domingo, 3 de abril de 2016

Juan Villar reduce otra decepción

El onubense, que fue suplente tras una semana con una lumbalgia, igualó en la penúltima acción del partido. El Almería se había adelantado, en el arranque del segundo periodo, con un cabezazo del canterano blanquivioleta Quique. A continuación, Casto salvó el empate en un claro remate de Roger y el palo repelió un testarazo de Javi Moyano. El playoff continúa a tres puntos, pero con una jornada menos. El equipo de Miguel Ángel Portugal sigue en el medio de la tabla, en la duodécima posición, y con un calendario terrible.

Pedro Tiba apremia a Juan Villar tras el agónico gol del empate.
Fotos: Ángel Becerra y @LaLiga.
Pudo ser peor. Debió ser mejor. El Real Valladolid salvó, en la penúltima acción del partido, un empate, gracias a Juan Villar, que le vale de poco. Le vale para mantener una ilusión que se justifica mirando a la clasificación, pero no observando el discreto juego del equipo. No mereció perder, pero tampoco ganar. El Real Valladolid no ofrece motivos para la esperanza. El playoff sigue igual de lejos que a lo largo de toda esta temporada.

La “rabia contenida” que Miguel Ángel Portugal había detectado en el vestuario tras el varapalo en Anduva ante el Mirandés (4-1) resultó un espejismo de diez minutos. Un comienzo intenso, con un cabezazo de Juanpe desviado por Casto como mejor ocasión, que no tuvo continuidad. Ante el Almería no apareció el equipo ilusionante que brilló ante Córdoba y Oviedo, sino el equipo decepcionante de prácticamente el resto del curso.

Y eso que en esta mediocre Liga Adelante parece que nadie quiere subir. Perdió el anterior líder Leganés ante el Mallorca (3-0). Le sustituye el Alavés, que sí venció (0-1) en Albacete. Girona y Osasuna, por un lado, y Nàstic y Córdoba, por el otro, empataron. En la parta alta, ganaron en esta semana Elche, Alcorcón y Tenerife ante, respectivamente, Zaragoza, Mirandés y Lugo. Y falló el Real Valladolid, otra vez en Zorrilla, donde solo ha ganado dos partidos en la segunda vuelta.

Otra oportunidad al limbo. Por más oportunidades que concedan los rivales, este Real Valladolid no demuestra que quiera subir. Los tropiezos ante Huesca y Almería, dos equipos que se están jugando la permanencia, en Zorrilla en el último mes han costado cinco puntos con los que los blanquivioletas, de haber ganado, estarían en la cuarta plaza, zona de playoff, sin renunciar al ascenso directo.

Pero no es el camino de esta temporada. Eso está claro. El gol de Juan Villar, que hizo justicia en el marcador al desarrollo del partido, vale para seguir, una semana más, vendiendo humo, para que directiva, cuerpo técnico y plantilla mantengan una ilusión en el ascenso que no se percibe en la afición. Porque incluso para tener ilusión es preciso ganarse, antes, la confianza. Y cuesta mucho creer en este Real Valladolid.

Antonio Puertas sujeta a Mojica en plena carrera.
Guzmán controla un balón ante Dubarbier.
Marcelo Silva se tira al suelo ante Quique.
El partido ante el Almería fue rematadamente malo, con una infumable primera mitad. El gol del canterano blanquivioleta Quique, que no celebró el tanto y ya marcó al Real Valladolid en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo en la primera vuelta, sirvió para despertar a Zorrilla. Al menos por vergüenza profesional, el Real Valladolid buscó el empate. Y, es de justicia admitirlo, lo mereció, aunque no llegara hasta el minuto 93 con uno de esos tiros imposibles que casi nunca entran.

El problema fue el mismo de casi toda la temporada: el mal juego. Al Almería le bastó con aguantar el arreón inicial local para controlar el ritmo del encuentro. Gorosito, que ha dotado a los andaluces de una indudable solidez, optó por rebajar considerablemente la velocidad del encuentro. El resultado era un soberano tostón en el campo. El Almería jugaba a lo que quería, el cero a cero con la victoria en la recámara. Dubarbier, a seis minutos del descanso, no supo qué hacer ante Kepa en el primer aviso visitante.

La pareja Borja-Pedro Tiba, que ya no funcionó en Anduva, se mostraba incapaz de generar fútbol. Mojica y Roger no aparecían. Rennella y Guzmán, titular en el lugar de Juan Villar, lo hacían a cuentagotas. Exceso de cautela de Miguel Ángel Portugal, que dejó en el banquillo a Álvaro Rubio, recuperado ya de una rotura de fibras. Sin el capitán blanquivioleta, y sin el concurso de Óscar, una semana más lesionado, el Real Valladolid carece de jugadores para conectar la defensa y el ataque. Borja y Pedro Tiba no cumplen ese perfil.

El Almería, vista la incapacidad del cuadro local, se estiró tras el descanso y encontró el gol con relativa facilidad: centro de Míchel Macedo y cabezazo de Quique ante un despistado Marcelo Silva. El fantasma del Huesca sobrevolaba Zorrilla, que se había quedado helada, en consonancia con el frío y la lluvia de la jornada. Una derrota, por mucho que el playoff estuviera a cuatro puntos, complicaba el cuento de la lechera en el que el Real Valladolid lleva meses inmerso.

Manu del Moral volvió con una máscara protegiendo el rostro.
Roger avanza hacia la portería del Almería.
El gol de Quique abrió paso a los mejores minutos de los blanquivioletas. Más con el corazón que con la cabeza. Faltó suerte en un par de clarísimas ocasiones. Casto se encontraba con el cuerpo y los pies un remate a quemarropa de Roger. Y el palo repelía poco después un cabezazo de Javi Moyano, titular en el lateral derecho con Chica en la otra banda y el cuestionado Hermoso en el banquillo. Casto atajaba también un remate de Tiba a centro de Mojica. Otro arreón sin frutos, como en el arranque del encuentro.

Portugal tiró del banquillo para ir a por el empate, cambiando de banda a Chica, bajando a Mojica al lateral y con las entradas en las bandas de Manu del Moral y Juan Villar, autor del empate. Pero lo cierto es que, de no ser por el gol de Villar, la victoria del Almería estaba hecha. Al menos, al decimotercer saque de esquina, el Real Valladolid encontró el consuelo menor del empate. Pobre consuelo con el playoff tan cerca, y tan lejos, como en toda la temporada y con un inminente calendario que ya no concede más excusas: Leganés, Zaragoza, Osasuna, Lugo y Alavés.

Alineaciones:

Real Valladolid 1: Kepa; Javi Moyano (Juan Villar 70’), Marcelo Silva, Juanpe, Chica; Borja, Pedro Tiba, Guzmán (Manu del Moral 70’), Mojica; Rennella (Rodri 85’) y Roger.

Almería 1: Casto; Míchel Macedo, Morcillo, Ximo Navarro, Saveljich, Dubarbier; José Ángel, Juan Ramírez (Fran Vélez 81’), Lolo Reyes, Pozo (Antonio Puertas 65’); y Quique (Chuli 86’).

Goles:

Quique se disculpa con la grada tras marcar al Real Valladolid.
0-1 (min. 51): Quique. Jugada del Almería desde la banda izquierda hasta la banda derecha. El brasileño Míchel Macedo centra al área donde Quique cabecea a un palmo del área pequeña. El delantero vallisoletano se había anticipado a un despistado Marcelo Silva.

1-1 (min. 93): Juan Villar. Saque de esquina que pone en juego Mojica desde la banda izquierda. El balón, muy pasado, llega a Juan Villar, que está sin marca, fuera del área. El onubense, según le viene, la pega con la derecha en parábola y sorprende en el palo largo a Casto.

Árbitro: Areces Franco (colegio asturiano). Amonestó a Chica (53’) y Borja (72’), por el Real Valladolid, y a Morcillo (28’), Dubarbier (45’), Saveljich (69’) y Lolo Reyes (77’), por el Almería.

Incidencias: 32ª jornada de la Liga Adelante. Nuevo Estadio José Zorrilla. 8.771 espectadores.

Las notas:

Kepa (6): Partido muy cómodo para el cancerbero cedido por el Athletic. El Almería solo disparó dos veces entre los tres palos: el gol de cabeza de Quique, imparable, y un remate de José Ángel, detenido por Kepa, con escaso peligro.

Moyano recuperó la titularidad y rozó el gol con un cabezazo que repelió el poste.
Javi Moyano (6): Novedad en el once. Ocupó el lateral derecho trasladando a Javi Chica al izquierdo. Estuvo bien en defensa. Acarició el empate a uno con un cabezazo dentro del área, tras centro de Chica, que repelió el poste derecho de la portería de Casto. Se marchó al banquillo a veinte minutos del final.

Marcelo Silva (4): Falló en el gol del Almería. El uruguayo perdió la marca de Quique, que remató a Kepa sin oposición. En el resto del choque, no cometió errores.

Juanpe (6): A los cuatro minutos, Casto desvió por encima del larguero un buen cabezazo del centro canario en una segunda jugada tras un saque de esquina. Bien en defensa.

Chica (6): Ante las carencias defensivas de Hermoso, Portugal recurrió al catalán como lateral izquierdo, demarcación que ya ocupó hace dos semanas ante la Llagostera y en la primera vuelta ante el Osasuna. Colocó un buen centro a Javi Moyano que solo el poste evitó que acabara en gol. Tras la sustitución de Moyano, pasó al lateral derecho en los veinte minutos finales.

Borja (4): Se le acaba el tiempo a la pareja Borja-Pedro Tiba. Enormes problemas para crear fútbol ofensivo. El gallego se encontraría más cómodo con Álvaro Rubio al lado.

El portugués Pedro Tiba se lamenta tras fallar una ocasión.
Pedro Tiba (4): Tras dos buenos partidos ante Oviedo y Llagostera, el portugués ha regresado a su versión más gris, que ya mostró en la pasada jornada en Miranda. Como organizador de juego no existe. Con el marcador en contra, se descolgó para buscar el disparo. Casto le sacó un buen remate, tras centro de Mojica, a la hora de juego.

Guzmán (4): Titular por los problemas de lumbalgia de Juan Villar a lo largo de la semana. No salía en el once inicial desde la visita del Osasuna a Zorrilla hace cuatro meses y medio. Como cada vez que ha sido titular, cinco veces en total en la Liga, aportó menos que cuando sale como revulsivo desde el banquillo. Sustituido a veinte minutos del final.

Mojica (4): Apenas entró en juego en todo el primer periodo. Empezó a aparecer ya con el marcador en contra, aunque sin llegar a desbordar como en partidos anteriores. Casi a la hora de juego, colocó un buen balón que peinó Tiba y remató Roger a bocajarro para que Casto se lo encontrara e impidiera con suerte el gol del empate. Tras las entradas de Juan Villar y Manu del Moral, bajó al lateral izquierdo con plena libertad para subir la banda.

El franco-italiano Rennella no encontró el camino del gol.
Rennella (5): El más activo en la línea de ataque, aunque sin fortuna. Acabó el encuentro con tres remates, dos a portería. Casto atrapó el primero, a los 21 minutos, con un inofensivo disparo desde la frontal. A un cuarto de hora del final, el portero del Almería agarró otro remate de Rennella.

Roger (4): Flojo partido del valenciano. No aportó nada en la primera mitad. Estuvo mejor tras el descanso. Casi a la hora de partido, Casto le sacó un remate a bocajarro. Minutos después, ganó la línea de fondo, pero no encontró rematador.

Juan Villar (8): Salvador. Suplente tras una semana siendo duda por una lumbalgia. Entró a veinte minutos del final por Javi Moyano. Marcó el gol del empate en la penúltima acción del encuentro. Villar empaló, fuera de la frontal, un saque de esquina muy pasado de Mojica. El balón cogió un gran efecto en parábola que sorprendió a Casto. Decimotercer gol de la temporada, primero saliendo desde el banquillo, de Juan Villar.

Manu del Moral (5): Sustituyó a Guzmán a veinte minutos del final para jugar en la banda izquierda. Saltó al campo con una máscara protegiendo su rostro tras sufrir una doble fractura facial hace apenas cuatro semanas ante la SD Huesca.

Rodri (5): Entró por Rennella a cinco minutos del final. No precisó un remate en el área tras centro de Mojica.

Miguel Ángel Portugal, con Hermoso al fondo, reparte instrucciones desde la banda.
Portugal (2): Otra oportunidad perdida para acercarse al playoff. El equipo apenas si demostró en los primeros diez minutos la rabia contenida”, según Portugal, tras la dura derrota en Miranda. El Real Valladolid firmó una pésima primera mitad, anulado por la defensa del Almería. Solo tras el gol de Quique se apreció una reacción de coraje. 

Tras las malas actuaciones defensivas de Hermoso, recurrió a Chica como lateral izquierdo a pierna cambiada, con Javi Moyano en la derecha. Cometió dos errores en el once fruto de su excesiva cautela. Portugal reservó a Álvaro Rubio, recién recuperado de una rotura de fibras, y Juan Villar, con una lumbalgia, en un momento de la temporada en el que no se puede ya reservar a nadie. 

Juan Villar, autor del empate, es básico por su intensidad y sus goles. Álvaro Rubio, por su parte, es el único jugador de la plantilla con capacidad para armar el fútbol ofensivo del equipo. La pareja Borja-Pedro Tiba ha perdido ya el crédito que le quedaba.