Los blanquivioletas desperdician
numerosas ocasiones ante el Sabadell, incluidos dos postes, en un buen primer
periodo. André Leão, que arrolló a Collantes en el mediocampo, dejó al equipo
de Rubi con diez pasada la hora de juego. El ascenso directo se escapa, a cuatro
puntos del Sporting y Girona, con Las Palmas (próximo rival) también por
delante, a apenas ocho partidos para concluir la temporada.
Munuera Montero dejó con diez al Real Valladolid. Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es) |
El Real Valladolid necesitaba ganar. No valía otro
resultado. El Betis, tras golear al
Zaragoza, se marchaba a diez puntos del conjunto de Rubi. A estas alturas del
campeonato, una brecha insalvable. Mientras, Sporting y Girona, aunque con muchos apuros, habían sacado adelante sus partidos de la jornada ante Alavés y Leganés. El Real Valladolid, si derrotaba al
Sabadell, aún mantenía sus opciones para cazar la segunda plaza de ascenso
directo. Una victoria suponía colocarse a apenas dos puntos del Sporting y el
Girona.
Lo mereció el Real Valladolid. Rubi había
argumentado a lo largo de la semana que el equipo se había propuesto “ganar y
transmitir buenas sensaciones”. Hace una jornada solo cumplió con la primera
parte ante el Mirandés. Ante el Sabadell, alteró el pacto. El Real Valladolid
completó una notable primera mitad, generando fútbol y ocasiones suficientes
para sumar los tres puntos. Pero faltó el rey supremo, el gol. El Sabadell
arañó un empate injusto que hace un daño enorme a las aspiraciones blanquivioletas.
Rubi repitió con el poderoso frente de ataque del
Real Valladolid: Hernán Pérez (con una colosal actuación), Óscar, Mojica (que
fue de menos a más) y Roger (la portería de Nauzet tembló con un formidable
trallazo del valenciano). El técnico catalán sí tocó la defensa y la medular. André Leão, que a la postre sería decisivo, acompañaba a Álvaro Rubio. El portugués,
que no está en forma, dejó en el banquillo a Timor. Mientras, Samuel se
confirmaba en el eje de la zaga relegando a Jesús Rueda.
Roger tuvo varias ocasiones para marcar, incluido un disparo al poste. |
El paraguayo Hernán Pérez rompió constantemente a Clerc. |
Porque el aluvión de juego era constante en las
botas de los jugadores de Rubi. Hacía muchas semanas que el balón no circulaba
con tanta rapidez y precisión. El gol se sentía. Zorrilla volvía a creer en su
equipo. Hernán Pérez dispara al poste a los dieciséis minutos. El juez de línea,
mal colocado, anulaba una llegada de Mojica por la banda izquierda. Poco después, Agus
despejaba bajo palos un acrobático remate de espuela de Roger. Parecía mentira
que el marcador siguiera empate a cero.
Zorrilla empezaba a temer uno de los axiomas más
socorridos (y acertados) en el mundo del fútbol: el que perdona… La suerte no estaba del lado
blanquivioleta. Roger remataba al poste pasada la media hora. Antonio Hidalgo
se cruzaba providencialmente ante Óscar. Para acabar el carrusel de ocasiones,
Marc Valiente cabeceaba fuera dentro del área y, de nuevo, Roger disparaba. El
remate se marchaba alto. ¿El Sabadell? Bastante hizo con mantener, con una
enorme suerte, el empate a cero.
El Real Valladolid no concretó numerosas opciones de estrategia. |
Mojica, de menos a más, fue el mejor argumento ofensivo blanquivioleta tras el descanso. |
Y más que lo iba a hacer tras la expulsión de André Leão. El portugués perdió los papeles y se llevó por delante al rapidísimo
Collantes en una innecesaria acción en el mediocampo. El Real Valladolid se quedaba con diez.
La victoria se complicaba. Las ocasiones falladas en el primer periodo
agarrotaban a un equipo que había trabajado para tener mejor suerte. Con uno
menos, el reto era prácticamente imposible, si bien los blanquivioletas echaron
algo que ha faltado en esta temporada: garra.
Hernán Pérez y Mojica, que se colocó como lateral
zurdo largo tras la roja a André Leão, se cargaron el equipo a la espalda. El
preciado gol se volvió a acariciar en una contra de Hernán que Mojica no
finiquitó ante Nauzet y Kiko Olivas. A falta de un cuarto de hora, Nauzet
desviaba un disparo ajustado al poste de Hernán Pérez. Era el aliento final de
un Real Valladolid que veía despedirse el ascenso directo, a cuatro puntos a
ocho jornadas para acabar la Liga y con la exigente visita al Estadio de Gran Canaria de Las
Palmas el próximo domingo.
Alineaciones:
Real
Valladolid 0: Javi Varas; Chica, Samuel
(Timor 71’), Marc Valiente, Peña; André Leão, Álvaro Rubio, Hernán Pérez, Óscar
(Óscar Díaz 84’), Mojica; y Roger (Túlio de Melo 73’).
Sabadell
0: Nauzet Pérez; Agus, Kiko
Olivas, Carlos Hernández, Clerc; Antonio Hidalgo, Eguaras (Sotan 85’), Yeray;
Collantes (Gato 85’), Aníbal (Benka 95’) y Marquitos.
Árbitro: Munuera Montero (colegio andaluz). Expulsó al
blanquivioleta André Leão (64’), por roja directa. También mostró la roja al
técnico del Sabadell, Juan Carlos Mandiá, en el descanso. Amonestó a Hernán
Pérez (61’) y Óscar (65’), por el Real Valladolid, y a Yeray (53’) y Eguaras
(66’), por el Sabadell.
Incidencias: 34ª jornada de la Liga Adelante. Nuevo Estadio José
Zorrilla. 9.743 espectadores. Los jugadores del Real Valladolid salieron con
camisetas para apoyar al preparador físico Xabi Gil, lesionado de gravedad en
el entrenamiento del pasado viernes.
Las
notas:
Javi
Varas (6): El Sabadell apenas se acercó a los dominios del guardameta sevillano. Varas volvió a cerrar su portería cuatro partidos después.
Chica (6): Quizás le faltó algo más de proyección ofensiva. Anuló al exblanquivioleta Marquitos.
Samuel (7): Partido muy cómodo. Repitió como titular relegando a Jesús Rueda al banquillo. Expeditivo, le ganó el duelo a Aníbal.
La pareja Samuel-Marc Valiente tuvo un partido cómodo atrás. |
Peña (6): No sufrió demasiado en defensa a pesar de la amenazante presencia del veloz Collantes, que tuvo poco el balón y en posiciones muy retrasadas.
André Leão (1): El portugués regresó al once tras su suplencia ante el Mirandés. Escudero de Álvaro Rubio en el primer periodo, estuvo algo gris. Cometió un gravísimo error pasada la hora de juego tras llevarse por delante a Collantes. Roja justa en una acción innecesaria en el mediocampo.
Álvaro Rubio dominó al centro del campo del Sabadell. |
Hernán
Pérez (8): El paraguayo desarboló al Sabadell por la banda derecha. Clerc no pudo nunca con él. Disparó al poste, a los dieciséis minutos, desde la frontal con la zurda. Su velocidad y calidad desnivelaron el encuentro en el primer tiempo. Solo faltó puntería en el área. Tras el descanso, estuvo menos activo. Suya fue la última oportunidad del encuentro con un disparo ajustado al poste que desvió Nauzet.
Óscar no contó apenas con opciones de remate. |
Mojica (7): El colombiano firmó un partido de menos a más. Cedió el protagonismo a Hernán Pérez en el primer periodo. Tras el descanso, en especial tras la expulsión de André Leão, se cargó el equipo a la espalda. Mojica se colocó como lateral largo. La banda izquierda fue suya por completo. No logró culminar una clara contra de Hernán Pérez en el minuto 70.
Roger (7): Titular por segunda jornada consecutiva. El ariete valenciano realizó otro buen partido. Solo faltó, como al resto del equipo, el gol. Ya lo rozó a los siete minutos con un cabezazo en un saque de esquina. Agus impidió el gol despejando bajo palos un sensacional remate de espuela de Roger a los 22 minutos. Once después, se sacó un violento derechazo que impactó en el poste. Antes del descanso, aún tuvo otro remate que se marchó alto. En el segundo tiempo, no tuvo opciones de remate.
Timor fue el primer cambio de Rubi para cubrir la roja a André Leão. |
Túlio
de Melo (5): Relevó a Roger en el minuto 73 para pescar algún balón aéreo. No tuvo opciones para rematar.
Óscar
Díaz (-): El último cartucho de Rubi. Salió en el minuto 84 por Óscar con un Real Valladolid agotado.
Rubi (7): El Real Valladolid hizo todo para ganar. El juego mejoró mucho. Solo faltó el gol. Confío, de nuevo, en Samuel, que ha dejado en el banquillo a Rueda. Debe analizar el papel de André Leão que, más allá de la expulsión, está firmando una deficiente segunda vuelta del campeonato. Buscó un plan B con la altura de Túlio de Melo. Pero el equipo ya estaba sin fuerzas.