sábado, 1 de febrero de 2014

El Real Valladolid se reconstruye desde el orden

El conjunto blanquivioleta suma un punto en el Coliseum Alfonso Pérez que durante muchos minutos supo a poco. El Getafe apenas inquietó a Mariño con un latigazo de Diego Castro que se estrelló en el poste en el tiempo de prolongación. En el primer tiempo, Rueda, de cabeza, también se topó con el palo.

Álvaro Rubio se impone en un salto aéreo. Fotos: www.realvalladolid.es
El Real Valladolid sigue en descenso. Sin embargo, las sensaciones han cambiado. Tras la victoria por la mínima ante el Villarreal, ha sumado un valioso punto en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe con un empate a cero. Por segunda jornada consecutiva, Mariño se ha quedado imbatido. La defensa empieza a funcionar. El Real Valladolid se reconstruye y toma aire desde el orden. Juan Ignacio Martínez y los jugadores, ahora sí, han colocado la primera piedra para conseguir la permanencia.

Los Cármenes, con una durísima goleada (4-0) y una pésima imagen ante el Granada, ha sido un punto de inflexión. La ligera mejoría esbozada en San Mamés, que el enérgico Athletic hundió, se ha confirmado e intensificado por partida doble ante Villarreal y Getafe. Cuatro puntos en dos partidos con cero goles en contra. La defensa, con la balsámica inclusión de Mitrovic, que ha caído de pie en Valladolid, y una renovada versión de Rueda, ya no es un coladero. En sus cuatro anteriores encuentros fuera de Zorrilla, el equipo castellano se había llevado en cada uno cuatro goles.

El mediocampo, con Rubio y Rossi en el mejor momento de la temporada, ha minimizado la sangría de pérdidas que ha masacrado al Real Valladolid en la primera vuelta de la Liga. Juan Ignacio ha ordenado al equipo. Este Real Valladolid se parece, salvando las evidentes diferencias en la plantilla en calidad y veteranía, cada jornada más al Levante de JIM. Sin renunciar a los tres puntos, el primer objetivo es dejar la portería a cero. Nada de regalos al rival. El Villarreal se fue de vacío de Zorrilla y el Getafe, que ha justificado su mal momento de forma con ya siete jornadas sin ganar, ha estado cerca de perder.

Recuperada la solidez defensiva, falta la otra vertiente del fútbol: el ataque. Ya ante el Villarreal la victoria se amarró en una acción a balón parado y sin casi más ocasiones. Contra el Getafe, al Real Valladolid le ha faltado mordiente arriba. Durante muchos minutos, en especial en la primera hora del segundo tiempo, el Getafe ha estado a merced. Pero Moyà, es cierto, no ha sufrido. Las ausencias del lesionado Óscar y del expedientado Ebert son dos obstáculos muy complicados de afrontar para un equipo huérfano de calidad y talento en todas las zonas del campo. En ataque, Javi Guerra está muy solo.

El Getafe, con la novedad de Lafita por Sarabia en la posición de mediapunta, desesperó a su afición, escasa, como casi siempre, en las gradas del Coliseum. Los madrileños controlaron el partido en los primeros diez minutos con un Real Valladolid agazapado. Peña salvó un cabezazo de Ciprian Marica. Poco a poco, el encuentro se fue volcando al área azulona. Otra vez una jugada a balón parado, una falta lateral de Omar, se alió con los blanquivioletas. Como ante el Villarreal, de nuevo Rueda, irreconocible en las dos últimas jornadas, peinó ligeramente. El balón impactó en el poste.

Moyà evita el gol de Javi Guerra.
La táctica de Juan Ignacio funcionaba en el campo. El Getafe, salvo con esporádicas internadas por las bandas de Diego Castro y Arroyo y en un clamoroso error de Mariño que se tragó un inocente balón largo de Borja, no tenía presencia en los últimos metros. El Real Valladolid, con discreción y desde el orden impuesto entre Rueda, Mitrovic, Rubio y Rossi, se aproximaba más y mejor. Víctor Pérez, mediapunta ante la baja de Óscar, rozó el gol con un disparo desde la frontal. Rossi malogró después una contra. Entre medias, Guerra, que ni 24 horas antes tenía casi sellado el billete para Cardiff, sacó la cabeza en el área. Moyà salvó el gol al Getafe.

La sensación de dominio del Real Valladolid creció tras el descanso. Pero al orden, le faltó chispa en ataque. El gol se intuía. El partido tenía un claro dueño. Pero las ocasiones no llegaban y el tiempo pasaba. Sin Óscar y sin Ebert, no hay imaginación, no hay desborde. Ganar es muy complicado con tan pocos recursos. Guerra y poco más. Larsson aportaba su tradicional brega en la banda y Omar, ejecutor de las jugadas de estrategia, intentaba el uno contra uno sin éxito. Rukavina, además, frecuentaba la banda pero no acertaba con los centros. Tampoco Peña, menos asiduo que el serbio, desde la izquierda. Moyà estaba casi inédito.

El Getafe ofrecía una imagen tan pobre que Juan Ignacio se animó a juntar a Guerra y Manucho para buscar los tres puntos. Rama entraba también para forzar en la banda izquierda. Ganar en el Coliseum era un objetivo factible. Pero el Real Valladolid se quedó en un equipo muy ordenado, serio en defensa  e inocente arriba, sin capacidad para asociarse. Una carencia letal en Primera. Diego Castro, en el tiempo de prolongación, dejó mudo al equipo de Juan Ignacio Martínez con un ‘chutazo’ desde la frontal. Poste. 

Al menos, un punto. El del orden. Para llevarse tres habrá que añadir algo más. En la próxima jornada, ante el Elche, con la ausencia de Guerra, que cumplirá sanción por ciclo de tarjetas, un punto y dejar la portería a cero no serán suficientes.


Alineaciones:

Getafe 0: Moyà; Arroyo, Lisandro, Rafa, Roberto Lago; Míchel (Gavilán 81’), Borja, Pedro León, Lafita (Sarabia 58’), Diego Castro; y Ciprian Marica.

Real Valladolid 0: Mariño; Rukavina, Jesús Rueda, Mitrovic, Peña; Álvaro Rubio, Rossi (Rama 78’), Víctor Pérez (Sastre 87’), Larsson (Manucho 75’), Omar; y Javi Guerra.

Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano). Amonestó a Roberto Lago (37’) y Lisandro (44’), por el Getafe, y a Peña (42’), Javi Guerra (63’) y Rukavina (66’), por el Real Valladolid.

Incidencias: 22ª jornada de la Liga BBVA. Coliseum Alfonso Pérez. Pobrísima entrada, 1.583 espectadores, con presencia de aficionados del Real Valladolid en uno de los fondos. Se guardó un minuto de silencio por la muerte del exseleccionador nacional Luis Aragonés.

Las notas:

Mariño (3): Partido muy cómodo para el portero gallego. El Getafe solo disparó una vez entre palos, en una falta de Pedro León al final del primer tiempo. Mariño atajó sin problemas. Antes había cometido un gravísimo error que pudo resolver el encuentro. Midió mal un inocente balón largo de Borja. El bote le superó. Afortunadamente, el esférico se marchó fuera. Habría sido, sin duda, la jugada tonta de la jornada. Ya en el tiempo de prolongación, el poste fue su aliado en un extraordinario disparo de Diego Castro desde la frontal.

Rukavina (6): Tuvo problemas para contener a Diego Castro en los primeros instantes del encuentro. Poco a poco fue imponiendo su fuerza. Bien colocado como último hombre de la defensa en los saques de esquina. Abortó varias contras. Subió incansable la banda, pero sus centros no encontraron un rematador.

Rueda protege ante Diego Mariño.
Jesús Rueda (7): Ha apuntalado la mejoría apreciada contra el Villarreal. Desde que ha pasado de central zurdo a central diestro, sus errores se han minimizado. Estuvo a punto de repetir su actuación contra el Villarreal. Al cuarto de hora del partido, peinó levemente de cabeza otro falta lateral, esta vez botada por Omar. El remate impactó en el poste.

Mitrovic (7): Ha caído de pie en el Real Valladolid. Transmite seguridad a una zaga que en la primera vuelta de la Liga ha sido una verbena. Se entiende bien con Rueda. Bien por alto y en las coberturas. De momento, un acierto su fichaje.

Peña (6): Salvó un remate de cabeza de Ciprian Marica a los seis minutos. Subió menos la banda que Rukavina. Tampoco encontró un rematador a sus centros.

Álvaro Rubio (7): Beneficiado por el ritmo lento del encuentro. Bien en labores defensivas, le faltó mover más rápido el balón para que la superioridad del Real Valladolid en el campo se tradujera en ocasiones de gol.

Rossi (7): Se desenganchó en varias ocasiones presentándose en la frontal. Probó dos veces el disparo. Falló un control en otra contra que le habría dejado en una buena posición para chutar.

Larsson (5): No es Ebert. El trabajo del sueco es incuestionable pero le falta la calidad, el desborde y el instinto goleador del alemán. Sin el rebelde Ebert, con pie y medio fuera del club, el Real Valladolid pierde mucha profundidad en la banda derecha.

Víctor Pérez (6): Jugó como mediapunta ante la ausencia del lesionado Óscar. Calidad tiene para ocupar esa posición pero le falta, sobre todo, la capacidad goleadora del salmantino. No conectó en casi ningún momento con Javi Guerra. Sí disparó, sin éxito, en un par de ocasiones desde la frontal. En los primeros minutos, perdió un balón peligrosísimo que provocó una contra del Getafe.

Omar (6): Regresó a la titularidad en una banda izquierda en la que Juan Ignacio no da con la tecla (Bergdich, Omar, Rama y hasta Víctor Pérez). A la espera de Jeffren, el canario no se ganó la titularidad. Jugó algo mejor que en encuentros anteriores, pero tuvo poca presencia en ataque. Con la ausencia de Ebert, fue el encargado de las jugadas de estrategia.

Lisandro López salta ante Javi Guerra.
Javi Guerra (5): En menos de 24 horas, ha pasado de esperar en las oficinas del estadio José Zorrilla su traspaso al Cardiff City a jugar en el Coliseum Alfonso Pérez. Sea por esta distracción o por la poca ayuda de sus compañeros, el malagueño ha tenido pocas opciones para incrementar su cuenta goleadora. Se sacó un cabezazo en el área que Moyà, que salió a tapar, salvó mediado el primer periodo. Ya en el último cuarto de hora, remató de espalda a la portería del Getafe un saque de esquina. El disparo se marchó fuera por poco. Cometió un grave error con una innecesaria entrada por detrás a Roberto Lago castigada con tarjeta amarilla, la quinta de la temporada. Una inoportuna amonestación que le dejará fuera del decisivo encuentro contra el Elche. Guerra cumplirá ciclo ante los ilicitanos.

Manucho (4): Salió por Larsson para acompañar a Guerra y buscar la victoria en el Coliseum. El angoleño no participó en el juego en algo más de un cuarto de hora.

Valdet Rama (4): Sustituyó a Rossi en el último cuarto de hora del encuentro. Sin relevancia. No profundizó por la banda izquierda.

Sastre (-): Entró por Víctor Pérez en el minuto 87.

Juan Ignacio Martínez (7): El alicantino ha cambiado la imagen del Real Valladolid, en especial en defensa. Un acierto el tándem Rueda-Mitrovic. El equipo necesita ahora mejorar en ataque.