viernes, 2 de septiembre de 2016

Cecilia Cossío: “Veintitrés mil gracias de corazón”

La cántabra no jugará en esta temporada en el Aula Valladolid tras casi dos años de lesiones en la rodilla derecha: “No quiero pensar si es un adiós o un hasta luego”.

Cecilia Cossío ha jugado siete años con el Aula Valladolid.
Fotos: www.bmaula.es
Cecilia Cossío se despedirá este sábado (19 horas) de Huerta del Rey, en el III Trofeo Ciudad de Valladolid Memorial Alfonso Rodríguez, con el encuentro entre el Aula Valladolid y el Mecalia Atlético Guardés.

La cántabra ha publicado en las últimas horas un mensaje a la afición del Aula Valladolid: “Es lo mejor para mí”.

“Quería comunicar que este año no sigo formando parte del Club Balonmano Aula Cultural después de siete años.

Durante todo este tiempo he conocido la cara más dulce de este deporte, y la otra. Me quedo con lo bueno y con todo lo que hemos trabajado juntos para que este club esté donde se merece.

Seguid trabajando la base con ilusión para que ‘mis niñas’ y otras con la misma ilusión que todas ellas lleguen algún día a vivir lo que he vivido yo, con su club de toda la vida.

A los de la sombra, una gran reverencia, porque gracias a todos los que desinteresadamente os desvivís por nosotras, esto crece cada año un poco más.

Para la afición, simplemente, no tengo palabras, igual que se las quitáis a todo el equipo cuando se cae Huerta del Rey.

Veintitrés mil gracias (por el dorsal de Cecilia Cossío en el Aula Valladolid) de corazón a los empáticos y a los que me aplaudisteis alguna vez pero, sobre todo, a los que estuvieron y están cuando se fueron los aplausos.

Un placer. Nos vemos”.


Arriba, Cecilia Cossío prepara un lanzamiento.
Abajo, el fatídico momento de la lesión de rodilla el 30 de diciembre de 2014.
Cecilia Cossío anunció el pasado jueves su despedida en una rueda de prensa, acompañada por el técnico del Aula Valladolid, Miguel Ángel Peñas.

“He decidido no jugar este año para recuperarme y no quiero pensar si es un adiós o un hasta luego”.

El calvario arrancó el penúltimo día del año 2014. Un amistoso intrascendente. El Aula Valladolid se medía a la selección juvenil de Castilla y León en Zaratán. Cecilia Cossío, en una acción fortuita, conocía la cara más amarga del deporte: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y esguince del ligamento lateral interno de la misma articulación.

La rodilla derecha de Cecilia Cossío no se ha recuperado desde entonces.

La cántabra, un baluarte defensivo en el esquema de Miguel Ángel Peñas, se perdió el resto de la temporada 2014/15.

Volvió al curso siguiente, pero la rodilla no aguantó el peso de la competición. Cecilia Cossío recayó en el descanso invernal. Su último partido fue el pasado 14 de noviembre, en Huerta del Rey, ante el Granollers. Anotó dos goles.

La cántabra, acompañada por Miguel Ángel Peñas, anuncia su despedida.
El reposo no solucionó los problemas físicos en la rodilla y la cántabra pasó, en mayo, por segunda vez por quirófano: “Tomo la decisión cuando me dicen que me tienen que operar la segunda vez y que, en vez de seis, serán nueve los meses de recuperación. Llevo año y medio en rehabilitación y necesito desconectar”, ha explicado.

“Quiero desconectar porque lo necesito, porque quiero recuperar la rodilla como si fuera a hacer deporte en un futuro, pero fuera del balonmano. Si veo que lo echo de menos cuando esté bien, volveré”, ha prometido Cecilia Cossío, que ha disputado un total de 95 partidos oficiales con el Aula Valladolid, con 184 goles, según los datos de la Real Federación Española de Balonmano.

“No quiero hablar de mala suerte, lo que quiero es ver esta etapa como una época de crecimiento personal y pensar que me quedan más éxitos en otras facetas de mi vida”, ha señalado la cántabra, que también dejará su faceta de entrenadora de la cantera del Aula Valladolid.

Un adiós en el que Cecilia Cossío ha querido poner una sonrisa: “Me quedo con todo lo que hemos trabajado juntos para que este club esté donde se merece. Trabajad la base para que las niñas puedan vivir lo que he vivido yo”.