“Ambos se van a complementar bien con Álvaro (Martínez)”, ha subrayado Óscar Ollero, segundo técnico de los gladiadores azules. Pisonero ya cuenta con toda la plantilla, salvo el internacional argentino Guillermo Fischer tras su participación en los Juegos de Tokio.
De izquierda a derecha, Óscar Ollero, Robert Rosell, Dani Ramos y Mario Arranz. Foto: www.atleticovalladolid.es |
En el acto, en el céntrico hotel Colón Plaza, ha ejercido de anfitrión el presidente del Recoletas, Mario Arranz, que ha dado la bienvenida a ambas incorporaciones:
“Llegan por una temporada, aunque con la opción de ampliar por más ya que son jugadores de garra. Estuvieron en el Barcelona y vienen a desarrollar aquí su carrera deportiva ya que nuestra llamada es de progreso y para que den un paso adelante, que estamos seguros de que van a dar”.
El máximo dirigente del Recoletas Atlético Valladolid ha estado acompañado por el segundo entrenador, Óscar Ollero, que también ha arropado a los nuevos integrantes de la plantilla de los gladiadores azules:
“Ambos jugadores son sobre el papel del mismo puesto específico, pero con características físicas muy diferentes. Robert (Rosell) es un jugador de corte defensivo, contundente, que va a ayudar mucho a Guillermo Fischer atrás y a dar el recambio que necesita Álvaro Martínez. Dani (Ramos) es un poco más ofensivo, pero nos puede dar momentos puntuales en la defensa. Ambos se van a complementar bien con el tercer pivote que es Álvaro (Martínez)”.
Dani Ramos ha precisado que ha elegido Valladolid para “dar un paso más en un club más grande y también por la historia del balonmano en Valladolid y como se trabaja en el club con los pivotes. Llego para dar el máximo, indistintamente en el ataque como en la defensa, para ayudar a que quedemos lo más arriba posible”.
Natural de Lalín (Pontevedra), Ramos mide 1,91 metros, tiene 21 años y pesa 129 kilos. En la pasada campaña, el pivote gallego estuvo a un alto nivel en la Liga Sacyr Asobal, con 106 goles en 32 encuentros con una elevada efectividad del 72% con el Dicsa Modular Cisne. Tras debutar a los diecisiete años en la máxima categoría del balonmano nacional con el Barça, militó en las cuatro últimas campañas en el Cisne, con el que logró el ascenso a la Liga Sacyr Asobal en 2020 tras proclamarse campeón de la División de Honor Plata.
En cuanto al barcelonés Robert Rosell, de 1,97 metros de estatura, veinte años, cien kilos de peso y procedente del Barça B, ha señalado que “esta es mi primera experiencia fuera de casa, pero me he sentido muy arropado por los compañeros. Pensé que trabajar aquí me iba a venir muy bien para mejorar con un entrenador como Pisonero, que también ha sido pivote. Estamos trabajando en los entrenos para ser muy sólidos atrás y, además, habrá mucha competencia en el puesto de pivote”.
Rosell anotó 38 goles en 27 partidos en la División de Honor B en la pasada campaña. Además de entrar en alguna convocatoria del primer equipo del FC Barcelona, recibió en su periodo de formación la llamada de la Real Federación Española de Balonmano para formar parte de los Hispanos en las categoría promesas, juvenil y júnior, disputando el Europeo juvenil de 2018 en Croacia.