Los vallisoletanos igualaron a tres en la complicada pista del Molina
Sport con un gol a cinco segundos del final. En la tanda de penaltis, los
canarios se llevaron el punto bonus.
Buena imagen del CPLV en Las Palmas. Foto: www.web.cplv.org |
El CPLV comenzó la
temporada 2014/15 en la Liga Elite sumando un punto en la siempre complicada
pista del Molina Sport. Un punto de coraje tras superar primero un 2-0 mediada
la segunda parte y tras empatar, arriesgando sin portero, en la última jugada
del tiempo reglamentario.
Los vallisoletanos
perdieron el punto bonus en el último lanzamiento de la tanda de penaltis. Esta
temporada ningún encuentro terminará con empate únicamente. Se sumará un punto
a cada uno y luego se disputará una prórroga y, si hiciera falta penaltis,
donde se pondrá en juego ese punto bonus.
Tras un viaje demoledor en la madrugada del viernes, los vallisoletanos salieron a la pista
canaria de San Román dispuestos a no verse sorprendidos como la temporada
pasada, cuando cedieron en la segunda jornada por 6-4. Y aguantaron bien en la
primera parte el ímpetu local y las polémicas decisiones arbitrales. De hecho,
al descanso se llegó con el 0-0 inicial, con una buena actuación de los dos
porteros que tuvieron que sudar la camiseta desde el comienzo.
Así que todo se
resolvió en una loca segunda parte, con numerosos parones y expulsiones (nueve
en los canarios y ocho en los vallisoletanos). Golpearon primero, a los 18
segundos de la reanudación, los locales mediante uno de sus checos, Lukas
Prochazka. Y aumentaron su renta siete minutos más tarde con el mismo jugador.
Ambos tantos en superioridad numérica.
Pero los de Ángel
Ruiz esta temporada quieren dejarse la piel en la pista y rápidamente Olmo
Ercilla puso el 2-1, para empatar a catorce minutos del final Guillermo Jiménez
que, a sus 16 años, ya se ha asentado en el primer equipo.
El encuentro entró en
una fase en la que cualquiera pudo marcar, aunque con el CPLV más volcado sobre
la portería rival, pero en Las Palmas no hay relajación y en la enésima
expulsión visitante otro de sus checos, Ladislav Pszczolka, hizo el 3-2 que
parecía definitivo.
Quedaban menos de dos
minutos y los vallisoletanos se fueron a por todas, pero sin suerte. El reloj
agotaba el tiempo y ambos se quedaron con tres jugadores sobre la pista. El
CPLV, con quince segundos para el final, arriesgó y se la jugó sin portero y, a
cinco segundos, Olmo Ercilla logró el premio del punto.
El momento era para
los visitantes, que llegaron más frescos al final del encuentro. Las rotaciones
en el CPLV, que empleó a todos sus efectivos, les permitían afrontar la prórroga
con todas las fuerzas. La lástima fue que los tres minutos de descanso se
fueron prolongando hasta más de diez, primero por la ausencia de uno de los
colegiados y después por los problemas en la mesa.
Al final, la prórroga
no alteró el 3-3 y, en los lanzamientos de penalti, el Molina Sport estuvo más
acertado, a pesar de la buena actuación de Nacho bajo palos. Nacho entró desde
el banquillo sin haber disputado un solo minuto y mostró su calidad parando los
tres primeros lanzamientos a los jugadores checos del Molina. Por su parte, el
portero local (guardameta de la selección checa) estuvo muy seguro y detuvo los
cuatros lanzamientos del CPLV (al margen del tiro al palo de Guille) sumando de
esta forma el punto bonus.
Crónica de www.web.cplv.org