El Real Valladolid acumula tres
derrotas consecutivas, cinco en las últimas siete jornadas. Un enorme bache de
juego y resultados que ha alejado a los blanquivioletas a cinco puntos, más el
gol-average con el Girona, del ascenso directo. Marc Valiente, sancionado, y
Alfaro, únicas bajas. Omar y Sastre, fuera de la convocatoria. Los burgaleses,
que casi vencieron en Anduva en la primera vuelta, solo han ganado un partido
en los últimos tres meses.
Anduva marcó un punto de inflexión en la temporada
del Real Valladolid, que recibirá este sábado (18:15 horas, La Sexta) al
Mirandés. Los blanquivioletas apenas sacaron un pírrico empate a cero de
tierras burgalesas. Y gracias porque pudo ser mucho peor. Javi Varas resultó decisivo.
El Real Valladolid perdía hace cinco meses en Anduva un liderato que no ha
vuelto a disfrutar en el resto de la temporada.
Fue un aviso. Anduva no supuso un accidente sino un
adelanto, un toque de atención que no se escuchó. El Real Valladolid empezaba a flaquear. Si Mojica y entonces también
Bergdich no brillaban, el rendimiento del equipo bajaba muchos enteros. Era
vulnerable. Una vuelta después, las carencias que apuntó el Real Valladolid en
Miranda se han intensificado, en especial una clamorosa falta de intensidad. En
partidos como en Anduva nació la fama de equipo frío de la plantilla de Rubi.
Un equipo, en realidad, más que frío demasiado limitado.
Con el tiempo, las carencias han llegado hasta el
banquillo. Rubi se ha dejado mucho crédito en los dos últimos meses. Los resultados
son nefastos, a la altura del juego. El Real Valladolid, a falta de diez
partidos, se ha alejado peligrosamente de las dos únicas plazas de ascenso directo a
Primera: a ocho puntos del líder, el Betis, y a cinco del Girona. Además, con
el gol-average en contra con ambos equipos. Una consecuencia lógica de tres
derrotas consecutivas (Ponferradina, Albacete y Girona), cinco en las siete
últimas jornadas.
El Mirandés juzgará, por tanto, la capacidad de Rubi para pugnar aún por el ascenso. Una derrota colocaría al
técnico catalán en una situación muy complicada. Los planes del club no pasan
por una destitución de Rubi pero su continuidad dependería únicamente del peso en la
decisión de las estrecheces económicas del Real Valladolid. Solo vale ganar
ante el Mirandés. Cualquier otro resultado, si las cuentas cuadran, podría
provocar cambios en el banquillo.
Rubi, preocupado tras la derrota en Ponferrada. Foto: www.realvalladolid.es |
Rubi, al menos en público, no se siente señalado. “Se
trata de ganar un partido y reactivar la moral de todo el mundo. No veo el
encuentro como un ultimátum ni para mí, ni para el equipo, aunque no ganar nos
pondría muy difícil pelear por el ascenso directo. Si hacemos nuestra faena en
casa en estas dos primeras jornadas (Mirandés y Sabadell), estoy seguro de que veremos la segunda
plaza mucho más cerca”, ha replicado el técnico catalán que tiene solo dos
bajas, el sancionado Marc Valiente y el lesionado Alfaro, y que ha dejado fuera
de la convocatoria por decisión técnica a Omar y Sastre.
Rueda, relegado al banquillo hace una semana en
Montilivi, volverá al eje de la zaga. Fuera del once se quedaron también frente
al Girona los otros dos veteranos de la plantilla: Óscar, habitual titular, y
Álvaro Rubio, que cuenta con el favor de Zorrilla y más aún visto el pobre
desempeño en los últimos tiempos de André Leão y Timor. Ante el Mirandés, los
cambios están asegurados con respecto a la pasada jornada. Más complicado es
acertar con los nombres con un Rubi bastante desorientado en plena crisis
blanquivioleta.
El Mirandés es un rival desconcertante. Los
burgaleses, que mantuvieron la categoría tras el descenso administrativo del
Murcia, arrancaron mal la temporada. El Mirandés ocupaba zona de descenso
cuando el Real Valladolid pisó Anduva. Aquel encuentro también representó un
punto de inflexión para los burgaleses, que protagonizaron una excelente
reacción con nueve jornadas invictos, la primera ante los blanquivioletas. Una racha que permitió incluso con soñar
con el playoff a orillas del Ebro.
Timor y Fran Carnicer, en el encuentro en Anduva. Foto: www.realvalladolid.es |
El objetivo real, no obstante, es más modesto: la
permanencia. Desde que el Mirandés derrotó a la Llagostera el pasado 11 de
enero, el balance es malo con una única victoria en tres meses. El conjunto de
Carlos Terrazas, que tiene las ausencias para el duelo en Zorrilla de dos de
sus puntales, Igor Martínez y Jordi Pablo, no tiene asegurada la continuidad en
Segunda, aunque conserva un cómodo colchón de ocho puntos sobre el descenso. El
playoff aparece a media docena de puntos.
Un playoff en el que podría encontrarse con un Real
Valladolid que apura prácticamente sus últimas opciones de ascenso directo con
la visita del Mirandés. No solo eso. Un mal resultado ante los burgaleses
podría ocasionar movimiento en el banquillo. El Mirandés será este sábado el
juez, y ya veremos si también el verdugo, de la continuidad de Rubi en el
Real Valladolid.
Alineaciones:
Real
Valladolid: Javi Varas; Chica, Samuel,
Jesús Rueda, Peña; Álvaro Rubio, Timor, Hernán Pérez, Óscar, Mojica; y Roger.
Suplentes: Raúl Fernández, Chus Herrero, André Leão, Jeffren, Jonathan Pereira, Óscar Díaz y Túlio de Melo.
Mirandés: Razak; Aitor Fernández, Ortiz, Corral, Kijera; Rúper,
Carnicer, Jordi Pablo, Álex García, Pedro Martín; y Urko Vera.
Suplentes: Imanol, Espín, Javi Cantero, César Caneda, Josu
Hernáez, Barahona y Juanjo.
Árbitro: Medié Jiménez (colegio catalán).
Incidencias: 33ª jornada de la Liga Adelante. Zorrilla. Nubes y
claros, aunque no se espera lluvia. Dieciocho grados. Antes del partido, todo
el deporte de Valladolid rendirá un homenaje a Lalo García.