Los playoffs 2014 de la NBA cuentan con una circunstancia inédita.
Ninguna de las tres franquicias históricas luchará por el título. En Los
Angeles y Boston se ha hablado más de ‘tanking’ que de anillo. Nueva York, con
una temporada muy irregular, se ha quedado a medio camino.
Kobe Bryant, antes de lesionarse contra Memphis. Foto: Joe MurphyNBAEGetty Images. |
Suman 35 campeonatos, Boston (17), Los Angeles (16) y Nueva York (2), y
25 subcampeonatos, Boston (4), Los Angeles (15) y Nueva York (6), en 67
temporadas de historia de la NBA. Han disputado 147 playoffs: Los Angeles (59),
Boston (50) y Nueva York (38). Son las tres franquicias más conocidas en todo
el mundo. Lakers y Nueva York cuentan, además, con los dos mayores mercados.
Pero este año, ni Lakers, ni Celtics, ni Knicks jugarán los playoffs de la NBA.
Una circunstancia inédita. Nunca antes las tres grandes franquicias se habían
ausentado al mismo tiempo.
El ‘glamour’ de los Lakers se ha tornado en pesadilla en las últimas
cuatro temporadas. Un imparable declive. Tras ganar el anillo hace cuatro años,
los Lakers cayeron con rotundidad en las semifinales de la Conferencia Oeste
ante Dallas (4-0 en 2011) y Oklahoma (4-1 en 2012). Kobe Bryant, con un
sobreesfuerzo saldado con una rotura del tendón de Aquiles del pie izquierdo,
evitó el ridículo en la temporada 2012/13. Los Lakers entraron de milagro en
los playoffs. Se llevaron, eso sí, un colosal revés en la primera ronda: 4-0
ante San Antonio.
Ni siquiera tendrán ese consuelo en 2014. La franquicia californiana ha
firmado su peor temporada, con una triste marca de 27 victorias y 55 derrotas,
desde que se mudara a Los Angeles a comienzos de la década de los sesenta.
Fuera de los playoffs por segunda vez en los últimos veinte años. Y de error en
error. Perdió en verano a Dwight Howard. Renovó a Kobe Bryant con un jugoso
contrato de 48 millones de dólares en dos temporadas hipotecando la
reconstrucción del equipo. Y perdió la oportunidad de traspasar a Pau Gasol,
que acaba contrato, para sacar algo a cambio. La permanencia de Gasol es una
incógnita.
Curiosamente, los Lakers tuvieron un esperanzador comienzo. Conservaban una marca
positiva (10-9) cuando Bryant regresó el pasado 8 de diciembre. La estrella
‘angelina’ duró apenas seis partidos. Se volvió a romper en Memphis, esta vez
en la rodilla izquierda. Los Lakers se quedaron sin su emblema. Y, ahora sí, se
resintieron. El balance desde entonces es ridículo: 17-46. Equipo de ‘tanking’
implorando por el próximo draft. Bochornoso. El segundo peor equipo defensivo
(109.2 puntos por partido), solo peor que unos depauperados Sixers. Un
coladero, con un enorme desconcierto en el banquillo con Mike D’Antoni como máximo responsable, pese a los
buenos números de Pau Gasol (17.4 puntos y 9.7 rebotes por partido), Nick Young
(17.9) y Jodie Meeks (15.7).
Boston tampoco ha tenido una buena temporada: 25 victorias y 57 derrotas,
si bien las perspectivas eran distintas que en Los Angeles. Los Celtics habían
asumido que era un año de transición tras las salidas de Doc Rivers al
banquillo de los Clippers y de Paul Pierce y Kevin Garnett a Brooklyn. Rondo, el líder del
vestuario, tardó, además, en reaparecer más de lo esperado. Casi un año para
recuperarse de una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla
izquierda. Rondo (11.7 puntos y 9.8 asistencias por partido) regresó el 17 de
enero. Boston tenía ya una marca mala: 14-26. Los playoffs se veían lejos y el
‘tanking’ sonaba con fuerza en el TD Garden. Es la primera ausencia de Boston desde 2007.
Un año después, fueron campeones. El objetivo es repetir gesta.
Carmelo ha estado muy solo en los Knicks. Foto: Jared Wickerham/Getty Images. |
Los Knicks (37-45) han sido un caso aparte. De las tres franquicias
históricas, Nueva York ha sido la única que sí ha estado realmente compitiendo
por los playoffs. El bajo nivel de la Conferencia Este lo permitía. Nueva York,
con una trayectoria muy irregular, se ha quedado a una victoria de Atlanta,
octavo y último clasificado para los playoffs. Carmelo Anthony (27.4 puntos y
8.1 rebotes por partido) ha estado de nuevo muy solo tras el espejismo de la pasada
temporada cuando los Knicks cayeron (4-2) en las semifinales de la Conferencia
Este contra Indiana. Nueva York rompe una racha de tres presencias consecutivas
en la pelea por el anillo. Se queda fuera por séptima vez en los últimos diez
años.
Con semejante balance, el Madison ha sido un polvorín. James Dolan, el
propietario de la franquicia, ha buscado un golpe de efecto con la contratación
como presidente de Phil Jackson, el señor de los once anillos, seis con los
Bulls de Jordan y cinco con los Lakers de Kobe. Jackson, que ganó dos títulos (1970 y 1973) con los Knicks como jugador, tiene mucho trabajo por
delante. Para empezar, decidir qué hacer con Carmelo Anthony, que concluye
contrato. Su permanencia evitaría una reconstrucción inmediata comprometiendo al máximo el límite salarial. Su ausencia,
sin embargo, dejaría a los Knicks sin un crack cuando Carmelo es, precisamente, el agente libre
estrella del próximo mercado.
Lakers, Celtics y Knicks verán los playoffs por la televisión. Las tres
grandes franquicias de la NBA han fracasado. Y, si no cambian pronto su rumbo,
no será la única vez que se junten para ver a otros equipos con menos historia,
pero más juego, luchar por el anillo.