domingo, 12 de febrero de 2017

El playoff costará

Decepcionante empate sin goles del Real Valladolid ante un mejor Tenerife, aunque sin presencia en las áreas. Los canarios no tiraron entre los tres palos. Herrera mantuvo a Pau Torres en la portería, pero recuperó una delantera con tres efectivos con De Tomás de ‘nueve’. El plan no funcionó. Dani Hernández, en el tiempo extra, salvó la ocasión más clara del encuentro: un cabezazo de Álex Pérez. Los blanquivioletas jugaron con diez el último cuarto de hora tras la expulsión, por doble amarilla, de Juan Villar.

Joan Jordán pugna con Vitolo ante la presencia de Alberto.
Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es)
Paco Herrera lleva semanas con el mismo mensaje: esperar a las últimas jornadas para asaltar la zona de ascenso. Optimismo no le falta. Quizás le sobre. El ascenso directo es un objetivo imposible y el playoff tampoco es una meta cien por cien segura. El Real Valladolid acabará la jornada, una más, fuera de la zona de promoción. Desperdició un duelo directo ante el Tenerife, que conserva una ventaja de tres puntos, cuatro con el goalaverage. Los canarios sí ganaron a los blanquivioletas en el Heliodoro Rodríguez López.


GALERÍA DE IMÁGENES

La derrota en Girona tuvo consecuencias en el once. Herrera aparcó el rombo en el mediocampo, al que recurrió en los últimos minutos, y devolvió la titularidad a Raúl de Tomás. El madrileño no jugaba de inicio desde la visita del Almería a Zorrilla el pasado 26 de noviembre, hace dos meses y medio. Herrera se arrepintió a última hora de un tercer cambio en la portería. Pau Torres, tras su famoso fallo en el segundo gol del Girona, continuó en el once después de una semana que apuntaba, sin embargo, a la titularidad de Isaac Becerra.

La revolución sonaba bien a la afición. El rombo no gusta en Zorrilla y Raúl de Tomás es el preferido como ‘nueve’ titular. Pero la revolución no funcionó ante el Tenerife. A cuatro meses para concluir la temporada, el Real Valladolid no sabe a lo que juega. Deja dudas cuando usa el rombo, el sistema preferido por Herrera. Y deja dudas cuando cambia a otra disposición táctica, en teoría, más acorde a las características de la plantilla. Cuando se acerca la fase decisiva del curso, el Real Valladolid se ha quedado sin rumbo.

Los cambios de Herrera mostraron una preocupante inoperancia del equipo. El Real Valladolid desaprovechó el olfato de gol de Raúl de Tomás. No le encontró, casi ni le buscó. Sin el rombo, que había acostumbrado al equipo a gobernar la posesión en los partidos, el Tenerife se adueñó del balón, en especial en la primera mitad. Jose y Juan Villar, como supuestos extremos, tampoco aprovecharon las bandas. El Real Valladolid fue tan manso como en muchos partidos de esta temporada. Y, ante el Tenerife, con menos balón.

Los canarios justificaron su privilegiada posición en la tabla: quintos, a dos puntos del Cádiz y el Getafe. El punto de Zorrilla prorroga su buena racha: invictos en este año, invictos en las siete últimas jornadas y con solo una derrota desde finales de octubre. Un equipo sólido, con cinco partidos consecutivos imbatido, con una trayectoria sólida. Un firme candidato al playoff. Un equipo con un plan. Martí solo sorprendió con la suplencia de Suso Santana.

Pizarro Gómez y Juan Villar discuten tras la expulsión del onubense.
La primera mitad fue canaria, con el veterano Vitolo (33 años) como motor en el mediocampo. El valor de un veterano, con casi cuatrocientos encuentros de alta competición en las piernas, en la categoría de plata es incalculable. Pero las ocasiones llegaron tras pérdidas locales, muy numerosas en la salida de balón y en el mediocampo. La verticalidad y la velocidad de Amath, Omar y Aarón, más la presencia de Lozano, ofrecieron sensación de peligro.

Al Tenerife, afortunadamente, le faltó más ambición. O, al menos, demostrarla. No se fue a por la victoria. El dominio de la primera mitad se resumió con varios acercamientos, pero apenas una ocasión clara de gol: un disparo de Amath dentro del área, tras marcharse de Álex Pérez, que se perdió por la línea de fondo. Mientras, Guitián, con una cesión atrás que acabó en saque de esquina, estuvo cerca de meter en un serio problema a Pau Torres.

El bagaje ofensivo local fue aún más escaso, con un centro de Javi Moyano, a los diez minutos, que Míchel remató en el área canaria con el interior del pie derecho. El disparo rondó el poste de Dani Hernández. De Tomás se esforzaba ante los corpulentos defensas del Tenerife, pero no aparecía en los últimos metros. Sus presuntos asistentes, Juan Villar y Jose, no cumplían con la obligación de ensanchar el campo y alimentar al ‘nueve’.

Era un partido de cero a cero, que no cambió en la segunda mitad. Ni Real Valladolid ni Tenerife ofrecieron motivos para otro escenario. El colegiado madrileño Pizarro Gómez perdonó en el arranque del segundo periodo la segunda amarilla a Jordán tras frenar una contra. Habría sido letal. Jordán, como ya ha pasado en varias ocasiones en esta temporada, se echó el equipo a la espalda a falta de un juego colectivo. El empuje de Jordán sirvió para que el Tenerife aún se reservara más.

Partido casi sin ocasiones entre dos firmes candidatos al playoff.
Los minutos pasaban con más de lo mismo en el césped. Y más de lo mismo en el banquillo. Paco Herrera no reaccionaba. Tardó, como es costumbre, muchísimo en efectuar los cambios. Y, visto el resultado y la reprobación de la grada, no acertó cuando se animó a mover el banquillo. Herrera volvió a lo que le gusta, el rombo en el mediocampo, con la entrada de Sergio Marcos. El perjudicado fue Raúl de Tomás. Y la grada, con razón, se enfadó. Herrera ya no tiene el apoyo unánime de la afición.

El empate corrió peligro en el último cuarto de hora. No fue por un arreón del Tenerife. Llegó tras una chiquillada de Juan Villar. El onubense se enzarzó con Germán, sin el balón de por medio. El cuarto árbitro les pilló y Pizarro Gómez actuó: doble amarilla. Era la segunda para Juan Villar, expulsado a doce minutos del final. Un error infantil de un jugador con demasiados antibajos en esta temporada. Veremos si el Real Valladolid no acaba por arrepentirse de haber rechazado ofertas por el onubense en los últimos mercados de fichajes.

Con inferioridad, Jordán redobló esfuerzos. El catalán soltó un espectacular latigazo lejano, desde casi treinta metros, que recordó que el Tenerife había venido con portero. Dani Hernández mandó el disparo a saque de esquina. Con diez, si alguien quiso ganar, fue el Real Valladolid. El Tenerife especuló con el empate. Pero también Herrera, que redondeó una mala tarde llamando al banquillo a los otros dos ‘jugones’ del equipo: Míchel y Jordán.

El fútbol, sin embargo, estuvo muy cerca de castigar la racanería del Tenerife. Con tres minutos por encima del tiempo extra, Álex Pérez cazó de cabeza un buen servicio de falta de Sergio Marcos. Un destello en medio de la nada. Dani Hernández evitó un gol que habría cambiado mucho la situación en la clasificación. Allí murió un partido que deja al Real Valladolid con mucho trabajo por delante para ganarse la presencia en el playoff. No vale con el optimismo de un desorientado Paco Herrera.



De arriba a abajo, Raúl de Tomás, Álex Pérez con Lozano y Guitián con Omar.
Ficha técnica:

Real Valladolid 0: Pau Torres; Javi Moyano, Guitián, Álex Pérez, Balbi; André Leão, Jordán (Mata 89’), Míchel (Rafa 85’); Juan Villar, Raúl de Tomás (Sergio Marcos 72’) y Jose.

Tenerife 0: Dani Hernández; Raúl Cámara, Germán, Jorge, Camille; Alberto (Jouini 90’), Vitolo, Omar (Tayron 85’), Aarón (Suso Santana 70’); Lozano y Amath.

Árbitro: Pizarro Gómez (colegio madrileño). Expulsó a Juan Villar por doble amarilla (51’ y 78’), del Real Valladolid. Amonestó a Jordán (29’) y Javi Moyano (93’), por el Real Valladolid, y a Vitolo (56’), Alberto (61’) y Germán (68’), por el CD Tenerife.

Minuto de silencio por la reciente tragedia en un estadio de Angola.
Incidencias: 25ª jornada de LaLiga 1|2|3. Nuevo Estadio José Zorrilla. 8.139 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los diecisiete fallecidos hace dos días en una avalancha en un estadio de fútbol en Uíge (Angola).

Las notas:

Pau Torres (6): Titular. Herrera le mantuvo tras una semana que apuntaba a un cambio en la portería. Isaac Becerra, sin embargo, se quedó en el banquillo. El Tenerife no disparó entre los tres palos. Pasado el primer cuarto de hora, Pau Torres midió mal un centro de Omar que se paseó por el área.

Javi Moyano (5): A pesar de jugar con extremos, las bandas volvieron a ser más de los laterales del Real Valladolid. Javi Moyano empezó con ganas. A los diez minutos, colocó un buen balón que Míchel no concretó. El capitán blanquivioleta fue a menos con el paso de los minutos. En defensa, Camille, Amath y Aarón llegaron muy sueltos.

Guitián (5): Casi a la media hora del partido, despejó de cabeza hacia atrás metiendo en un problema a Pau Torres. El balón acabó en córner. El cántabro sujetó mejor a Lozano que Amath.

Álex Pérez (6): Tuvo el gol de la victoria en la cabeza en el tiempo extra. Dani Hernández lo evitó. Al cuarto de hora del primer periodo, Amath le superó en carrera, pero el senegalés no precisó su posterior disparo.

Balbi (4): Gris actuación del lateral argentino. Omar le generó bastantes problemas en la banda. El argentino no existió de mediocampo para arriba.

El doctor Alberto López Moreno pregunta a André Leao, con molestias en una rodilla.
André Leão (5): El portugués hizo de André Leao. Intrascendente en el juego. Vitolo le ganó claramente la batalla en el mediocampo.

Jordán (7): El mejor jugador en las filas blanquivioletas. Se echó el equipo a la espalda, en especial en la segunda mitad. Antes del descanso, ya probó a Dani Hernández. Más claro fue su segundo intento a ocho minutos del final. El disparo, desde muy lejos, acabó en saque de esquina. El centrocampista catalán desperdició, además, una falta muy propicia en la frontal. Remató altísimo. En el comienzo de la segunda mitad, el colegiado madrileño Pizarro Gómez le perdonó una segunda amarilla y, por tanto, la expulsión tras frenar en falta una contra del Tenerife.

Míchel (6): Intermitente, pero siempre ofreciéndose. A los diez minutos, se inventó un remate con el interior del pie derecho en el área canaria. El balón pasó muy cerca del poste.

Juan Villar (4): Expulsado a doce minutos del final. Vio dos amarillas, la segunda tras un forcejeo innecesario con Germán. Al onubense, a menudo, le puede el exceso de intensidad. Juan Villar firmó un partido discreto, con escasas apariciones en la banda.

Raúl de Tomás (6): Recuperó la titularidad dos meses y medio después. No tuvo la colaboración de sus compañeros, De Tomás estuvo muy desasistido. El madrileño peleó bien con Germán y Jorge, pero le costó mucho crear ocasiones de gol. En el primer cuarto de hora del segundo periodo, remató muy alto de cabeza un centro y disparó muy por encima del larguero una falta directa.

Floja actuación de Jose, con poca presencia ofensiva.
Jose (4): El canterano sigue sin recuperar su mejor estado de forma. No inquietó al Tenerife como extremo zurdo, no profundizó por la banda izquierda.

Sergio Marcos (5): Primer cambio de Herrera para recuperar el rombo en el mediocampo. Herrera está contando más con el castellano manchego en las últimas jornadas. En el tiempo extra, colocó una buena falta lateral a la cabeza de Álex Pérez, que se quedó cerca del gol.

Rafa (-): Relevó a Míchel para reforzar la defensa tras la expulsión de Juan Villar.

Mata (-): Comenzó en el banquillo tras seis titularidades en las siete últimas jornadas. Salió en el minuto 89.

Herrera, mal en los cambios y en el planteamiento, reparte instrucciones
al equipo con Martí en primer plano.
Herrera (2): Cambió de sistema, relegó el cuestionado rombo en el mediocampo por un más ofensivo 4-3-3. Recuperó a Raúl de Tomás como delantero titular y mantuvo a Pau Torres en el once. El equipo jugó muy mal, con menos posesión de balón y escasas llegadas al área rival. Herrera tardó muchísimo en realizar los cambios, el primero fue a dieciocho minutos del final. Los relevos fueron, además, extraños, mandando al banquillo a los mejores jugadores del Real Valladolid: Raúl de Tomás, Míchel y Jordán. La grada reprobó con gritos y silbidos el cambio de Raúl de Tomás.