domingo, 5 de febrero de 2017

El ascenso directo se esfuma en Montilivi

El líder Levante y el Girona se escapan casi definitivamente, a dieciocho y once puntos, respectivamente. Al Real Valladolid le quedará la vía del playoff para regresar a Primera. Coris, un filón en la banda derecha, abrió el marcador mediado el primer periodo. La reacción blanquivioleta en la segunda mitad se complicó a once minutos del final con un desafortunado autogol de Pau Torres, al que le botó mal una inofensiva cesión de Guitián. De Tomás, que clama titularidad, metió emoción casi en el tiempo extra.

Pau Torres recibe el consuelo de André Leao y dos jugadores del Girona.
Fotos: www.realvalladolid.es
El Real Valladolid no atendió en Girona la última llamada del tren del ascenso directo. Los blanquivioletas no agarraron el vagón final. Tras una irregular primera vuelta, la visita a Montilivi suponía la última oportunidad para engancharse al tren directo a Primera. El Real Valladolid permaneció en el andén. Le quedará el tren del playoff, con cuatro viajeros y un único billete hasta la última parada. Coris, en la primera mitad, y Pau Torres, con un autogol a once minutos del final, dejaron los tres puntos en Girona. De Tomás recortó a tiempo para igualar el goalverage.


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Un consuelo menor. Será más que difícil que el Real Valladolid alcance ya al Girona. La brecha se antoja inasumible a estas alturas del curso: once puntos. Del líder, el Levante, mejor ni hablar, disparado a dieciocho puntos. El ascenso directo se ha escurrido por completo de las manos del equipo de Paco Herrera. Haría falta un sprint de cuatro meses casi perfecto y, además, un hundimiento, poco probable, del Levante o el Girona. Dos equipos que se han mostrado, hasta ahora, muy regulares.

El playoff será, finalmente, el objetivo de la temporada. De momento, la derrota en Montilivi ha sacado al Real Valladolid de la zona noble. Octavo clasificado, a un punto del playoff, por detrás del Cádiz (tercero), Tenerife (cuarto), Getafe (quinto), Lugo (sexto) y Real Oviedo (séptimo). Y con un calendario inminente con dos citas decisivas ante rivales directos: Tenerife, la próxima jornada en Zorrilla, y Lugo, dentro de tres semanas, también en casa. Imprescindible no fallar.

La derrota en Girona marca un punto de inflexión. No solo por el cambio de objetivo, también por los errores detectados… desde hace tiempo. Herrera no puede, ni debe, dilatar más la solución. Porque existe. El rombo en el mediocampo no funcionó. Y no es la primera vez que sucede. El regreso de Álex López al once ha decepcionado. El gallego no ha encontrado su mejor fútbol con la camiseta blanquivioleta. El equipo necesita más bandas y menos centrocampistas.

Y necesita a Raúl de Tomás de inicio. Minuto a minuto, es el mejor goleador de la plantilla. Ni siquiera Jose tiene tanta efectividad como el canterano del Real Madrid. Pero, de nuevo, Herrera dejó a De Tomás en el banquillo. Prefirió la brega de Mata, que regresaba a Montilivi, donde jugó las dos pasadas temporadas, para cubrir la baja del sancionado Juan Villar. El gol, sin embargo, llegó con De Tomás en el campo y Mata en el banquillo.

El Girona fue mejor en la primera mitad. Siguió su guion: dos carrileros muy largos, presión arriba, rapidez en los últimos metros y tres centrales, tres auténticos tallos, custodiando a René. Herrera leyó mal el encuentro y eso que Machín no sorprendió en el once y, mucho menos, en el planteamiento. El rombo en el mediocampo lastró al Real Valladolid. Coris y Aday tuvieron metros y metros libres para subir las bandas. Herrera no colocó a nadie enfrente para obligarles a defender.


El Real Valladolid sale de los puestos de playoff tras la derrota en Montilivi.
La primera mitad fue de Coris. Un inusual lateral derecho. Un delantero reconvertido a carrilero en el esquema de Machín. Ya hace un año, el Real Valladolid, entonces con Miguel Ángel Portugal en el banquillo, sufrió con Coris. Le hizo un roto a Hermoso. Repitió con el argentino Balbi, mal ayudado por Álex López. El gallego no las vio venir en la banda y participó negativamente en el gol del Girona. Coris le recortó para preparar un excelente disparo cruzado que superó a Pau Torres.

Así se las gasta el Girona. Un equipo muy ofensivo, pese a jugar con tres centrales. Un equipo que culmina no pocas jugadas con sus dos carrileros en el área rival. Antes del descanso, Aday, a puerta vacía, mandó fuera un centro de Coris. De carrilero diestro a carrilero zurdo. Se salvó un Real Valladolid que recibió también una ayudita arbitral. El colegiado andaluz Figueroa Vázquez se inhibió en una clara mano de Guitián, que cortó un balón de Portu. Intencionada o no, penalti claro.

El Girona recordó al Real Valladolid que la posesión no lo es todo. El centrocampismo de Herrera no inquietó a René en la primera mitad. Apenas una internada de Jose, a los dos minutos, que Míchel remató desviado en el segundo palo. Muy poco para un teórico candidato al ascenso directo. Demasiado fácil para el Girona, acostumbrado en las tres últimas temporadas a pelear en la zona alta. Tras dos decepciones, a Montilivi solo le vale el ascenso.

El planteamiento no cambió en la segunda mitad, aunque sí las sensaciones. El Girona se acomodó en defensa, confiado en su fortaleza atrás. Machín incluso prescindió de Coris, sustituido por Maffeo. El Real Valladolid buscó el empate. A los cinco minutos, Mata obligó a René a una buena parada. Fue la mejor opción para empatar. Los acercamientos vallisoletanos eran frecuentes, aunque saldados con frecuencia con disparos inofensivos desde la frontal. No le importaba demasiado al Girona.

Herrera tampoco se atrevió a desmontar su plan. Le cuesta renunciar al rombo. Gastó el primer cambio hombre por hombre: Ángel, con más llegada por banda, por Balbi, que había sufrido en defensa. No varió tampoco el sistema con la segunda incorporación: Sergio Marcos por un desdibujado Álex López. Hubo que esperar hasta el tercer cambio, mediada la segunda mitad, para ver a Raúl de Tomás, en lugar de Mata. Pero el rombo siguió hasta el final.


Los blanquivioletas estuvieron mejor en la segunda mitad.
Apareció también el infortunio. A once minutos del final, Pau Torres liquidó el encuentro de forma involuntaria. El césped, cuyo mal estado había sido protagonista en los últimos días, se la jugó al portero. Una cesión de Guitián, una más de las que ocurren a lo largo de un encuentro, acabó al fondo de la red tras un traicionero bote. El balón eludió un golpeo limpio de Pau Torres y se convirtió en el segundo gol del Girona. Partido zanjado y últimos minutos de tortura para Pau Torres. Guitián, bajo palos, evitó un tercer gol tras una lenta salida del portero.

De Tomás, que estuvo cerca del empate tras una jugada individual de Jordán en su primera acción en el campo, encontró el gol a dos minutos del final para devolver al choque al Real Valladolid. Tarde para empatar. A tiempo para igualar el golaverage particular tras la victoria blanquivioleta en la primera vuelta por idéntico resultado. Un golaverage que, con once puntos de desventaja, poco importa ahora. El tren del ascenso directo partió de Montilivi sin el Real Valladolid. Tendrá que subirse a los vagones del playoff. A ser posible sin rombo en el mediocampo y con De Tomás como titular.

Ficha técnica:

Girona 2: René; Coris (Maffeo 64’), Kiko Olivas, Alcalá, Juanpe, Aday; Pere Pons, Granell (Alcaraz 74’), Borja, Portu; y Sandaza (Longo 85’).

Real Valladolid 1: Pau Torres; Javi Moyano, Guitián, Álex Pérez, Balbi (Ángel 56’); André Leão, Jordán, Álex López (Sergio Marcos 63’), Míchel; Mata (Raúl de Tomás 68’) y Jose.

Goles:

1-0 (min. 25): Coris. Golazo del carrilero derecho del Girona. Coris recibe, en posición de extremo, un desplazamiento largo de Aday desde el costado contrario. Recorta a Álex López con la pierna derecha y suelta un latigazo cruzado con la zurda casi en el pico del área del Real Valladolid. El balón impacta en el poste izquierdo y acaba en la portería de Pau Torres.

2-0 (min. 79): Pau Torres, en propia puerta. Cesión atrás de Guitián al portero blanquivioleta. La mala suerte aparece en el área, en un balón sencillo y sin oposición. El césped le juega una mala pasada y el esférico bota delante de Pau Torres y se introduce en el fondo de la portería.

2-1 (min. 88): Raúl de Tomás. Asistencia de Míchel a la espalda del eje de la zaga del Girona. De Tomás controla con la pierna derecha en el área catalana y gana el mano a mano a René, con la oposición de Alcalá, con un remate con la diestra estirada tras tirarse al suelo.

Árbitro: Figueroa Vázquez (colegio andaluz). Amonestó a Portu (24’) y Alcalá (32’), por el Girona.

Incidencias: 24ª jornada de LaLiga 1|2|3. Montilivi. 5.171 espectadores. 

Las notas:

Pau Torres (1): La imagen de la derrota. Sentenció involuntariamente el encuentro. A once minutos del final, una cesión de Guitián le botó mal y acabó al fondo de la portería. Un error de los que duelen. Cierto es que el estado del césped de Montilivi no le ayudó. Los nervios se apoderaron del portero catalán. Minutos después, una mala salida estuvo cerca de regalar un gol más al Girona, pero Guitián salvó bajo palos. Hasta la fatídica recta final, Pau Torres hizo un partido correcto. Herrera le mantuvo en el once a pesar de la recuperación de Isaac Becerra. Sería cruel e injusto que perdiera la titularidad en la próxima jornada por el desafortunado error que costó el segundo gol del Girona.

Javi Moyano (4): Aday profundizó algo menos que Coris, que desarmó a Balbi. Pero Javi Moyano tampoco pudo con el carrilero zurdo del Girona. En la primera mitad, Aday rozó el gol en dos ocasiones. A los cinco minutos, remató fuera, por muy poco, en el área blanquivioleta. Al filo del descanso, falló a bocajarro tras un centro de Coris.

Guitián (6): Evitó un tercer gol del Girona nada más encajar el segundo el Real Valladolid. El cántabro sacó bajo palos un remate de Portu que iba directo al fondo de la red. En la primera mitad, ya con el Girona por delante en el marcador, frenó con la mano un balón del mismo Portu en el área. Un penalti que el colegiado perdonó.

Entre Guitián y Álex Pérez, controlaron a Sandaza, pero no al resto.
Álex Pérez (6): Sandaza estuvo controlado. El peligro llegó desde las bandas y en las acciones de segunda línea del Girona.

Balbi (3): Perdió claramente la batalla con Coris en la primera mitad. El carrilero del Girona estuvo mucho más rápido. El argentino tampoco encontró colaboración en Álex López. Antes del cuarto de hora del segundo periodo, Balbi se marchó al banquillo.

André Leão (5): Ancla del rombo. Le toca la faceta menos creativa. El Girona llegó bastante suelto desde segunda línea. El portugués no sujetó del todo el mediocampo.

Jordán (6): Mejor en la segunda mitad que en la primera. Ayudó a Míchel en la búsqueda del empate. Aportó su habitual despliegue en el mediocampo. Mediada la segunda mitad, se coló en el área del Girona para asistir a Raúl de Tomás. El madrileño falló a bocajarro.

Floja actuación de Álex López, primer cambio de Herrera.
Álex López (3): No fue su mejor día. Coris le retrató en la jugada del primer gol del Girona. El carrilero catalán le recortó en la banda. El gallego estuvo lento. No consiguió frenar las constantes subidas de Coris. En ataque, estuvo peor que Míchel y Jordán. Paco Herrera le acabó mandando al banquillo con casi treinta minutos de juego por delante. Peligra su titularidad.

Míchel (7): El más entonado en el rombo del mediocampo, bajando con frecuencia a la altura de André Leão. El valenciano es el jugador más en forma del equipo, la referencia en el esquema ofensivo. Tras sus dos asistencias de gol al Rayo en la pasada jornada, sumó una más ante el Girona. Míchel pilló la espalda a la defensa del Girona para que De Tomás acortara distancias en el marcador. En el primer periodo, a los dos minutos, disparó fuera, de cerca, tras centro de Jose. El valenciano tampoco aprovechó, ya con el marcador en contra, una mala salida de René. Antes del segundo gol del Girona, obligó al portero local a atajar un disparo lejano.

Mata (5): Regresó a Montilivi, donde jugó las dos pasadas temporadas, con una tarjeta de diecinueve goles. La afición catalana le despidió con algunos silbidos cuando fue sustituido por Raúl de Tomás. Mata tuvo, un partido más, la pólvora mojada. No marca en la Liga desde hace once jornadas y solo ha acertado una vez desde fuera del punto de penalti. Su mejor oportunidad en Montilivi llegó a los cinco minutos del segundo periodo tras aprovechar un balón suelto en el área que Coris y Alcalá no despejaron. Mata remató bien, pero René respondió mejor.

Jose no encontró el camino del gol en Girona.
Jose (5): Comenzó bien. Fue el jugador más activo en el ataque del Real Valladolid en los primeros compases. A los dos minutos, ganó la línea de fondo y centró al segundo palo dentro del área catalana. Míchel desaprovechó la asistencia. El canterano fue de más a menos. En el segundo periodo, a la hora de juego, remató a las manos de René desde la frontal.

Ángel (5): Primer cambio. Entró por Balbi a los once minutos de la segunda mitad. Vivió más cómodo que el argentino en tareas defensivas, con el Girona más retrasado. El canterano ofreció algo más de profundidad en la banda, pero no lo suficiente.

Sergio Marcos (5): Relevó a un desafortunado Álex López. Herrera mantuvo el rombo con el castellano manchego. Pero Sergio Marcos tampoco brilló. Muy disperso.

De Tomás (7): Último cambio de Herrera. Sustituyó a Mata. Tuvo medio tiempo, suficiente para marcar y rondar un gol más. Acortó distancias, a dos minutos del final, tras controlar en el área del Girona un pase en profundidad de Míchel a la espalda de la defensa catalana y superar a René con el posterior disparo. Antes del autogol de Pau Torres, De Tomás estuvo cerca de empatar. Impactó un centro de Jordán en el área del Girona, pero disparó desviado con todo a favor.

Paco Herrera perdió la batalla táctica con Pablo Machín.
Herrera (1): El principal responsable de la derrota en Montilivi. Su obstinación con el rombo debe terminar. La sobrepoblación en el mediocampo dejó huérfanas las bandas, tanto para defender como para atacar. Todo por el centro. Álex López no está ahora mismo para ser titular. Tampoco Mata. La pólvora que le falta sí la tiene Raúl de Tomás, injustamente relegado al banquillo. Transcurrida más de una mitad del campeonato, el técnico sigue sin encontrar el mejor once y el mejor sistema para este Real Valladolid.