El conjunto blanquivioleta suma un punto en el Coliseum Alfonso Pérez que
durante muchos minutos supo a poco. El Getafe apenas inquietó a Mariño con un
latigazo de Diego Castro que se estrelló en el poste en el tiempo de
prolongación. En el primer tiempo, Rueda, de cabeza, también se topó con el palo.
Álvaro Rubio se impone en un salto aéreo. Fotos: www.realvalladolid.es |
El Real Valladolid sigue en descenso. Sin embargo, las sensaciones han cambiado.
Tras la victoria por la mínima ante el Villarreal, ha sumado un valioso punto
en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe con un empate a cero. Por segunda
jornada consecutiva, Mariño se ha quedado imbatido. La defensa empieza a
funcionar. El Real Valladolid se reconstruye y toma aire desde el orden. Juan Ignacio Martínez y los
jugadores, ahora sí, han colocado la primera piedra para conseguir la permanencia.
Los Cármenes, con una durísima goleada (4-0) y una pésima imagen ante el
Granada, ha sido un punto de inflexión. La ligera mejoría esbozada en San
Mamés, que el enérgico Athletic hundió, se ha confirmado e intensificado por
partida doble ante Villarreal y Getafe. Cuatro puntos en dos partidos con cero
goles en contra. La defensa, con la balsámica inclusión de Mitrovic, que ha
caído de pie en Valladolid, y una renovada versión de Rueda, ya no es un
coladero. En sus cuatro anteriores encuentros fuera de Zorrilla, el equipo
castellano se había llevado en cada uno cuatro goles.
El mediocampo, con Rubio y Rossi en el mejor momento de la temporada, ha
minimizado la sangría de pérdidas que ha masacrado al Real Valladolid en la
primera vuelta de la Liga. Juan Ignacio ha ordenado al equipo. Este Real
Valladolid se parece, salvando las evidentes diferencias en la plantilla en
calidad y veteranía, cada jornada más al Levante de JIM. Sin renunciar a los
tres puntos, el primer objetivo es dejar la portería a cero. Nada de regalos al
rival. El Villarreal se fue de vacío de Zorrilla y el Getafe, que ha
justificado su mal momento de forma con ya siete jornadas sin ganar, ha estado
cerca de perder.
Recuperada la solidez defensiva, falta la otra vertiente del fútbol: el
ataque. Ya ante el Villarreal la victoria se amarró en una acción a balón
parado y sin casi más ocasiones. Contra el Getafe, al Real Valladolid le ha faltado
mordiente arriba. Durante muchos minutos, en especial en la primera hora del
segundo tiempo, el Getafe ha estado a merced. Pero Moyà, es cierto, no ha sufrido. Las
ausencias del lesionado Óscar y del expedientado Ebert son dos obstáculos muy
complicados de afrontar para un equipo huérfano de calidad y talento en todas las
zonas del campo. En ataque, Javi Guerra está muy solo.
El Getafe, con la novedad de Lafita por Sarabia en la posición de
mediapunta, desesperó a su afición, escasa, como casi siempre, en las gradas
del Coliseum. Los madrileños controlaron el partido en los primeros diez
minutos con un Real Valladolid agazapado. Peña salvó un cabezazo de Ciprian
Marica. Poco a poco, el encuentro se fue volcando al área azulona. Otra vez una jugada
a balón parado, una falta lateral de Omar, se alió con los blanquivioletas. Como
ante el Villarreal, de nuevo Rueda, irreconocible en las dos últimas jornadas,
peinó ligeramente. El balón impactó en el poste.
Moyà evita el gol de Javi Guerra. |
La sensación de dominio del Real Valladolid creció tras el descanso. Pero
al orden, le faltó chispa en ataque. El gol se intuía. El partido tenía un
claro dueño. Pero las ocasiones no llegaban y el tiempo pasaba. Sin Óscar y sin
Ebert, no hay imaginación, no hay desborde. Ganar es muy complicado con tan pocos
recursos. Guerra y poco más. Larsson aportaba su tradicional brega en la banda
y Omar, ejecutor de las jugadas de estrategia, intentaba el uno contra uno sin éxito.
Rukavina, además, frecuentaba la banda pero no acertaba con los centros. Tampoco Peña, menos asiduo que el serbio, desde la izquierda. Moyà estaba casi inédito.
El Getafe ofrecía una imagen tan pobre que Juan Ignacio se animó a juntar
a Guerra y Manucho para buscar los tres puntos. Rama entraba también para
forzar en la banda izquierda. Ganar en el Coliseum era un objetivo factible.
Pero el Real Valladolid se quedó en un equipo muy ordenado, serio en
defensa e inocente arriba, sin capacidad
para asociarse. Una carencia letal en Primera. Diego Castro, en el tiempo de
prolongación, dejó mudo al equipo de Juan Ignacio Martínez con un ‘chutazo’
desde la frontal. Poste.
Al menos, un punto. El del orden. Para llevarse tres
habrá que añadir algo más. En la próxima jornada, ante el Elche, con la ausencia de Guerra, que cumplirá sanción por ciclo de tarjetas, un punto y dejar la portería a cero no serán suficientes.
Getafe 0: Moyà; Arroyo, Lisandro, Rafa, Roberto Lago; Míchel (Gavilán 81’),
Borja, Pedro León, Lafita (Sarabia 58’), Diego Castro; y Ciprian Marica.
Real Valladolid 0: Mariño; Rukavina, Jesús Rueda, Mitrovic, Peña; Álvaro
Rubio, Rossi (Rama 78’), Víctor Pérez (Sastre 87’), Larsson (Manucho 75’), Omar;
y Javi Guerra.
Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano). Amonestó a Roberto Lago
(37’) y Lisandro (44’), por el Getafe, y a Peña (42’), Javi Guerra (63’) y
Rukavina (66’), por el Real Valladolid.
Incidencias: 22ª jornada de la Liga BBVA. Coliseum
Alfonso Pérez. Pobrísima entrada, 1.583 espectadores, con presencia de aficionados del Real Valladolid en uno de los fondos. Se guardó un minuto de silencio por la muerte del
exseleccionador nacional Luis Aragonés.
Las notas:
Mariño (3): Partido muy cómodo para el portero gallego. El Getafe solo
disparó una vez entre palos, en una falta de Pedro León al final del primer
tiempo. Mariño atajó sin problemas. Antes había cometido un gravísimo error que
pudo resolver el encuentro. Midió mal un inocente balón largo de Borja. El bote
le superó. Afortunadamente, el esférico se marchó fuera. Habría sido, sin duda,
la jugada tonta de la jornada. Ya en el tiempo de prolongación, el poste fue su aliado
en un extraordinario disparo de Diego Castro desde la frontal.
Rukavina (6): Tuvo problemas para contener a Diego Castro en los primeros
instantes del encuentro. Poco a poco fue imponiendo su fuerza. Bien colocado
como último hombre de la defensa en los saques de esquina. Abortó varias
contras. Subió incansable la banda, pero sus centros no encontraron un rematador.
Rueda protege ante Diego Mariño. |
Jesús Rueda (7): Ha apuntalado la mejoría apreciada contra el Villarreal.
Desde que ha pasado de central zurdo a central diestro, sus errores se han
minimizado. Estuvo a punto de repetir su actuación contra el Villarreal. Al
cuarto de hora del partido, peinó levemente de cabeza otro falta lateral, esta
vez botada por Omar. El remate impactó en el poste.
Mitrovic (7): Ha caído de pie en el Real Valladolid. Transmite seguridad
a una zaga que en la primera vuelta de la Liga ha sido una verbena. Se
entiende bien con Rueda. Bien por alto y en las coberturas. De momento, un
acierto su fichaje.
Peña (6): Salvó un remate de cabeza de Ciprian Marica a los seis minutos.
Subió menos la banda que Rukavina. Tampoco encontró un rematador a sus centros.
Álvaro Rubio (7): Beneficiado por el ritmo lento del encuentro. Bien en
labores defensivas, le faltó mover más rápido el balón para que la superioridad
del Real Valladolid en el campo se tradujera en ocasiones de gol.
Rossi (7): Se desenganchó en varias ocasiones presentándose en la
frontal. Probó dos veces el disparo. Falló un control en otra contra que
le habría dejado en una buena posición para chutar.
Larsson (5): No es Ebert. El trabajo del sueco es incuestionable pero le
falta la calidad, el desborde y el instinto goleador del alemán. Sin el rebelde Ebert, con pie y medio
fuera del club, el Real Valladolid pierde mucha profundidad en la banda
derecha.
Víctor Pérez (6): Jugó como mediapunta ante la ausencia del lesionado
Óscar. Calidad tiene para ocupar esa posición pero le falta, sobre todo, la
capacidad goleadora del salmantino. No conectó en casi ningún momento con Javi
Guerra. Sí disparó, sin éxito, en un par de ocasiones desde la frontal. En los primeros
minutos, perdió un balón peligrosísimo que provocó una contra del Getafe.
Omar (6): Regresó a la titularidad en una banda izquierda en la que Juan
Ignacio no da con la tecla (Bergdich, Omar, Rama y hasta Víctor Pérez). A la
espera de Jeffren, el canario no se ganó la titularidad. Jugó algo mejor que en
encuentros anteriores, pero tuvo poca presencia en ataque. Con la ausencia de
Ebert, fue el encargado de las jugadas de estrategia.
Lisandro López salta ante Javi Guerra. |
Javi Guerra (5): En menos de 24 horas, ha pasado de esperar en las oficinas del estadio José Zorrilla su traspaso al Cardiff City a jugar en el Coliseum Alfonso Pérez. Sea por esta
distracción o por la poca ayuda de sus compañeros, el malagueño ha tenido pocas
opciones para incrementar su cuenta goleadora. Se sacó un cabezazo en el área
que Moyà, que salió a tapar, salvó mediado el primer periodo. Ya en el último
cuarto de hora, remató de espalda a la portería del Getafe un saque de esquina.
El disparo se marchó fuera por poco. Cometió un grave error con una innecesaria
entrada por detrás a Roberto Lago castigada con tarjeta amarilla, la quinta de
la temporada. Una inoportuna amonestación que le dejará fuera del decisivo
encuentro contra el Elche. Guerra cumplirá ciclo ante los ilicitanos.
Manucho (4): Salió por Larsson para acompañar a Guerra y buscar la
victoria en el Coliseum. El angoleño no participó en el juego en algo más de un
cuarto de hora.
Valdet Rama (4): Sustituyó a Rossi en el último cuarto de hora del encuentro. Sin relevancia. No profundizó por la banda izquierda.
Sastre (-): Entró por Víctor Pérez en el minuto 87.
Juan Ignacio Martínez (7): El alicantino ha cambiado la imagen del Real
Valladolid, en especial en defensa. Un acierto el tándem Rueda-Mitrovic. El
equipo necesita ahora mejorar en ataque.