Los blanquivioletas, con la baja de Pantzar, aceptaron el pulso ante el segundo clasificado de la LEB Oro. Los granadinos impusieron finalmente su calidad y mayor profundidad de banquillo en el último cuarto para ganar.
 |
| Niang intenta colocar un tapón a Berg. Foto: www.realvalladolidbaloncesto.es |
Con mucho ritmo y acierto, el Covirán Granada y el UEMC Real Valladolid Baloncesto abrieron el partido con espectáculo y un intercambio continuo de canastas. Sin superar diferencias mayores a los cuatro puntos, los de Roberto González mantuvieron el pulso anotador en un primer periodo con un toma y daca constante. La igualdad, de principio a fin, no se rompió y el acto inaugural finalizó con un apretado 23-21.
Ambos equipos brillaban en el ataque y acertaban desde la larga distancia (3/6 en los triples), con la única objeción para los vallisoletanos del cierre del rebote, con cinco capturas ofensivas del Covirán Granada en el primer periodo. Aun así, el UEMC Real Valladolid Baloncesto no permitió que los granadinos se escaparan y, con seis puntos consecutivos de Pippen, continuaron a tiro del cuadro rojinegro.
Los de Pablo Pin gozaron de una máxima de cinco (34-29), pero un tiempo muerto de Roberto González revirtió la situación. Los vallisoletanos, compitiendo de manera formidable, alcanzaron el descanso con apenas tres tantos de desventaja (42-39), aunque con un susto de Alec Wintering en la última jugada, cuando se llevó la mano al gemelo.
El base americano, tocado, regresó al partido tras el paso por los vestuarios y no volvió a resentirse a lo largo de la contienda. Sin Melwin Pantzar, baja por covid, Jaan Puidet disputó minutos como base dirigiendo las operaciones del UEMC Real Valladolid Baloncesto. Defendiendo con intensidad y desplegando un juego adelante, los de Roberto González conservaban intactas sus opciones, con once puntos de Sergio de la Fuente, máximo anotador hasta entonces.
El capitán blanquivioleta inauguró precisamente la segunda parte con dos tantos más. Al poco, el UEMC Real Valladolid Baloncesto igualó el duelo (49-49). Roberto González optó por una zona 2-3 que, por momentos, frenó a todo un Covirán Granada, aunque con el paso de los minutos se fue imponiendo la calidad y la mayor profundidad de los andaluces.
Thomas Bropleh y Pere Tomàs se echaron el equipo a la espalda y los de Pablo Pin se marcharon en la recta final de un tercer periodo que finalizó con un 67-61. A pesar del estirón del Covirán, un triple de Davis Geks aguantó vivas las esperanzas de un UEMC Real Valladolid Baloncesto que, eso sí, cada vez sufría más para igualar el ritmo anotador del segundo clasificado.
Las ardillas se aferraron al encuentro con uñas y dientes. Varios triples pusieron en jaque al Covirán Granada pero, a falta de cuatro minutos, un arreón resultó definitivo para desnivelar la balanza. Dos triples consecutivos de los andaluces obligaron a Roberto González a parar el partido (83-71), pero la máxima diferencia de doce puntos se mantuvo y la lógica se impuso en el Palacio de los Deportes.
Ficha
técnica:
Covirán Granada 89 (23+19+25+22): Lluís Costa (3), James Ellisor (2), Pere Tomàs (14), Jacobo Díaz (9) y Mamadou Niang (14) –quinteto inicial–. También jugaron: Germán Martínez (12), Christian Díaz (9), David Iriarte (11), Thomas Bropleh (11), Eduard Gatell (4), Ricardo Revelles (-) y Ricardo Martín (-).
UEMC Real Valladolid Baloncesto 75 (21+18+22+14): Alec Wintering (10), Davis Geks (9), Sylvester Berg (7), Sergio de la Fuente (15) y Justin Raffington (6) –quinteto inicial–. También jugaron: Kavion Pippen (14), Jaan Puidet (6), Jordy Kuiper (8), Juan García-Abril (-) y Fernando Revilla (-).
Árbitros: González Cuervo, Esteve Malmierca y Arresa Quintero. Eliminaron a Jaan Puidet, con cinco faltas personales, del UEMC Real Valladolid Baloncesto.
Incidencias: 18ª jornada de la Liga LEB Oro. Palacio de los Deportes de Granada.