viernes, 10 de junio de 2016

La Eurocopa de la gran expansión

Rivaliza con la UE como gran proyecto de construcción europea. Y con mayor éxito y, sobre todo, ilusión. El torneo estrena nuevo formato con 24 selecciones, ocho más que en las últimas cinco ediciones. Divididas en seis grupos con cuatro equipos cada uno. Pasan los dos primeros a una novedosa y peligrosa ronda de octavos de final. Albania, Eslovaquia, Gales, Islandia e Irlanda del Norte debutan en una fase final. Tres campeonas, Holanda, Dinamarca y Grecia, principales ausentes.

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Las águilas de Albania (país de apenas tres millones de habitantes), cenicientas
de la Eurocopa de 24 junto con Islandia. Foto: Instagram Federata Shqiptare e Futbollit.
Europa no vive sus mejores días.

La crisis, que no ha desaparecido para millones de europeos (con el peligro real de convertirse en crónica para demasiados), ha debilitado ese gran proyecto común llamado Unión Europea, que reúne a 28 naciones de todos los rincones del continente. Muchas de ellas enfrentadas históricamente.

La UE, más de seis décadas después de que naciera como CECA (Comunidad Europea del Carbón y el Acero) con seis países miembros (Alemania Occidental, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo), está hoy en duda. El euroescepticismo gana adeptos. Se ha puesto de moda en medio continente.

En plena Eurocopa, los británicos decidirán el próximo jueves 23 de junio en un referéndum si permanecen, o no, en la UE.

El fútbol ni es (ni debe ser) política.

Pero funciona, como pocos aspectos de la sociedad, como una herramienta de enorme relevancia y cohesión en la construcción común de Europa.

En tiempos de descrédito de la UE, el fútbol (con la Eurocopa al frente) llega para volver a reunir, al menos alrededor de un balón, a todo un continente que necesita volver a pensar en sus ciudadanos. A fin de cuentas, todos somos vecinos. Todos somos europeos.

Si la cuestionada UE de los 28 ya no seduce, sí lo hará la Eurocopa de 24.

Tras la gran expansión política (de la que se han quedado fuera, voluntariamente, Suiza, Noruega e Islandia y también, de momento, Turquía y gran parte de las antiguas Yugoslavia y Unión Soviética), ha llegado la gran expansión futbolística.

La Eurocopa, otro ‘invento’ francés (como la Copa de Europa de clubes), ha ido creciendo, paso a paso, como la UE. Pero con mejor salud. Con un futuro mucho más esperanzador.

Las cinco primeras ediciones (1960-1976) se disputaron con fases finales con apenas cuatro partidos: la final, el duelo por el tercer y el cuarto puesto y dos semifinales.

Una versión reducida de la Eurocopa que creció hasta los ocho participantes entre 1980 y 1992. Formato de máxima igualdad que, sin embargo, se quedó pequeño. Había demanda y espacio, de sobra, para más negocio.

La Eurocopa de Inglaterra 1996 representó el primer gran salto. De ocho a dieciséis equipos. Prácticamente, media Europea. Las selecciones más grandes ya no tenían excusas para perderse la cita en las fases de clasificación.

Holanda, la gran decepción en la fase de clasificación.
Foto: UEFA (www.uefa.com) (@AFP/Getty Images)
La UEFA ha decidido dar un paso más adelante en la Eurocopa 2016. Ocho equipos más. El torneo crece hasta las 24 selecciones, un formato que, por ejemplo, tuvieron los Mundiales entre 1982 y 1994.

Una Eurocopa en la que, prácticamente, entrarían todos los miembros de la Unión Europea.

Y así ha sido. La Eurocopa de Francia 2016 ha dejado poco espacio para las ausencias, aunque las hay. Y son importantes. La ampliación no ha salvado a tres campeonas de Europa: Holanda (1988), Dinamarca (1992) y Grecia (2004). Ibrahimovic frenó a los daneses en el playoff. Holanda y Grecia fracasaron con mayor estrépito. No llegaron ni a la repesca.

Pero la ampliación, lógicamente, ha abierto las posibilidades de nuevas selecciones. La Eurocopa de Francia significará el debut de cinco combinados nacionales en el torneo: Eslovaquia (cinco millones y medio de habitantes), Gales (tres millones), Albania (tres millones), Irlanda del Norte (dos millones) e Islandia (apenas 330.000 habitantes).

Ya que la UE ha desilusionado a tantos europeos, que sea la Eurocopa, con un balón entre los pies, quien mantenga vivo el proyecto de construcción europea.