El CPLV masculino, tras ganar en
Bilbao, recibe al Molina canario sin Andrés Portero y Rubén Herrero. Mientras,
las Panteras, con toda la plantilla apta, se enfrentarán al Tsunamis.
Olmo Ercilla, uno de los líderes del CPLV. Foto: www.web.cplv.org |
El polideportivo Canterac acogerá este sábado una
doble cita para el CPLV. Tanto el conjunto masculino como el femenino jugarán
en casa. Ante su público, buscarán tres puntos que les mantengan en las plazas
que dan derecho a jugar los playoffs por los títulos en la Liga Elite. Los
chicos reciben al Molina (20:00 horas) con el deseo de ‘revancha’ deportiva
tras empatar en la primera vuelta en Las Palmas. Las Panteras volverán a jugar
en su feudo, esta vez ante Tsunamis, penúltimo clasificado (18:00 horas).
Con una plantilla de Elite llena de condicionantes,
el CPLV masculino quiere hacer buenos los tres puntos cosechados la semana
pasada en Bilbao con otro triunfo frente al Molina, conjunto que ocupa una de
las últimas plazas pero que aún tiene opciones de meterse en el playoff.
Los vallisoletanos empataron a tres en el primer
encuentro liguero en casa de los canarios, perdiendo el punto bonus en la
prórroga. El checo Ondrej Jirkuv, en portería, y sus compatriotas Lukas
Prochazka, Stanislav Husak, Robert Drexler y Ladislav Pszczolka son las
principales referencias de un conjunto que normalmente suele dar su mejor
versión en su casa, pero del que Ángel Ruiz no se fía: “Estos partidos son
siempre complicados de jugar, lo importante será que el equipo trabaje unido y
adaptarnos a los cambios cuanto antes. Además, Molina siempre da un plus ante
nosotros”.
En las incorporaciones recientes, Guille Jiménez sigue
avanzando tras volver de su lesión, aunque todavía está lejos de su 100% y Rafa
Herrero irá gozando paulatinamente de minutos. Pero la preocupación principal
del técnico estará en las ausencias. Andrés Portero, el incombustible capitán,
estará en Oropesa dirigiendo a los alevines. Y Rubén Herrero, uno de los
internacionales más veteranos del CPLV, es duda como mínimo para esté
encuentro.
Mientras, las Panteras volverán a jugar en Canterac.
En esta ocasión, recibirán al Tsunamis, al que vencieron en la primera vuelta
por un ajustado 1-2. Con todas disponibles, las vallisoletanas no se fían del
penúltimo clasificado, un conjunto plagado de juventud que no se rinde nunca.
El CPLV quiere que los tres puntos se queden en casa para empatar a puntos con
el Tres Cantos madrileño y acercarse a Tucans en la clasificación, toda vez que
Rubí parece, de momento, un peldaño por encima del resto.
Previa de www.web.cplv.org