domingo, 5 de marzo de 2017

Candidato a nada

Otro paso atrás. A cuatro puntos del playoff. Grave derrota del Real Valladolid en El Alcoraz. Ferreiro, que recogió un rechace del poste tras un espectacular latigazo de Akapo, firmó una justa victoria de la Sociedad Deportiva Huesca a nueve minutos del final. Mediocre primera mitad del equipo de Herrera, que se desplomó tras el descanso. Sin fútbol y sin físico.

Ferreiro se marcha de Javi Moyano y Jordán. Fotos: @LaLiga (www.realvalladolid.es)
Se le escapa la temporada. El playoff también se complica. El Real Valladolid desaprovechó las derrotas del Cádiz y el Getafe y el empate del Tenerife. De los cuatro actuales integrantes de la zona del playoff, solo el Real Oviedo, en un duelo directo ante el Cádiz, había sumado tres puntos. Pero el equipo de Herrera no resta. Cayó en El Alcoraz ante la Sociedad Deportiva Huesca. Y el playoff se aleja a cuatro puntos. Potencial candidato a nada.

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Paco Herrera lleva semanas vendiendo un ilusionante y tranquilizador mensaje sin reflejo en el césped: si el Real Valladolid llega al playoff, subirá. Pero, ¿es este Real Valladolid equipo de playoff? Casi nunca lo ha sido a lo largo de esta temporada. Apenas ha dormido en zona de playoff en dos jornadas en los últimos seis meses. Más que candidato al ascenso, este Real Valladolid de Herrera es candidato a otra decepcionante temporada.

La historia es de sobra conocida en Zorrilla. Pasó con Rubi. Entonces, con una mejor plantilla y unos mejores resultados, se mantuvo unas semanas de más el mensaje del ascenso directo y se fracasó, posteriormente, en el playoff. Se repitió con Portugal. El técnico burgalés vendió una inexistente reacción camino de la promoción, pero el equipo se asomó incluso al descenso. Las palabras de Herrera carecen de credibilidad. La afición se conoce el cuento, está vacunada contra el humo futbolístico.

El invento del playoff, con un tercer billete a Primera con cuatro aspirantes, del tercero al sexto de la tabla, ha revitalizado en cierta manera el interés en la categoría de plata. Los equipos de la zona media han encontrado un motivo para ilusionarse y buscar objetivos más ambiciosos. Una potencial sexta plaza abre las puertas a Primera. Le pasó al mismo Osasuna en la pasada temporada. Pero el problema del playoff es que invita a soñar a demasiados equipos. Y los sueños no siempre se cumplen.

A dieciséis puntos del ascenso directo. Hasta hace cuatro semanas, antes de la derrota en Montilivi ante el Girona, aún se vendía en los despachos y el vestuario de Zorrilla la puerta del ascenso directo. Una tomadura de pelo como no ha tardado en demostrarse. Y ahora, a cuatro puntos del playoff. Jornada tras jornada, un poco más lejos. El Real Valladolid no está para subir. Una única victoria en cinco partidos, cinco puntos sobre quince posibles.

Raúl de Tomás pierde un balón ante Carlos David.
La derrota en El Alcoraz es un amargo y necesario despertar. El Real Valladolid, apoyado en las bondadosas predicciones de Herrera, ha vivido de las expectativas, de las expectativas no cumplidas. Se perdonó el bache de cinco derrotas consecutivas en el segundo mes de Liga. Se perdonó la posterior irregularidad del equipo. Hasta que la sala se ha llenado de humo. Ya no hay nada más que vender. Al Real Valladolid le costará mucho jugar el playoff…, si es que lo hace.

Ferreiro, a nueve minutos del final, evitó la coartada del empate. Recogió, absolutamente libre en el área blanquivioleta, un violento rebote en el poste izquierdo de Pau Torres. Akapo, el jugador más peligroso de la Sociedad Deportiva Huesca a lo largo de la tarde, había tambaleado la portería con un latigazo desde más de veinte metros. Pau Torres se salvó del primer disparo, pero no del rechace de Ferreiro. No había fuera de juego.

El gol oscense se veía venir y pudo tener compañía en la recta final. El Real Valladolid estuvo muy discreto en una pobre primera mitad de ambos equipos. Herrera repitió el mismo once de los dos últimos encuentros, con Sergio Marcos como titular para completar el rombo en el mediocampo al lado de André Leão, Jordán y Míchel. Pero esta vez ni siquiera el rombo garantizó un dominio en la posesión. El conjunto de Anquela ya fue mejor en el último cuarto de hora del segundo periodo.

Para la segunda mitad quedó lo peor. Ya había ocurrido, con mayor o menor evidencia, en las cuatro últimas jornadas ante Girona, Tenerife, UCAM Murcia y Lugo. El Real Valladolid desapareció en ataque, con un único cabezazo de Raúl de Tomás, a los siete minutos de la continuación, a las manos de Sergio Herrera. Un chispazo. El partido estaba en la otra mitad de El Alcoraz. El único equipo que podía ganar era la Sociedad Deportiva Huesca.


Arriba, André Leao y Míchel marcan a Ferreiro.
Abajo, Javi Moyano vigila a Samu Sáiz.
A Herrera se le cayó el equipo. El físico no aguantó, aunque el técnico lo negó en la sala de prensa de El Alcoraz. Hay titulares indiscutibles, como Jordán, Míchel y Jose, con las piernas débiles en el tramo decisivo de la temporada. Otros, como André Leão o Sergio Marcos, que se retiró lesionado, ni están ni se les espera. La defensa tampoco atraviesa su mejor momento. Y los cambios, con Juan Villar y Ángel abriendo campo, ni se notaron.

No es la imagen de un candidato a Primera. Es la imagen de un equipo venido a menos. Es la imagen de un equipo con problemas físicos y técnicos. Es la imagen de un candidato a nada a poco que el líder Levante, el próximo sábado, aseste el golpe definitivo al Real Valladolid en sus sueños de Primera. Ya no hay más humo que vender.

Ficha técnica:

SD Huesca 1: Sergio Herrera; Akapo, Carlos David, Iñigo López, César Soriano (Brezancic 79’); Aguilera, Melero, Alexander González (Kilian 61’), Samu Sáiz, Ferreiro; y Borja Lázaro (Vinícius 66’).

Real Valladolid 0: Pau Torres; Javi Moyano, Guitián, Álex Pérez, Balbi (Drazic 82’); André Leão, Jordán, Sergio Marcos (Ángel 52’), Míchel; De Tomás y Jose (Juan Villar 60’).

Goles:

1-0 (min. 81): Ferreiro. Falta en la frontal, escorada al costado derecho. Ferreiro estrella el lanzamiento en la barrera. El balón acaba en los pies de Akapo, que se inventa un espectacular remate desde más de veinte metros de distancia. El disparo, pleno de potencia, impacta en el poste izquierdo del Real Valladolid. El rechace cae en el área a los pies de Ferreiro, absolutamente solo, que marca con un tiro con la pierna derecha. No había fuera de juego.

Árbitro: Pérez Montero (colegio andaluz). Amonestó a Melero (22’), por la Sociedad Deportiva Huesca, y a Raúl de Tomás (77’), Javi Moyano (89’) y Juan Villar (92’), por el Real Valladolid.

Incidencias: 28ª jornada de LaLiga 1|2|3. El Alcoraz. 3.125 espectadores. Césped encharcado, en especial en la banda de los banquillos.

Las notas:

Pau Torres (7): El poste izquierdo le salvó del latigazo de Akapo. Sus compañeros no le ayudaron en el rechace y Ferreiro le fusiló. En la recta final, el brasileño Vinícius se multiplicó. Falló una primera ocasión, Torres le sacó una segunda y el árbitro le anuló la tercera con un gol de tacón en fuera de juego. A lo largo del encuentro, el cancerbero catalán se mostró seguro. Resolvió bien las primeras ocasiones aragonesas, con un cabezazo blando de Borja Lázaro a los 22 minutos, un disparo lejano de Samu Sáiz a los 39 y un remate botando de Ferreiro a los 61.

Javi Moyano (4): Subió más que Balbi. Al primer minuto, colocó un buen centro que despejó la defensa del conjunto de Anquela. El capitán blanquivioleta no sujetó del todo a Ferreiro, autor del único gol del encuentro. Con el marcador en contra, como le sucede a menudo, se enredó en innecesarias discusiones en el campo y se ganó una amarilla. Cumplirá un encuentro de sanción ante el Levante, en la próxima jornada, por acumulación de tarjetas.

Guitián marca a Borja Lázaro, delantero de la Sociedad Deportiva Huesca.
Guitián (5): El árbitro le perdonó un penalti a Borja Lázaro. La seguridad defensiva del Real Valladolid ha perdido consistencia en las últimas fechas.

Álex Pérez (5): No transmite la misma seguridad que en partidos anteriores. El central madrileño ha dado un paso atrás en su rendimiento. A los setenta minutos, taponó un peligroso disparo de Melero. 

Balbi (3): Casi no subió por la banda. Una jornada más, tuvo problemas defensivos. Akapo, en la primera mitad, le hizo mucho daño. El argentino es una completa decepción, no ha justificado su fichaje.

André Leão (4): Jugar con el portugués no es la mejor apuesta para buscar la victoria. Su aportación ofensiva es inexistente. Se ha acostumbrado a no aportar nada de mediocampo para arriba. Vive refugiado entre los centrales. Tampoco es el seguro defensivo que se vende. El equipo se cayó con el portugués en la segunda mitad.

Jordán (3): Es el caso más evidente de bajón físico. El centrocampista cedido por el Espanyol había destacado a lo largo de la temporada por su gran despliegue. Nada de eso se vio en Huesca. Mal partido de Jordán en las dos mitades del campo.

Sergio Marcos (3): Tercera titularidad consecutiva. Se marchó al banquillo en el arranque del segundo periodo con molestias musculares. No había hecho un buen encuentro. El rombo blanquivioleta no se impuso a la medular oscense.

Míchel observa a Melero con un balón aéreo en juego.
Míchel (4): Mala actuación del valenciano. No impuso su fútbol en el mediocampo. A los tres minutos, disparó desde lejos sin peligro. A la hora de partido, remató al aire un buen balón en el área local. Cinco minutos antes, había colocado un gran centro a la cabeza de Raúl de Tomás. Sergio Herrera evitó el gol.

Jose (4): El encuentro ante el UCAM Murcia, con un gol y una asistencia, no ha tenido continuidad. El canterano ha perdido la chispa de la primera vuelta. Tuvo problemas para mantener la verticalidad en el encharcado césped de El Alcoraz. Entró poco en juego en la banda y se marchó al banquillo, con el gesto fruncido, a la hora del encuentro.  

Raúl de Tomás (6): De lo poco salvable. Es el único que ofrece sensación de peligro, pero está muy desasistido. A los diez minutos del segundo tiempo, protagonizó el único remate entre los tres palos del Real Valladolid en todo el choque. De Tomás cabeceó un centro de Míchel. Sergio Herrera atrapó el remate. A los nueve minutos del primer periodo, el madrileño detectó al portero de la Sociedad Deportivo Huesca ligeramente adelantado. Intentó un remate muy lejano, desde casi cuarenta metros, con buena dirección y potencia. Se fue alto por unos pocos centímetros. Amonestado en el minuto 77.

Ángel (4): Primer cambio de Herrera. Salió por Sergio Marcos a los siete minutos del segundo periodo. Volvió a colocarse por delante de Balbi. Le faltan metros para recorrer la banda. Uno más en la desastrosa segunda mitad visitante.

Juan Villar (4): ¿Se arrepentirá el Real Valladolid de no haber aceptado una oferta por el onubense? Juan Villar concluye contrato a final de temporada. Se está devaluando. Herrera le ha dejado en el banquillo en las dos últimas jornadas. Lo cierto es que no está nada fino. Sustituyó a Jose a la hora de juego. No aportó nada en la banda. Sigue perdiéndose en discusiones con el árbitro. Vio una nueva amarilla. Ya lleva ocho en la temporada, más una roja hace tres semanas.

Drazic (4): Último cambio de Herrera. Salió después del gol de Ferreiro. Sustituyó a Balbi. El serbio, que estuvo cerca de salir en el mercado de fichajes de invierno, no jugaba un partido oficial desde el pasado 11 de diciembre. Ni un minuto en ocho jornadas. Su salida coincidió con el desmoronamiento del equipo.

Herrera dialoga con Ángel. Al fondo, Kilian espera su ingreso al campo.
Herrera (2): Lo peor de Herrera no son sus alineaciones, ni siquiera sus planteamientos, siendo muy cuestionable su predilección por el rombo en el mediocampo. Ante la Sociedad Deportiva Huesca, repitió por tercera semana once, con Sergio Marcos como titular. Lo peor de Herrera son sus declaraciones. Lleva meses vendiendo humo. Lleva meses tomando el pelo a la afición blanquivioleta. El desbordante optimismo del técnico, con una confianza ciega en la posibilidades del equipo en el playoff, no esta justificado. El Real Valladolid no ha funcionado en toda la temporada, no ha encontrado nunca una línea de regularidad para alcanzar un objetivo tan ambicioso como el ascenso. Y el estado físico del equipo, en el momento clave de la temporada, es pésimo.