viernes, 21 de febrero de 2014

Javi Guerra saca un punto de pobres

Un gol del malagueño supone un empate que mantiene al Real Valladolid en la zona de descenso y complica la permanencia a la espera de lo que hagan los rivales en la zona baja. El Levante, muy conservador, se adelantó en el primer tiempo en una jugada a balón parado cabeceada por Víctor Casadesús. Los blanquivioletas mostraron una buena actitud y una desesperante inoperancia ofensiva en un encuentro casi huérfano de ocasiones.

Valdet Rama, el jugador más destacado del Real Valladolid,
se marcha de Vyntra. Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es)
Un punto de pobres. El Real Valladolid ha sumado un nuevo empate, el décimo en la Liga (más que nadie en Primera), el sexto en Zorrilla (Málaga, Sevilla, Real Sociedad, Real Betis, Elche y ahora Levante). Y, de nuevo, remontando. El Levante se adelantó en el primer periodo con un gol de cabeza de Víctor Casadesús en una jugada de estrategia. Javi Guerra, con un afortunado disparo, empató y salvó un punto. Solo un punto.

A estas alturas de la temporada, un botín escaso. Solo en esta segunda vuelta, el Real Valladolid ha desperdiciado ya tres encuentros en Zorrilla (Betis, Elche y Levante) saldados con unas insuficientes tablas. El equipo de Juan Ignacio Martínez necesita sumar de tres en tres para prorrogar su estancia en Primera. El punto obtenido ante el Levante supone apenas una migaja de pan para un estómago hambriento.

La salvación, a la espera de lo que haga el Málaga este sábado en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo del Almería, se encuentra a dos puntos. Poco o mucho, según se mire viendo la incapacidad ofensiva de los blanquivioletas. El Real Valladolid visitará, precisamente, La Rosaleda en la próxima jornada en un enfrentamiento que puede ser dramático y, quizás, definitivo, en especial en caso de derrota castellana.

Ante el Levante se ha escapado una nueva ocasión de oro para acercarse al Málaga, Getafe, Almería, Elche, Osasuna, Granada y Celta, los rivales por la permanencia junto con el colista Betis y el penúltimo en la clasificación, el Rayo Vallecano. El Real Valladolid no ha sufrido en defensa, tampoco es que el conjunto de Caparros (fiel a su estilo) haya ido a por los tres puntos, pero ha sido inoperante en ataque. Dos tristes disparos, ambos de Guerra, entre los tres palos.

Impotencia es la mejor palabra que describe el juego del Real Valladolid. Un quiero y no puedo de libro. Un diez en actitud, con los jugadores reventados al final de los noventa minutos, pero un suspenso en fútbol. Alguien tendrá que responder, pase lo que pase al final de la Liga, sobre la composición de una plantilla muy justa para competir en Primera. Y más si le faltan sus dos jugadores de mayor calidad: el huido Patrick Ebert y el lesionado Óscar.

Keylor Navas y Vyntra no llegan al disparo de Javi Guerra que valió el empate a uno.
Ni con dos delanteros, Guerra y Osorio, el caudal ofensivo ha aumentado. Juan Ignacio accedió a la creciente petición de la grada y varió el sistema. La entrada del colombiano no ha sido, además, la única novedad en el once. Valdet Rama, el más destacado del equipo gracias a su atrevido juego constantemente retando al defensa rival, ha entrado por el canario Omar, que solo ha tenido un cuarto de hora tras sustituir a Larsson.

Pero las clamorosas carencias futbolísticas de esta plantilla no entienden de esquemas ni de jugar con uno o dos delanteros. Poco importa si no hay calidad en las botas de los jugadores. El Levante se ha marchado de Zorrilla sumando un punto, su séptimo partido sin perder, con un gol en su único disparo a puerta. Máxima eficacia. A eso juega, y eso lo borda. Sabe lo que tiene y sabe cómo lucirlo.

El Levante es un conjunto egoísta con el espectáculo pero una máquina perfectamente organizada, una joya labrada en las últimas temporadas que ha pulido aún más un amante del fútbol conservador como Joaquín Caparrós. Nada que ver con un Real Valladolid con el motor gripado. El equipo de Juan Ignacio Martínez no tiene calidad para apostar por un juego asociativo ni contundencia, inteligencia táctica y oficio para imitar al Levante.

Caparrós no buscó el encuentro. Esperó que la inoperancia vallisoletana se lo entregara en bandeja. Y no se equivocó. El Real Valladolid dominaba pero no profundizaba. Keylor Navas vivía muy tranquilo. El portero costarricense no ha tenido necesidad de demostrar en Zorrilla que es una de las revelaciones de la Liga. Rukavina, subiendo la banda, y Larsson, con velocidad, hacían cosquillas a una zaga veterana, comandada por Juanfran (37 años), y casi sin fisuras.

El Levante sabía que tendría su oportunidad y que allí estaría para aprovecharla. De eso vive. Una falta lateral concedida por Rossi sacó lustre al planteamiento de Caparrós. Centro perfecto de Ivanschitz y cabezazo no menos impecable de Víctor Casadesús. Cero a uno. El Real Valladolid estaba al borde de despeñarse en la clasificación con el marcador en contra ante un Levante impenetrable.

Valdet Rama regatea al mediocentro del Levante Simao.
El planteamiento de Caparrós estuvo a punto de empaquetar tres puntos para Valencia. Tres pequeños detalles lo impidieron. En primer lugar, el riesgo de este tipo de tácticas: un excesivo conservadurismo. El Levante se conformó con su exigua ventaja. Caparrós tampoco contó con la irrupción de un animoso Valdet Rama, que desarmó al checo Vyntra. El técnico andaluz tuvo que recomponer las bandas y mandar al griego Nikos a la derecha para frenar al bullicioso albano-kosovar.

El tercer detalle nació en Valdet Rama y acabó en Javi Guerra. Una jugada del extremo acabó con un disparo afortunado del malagueño que sorprendió a Keylor Navas. Duodécimo gol de la temporada de Javi Guerra que no marcaba desde hacía dos meses. El empate apareció muy pronto, a los seis minutos de la reanudación, pero no tuvo continuidad por más empeño que Valdet Rama pusiera sobre el césped.

El Levante aceptó el contratiempo y se conformó con el punto. Los jugadores de Caparrós se encargaron, con esmero y eficacia, que los 39 minutos, más los cuatro de añadido, que transcurrieron tras el gol de Guerra estuvieran plagados de interrupciones. El balón estaba constantemente parado. El objetivo era que el reloj corriera y el empate no se moviera. Y así fue. El Real Valladolid desperdició todo el segundo tiempo para ganar. Al final, un punto que no sabe a casi nada, un punto de pobres en la batalla de la permanencia.


Alineaciones:

Real Valladolid 1: Mariño; Rukavina, Jesús Rueda, Mitrovic, Peña; Álvaro Rubio (Víctor Pérez 73’), Rossi, Larsson (Omar 73’), Valdet Rama; Osorio (Manucho 83’) y Javi Guerra.

Levante 1: Keylor Navas; Vyntra, David Navarro, Juanfran, Nikos; Simao, Pape Diop, Pedro López (El Zhar 56’), Ivanschitz (Rubén 64’); Víctor Casadesús (Sissoko 84’) y David Barral.

Goles:

0-1 (Min. 25). Falta lateral que Ivanschitz saca a la perfección desde la banda izquierda. Víctor Casadesús gana la acción con claridad a Peña y cabecea a gol.

1-1 (Min. 51). Jugada muy embarullada. Valdet Rama abre a Rukavina. El serbio centra. Larsson no conecta. El balón vuelve a Rama que entra en el área y se encuentra con Javi Guerra. El malagueño se revuelve y supera a Keylor Navas con un disparo mordido con la zurda.

Árbitro: Estrada Fernández (colegio catalán). Amonestó a Valdet Rama (38’), Mitrovic (74’) y Javi Guerra (82’), por el Real Valladolid, y a Ivanschitz (4’), David Barral (19’) y Simao (82’), por el Levante.

Incidencias: 25ª jornada de la Liga BBVA. Estadio José Zorrilla. 14.885 espectadores.


Las notas:

Mariño (6): Cómodo encuentro del portero gallego. El Levante tuvo una ocasión y la aprovechó con un imparable cabezazo de Víctor Casadesús.

Rukavina (6): El serbio desatascó al equipo con varias subidas por la banda derecha en el primer tiempo. Tras el descanso, le costó profundizar.

David Barral derriba a Jesús Rueda.
Jesús Rueda (6): Controló bien a David Barral, que le soltó un innecesario golpe en la cabeza junto a la banda que le supuso una amarilla al delantero del Levante.

Mitrovic (7): Sorprendente su integración y su implicación. Acabó los últimos minutos en el campo, con todos los cambios gastados, con un esguince de tobillo. Bien por alto, contundente, sin errores.

Peña (6): Impreciso en los centros. Poco exigido en defensa, se incorporó menos en ataque que Rukavina. En el primer tiempo, se fabricó un gran disparo cruzado desde fuera del área que se marchó desviado por poco.

Álvaro Rubio (5): Gris. No consiguió generar fútbol de ataque. Sustituido por Víctor Pérez en el último cuarto de hora.

Rossi (5): Con el 4-4-2 planteado por Juan Ignacio, el italiano tuvo menos presencia ofensiva que en anteriores partidos. Lo notó el equipo. Se equivocó con una prescindible falta a Ivanschitz que supuso el germen del gol del Levante.

Pape Diop persigue al sueco Larsson.
Larsson (6): De más a menos. Su velocidad fue la válvula de escape del Real Valladolid ante la inoperancia de los mediocentros en el primer tiempo. Dejó su puesto a Omar en el último cuarto de hora.

Valdet Rama (8): Una de las sorpresas del once. El mejor del equipo, en especial en la primera media hora del segundo periodo, gracias a su atrevido estilo retando constantemente a Vyntra. El defensa checo perdió la batalla. Caparrós cambió a los laterales de banda mediado el segundo tiempo. El griego Nikos le controló mejor.

Osorio (5): La otra sorpresa del once. Muy perdido en el primer tiempo, desasistido por sus compañeros. Bajó unos metros tras el descanso y mejoró su actuación aunque no tuvo ocasiones de gol.

Javi Guerra (7): Duodécimo gol del malagueño en la temporada. Guerra no marcaba desde hace dos meses, en la visita al Espanyol. Se sacó un eficaz disparo mordido para sumar un punto. En el primer tiempo, tiró flojo a las manos de Keylor Navas en una contra en la que estuvo algo egoísta.

Omar (5): Salió por Larsson para ocupar la banda derecha. No se le vio.

Víctor Pérez (5): Entró por Rubio para oxigenar el mediocampo. Tuvo alguna pérdida evitable.

Manucho (-): Recambio de Osorio a siete minutos del final. El equipo no le buscó.

Juan Ignacio Martínez (5): Probó con dos delanteros y el resultado fue el mismo de siempre, poco fútbol. Acertó con la inclusión de Valdet Rama en el once.