Necesita
una victoria en la última jornada en la pista del descendido Viten Getafe y que el Simply
Olivar, que recibe al Sammic ISB, y el Xuven Cambados, que visita al Zornotza, pierdan. Los vallisoletanos no dieron la cara en Tarragona (87-57) y suman ya
ocho derrotas consecutivas.
Ferrán Torres busca el aro ante la defensa de Tury Fernández y Javier González. Foto: www.cbtarragona.cat |
El Brico Depôt CB
Ciudad de Valladolid se jugará la permanencia en la última jornada de la LEB
Plata tras caer con claridad en Tarragona por treinta puntos (87-57). Los vallisoletanos
necesitan ganar y que pierdan Cambados y Olivar para que se produzca un triple
empate que les saque del descenso. Una victoria de aragoneses o gallegos
provocaría la pérdida de categoría del CBCV aunque se ganara en Getafe.
Tras la puesta en
escena en tierras catalanas, la suerte está echada para el Brico Depôt, que no
depende de sí mismo para lograr la permanencia en la LEB Plata. Pero lo cierto
es que, a pesar de la racha negativa de ocho derrotas consecutivas y de la
imagen que ha transmitido el equipo, las posibilidades de quedarse en la
categoría siguen siendo reales. Al cuadro vallisoletano le queda esta semana para
trabajar en esa línea y acabar la campaña sin tirar la toalla.
Pero, sobre el
choque en El Serrallo, la exhibición negativa en la pista del CBT no se
corresponde con lo que había en juego. Se antoja poco comprensible la falta de
solidez del Brico Depôt con horribles porcentajes de tiro de campo y libres y
superado en el rebote, y más después de las oportunidades de permanencia de las
que está disponiendo a pesar de sus errores.
Es obvio que el
equipo vallisoletano no está respondiendo y que los jugadores salen a la pista
sin concentración, agarrotados y dando una sensación impropia de lo que se
están jugando.
El desplome en
Tarragona ha sido desde el primer minuto. No es normal dejarse llevar hasta que
pase lo inevitable. Jugar sin orgullo no es propio de un conjunto que
representa a un club que entre sus valores tiene la cultura del esfuerzo como estandarte.
En esa maléfica
salida, el 10-0 de parcial encajado no se explica. El encuentro quedó
finiquitado en menos de dos minutos. A partir de ahí, los castellanos no
hicieron otra cosa que resignarse a su sentencia, pataleando por no caer
acompañados de una hemorragia excesiva.
Y eso que en el
segundo periodo, después de encajar un 26-7, parecía que la exhibición negativa
había escocido a los vallisoletanos. De hecho salieron a la pista con una
actitud diferente, como tocados en su orgullo.
La concentración se
tradujo en réditos, parcial de 2-11 con cinco puntos de Pablo Pérez y dos
triples de Tury Fernández para un 30-18. Mucho más acertado en ataque, sobre
todo desde el triple, un par de minutos con mejor disposición defensiva y
forzando errores al rival, el partido podía haber sido otro.
Así, los vallisoletanos
mantuvieron la renta en contra hasta el 35-21 a 3:51. Pero como la alegría en
casa del pobre dura poco, vuelta a las andadas con un par de errores que
provocaron canastas fáciles del Tarragona para después entrar al intercambio de
canastas.
CBT había
recuperado la iniciativa. Se trabajó tiros cómodos y las carencias del CBCV
vieron nuevamente la luz, con lo que los catalanes se apuntaron el cuarto y
volvieron a tener una cómoda renta en el intermedio: 45-24.
En el tercer
periodo, Brico Depôt, liderado por Astilleros y David Ortega, puso algo de
pundonor y ganas hasta el 50-30. Pero superado en el juego interior,
Outerbridge se lucía con un alley-oop, y con Gallardo desde el triple, CBT se
bastó para enviar a los castellanos de nuevo a la lona. Una antideportiva de
Miguel González hundió a las ardillas definitivamente a pesar de un tiempo
muerto de Iñaki Martín: 59-33 a 5:22. El acto acabaría ya sin historia: 66-40.
En el último cuarto,
el CBCV siguió con su endeblez, impropia de un equipo que se está jugando la
permanencia. Fuera del partido, los vallisoletanos, presa de su frustración,
fallaban ya incluso la mayor parte de los tiros libres y no eran capaces de
hilvanar sistemas de manera coherente.
Tarragona jugaba para
la galería y se permitía anotar y robar en saque de fondo para volver a
castigar a los carmesí en escasos segundos. Tortura innecesaria. Cuanto antes
se acabara el sufrimiento, mucho mejor. Los locales llegaron a los treinta de
diferencia y en el correcalles final mantuvieron la distancia: 87-57.
Al CBCV aún le
quedará una bala en Getafe, pero sin depender solo de lo que ellos hagan, sino
de la necesaria derrota de terceros.
Ficha técnica:
CB Tarragona 87 (26+19+21+21): David Fernández (10), Wilson (14),
Giménez (2), Torres (18) y Outerbridge (16) –cinco inicial– Daniel Fernández
(1), Piñol (-), Salvo (6), Gallardo (20), Barbera (-) y Boada (-).
Brico Depôt CB Ciudad de Valladolid 57 (7+17+16+17): Tury (13), Miguel González (3), Jota
(-), Ortega (8) y Graham-Bell (9) –cinco inicial– Gillespie (2), Izquierdo (1),
Astilleros (8), Pérez (10), Arranz (-) y Javier González (3).
Árbitros:
Palomo Cañas y Muñoz García. Eliminado Marc Giménez, del CB Tarragona, por
cinco faltas personales.
Incidencias: 25ª jornada de la LEB Plata. Pabellón El Serrallo
(Tarragona). Media entrada, 900 espectadores.
Crónica de
www.cbcvalladolid.es