viernes, 28 de junio de 2013

Contador-Froome, llega el duelo más esperado

Primer cara a cara en la Grande Boucle entre el ciclista español y el británico, que parte como favorito tras una extraordinaria temporada. Joaquim Rodríguez, Alejandro Valverde y Tejay Van Garderen son los principales ‘outsiders’ al maillot amarillo. La ronda gala, que cumple cien ediciones, arrancará por primera vez en la isla de Córcega, inicio de un recorrido ideal para los escaladores. La montaña, con tres etapas en los Alpes con un inédito doble paso por Alpe d’Huez, se impone a la contrarreloj, con 25 kilómetros por equipos y apenas 65 individuales. La segunda crono, a cuatro días de París, incluye además dos puertos encadenados.

El Tour cumple cien ediciones con una urgente, necesaria y pendiente regeneración del ciclismo.


Contador y Froome, máximos favoritos a la victoria en el Tour de Francia.

El Tour de Francia, que arrancará este sábado en Porto Vecchio, en la isla de Córcega, vivirá el duelo más esperado del ciclismo moderno que enfrentará al español Alberto Contador con el británico de origen keniata Chris Froome. Será la primera vez que se vean las caras en la ronda gala. Hasta ahora, solo han medido sus fuerzas una vez en una carrera de tres semanas. Fue en la Vuelta 2012. Contador, tras su regreso por dopaje de clembuterol, se llevó el jersey rojo ante un fatigado Froome, cuarto, que no se recuperó de los esfuerzos del Tour, donde escoltó a Wiggins en el podio de París con la sensación de haber perdido una gran ocasión para vestirse de amarillo.


Ahora no habrá excusas. Contador y Froome correrán en el Tour su primera grande del año. Es su gran objetivo de la temporada. El español busca su tercer triunfo en Francia y limpiar su imagen, ensuciada por su polémico dopaje en la ronda gala de 2010 que le supuso una sanción de dos años, perder el maillot amarillo de esa edición y todos los resultados posteriores, entre ellos el Giro de 2011. Contador siempre ha negado que tomó clembuterol de forma consciente y ha explicado la presencia de esta sustancia prohibida en su organismo por una contaminación alimenticia procedente de un filete de ternera comprado en Irún en la segunda jornada de descanso del Tour 2010.
Froome afronta también la Grande Boucle con rabia y deseo de reivindicarse. El británico perdió hace un año una gran ocasión para ganar su primer Tour. Los galones de equipo pesaron más y el Sky ordenó a Froome que respetara a su jefe de filas, Bradley Wiggins. Siempre quedará la duda. Wiggins era más fuerte en las etapas contrarreloj. Aventajó en dos minutos a su lugarteniente. Pero Froome, que perdió 1:25 por un pinchazo a diez kilómetros de meta en la primera etapa del Tour, iba al menos un punto por encima en la montaña. En Peyragudes, llegó incluso a descolgar a Wiggins parando momentos después.
Froome espera a Wiggins en el pasado Tour.
Ahora, con la ausencia del actual campeón del Tour de Francia, Froome quiere el maillot amarillo que se le escapó hace un año. Sin Wiggins, ausente por una lesión en la rodilla izquierda tras un decepcionante Giro, es su gran oportunidad. Además del Tour 2012, Froome ya perdió la Vuelta 2011 por la indefinición del liderazgo del Sky. Era el hombre más fuerte de la carrera pero la formación inglesa apostó por Wiggins. Solo cambió de líder cuando falló el jefe de filas. Tarde. Cobo aprovechó para llevarse la Vuelta. Froome no quiere más frustraciones. En esta edición del Tour, la centésima, solo le vale la victoria.
El inglés es, sin duda, el gran favorito. Su temporada 2013 le delata y asusta. Froome ha ganado cuatro de las cinco rondas por etapas que ha disputado: Omán, Criterium Internacional, Romandía y Dauphiné. En la Tirreno, acabó segundo. Solo Vincenzo Nibali, que no correrá este Tour tras conquistar el Giro, ha conseguido ganarle en esta temporada. “Definitivamente, me da confianza haber tenido un camino correcto hacia el Tour, tener la preparación adecuada. Dicho esto, una vez que empecemos la carrera en Córcega, todo lo que hemos hecho antes no importará”, ha señalado Froome, que contará con una poderosa guardia pretoriana: Porte, Boasson Hage, Kiryenka, Siutsou, Stannard, Kennaugh, Thomas y el español David López.
“Contador debe ser el líder de la oposición”. No solo lo piensa el director del Tour, Christian Prudhomme, sino todo el pelotón. El ciclisma madrileño, que lleva una floja temporada, con solo un triunfo de etapa en el lejano Tour de San Luis (Argentina), acepta el reto. De momento, Froome le ha batido en Omán, Tirreno y Dauphiné pero esto es el Tour y el ciclista de Saxo Bank se conoce al dedillo la carrera. “Froome está muy fuerte en todo en todo el año pero, si viera que no se le puede ganar, no me motivaría para venir”. Contador, ausente en la pasada edición por su sanción por dopaje, tiene un as en la manga: un gran equipo (Kreuziger, Rogers, Roche, Paulinho, Tosatto, Benatti y los españoles Noval y Jesús Hernández) a su alrededor. Saxo Bank tiene un ‘nueve’ fortísimo en montaña, más incluso que Sky.
Contador, que llega “a un 90%, que es como quiero estar viendo el recorrido del Tour”, se marca como objetivo estar cerca de Froome tras la segunda contrarreloj individual. Quedarían entonces tres etapas alpinas, terreno más que suficiente para que el ‘pistolero de Pinto’ destape el tarro de las esencias como en la pasada Vuelta a España con su ataque desde lejos en Fuente Dé. “El objetivo es estar en lo más alto en París”, ha insistido en los días previos al inicio de la Grande Boucle. El Tour es el gran objetivo de la temporada y, sin duda, la gran espina que Alberto Contador desea quitarse desde su positivo por clembuterol.
Valverde busca el podio en los Campos Elíseos.
El duelo entre Froome y Contador deja en un segundo plano al resto de corredores importantes del pelotón. No obstante, no todos se resignan. Hay ambición por colarse en la lucha entre el inglés y el español. En especial, Alejandro Valverde y Joaquim ‘Purito’ Rodríguez no se conforman con una buena actuación, buscarán una nota alta. El recorrido, con poca contrarreloj y mucha montaña, les beneficia. “Estoy convencido de que Valverde tiene un podio en sus piernas y esta debe ser su oportunidad”, ha admitido Eusebio Unzúe, mánager general del Movistar. Ganador de cuatro etapas en el Tour, a sus 33 años ha llegado el momento de pisar el cajón de los Campos Elíseos. La carretera decidirá si incluso este primer objetivo se queda corto. Valverde tendrá el apoyo de un excepcional grupo: Quintana, Rui Costa, Amador, Castroviejo, Erviti, Plaza, Roja y José Iván Gutiérrez.
Otro español, Joaquim Rodríguez, apunta al podio del Tour. El catalán disputará su segunda ronda gala. En 2010, fue séptimo y ganó una etapa en la explosiva subida de Mende. ‘Purito’ renunció a un Giro propicio para preparar el Tour y brillar en la carrera más importante del calendario internacional. Con apenas dos cronos individuales, y una de ellas con dos puertos, el recorrido no será un problema. “Nos hemos preparado para hacer un gran Tour como hicimos en el Giro y en la Vuelta, así que espero estar al mismo nivel”, ha señalado el escalador catalán que, a sus 34 años, conoce los podios de las otras dos grandes rondas por etapas. ‘Purito’ tendrá la colaboración de sus dos más próximos gregarios del Katusha: Dani Moreno y Alberto Losada. Además, la formación rusa correrá con Brutt, Kristoff, Kuschynski, Smukulis, Trofimov y Vorganov.
Tejay Van Garderen.
En un tercer plano, aparece un grupo de corredores cuya máxima aspiración sería subir al cajón. La nómina la encabeza el australiano Cadel Evans, todo un veteranazo de 36 años que se ha atrevido a hacer el doblete Giro-Tour. En la corsa rosa, fue tercero tras Nibali y Urán. El australiano ganó el Tour hace apenas dos años y fue segundo en 2007 y 2008 pero, por edad y por el desgaste del Giro, no parece que pueda luchar por la victoria. En su mismo equipo, el BMC, tiene guardada una segunda bala muy estimulante: el norteamericano Tejay Van Garderen, maillot blanco al mejor clasificado menor de 26 años en 2012. Van Garderen, quinto hace un año, es un corredor completo, muy al estilo de Indurain, Ullrich o Armstrong, ciclistas fuertes capaces de dominar en las cronos sin ceder en la montaña. Llega al Tour fresco y como una amenaza al podio y, quién sabe, si a algo más.
Junto con el dúo anglosajón del BMC, aparece el nombre de un ganador de la ronda francesa, el luxemburgués Andy Schleck, lejos de su mejor forma. El escalador de Radioshack afronta el Tour como un peligroso ‘tapado’: “Tengo mis ideas, me las guardo para mí, pero tal vez sea la sorpresa del mes de julio”, ha señalado Schleck, que no levanta cabeza desde que se rompiera el sacro en el Dauphiné de 2012. El italiano Cunego (Lampre) es otro ilustre secundario, si bien nunca ha brillado demasiado en el Tour, una carrera en la que ganó el maillot blanco en el lejano 2006. Dos belgas: Jürgen Van den Broeck (Lotto), cuarto en 2010 y 2012, y Thomas de Gendt (Vacansoleil), estarán atentos por si fallan los favoritos de una ronda francesa ideal para los escaladores.
Un esperanzador Euskaltel-Euskadi, con Igor Antón, Mikel Nieve y los hermanos (Jon y Gorka) Izaguirre; los franceses Pinot (FDJ), Chavanel (Omega), Rolland (Europcar) y Voeckler (Europcar); el póker de Garmin (Hesjedal, Danielson, Talansky y Vandevelde); el Belkin holandés (con Mollema y Gesink); el Astana (con Brajkovic y Fuglsang); el campeón del mundo Philippe Gilbert (BMC); el belga Monfort (Radioshack) y el estonio Taaramae (Cofidis) serán otros seguros animadores del Tour. En la salida de Córcega tampoco faltarán la bestia eslovena Peter Sagan (Cannondale) para cazar etapas; el croner Tony Martin (Omega Pharma); los velocistas Mark Cavendish (Omega Pharma), André Greipel (Lotto), John Degenkolb (Argos) y Marcel Kittel (Argos) e iluestres veteranos como Andreas Kloden (Radioshack), Jens Voigt (Radioshack) y Stuart O’Grady (Orica).
El Tour, en su centésima edición, ha apostado por la montaña. Los especialistas contra el reloj solo tendrán 65 kilómetros individuales más otros 25 por equipos, en Niza; muy poco espacio para marcar diferencias. Además, la segunda crono, entre Embrun y Chorges, de 32 kilómetros, incluye el ascenso y descenso de dos cotas de segunda categoría: Puy Sanières (6.4 kilómetros al 6%) y Réallon (6.9 kilómetros al 6.3%). Un trazado durísimo digno de escaladores puros más que de especialistas contra el reloj. La crono está ubicada, además, en un momento trascendental de la carrera, tras el segundo día de descanso y antes del tríptico alpino. Será, sin duda, una de las etapas en las que se abrirán más distancias.
No obstante, la montaña  decidirá al vencedor. El pelotón del Tour subirá puertos históricos como Peyresourde y Val Louron (8ª etapa), Mont Ventoux (15ª), una doble inédita subida a Alpe d’Huez (18ª) y Glandon y Madeleine (19ª). Los Pirineos llegarán muy pronto, en el segundo fin de semana, y con la crono por equipos como único test previo importante. Pailheres será el primer col de entidad. Será en la octava etapa. Un durísimo paso de 15.3 kilómetros al 8% de media hasta superar los dos mil metros de altitud. Todo un interminable muro. Tras su descenso, el pelotón encarará el primer final en alto de la ronda: AX3 Domaines-Plateau de Bonascre (7.8 kilómetros al 8.2%).
La segunda jornada pirenaica concentrará cinco puertos en 165 kilómetros: Portet d’Aspet, Menté, Peyresourde, Val-Louron (que se ascenderá por una vertiente distinta a la que encumbró a Indurain en 1991) y La Hourquette d’Ancizan. Un total de 42.9 kilómetros de ascensión. Será la segunda vez que se suba La Hourquette d’Ancizan, con sus casi diez kilómetros al 7.5% y un arranque infernal: cuatro kilómetros al 8.8%. Hace dos años, sirvió como primer plato a una etapa que pasó por el Tourmalet y que concluyó en Luz Ardiden con Samuel Sánchez como vencedor. En esta ocasión, será el último puerto de la jornada pero no la meta. Quedarán treinta kilómetros con un largo descenso. A falta de especialistas como Nibali, será una ocasión ideal para buscar alguna emboscada tras un fatigoso ascenso.
En la fase intermedia del Tour, llegará tras los Pirineos la primera crono individual, entre Avranches y Mont Saint Michel (33 kilómetros). Y la única llana. Para Froome y Van Garderen, en teoría los favoritos más fuertes contra el crono, con la duda de las prestaciones actuales de Contador, es su mejor oportunidad para encarar la montaña con algo de margen. No obstante, su corta longitud invita a pensar en cortas distancias en los alrededores del espectacular Mont Saint Michel, ubicado en un promontorio rocoso en el estuario del río Couesnon, en la baja Normandía. Cuatro días después, aguarda el espectacular Mont Ventoux: 20.8 kilómetros al 7.5% con un paisaje lunar en la cima que es una de las postales más conocidas de la historia del Tour.
La carrera se resolverá, no obstante, en la última semana. Tras el día del descanso y una etapa rompepiernas en Gap en la que los favoritos reservarán, salvo sorpresa, fuerzas para la crono de Chorges, aparecerá el tríptico alpino. El primer paso será con una etapa de 172.5 kilómetros que incluye una doble subida a Alpe d’Huez, algo inédito en el Tour. Más dureza tendrá la segunda jornada alpina con cinco puertos: Glandon, Madeleine, Tamié, L’Épine y Croix Fry. 66.8 kilómetros de subida en una etapa que finalizará en Le Grand Bornard tras diez kilómetros finales de descenso.
A diferencia de los últimos años, la penúltima etapa del Tour no será una contrarreloj. El Tour ha reservado esa fecha para una jornada alpina más. Una etapa nerviosa de 125 kilómetros con Mont Revard (15.9 kilómetros al 5.6%) y Annecy-Semnoz (10.7 kilómetros con una pendiente media del 8.5%) por el camino. La última oportunidad para decidir un esperado duelo entre Contador y Froome en el Tour del centenario.



RECORRIDO:

Etapa 1: Porto Vecchio – Bastia (200 kms.)

Etapa 2: Bastia – Ajaccio (155 kms).

Etapa 3: Ajaccio – Calvi (145 kms.)

Etapa 4: Nice – Nice (25 kms.) Contrarreloj por equipos.

Etapa 5: Cagnes sur Mer – Marsella (219 kms.)

Etapa 6: Aix-en-Provence – Montpellier (176 kms.)

Etapa 7: Montpellier – Albi (205 kms.)

Etapa 8: Castres – Ax 3 Domaines (194 kms.)

Etapa 9: Saint Girons – Bagnères de Bigorre (165 kms. )

Etapa 10: Saint Gildas des Bois – Saint Malo (193 kms.)

Etapa 11: Avranches – Mont Saint Michel (33 kms.) Contrarreloj individual.

Etapa 12: Fougères – Tours (218 kms.)

Etapa 13: Tours – Saint Amand Monrond (173 kms.)

Etapa 14: Saint Pourçain sur Sioule – Lyon (191 kms.)

Etapa 15: Givors – Mont Ventoux (242 kms.)

Etapa 16: Vaison la Romaine – Gap (168 kms.)

Etapa 17: Embrun – Chorges (32 kms.) Contrarreloj individual.

Etapa 18: Gap – Alpe d'Huez (168 kms.)

Etapa 19: Le Bourg d'Oisans – Le Grand Bornand (204 kms.)

Etapa 20: Annecy – Le Semnoz (125 kms.)

Etapa 21: Château de Versailles – París Champs Elysées (118 kms.)


EQUIPOS PARTICIPANTES:

-AG2R La Mondiale (Francia).

-Astana (Kazajistán).

-Belkin (Holanda).

-BMC (Estados Unidos).

-Cannondale (Italia).

-Cofidis (Francia).

-Euskaltel-Euskadi (España).

-FDJ (Francia).

-Garmin Sharp (Estados Unidos).

-Katusha (Rusia).

-Lampre Merida (Italia).

-Lotto Belisol (Bélgica).

-Movistar (España).

-Omega Pharma Quickstep (Bélgica).

-Orica Greenedge (Australia).

-Radioshack Leopard (Luxemburgo).

-Sky (Reino Unido).

-Sojasun (Francia).

-Argos Shimano (Holanda).

-Europcar (Francia).

-Saxo Tinkoff (Dinamarca).

-Vacansoleil DCM (Holanda).