sábado, 11 de abril de 2015

El Mirandés juzga a Rubi

El Real Valladolid acumula tres derrotas consecutivas, cinco en las últimas siete jornadas. Un enorme bache de juego y resultados que ha alejado a los blanquivioletas a cinco puntos, más el gol-average con el Girona, del ascenso directo. Marc Valiente, sancionado, y Alfaro, únicas bajas. Omar y Sastre, fuera de la convocatoria. Los burgaleses, que casi vencieron en Anduva en la primera vuelta, solo han ganado un partido en los últimos tres meses.


Anduva marcó un punto de inflexión en la temporada del Real Valladolid, que recibirá este sábado (18:15 horas, La Sexta) al Mirandés. Los blanquivioletas apenas sacaron un pírrico empate a cero de tierras burgalesas. Y gracias porque pudo ser mucho peor. Javi Varas resultó decisivo. El Real Valladolid perdía hace cinco meses en Anduva un liderato que no ha vuelto a disfrutar en el resto de la temporada.

Fue un aviso. Anduva no supuso un accidente sino un adelanto, un toque de atención que no se escuchó. El Real Valladolid empezaba a flaquear. Si Mojica y entonces también Bergdich no brillaban, el rendimiento del equipo bajaba muchos enteros. Era vulnerable. Una vuelta después, las carencias que apuntó el Real Valladolid en Miranda se han intensificado, en especial una clamorosa falta de intensidad. En partidos como en Anduva nació la fama de equipo frío de la plantilla de Rubi. Un equipo, en realidad, más que frío demasiado limitado.

Con el tiempo, las carencias han llegado hasta el banquillo. Rubi se ha dejado mucho crédito en los dos últimos meses. Los resultados son nefastos, a la altura del juego. El Real Valladolid, a falta de diez partidos, se ha alejado peligrosamente de las dos únicas plazas de ascenso directo a Primera: a ocho puntos del líder, el Betis, y a cinco del Girona. Además, con el gol-average en contra con ambos equipos. Una consecuencia lógica de tres derrotas consecutivas (Ponferradina, Albacete y Girona), cinco en las siete últimas jornadas.

El Mirandés juzgará, por tanto, la capacidad de Rubi para pugnar aún por el ascenso. Una derrota colocaría al técnico catalán en una situación muy complicada. Los planes del club no pasan por una destitución de Rubi pero su continuidad dependería únicamente del peso en la decisión de las estrecheces económicas del Real Valladolid. Solo vale ganar ante el Mirandés. Cualquier otro resultado, si las cuentas cuadran, podría provocar cambios en el banquillo.

Rubi, preocupado tras la derrota en Ponferrada. Foto: www.realvalladolid.es
Rubi, al menos en público, no se siente señalado. “Se trata de ganar un partido y reactivar la moral de todo el mundo. No veo el encuentro como un ultimátum ni para mí, ni para el equipo, aunque no ganar nos pondría muy difícil pelear por el ascenso directo. Si hacemos nuestra faena en casa en estas dos primeras jornadas (Mirandés y Sabadell), estoy seguro de que veremos la segunda plaza mucho más cerca”, ha replicado el técnico catalán que tiene solo dos bajas, el sancionado Marc Valiente y el lesionado Alfaro, y que ha dejado fuera de la convocatoria por decisión técnica a Omar y Sastre.

Rueda, relegado al banquillo hace una semana en Montilivi, volverá al eje de la zaga. Fuera del once se quedaron también frente al Girona los otros dos veteranos de la plantilla: Óscar, habitual titular, y Álvaro Rubio, que cuenta con el favor de Zorrilla y más aún visto el pobre desempeño en los últimos tiempos de André Leão y Timor. Ante el Mirandés, los cambios están asegurados con respecto a la pasada jornada. Más complicado es acertar con los nombres con un Rubi bastante desorientado en plena crisis blanquivioleta.

El Mirandés es un rival desconcertante. Los burgaleses, que mantuvieron la categoría tras el descenso administrativo del Murcia, arrancaron mal la temporada. El Mirandés ocupaba zona de descenso cuando el Real Valladolid pisó Anduva. Aquel encuentro también representó un punto de inflexión para los burgaleses, que protagonizaron una excelente reacción con nueve jornadas invictos, la primera ante los blanquivioletas. Una racha que permitió incluso con soñar con el playoff a orillas del Ebro.

Timor y Fran Carnicer, en el encuentro en Anduva. Foto: www.realvalladolid.es
El objetivo real, no obstante, es más modesto: la permanencia. Desde que el Mirandés derrotó a la Llagostera el pasado 11 de enero, el balance es malo con una única victoria en tres meses. El conjunto de Carlos Terrazas, que tiene las ausencias para el duelo en Zorrilla de dos de sus puntales, Igor Martínez y Jordi Pablo, no tiene asegurada la continuidad en Segunda, aunque conserva un cómodo colchón de ocho puntos sobre el descenso. El playoff aparece a media docena de puntos.

Un playoff en el que podría encontrarse con un Real Valladolid que apura prácticamente sus últimas opciones de ascenso directo con la visita del Mirandés. No solo eso. Un mal resultado ante los burgaleses podría ocasionar movimiento en el banquillo. El Mirandés será este sábado el juez, y ya veremos si también el verdugo, de la continuidad de Rubi en el Real Valladolid.

Alineaciones:

Real Valladolid: Javi Varas; Chica, Samuel, Jesús Rueda, Peña; Álvaro Rubio, Timor, Hernán Pérez, Óscar, Mojica; y Roger.

Suplentes: Raúl Fernández, Chus Herrero, André Leão, Jeffren, Jonathan Pereira, Óscar Díaz y Túlio de Melo.

Mirandés: Razak; Aitor Fernández, Ortiz, Corral, Kijera; Rúper, Carnicer, Jordi Pablo, Álex García, Pedro Martín; y Urko Vera.

Suplentes: Imanol, Espín, Javi Cantero, César Caneda, Josu Hernáez, Barahona y Juanjo.

Árbitro: Medié Jiménez (colegio catalán).

Incidencias: 33ª jornada de la Liga Adelante. Zorrilla. Nubes y claros, aunque no se espera lluvia. Dieciocho grados. Antes del partido, todo el deporte de Valladolid rendirá un homenaje a Lalo García.