistencia del Real Valladolid, que mereció su primer punto.

El bloque del ascenso, a la espera de los refuerzos, cumplió en Montilivi. Frenó a la revelación de la pasada temporada. Demostró que, defensivamente, será competitivo en Primera. Falta que también lo sea arriba. Y para ello es necesario que Óscar Plano y Míchel, tras una pretemporada lesionados, cojan ritmo y que el club aproveche las dos últimas semanas del mercado de fichajes para elevar la calidad y la pólvora del equipo.

Toni fue el único blanquivioleta al que se le vio algo en ataque.
Ficha técnica:

Girona FC 0: Bono; Pedro Porro, Bernardo, Juanpe, Muniesa; Timor (Pere Pons 74’), Granell, Aleix García (Lozano 62’); Portu, Borja García y Stuani (Roberts 81’).

Real Valladolid 0: Masip; Javi Moyano, Kiko Olivas, Calero, Nacho; Borja, Alcaraz, Keko, Anuar (Verde 71’), Toni (Míchel 88’); y Chris Ramos (Óscar Plano 64’).

Árbitro: Cuadra Fernández (colegio balear). Amonestó a Granell (87’), por el Girona FC, y a Alcaraz (86’), por el Real Valladolid.

Incidencias: 1ª jornada de LaLiga Santander 2018/19. Estadio Montilivi. 10.368 espectadores.

Las notas:

Masip (7): El portero catalán disputó el segundo partido en Primera de toda su carrera. En toda su etapa en el Barça, Masip jugó un único encuentro en la última jornada de la temporada 2014/15. Tendrá muchas más oportunidades en el Real Valladolid. Es el portero titular de Sergio González. El Girona dominó, pero no inquietó mucho a Masip. El cancerbero apenas tuvo que emplearse en una falta lateral de Granell que le botó a un par de palmos. Masip desvío el balón a saque de esquina.

Javi Moyano (6): A sus 32 años, el capitán del Real Valladolid, un currante del fútbol, cumplió el sueño de debutar en Primera, el objetivo con el que llegó a Zorrilla en el verano de 2015. Le ha quitado el puesto a Antoñito. Sigue como titular en la banda derecha por sus mejores prestaciones defensivas. Controló bien a Borja García.

Kiko Olivas (7): El central malagueño sí tenía ya experiencia en Primera, aunque escasa, con dos partidos (116 minutos) con el Villarreal en la temporada 2009/10 y cuatro encuentros más (182 minutos) con los castellonenses en la siguiente campaña. Con Sergio González, Kiko Olivas ha alcanzado su mejor nivel y con Calero forma un eje de la zaga que se entiende muy bien. Entre ambos no permitieron al Girona claras ocasiones de gol.

Calero conserva el dulce estado de forma del final de la pasada temporada.
Calero (7): El central de Boecillo debutó, a sus 22 años, en Primera. Si el Real Valladolid consigue consolidarse en la élite del fútbol español, Calero tendrá una larga carrera en LaLiga Santander y, a ser posible, como blanquivioleta. Conserva un estado de gracia, de máxima confianza. Bien colocado y bien en los cruces. No acusó el cambio de categoría ni de nivel de los adversarios. Calero, con la colaboración de Kiko Olivas, ganó la batalla al mundialista charrúa Stuani, autor de 21 goles en la pasada temporada.

Nacho (6): El lateral madrileño ya conocía la Primera División. Jugó cuatro años con el Rayo (2012-2016), con un total de 68 partidos (5.079 minutos y un gol), aunque nunca gozó del estatus de titular indiscutible. Ya concluyó la temporada en el once de Sergio González, si bien no tiene competencia directa, solo el canterano Moi. Ante el Girona, tuvo bastante trabajo defensivo. El canterano Pedro Porro, un debutante en la categoría, subió mucho la banda, en especial en la primera mitad. También Portu se movió por sus inmediaciones. Nacho sufrió un par de detalles técnicos de Portu y Granell. Cometió un único error, un mal pase en línea defensiva que originó una rápida contra del Girona.

Borja (6): A sus 37 años, siete meses y tres días, comienza una séptima etapa en Primera: Real Madrid (2003-05), Real Mallorca (2005-06), Real Valladolid (2007-10), Getafe (2010-11), Getafe (2012-14), Eibar (2014-15) y, de nuevo, Real Valladolid (2018-...). El gallego es el segundo jugador más veterano, solo por detrás de Juanjo Camacho (Huesca), en una categoría en la que ya atesora 203 partidos. La edad no es un impedimiento. Realizó un sensacional trabajo defensivo en el doble pivote con Alcaraz en Montilivi.

Alcaraz (7): El pivote catalán debutó con la camiseta blanquivioleta y debutó en Primera División ante, precisamente, su anterior equipo, el Girona. Por inversión (un millón de euros), por contrato (cuatro años) y por edad (27 años), apunta a jugador clave en este nuevo Real Valladolid. Formó un impenetrable doble pivote con Borja. Alcaraz se descolgó algo más en ataque, si bien el Real Valladolid cruzó muy poco la medular. Realizó el único disparo a puerta de los castellanos: un remate lejano y blando a los manos de Bono casi a la media hora de juego. Se ganó una justa y necesaria amarilla a cuatro minutos del final tras cortar una contra del Girona.

Keko apareció muy poco en ataque, pero trabajó bien en defensa.
Keko (5): Una de las grandes apuesta del Real Valladolid en su regreso a Primera. Tiene la complicada misión de hacer olvidar a Hervías, que dejó muy alto el listón con la camiseta blanquivioleta. En Girona, Keko (86 partidos en Primera) comenzó una segunda etapa con el Real Valladolid, con el que debutó en la máxima categoría del fútbol español el 6 de febrero de 2010 en Mestalla, con Onésimo en el banquillo, sustituyendo al bosnio Medunjanin. Se le vio poco en Montilivi, prácticamente nada en ataque y corriendo en defensa, donde sí estuvo aplicado. 

Anuar (6): El ceutí (23 años) cumplió el sueño con el que llegó a la Residencia de Jugadores del Real Valladolid cuando era un adolescente de trece años: debutar en Primera. Con Óscar Plano y Míchel aún con pocos minutos en las piernas, tras pasarse lesionados casi toda la pretemporada, Anuar fue el elegido para ocupar la mediapunta. Una misión, en Girona, más de calado defensivo que ofensivo. Anuar ofreció trabajo, presión y defensa. Un desgaste físico que puede, sin problemas, desarrollar. Sustituido por el italiano Verde a diecinueve minutos del final.

Toni (7): Otro debutante en Primera, otro canterano debutante en Primera. El murciano, a sus 23 años, ya es oficialmente un jugador de Primera. En el campo, fue el mejor del Real Valladolid. Realmente, el único que se acordó de atacar. Toni profundizó por la banda izquierda y creó problemas a otro debutante en las filas del Girona, Pedro Porro. Rápido y vertical, forzó un par de saques de esquina y sirvió, en el comienzo del segundo periodo, un gran centro que no encontró rematador. A dos minutos del final, Míchel le relevó.

Chris Ramos (5): Cumplió. No es el ‘nueve’ del Real Valladolid para esta temporada, el gaditano era el ‘nueve’ para la primera jornada. Los previsibles refuerzos que llegarán en los próximos días le relegarán al banquillo. Sergio González no tenía más donde elegir. Chris Ramos ha trabajado durante toda la pretemporada para demostrar que estaba listo para debutar en Primera y como titular. Cumplió en Girona. No tuvo opciones de remate, pero realizó una buena tarea de desgaste con los centrales del equipo de Eusebio, peleando por cada balón, en especial los aéreos. Se marchó al banquillo mediada la segunda miitad, sustituido por Óscar Plano.

Tras una pretemporada casi en blanco, por una lesión, Óscar Plano fue suplente.
Óscar Plano (5): Debutante en la élite del fútbol español. El ‘diez’ del Real Valladolid en su regreso a Primera. Comenzó en el banquillo tras una pretemporada en el dique seco por una lesión en la rodilla izquierda. Llegó a la primera jornada con apenas dieciocho minutos en todo el verano, en el último amistoso ante el Nürnberg. Sustituyó a Chris Ramos y contó con medio tiempo. Tocó poco el balón. Ante el Barça, en la próxima jornada, podría salir como ‘nueve’ falso.

Verde (6): El italiano entró por Anuar a diecinueve minutos del final. Verde, un amante del fútbol español, ya cumplió su objetivo de jugar en LaLiga Santander. Salió con muchas ganas, aunque con poco tiempo y con el Girona apretando. Muy dinámico en el frente de ataque.

Míchel (-): El valenciano no jugaba desde su lesión en El Molinón en el partido de vuelta de las semifinales del playoff de ascenso. Entró por Toni a dos minutos del final. Míchel es un jugador de la máxima confianza de Sergio González y el segundo de toda la plantilla del Real Valladolid, tras Borja, con más experiencia en Primera, con 86 encuentros, igualado con Keko.

Sergio González tiró y acertó con el bloque del ascenso.
Sergio González (8): La fuerza del bloque del ascenso sumó un punto. No estaba equivocado el técnico catalán, que afrontó el encuentro en Girona con tranquilidad, pese a la ausencia de refuerzos. Alineó a ocho de los titulares en el partido del ascenso ante el Numancia, con la inclusión de Chris Ramos como ‘nueve’, en el puesto del ‘pichichi’ Mata, y los fichajes de Alcaraz y Keko, por Óscar Plano, recién recuperado de una lesión, y Hervías, en el Eibar. El equipo realizó un gran trabajo defensivo, pero le faltó desplegarse en ataque.