Dos frenéticos meses con Sergio González en el banquillo devolvieron al Real Valladolid a Primera cuando ya casi nadie se lo esperaba. Una sorpresa y una enorme alegría. Un equipo que vuelve a entusiasmar, con récord histórico de abonados: 20.000 y con lista de espera, como los grandes clubes. Ahora el reto es doble: mantenerse en la élite del fútbol español y no defraudar a una afición volcada con los blanquivioletas. Un desafío para el bloque del ascenso, reforzado con tres cesiones (Ivi, Keko y el italiano Daniele Verde), un único fichaje (Alcaraz) y el impulso de la cantera (Mayoral, Moi, Salisu, Miguel, Samu Pérez y Antonio Domínguez). Mucho trabajo aún para la secretaría técnica para ultimar una plantilla competitiva, sin pólvora arriba, antes del cierre del mercado. Y con el club en venta.
Previa LaLiga Santander 2018/19: Adiós al pulso Cristiano-Messi
La Liga del siglo XXI: el VAR, el ojo del halcón, Facebook en Asia y partidos en Estados Unidos
El Real Valladolid está de vuelta en Primera.
Prometió regresar y ha cumplido, aunque le ha llevado más tiempo del deseado: cuatro largos años. La espera, quizás, haya valido la pena.
El Real Valladolid vuelve a su hogar futbolístico con un ambiente inmejorable en las gradas de Zorrilla y en las calles de la ciudad y toda la provincia. Se respira ilusión como no se recuerda en mucho tiempo. El frenético desenlace de la pasada temporada, con la llegada de Sergio González al banquillo y el ascenso en un arrollador playoff en apenas dos meses de locura, ha cambiado radicalmente el estado de ánimo del club y de la afición.
Y, ya se sabe, el fútbol es un estado de ánimo.
La campaña de abonados supone el mejor ejemplo. Un récord histórico. La ciudad y la provincia mantienen intacta la ilusión del ascenso. Quieren ver, apoyar y disfrutar con el Real Valladolid en LaLiga Santander. 20.000 abonados (más de ocho mil altas) para el curso del regreso a Primera. Y porque el club no quiere más ya que tiene que dejar espacio libre para las entradas a la venta en la taquilla. Como los grandes equipos del fútbol español, el Real Valladolid ha tenido que recurrir a una lista de espera para organizar la pasión blanquivioleta en la campaña de abonados.
No es una temporada más. Ni un ascenso más.
Los últimos ascensos con Mendilibar, en 2007, y Djukic, en 2012, se vivieron muy intensamente en Zorrilla. El Real Valladolid contó con 18.465 abonados en la temporada 2007/08, entonces marca histórica del club, y con 16.761 en el campaña 2012/13. Sergio González ha elevado los números de los venerados Mendilibar y Djukic.
El último ascenso ha devuelto, como nunca, la ilusión a la afición blanquivioleta tras casi cinco años muy duros: el descenso con Juan Ignacio Martínez y las progresivas decepciones con Rubi, Garitano (más Portugal y Alberto), Herrera y Luis César. Cuando todo apuntaba a otro año perdido, con el peligro de que el Real Valladolid se estancara en Segunda, llegó Sergio, llegó el ascenso y se desató el júbilo. Se desató una felicidad reprimida en Zorrilla durante mucho tiempo.
Ese estallido de pasión hace diferente a este ascenso. El Real Valladolid ha recuperado a su afición, que estaba a la espera de encontrar un motivo para volver a enfundarse la camiseta blanquivioleta. Este ascenso representa una oportunidad magnífica, incluso única, para consolidar la comunión entre club y afición, entre club y ciudad. Una oportunidad única para crecer impulsado por una masa social importante, entregada e ilusionada.
Tampoco es una temporada más, ni un ascenso más, porque marca un punto de inflexión en las cuentas del club. El Real Valladolid dejará de ser una entidad asfixiada por los números. La deuda, que rozó los 76 millones de euros en 2012, será historia. El Real Valladolid ya no vivirá al día, al filo de la navaja. El ascenso permitirá al club organizar su futuro, planificar.
El regreso a Primera depara unos ingresos de cuarenta millones de euros en concepto de derechos de televisión. El presupuesto del Real Valladolid en la pasada temporada se limitó a diez millones. Así de grande es el salto de categoría.
El colchón de los derechos de televisión cambia los planes del club. Los actuales números rojos del Real Valladolid se sitúan en 25 millones de euros: 20 millones a la Seguridad Social y casi 5 millones de deuda ordinaria (sin intereses). Liquidar la deuda es posible.
El ascenso, además, en caso de que la temporada saliera mal en el césped, viene con red de seguridad en forma de 14-15 millones divididos en dos años, siempre que el Real Valladolid pierda la categoría.
La ilusión por el ascenso, por tanto, también ha llegado a los despachos.
Pero el fútbol no se detiene. Garantizada la supervivencia económica del Real Valladolid, alejado el fantasma de la ingente deuda, y con la afición entregada, toca construir un nuevo proyecto deportivo e institucional con los cimientos mucho más sólidos. Y, desde luego, no repetir errores.
El Real Valladolid de la temporada 2018/19 significa el comienzo de una nueva etapa, quizás incluso más de lo esperado. Carlos Suárez es el presidente más veterano de Primera, con diecisiete años al frente del club, los siete últimos como máximo accionista. Su etapa en Valladolid se agota. Quizás, según él mismo ha deslizado, se habría agotado también por completo sin el ascenso.
Los rumores sobre la venta del club, con el ascenso bajo el brazo y la próxima liquidación de la deuda, se han sucedido en los últimos dos meses: el empresario mexicano Ernesto Tinajero (dueño del Necaxa y presente en España en el accionariado de Liberbank), con un preacuerdo por valor de 28 millones de euros; el fondo de inversión estadounidense Doyen, con el exjugador blanquivioleta César Sánchez como intermediario en España; y el astro brasileño Ronaldo, encabezando una propuesta de su país.
Ninguna oferta ha cristalizado, pero el Real Valladolid está en el escaparate. Una posible venta puede ser, a la vez, un factor de estabilidad o inestabilidad en función de su recorrido. Una vez más, prohibido cometer errores.
Pero los despachos están activos, demasiado activos. El vicepresidente José Moro dimitió en la semana posterior al ascenso. Sí sigue el otro vicepresidente, José Luis Losada, pero la sintonía con Carlos Suárez es inexistente. Moro y Losada entraron hace un año en el Real Valladolid tras abonar un préstamo personal de un millón y medio de euros a Suárez. Ambos emitieron el pasado 27 de junio un burofax para reclamar el 15% de las acciones de Suárez, en virtud del acuerdo suscrito con el presidente. La justicia resolverá, pero con sus típicos eternos plazos. No hay arreglo posible a corto plazo.
La situación accionarial del Real Valladolid está en el aire. La presidencia, también.
Un potencial riesgo para el estado de felicidad que envuelve a la afición.
Pero el Real Valladolid se enfrenta a más retos en el césped.
Tras ascender, toca mantenerse y crecer.
La afición está ilusionada pero, con el paso de las semanas y la ausencia de novedades en la plantilla, también está preocupada y contrariada.
El Real Valladolid afrontará, al menos las tres primeras jornadas, con el bloque del ascenso a Primera: el portero Masip, los defensas Kiko Olivas, Calero, Javi Moyano, Antoñito, Guitián y Nacho, los centrocampistas Luismi, Borja, Óscar Plano, Cotán, Toni, Míchel, Anuar y Mayoral y el delantero Chris Ramos. Un bloque con muy poca experiencia en Primera, salvo los veteranos Borja y Míchel. Calero, Javi Moyano, Antoñito, Óscar Plano, Toni, Anuar, Mayoral y Chris Ramos son debutantes. El resto, excepto Nacho en su etapa en el Rayo Vallecano, han tenido minutos testimoniales en Primera.
El equipo de Sergio González debutará este viernes en Montilivi ante el Girona con una plantilla con cuatro únicas novedades: los cedidos Keko (que ya vistió la camiseta blanquivioleta en la segunda vuelta de la temporada 2009/10, saldada con un descenso), Ivi y el italiano Daniele Verde (gracias a la amistad del director deportivo Miguel Ángel Gómez con Monchi) y un único fichaje, el mediocentro Rubén Alcaraz, que ha firmado por cuatro años.
El Real Valladolid también ha incorporado desde el filial del Sevilla, gracias al conocimiento de Miguel Ángel Gómez de la cantera hispalense, al portero José Antonio Caro, que jugará este curso cedido en el Albacete, y al centrocampista Fede San Emeterio, que competirá en el Granada igualmente cedido en esta campaña.
El club, por último, ha promocionado a los canteranos Mayoral (que ya tuvo algún minuto con el primer equipo en la última Liga), Moi, Salisu (con ficha del filial) y Antonio Domínguez, que se unen a Calero, Toni y Anuar. La cantera, al fin, cobra importancia en Zorrilla.
Pero las novedades no parecen suficientes como para conseguir con garantías y con el menor sufrimiento posible la permanencia. No lo son. A la secretaría técnica del Real Valladolid le queda medio mes de agosto para reforzar la plantilla, en especial la delantera, huérfana de pólvora tras la salida del ‘pichichi’ Mata (35 goles en la temporada del ascenso) al Getafe. Chris Ramos, que apenas disputó 145 minutos (una única titularidad) en la pasada campaña, es ahora mismo el único ‘nueve’ puro que tiene Sergio González. El canterano Miguel (dieciocho años) es, de momento, la alternativa.
Pese al ascenso, al Real Valladolid le está costando mucho cerrar fichajes en un mercado terriblemente inflado, con unos traspasos fuera de toda lógica social e incluso futbolística. El cheque de la televisión y el dinero recibido por los traspasos de Jose (del Barça al Leganés), Kepa (del Athletic al Chelsea) y Yuri (del PSG al Athletic) con, respectivamente, 750.000, 400.000 y 100.000 euros no han facilitado la incorporación de nuevos jugadores a Zorrilla.
Pero lo cierto es que los teóricos rivales en la batalla por la permanencia sí están fichando y el Real Valladolid, no. El trabajo en los despachos en verano resulta imprescindible para el futuro devenir de la temporada. El objetivo de la permanencia comienza antes de la primera jornada, con la confección de una plantilla competitiva.
Horas antes del debut en Montilivi, Sergio González ha pedido calma: “Tengo plena confianza en mi equipo, en los jugadores que viajan a Girona, en el bloque”. El técnico del Real Valladolid, pieza clave en el ascenso, ha apelado a que aún queda tiempo antes del cierre del mercado de fichajes: “El primer día de entrenamientos ya comentamos que en la última quincena de agosto iba a haber muchos movimientos”.
Los habrá. Hay jugadores con los que no se cuenta, como Guitián. Antoñito, Cotán e incluso Luismi son transferibles si llega una oferta interesante a las oficinas del Real Valladolid. Además, Sergio González ha recomendado a Antonio Domínguez, promocionado desde el filial, una cesión para una mejor progresión del onubense.
Habrá salidas y, desde luego, habrá entradas. El Real Valladolid, tras la marcha de Isaac Becerra al Nàstic y la incomprensible cesión de Caro al Albacete, necesita un segundo portero, rol que ha asumido durante la pretemporada el canterano Samu Pérez (21 años). La defensa también está incompleta, sobre todo en el eje de la zaga, y sin contar las posibles salidas de Guitián y Antoñito, con el regreso de Balenziaga como un anhelo casi imposible por su ficha en el Athletic, cerca de un millón de euros.
Alcaraz, hasta ahora, supone la gran apuesta del Real Valladolid en su regreso a Primera. No solo porque ha sido el único gasto en las arcas del club, con un millón de euros abonado al Girona, sino también porque el pivote catalán tiene el contrato más extenso de toda la primera plantilla, hasta 2022. Con Alcaraz, Borja, Luismi, Anuar, Cotán y Míchel, la posición de mediocentro está, en principio, cubierta, sin desechar ninguna buena oportunidad de última hora.
Las cesiones de los extremos Ivi (Levante), Keko (Málaga) y el internacional italiano sub-21 Verde (Roma) no cubren la falta de gol de la plantilla. Ninguno de los tres es un delantero nato.
El Eibar ha cerrado la puerta a un regreso de Hervías, gran protagonista del ascenso del Real Valladolid, mientras que el veterano Jorge Molina y el madridista Raúl de Tomás, objetivos blanquivioletas a lo largo de todo el verano, están cada vez más complicados. De Tomás (23 años) ya dejó una gran imagen (y catorce goles) en Zorrilla hace dos campañas como delantero del conjunto dirigido entonces por Paco Herrera. Tras realizar la pretemporada con el primer equipo del Real Madrid, no le faltan pretendientes. El Real Valladolid, aunque bien posicionado, tiene rivales muy duros, como el Rayo, con el que ascendió en el pasado curso, y el Sporting de Portugal.
La temporada 2018/19 marcará el comienzo de un nuevo Real Valladolid.
Sin deuda.
Con una afición ilusionada, con las gradas de Zorrilla llenas.
Quizás, con un nuevo propietario.
Y en Primera, porque es básico seguir en Primera.
Y porque es básico no repetir los errores del pasado y no desperdiciar una oportunidad única para gestar, entre todos, un nuevo Real Valladolid, los cimientos de un nuevo Real Valladolid.
Previa LaLiga Santander 2018/19: Adiós al pulso Cristiano-Messi
La Liga del siglo XXI: el VAR, el ojo del halcón, Facebook en Asia y partidos en Estados Unidos
Prometió regresar y ha cumplido, aunque le ha llevado más tiempo del deseado: cuatro largos años. La espera, quizás, haya valido la pena.
El Real Valladolid vuelve a su hogar futbolístico con un ambiente inmejorable en las gradas de Zorrilla y en las calles de la ciudad y toda la provincia. Se respira ilusión como no se recuerda en mucho tiempo. El frenético desenlace de la pasada temporada, con la llegada de Sergio González al banquillo y el ascenso en un arrollador playoff en apenas dos meses de locura, ha cambiado radicalmente el estado de ánimo del club y de la afición.
Y, ya se sabe, el fútbol es un estado de ánimo.
La campaña de abonados supone el mejor ejemplo. Un récord histórico. La ciudad y la provincia mantienen intacta la ilusión del ascenso. Quieren ver, apoyar y disfrutar con el Real Valladolid en LaLiga Santander. 20.000 abonados (más de ocho mil altas) para el curso del regreso a Primera. Y porque el club no quiere más ya que tiene que dejar espacio libre para las entradas a la venta en la taquilla. Como los grandes equipos del fútbol español, el Real Valladolid ha tenido que recurrir a una lista de espera para organizar la pasión blanquivioleta en la campaña de abonados.
No es una temporada más. Ni un ascenso más.
Los últimos ascensos con Mendilibar, en 2007, y Djukic, en 2012, se vivieron muy intensamente en Zorrilla. El Real Valladolid contó con 18.465 abonados en la temporada 2007/08, entonces marca histórica del club, y con 16.761 en el campaña 2012/13. Sergio González ha elevado los números de los venerados Mendilibar y Djukic.
El último ascenso ha devuelto, como nunca, la ilusión a la afición blanquivioleta tras casi cinco años muy duros: el descenso con Juan Ignacio Martínez y las progresivas decepciones con Rubi, Garitano (más Portugal y Alberto), Herrera y Luis César. Cuando todo apuntaba a otro año perdido, con el peligro de que el Real Valladolid se estancara en Segunda, llegó Sergio, llegó el ascenso y se desató el júbilo. Se desató una felicidad reprimida en Zorrilla durante mucho tiempo.
Ese estallido de pasión hace diferente a este ascenso. El Real Valladolid ha recuperado a su afición, que estaba a la espera de encontrar un motivo para volver a enfundarse la camiseta blanquivioleta. Este ascenso representa una oportunidad magnífica, incluso única, para consolidar la comunión entre club y afición, entre club y ciudad. Una oportunidad única para crecer impulsado por una masa social importante, entregada e ilusionada.
Tampoco es una temporada más, ni un ascenso más, porque marca un punto de inflexión en las cuentas del club. El Real Valladolid dejará de ser una entidad asfixiada por los números. La deuda, que rozó los 76 millones de euros en 2012, será historia. El Real Valladolid ya no vivirá al día, al filo de la navaja. El ascenso permitirá al club organizar su futuro, planificar.
El regreso a Primera depara unos ingresos de cuarenta millones de euros en concepto de derechos de televisión. El presupuesto del Real Valladolid en la pasada temporada se limitó a diez millones. Así de grande es el salto de categoría.
El colchón de los derechos de televisión cambia los planes del club. Los actuales números rojos del Real Valladolid se sitúan en 25 millones de euros: 20 millones a la Seguridad Social y casi 5 millones de deuda ordinaria (sin intereses). Liquidar la deuda es posible.
El ascenso, además, en caso de que la temporada saliera mal en el césped, viene con red de seguridad en forma de 14-15 millones divididos en dos años, siempre que el Real Valladolid pierda la categoría.
Pero el fútbol no se detiene. Garantizada la supervivencia económica del Real Valladolid, alejado el fantasma de la ingente deuda, y con la afición entregada, toca construir un nuevo proyecto deportivo e institucional con los cimientos mucho más sólidos. Y, desde luego, no repetir errores.
El Real Valladolid de la temporada 2018/19 significa el comienzo de una nueva etapa, quizás incluso más de lo esperado. Carlos Suárez es el presidente más veterano de Primera, con diecisiete años al frente del club, los siete últimos como máximo accionista. Su etapa en Valladolid se agota. Quizás, según él mismo ha deslizado, se habría agotado también por completo sin el ascenso.
Los rumores sobre la venta del club, con el ascenso bajo el brazo y la próxima liquidación de la deuda, se han sucedido en los últimos dos meses: el empresario mexicano Ernesto Tinajero (dueño del Necaxa y presente en España en el accionariado de Liberbank), con un preacuerdo por valor de 28 millones de euros; el fondo de inversión estadounidense Doyen, con el exjugador blanquivioleta César Sánchez como intermediario en España; y el astro brasileño Ronaldo, encabezando una propuesta de su país.
Ninguna oferta ha cristalizado, pero el Real Valladolid está en el escaparate. Una posible venta puede ser, a la vez, un factor de estabilidad o inestabilidad en función de su recorrido. Una vez más, prohibido cometer errores.
Pero los despachos están activos, demasiado activos. El vicepresidente José Moro dimitió en la semana posterior al ascenso. Sí sigue el otro vicepresidente, José Luis Losada, pero la sintonía con Carlos Suárez es inexistente. Moro y Losada entraron hace un año en el Real Valladolid tras abonar un préstamo personal de un millón y medio de euros a Suárez. Ambos emitieron el pasado 27 de junio un burofax para reclamar el 15% de las acciones de Suárez, en virtud del acuerdo suscrito con el presidente. La justicia resolverá, pero con sus típicos eternos plazos. No hay arreglo posible a corto plazo.
La situación accionarial del Real Valladolid está en el aire. La presidencia, también.
Un potencial riesgo para el estado de felicidad que envuelve a la afición.
Pero el Real Valladolid se enfrenta a más retos en el césped.
Tras ascender, toca mantenerse y crecer.
La afición está ilusionada pero, con el paso de las semanas y la ausencia de novedades en la plantilla, también está preocupada y contrariada.
El Real Valladolid afrontará, al menos las tres primeras jornadas, con el bloque del ascenso a Primera: el portero Masip, los defensas Kiko Olivas, Calero, Javi Moyano, Antoñito, Guitián y Nacho, los centrocampistas Luismi, Borja, Óscar Plano, Cotán, Toni, Míchel, Anuar y Mayoral y el delantero Chris Ramos. Un bloque con muy poca experiencia en Primera, salvo los veteranos Borja y Míchel. Calero, Javi Moyano, Antoñito, Óscar Plano, Toni, Anuar, Mayoral y Chris Ramos son debutantes. El resto, excepto Nacho en su etapa en el Rayo Vallecano, han tenido minutos testimoniales en Primera.
El equipo de Sergio González debutará este viernes en Montilivi ante el Girona con una plantilla con cuatro únicas novedades: los cedidos Keko (que ya vistió la camiseta blanquivioleta en la segunda vuelta de la temporada 2009/10, saldada con un descenso), Ivi y el italiano Daniele Verde (gracias a la amistad del director deportivo Miguel Ángel Gómez con Monchi) y un único fichaje, el mediocentro Rubén Alcaraz, que ha firmado por cuatro años.
Ivi y Keko jugaron en la pasada temporada en Primera en el Levante y el Málaga, respectivamente. Fotos: www.realvalladolid.es |
El club, por último, ha promocionado a los canteranos Mayoral (que ya tuvo algún minuto con el primer equipo en la última Liga), Moi, Salisu (con ficha del filial) y Antonio Domínguez, que se unen a Calero, Toni y Anuar. La cantera, al fin, cobra importancia en Zorrilla.
Pero las novedades no parecen suficientes como para conseguir con garantías y con el menor sufrimiento posible la permanencia. No lo son. A la secretaría técnica del Real Valladolid le queda medio mes de agosto para reforzar la plantilla, en especial la delantera, huérfana de pólvora tras la salida del ‘pichichi’ Mata (35 goles en la temporada del ascenso) al Getafe. Chris Ramos, que apenas disputó 145 minutos (una única titularidad) en la pasada campaña, es ahora mismo el único ‘nueve’ puro que tiene Sergio González. El canterano Miguel (dieciocho años) es, de momento, la alternativa.
Pese al ascenso, al Real Valladolid le está costando mucho cerrar fichajes en un mercado terriblemente inflado, con unos traspasos fuera de toda lógica social e incluso futbolística. El cheque de la televisión y el dinero recibido por los traspasos de Jose (del Barça al Leganés), Kepa (del Athletic al Chelsea) y Yuri (del PSG al Athletic) con, respectivamente, 750.000, 400.000 y 100.000 euros no han facilitado la incorporación de nuevos jugadores a Zorrilla.
Pero lo cierto es que los teóricos rivales en la batalla por la permanencia sí están fichando y el Real Valladolid, no. El trabajo en los despachos en verano resulta imprescindible para el futuro devenir de la temporada. El objetivo de la permanencia comienza antes de la primera jornada, con la confección de una plantilla competitiva.
Horas antes del debut en Montilivi, Sergio González ha pedido calma: “Tengo plena confianza en mi equipo, en los jugadores que viajan a Girona, en el bloque”. El técnico del Real Valladolid, pieza clave en el ascenso, ha apelado a que aún queda tiempo antes del cierre del mercado de fichajes: “El primer día de entrenamientos ya comentamos que en la última quincena de agosto iba a haber muchos movimientos”.
Los habrá. Hay jugadores con los que no se cuenta, como Guitián. Antoñito, Cotán e incluso Luismi son transferibles si llega una oferta interesante a las oficinas del Real Valladolid. Además, Sergio González ha recomendado a Antonio Domínguez, promocionado desde el filial, una cesión para una mejor progresión del onubense.
El internacional italiano sub-21 Daniele Verde llega cedido por la Roma. |
Alcaraz, hasta ahora, supone la gran apuesta del Real Valladolid en su regreso a Primera. No solo porque ha sido el único gasto en las arcas del club, con un millón de euros abonado al Girona, sino también porque el pivote catalán tiene el contrato más extenso de toda la primera plantilla, hasta 2022. Con Alcaraz, Borja, Luismi, Anuar, Cotán y Míchel, la posición de mediocentro está, en principio, cubierta, sin desechar ninguna buena oportunidad de última hora.
Las cesiones de los extremos Ivi (Levante), Keko (Málaga) y el internacional italiano sub-21 Verde (Roma) no cubren la falta de gol de la plantilla. Ninguno de los tres es un delantero nato.
El Eibar ha cerrado la puerta a un regreso de Hervías, gran protagonista del ascenso del Real Valladolid, mientras que el veterano Jorge Molina y el madridista Raúl de Tomás, objetivos blanquivioletas a lo largo de todo el verano, están cada vez más complicados. De Tomás (23 años) ya dejó una gran imagen (y catorce goles) en Zorrilla hace dos campañas como delantero del conjunto dirigido entonces por Paco Herrera. Tras realizar la pretemporada con el primer equipo del Real Madrid, no le faltan pretendientes. El Real Valladolid, aunque bien posicionado, tiene rivales muy duros, como el Rayo, con el que ascendió en el pasado curso, y el Sporting de Portugal.
La temporada 2018/19 marcará el comienzo de un nuevo Real Valladolid.
Sin deuda.
Con una afición ilusionada, con las gradas de Zorrilla llenas.
Quizás, con un nuevo propietario.
Y en Primera, porque es básico seguir en Primera.
Y porque es básico no repetir los errores del pasado y no desperdiciar una oportunidad única para gestar, entre todos, un nuevo Real Valladolid, los cimientos de un nuevo Real Valladolid.
PLANTILLA DEL REAL VALLADOLID 2018/19:
-PORTEROS:
1. Jordi MASIP (29 años) (Sabadell-Barcelona) (Segunda temporada).
-DEFENSAS:
3. Moisés MOI Delgado (24 años) (Utrera-Sevilla) (Primera temporada) (Asciende desde el filial).
4. Francisco José KIKO OLIVAS (29 años) (Antequera-Málaga) (Segunda temporada).
1. Jordi MASIP (29 años) (Sabadell-Barcelona) (Segunda temporada).
-DEFENSAS:
3. Moisés MOI Delgado (24 años) (Utrera-Sevilla) (Primera temporada) (Asciende desde el filial).
4. Francisco José KIKO OLIVAS (29 años) (Antequera-Málaga) (Segunda temporada).
A sus 22 años, el vallisoletano Fernando Calero es el jefe de la zaga. |
17. Javier JAVI MOYANO (32 años) (Jaén) (Cuarta temporada).
18. Antonio Jesús ANTOÑITO Regal (30 años) (Herrera-Sevilla) (Segunda temporada).
20. Alberto GUITIÁN (28 años) (Los Corrales de Buelna-Cantabria) (Tercera temporada).
22. José Ignacio NACHO Martínez (29 años) (Madrid) (Segunda temporada).
-CENTROCAMPISTAS:
7. Iván IVI López (24 años) (Madrid) (Primera temporada).
8. BORJA Fernández (37 años) (Orense) (Séptima temporada en tres etapas: 2007-10, 2015-16 y 2017-actualidad).
10. ÓSCAR PLANO (27 años) (Madrid) (Segunda temporada).
11. Daniele VERDE (22 años) (Nápoles-Italia) (Primera temporada).
Alcaraz ha firmado por cuatro temporadas con el Real Valladolid. |
14. Rubén ALCARAZ (Barcelona) (27 años) (Primera temporada).
15. ANTONIO DOMÍNGUEZ (25 años) (Punta Umbría-Huelva) (Primera temporada) (Asciende desde el filial).
16. Antonio Jesús COTÁN (22 años) (Olivares-Sevilla) (Segunda temporada).
19. Laureano Antonio TONI Villa (23 años) (Murcia) (Segunda temporada).
21. Miguel Alfonso MÍCHEL Herrero (30 años) (Burjassot-Valencia) (Tercera temporada).
23. ANUAR Mohamed Tuhami (23 años) (Ceuta) (Segunda temporada).
25. Sergio KEKO Gontán (26 años) (Brunete-Madrid) (Segunda temporada. Jugó en el Real Valladolid en la segunda vuelta del curso 2009/10).
42. David MAYORAL (21 años) (Ávila) (Primera temporada) (Asciende desde el filial).
-DELANTEROS:
La temporada arrancará con Chris Ramos como único delantero de la plantilla. |
12. Christopher CHRIS RAMOS (21 años) (Cádiz) (Segunda temporada).
-ENTRENADOR:
SERGIO GONZÁLEZ (41 años) (L’Hospitalet de Llobregat-Barcelona) (Segunda temporada).
BAJAS: MATA (Final del contrato) (Getafe CF – LaLiga Santander Primera División), ROTPULLER (Final del contrato) (Sin equipo), IBAN SALVADOR (Rescisión del contrato) (Real Club Celta de Vigo B – Segunda B Grupo I), DEIVID (Rescisión del contrato) (Unión Deportiva Las Palmas – LaLiga 1|2|3 Segunda División), ISAAC BECERRA (Rescisión del contrato) (Gimnàstic de Tarragona – LaLiga 1|2|3 Segunda División), HERVÍAS (Final de la cesión) (SD Eibar – LaLiga Santander Primera División), GIANNIOTAS (Final de la cesión) (Olympiacos FC – Souroti Super League de Grecia), ONTIVEROS (Final de la cesión) (Málaga CF – LaLiga 1|2|3 Segunda División), TONI MARTÍNEZ (Final de la cesión) (West Ham – Premier League de Inglaterra) (Cedido al Rayo Majadahonda – LaLiga 1|2|3 Segunda División), BORJA HERRERA (Final de la cesión) (Unión Deportiva Las Palmas – LaLiga 1|2|3 Segunda División) (Traspasado al CF Reus Deportiu – LaLiga 1|2|3 Segunda División), CARO (Cedido al Albacete Balompié – LaLiga 1|2|3 Segunda División) y FEDE SAN EMETERIO (Cedido al Granada CF – LaLiga 1|2|3 Segunda División).
Los traspasos de JOSE, del FC Barcelona (LaLiga Santander Primera División) al Leganés (LaLiga Santander Primera División); KEPA, del Athletic (LaLiga Santander Primera División) al Chelsea (Premier League de Inglaterra) y YURI, del PSG (Ligue 1 Conforama de Francia) al Athletic (LaLiga Santander Primera División), han dejado, respectivamente, 750.000 euros, 400.000 euros y 100.000 euros en las arcas del Real Valladolid en concepto de derechos de formación.
Los traspasos de JOSE, del FC Barcelona (LaLiga Santander Primera División) al Leganés (LaLiga Santander Primera División); KEPA, del Athletic (LaLiga Santander Primera División) al Chelsea (Premier League de Inglaterra) y YURI, del PSG (Ligue 1 Conforama de Francia) al Athletic (LaLiga Santander Primera División), han dejado, respectivamente, 750.000 euros, 400.000 euros y 100.000 euros en las arcas del Real Valladolid en concepto de derechos de formación.
Jornada 1 (18-19 de agosto): Girona FC – REAL VALLADOLID.
Jornada 2 (26 de agosto): REAL VALLADOLID – FC Barcelona.
Jornada 3 (2 de septiembre): Getafe CF – REAL VALLADOLID.
Jornada 4 (16 de septiembre): REAL VALLADOLID – Deportivo Alavés.
Jornada 5 (23 de septiembre): RC Celta de Vigo – REAL VALLADOLID.
Jornada 6 (26 de septiembre): REAL VALLADOLID – Levante UD.
Jornada 7 (30 de septiembre): Villarreal CF – REAL VALLADOLID.
Jornada 8 (7 de octubre): REAL VALLADOLID – SD Huesca.
Jornada 9 (21 de octubre): Real Betis – REAL VALLADOLID.
Jornada 10 (28 de octubre): REAL VALLADOLID – RCD Espanyol.
Jornada 11 (4 de noviembre): Real Madrid CF – REAL VALLADOLID.
Jornada 12 (11 de noviembre): REAL VALLADOLID – SD Eibar.
Jornada 13 (25 de noviembre): Sevilla CF – REAL VALLADOLID.
Jornada 14 (2 de diciembre): REAL VALLADOLID – CD Leganés.
Jornada 15 (9 de diciembre): Real Sociedad – REAL VALLADOLID.
Jornada 16 (16 de diciembre): REAL VALLADOLID – Atlético de Madrid.
Jornada 17 (22 de diciembre): Athletic Club – REAL VALLADOLID.
Jornada 18 (6 de enero): REAL VALLADOLID – Rayo Vallecano.
Jornada 19 (13 de enero): Valencia CF – REAL VALLADOLID.
Jornada 20 (20 de enero): Levante UD – REAL VALLADOLID.
Jornada 21 (27 de enero): REAL VALLADOLID – RC Celta de Vigo.
Jornada 22 (3 de febrero): SD Huesca – REAL VALLADOLID.
Jornada 23 (10 de febrero): REAL VALLADOLID – Villarreal CF.
Jornada 24 (17 de febrero): FC Barcelona – REAL VALLADOLID.
Jornada 25 (24 de febrero): REAL VALLADOLID – Real Betis.
Jornada 26 (3 de marzo): RCD Espanyol – REAL VALLADOLID.
Jornada 27 (10 de marzo): REAL VALLADOLID – Real Madrid.
Jornada 28 (17 de marzo): SD Eibar – REAL VALLADOLID.
Jornada 29 (31 de marzo): REAL VALLADOLID – Real Sociedad.
Jornada 30 (3 de abril): CD Leganés – REAL VALLADOLID.
Jornada 31 (7 de abril): REAL VALLADOLID – Sevilla CF.
Jornada 32 (14 de abril): REAL VALLADOLID – Getafe CF.
Jornada 33 (21 de abril): Deportivo Alavés – REAL VALLADOLID.
Jornada 34 (24 de abril): REAL VALLADOLID – Girona CF.
Jornada 35 (28 de abril): Atlético de Madrid – REAL VALLADOLID.
Jornada 36 (5 de mayo): REAL VALLADOLID – Athletic Club.
Jornada 37 (12 de mayo): Rayo Vallecano – REAL VALLADOLID.
Jornada 38 (19 de mayo): REAL VALLADOLID – Valencia CF.