El derbi de Castilla, tras casi tres décadas de ausencia, se queda en El Plantío. Los de Pacheta, con menos intensidad y erráticos en la defensa, se derrumbaron en la recta final de la primera parte con tres goles de Juanma, de penalti, Pablo Valcarce y, de nuevo, Juanma en apenas seis minutos. Primera derrota de la temporada. Cristo, inexistente, estrenó titularidad. Queirós y Hugo Vallejo debutaron con la elástica blanquivioleta.
Toni Villa lanza una contra. Foto: www.realvalladolid.es |
El Real Valladolid no ofreció en El Plantío la imagen de un candidato al ascenso, ni digamos la consideración de gran favorito, como ya se vendía apresuradamente tras un buen inicio de curso. El Burgos se impuso por ganas, por intensidad. Los blanquivioletas apenas dominaron el primer cuarto de hora, el tiempo que consumieron los burgaleses, que no habían visto puerta en las tres primeras jornadas, en perderles el respeto. Era el Real Valladolid quien tenía que temer al Burgos.
Pacheta, pese a las bajas de Joaquín y El Yamiq, mantuvo la tripleta de centrales, esta vez con la inclusión de Alcaraz. Pero en El Plantío no se apreció ni una pizca de la solidez que sostuvo al equipo con diez ante el Lugo en la pasada jornada. El Real Valladolid naufragó atrás. Lento, mal colocado y frágil a la espalda de los laterales. El Burgos afloró las debilidades del sistema de Pacheta. Aunque el desastre se fraguó unos metros más arriba, con Roque Mesa y Fede San Emeterio regalando demasiados balones e incapaces de detener o, al menos, entorpecer las vertiginosas transiciones burgalesas.
La posesión inicial blanquivioleta resultó estéril. El Burgos, impulsado por una grada que demostró que esperaba con ansías el derbi, se desató pronto, sin necesidad de sobar el balón. El plan era otro: robar y correr. Nunca estuvo el Real Valladolid en disposición de cambiar el guion. Ya a los diecinueve minutos, el veterano Saúl Berjón obligaba a Roberto a evitar el primer gol. El Burgos jugaba a otra velocidad. Guillermo, que sustituyó a Alegría, lesionado, en el calentamiento, ampliaba a la media vuelta la carga de trabajo del guardameta del Real Valladolid. El delantero, formado en Lezama, forzaba por segunda vez a Roberto a la media hora, aunque en fuera de juego.
A esas alturas, los de Pacheta ya no tenían ni siquiera el balón. El Real Valladolid sufría en El Plantío y buscaba el descanso para calmar al Burgos y ordenar las ideas. No tuvo tiempo. La recta final del primer periodo deparó un hundimiento en toda regla. Pim, pam, pum. Tres goles en seis minutos con un Burgos lanzado, con una preocupante sensación de superioridad.
El derbi se rompió desde los once metros. Roque Mesa, pasado de revoluciones durante todo el choque, le robó la pelota a Juanma pero, además, le mandó también al césped. La patada no pasó desapercibida para el VAR, aunque sí al colegiado en un primer momento. Roberto no pudo repetir el acierto del Anxo Carro, cuando le sacó un penalti a Joselu poco después de la expulsión de Weissman, al que el equipo echó en falta. Cristo estrenó titularidad con una pobre actuación. Inexistente en el primer acto. Sobrepasado por el derbi.
El gol intensificó las tendencias del partido. El Real Valladolid defendía cada vez peor, mientras que el Burgos llegaba cada vez más y más fácil. Álvaro se paseaba por la banda derecha y colgaba el balón al primer palo para que Pablo Valcarce, sin marca, cruzara de cabeza. Casi a continuación, Juanma firmaba el doblete tras recoger una asistencia del mismo Valcarce, que había prolongado un envío aéreo conquistado por Guillermo. Un baño. Un recital del Burgos.
El Real Valladolid llegó al descanso rendido. No había más. El derbi duró un tiempo, aunque Pacheta buscara una reacción y un milagro con cuatro cambios, Luis Pérez, Nacho, Aguado y el debutante Queirós por, respectivamente, Janko, Alcaraz, Javi Sánchez y Fede San Emeterio. Óscar Plano se retiraría poco después tras recibir un golpe en la cabeza. Otro debutante, Hugo Vallejo, entró por el madrileño.
El Burgos dejaba pasar el reloj, sin hacer más daño, ante un sorprendido Real Valladolid, que aún asimilaba lo ocurrido para aprender de cara al resto de la temporada. En una semana, en Zorrilla ante el Tenerife, tendrá la ocasión de demostrarlo.
Pacheta ya sabía que el camino a Primera será un maratón. La plantilla, se supone, también. Ronaldo lo habrá descubierto ante el Burgos.
Ficha
técnica:
Burgos CF 3: Herrero; Álvaro, Córdoba, Miguel Rubio, Fran García; Elgezabal, Andy (Undabarrena 82’), Pablo Valcarce (Ernesto 74’), Juanma (Navarro 74’), Saúl Berjón; y Guillermo (Mumo 65’).
Real Valladolid 0: Roberto; Janko (Luis Pérez 46’), Alcaraz (Nacho 46’), Kiko Olivas, Javi Sánchez (Queirós 46’), Olaza; Fede San Emeterio (Aguado 46’), Roque Mesa, Óscar Plano (Hugo Vallejo 58’); Cristo y Toni Villa.
Goles:
1-0 (min. 36): Juanma, de penalti. Roque Mesa derriba a Juanma a la hora de anticiparse en el área. El colegiado, en un principio, deja seguir la jugada, pero señala los once metros tras el aviso del VAR. Juanma ejecuta la pena máxima al centro. Roberto toca el esférico, pero no lo suficiente para evitar el gol.
2-0 (min. 40): Pablo Valcarce. Álvaro progresa sin oposición por la banda derecha y centra al primer palo. Pablo Valcarce, absolutamente solo, cruza de cabeza al fondo de la red.
3-0 (min. 42): Juanma. En pleno desconcierto del Real Valladolid, Guillermo se impone por alto en un balón largo de Herrero. Pablo Valcarce gana la segunda jugada y combina con Juanma que, con un remate mordido, anota el tercer gol del Burgos.
Árbitro: Moreno Aragón (colegio andaluz). Amonestó a Miguel Rubio (4’), el técnico Calero (34’), Córdoba (50’), Elgezabal (58’) y Saúl Berjón (88’), por parte del Burgos CF, y a Hugo Vallejo (71’) y Olaza (92’), por parte del Real Valladolid.
Incidencias: 4ª jornada de LaLiga Smartbank. El Plantío.
Las notas:
Roberto (3): Encajó tres goles en apenas seis minutos. El primero, de Juanma, de penalti. El guardameta tocó el balón, pero no lo suficiente para desviar el lanzamiento. El segundo, de Pablo Valcarce, de un preciso cabezazo cruzado. Y el tercero, de nuevo de Juanma, tras un disparo mordido dentro del área. Roberto acabó el encuentro con cinco paradas. Con cero a cero, se lució para despejar un remate de Saúl Berjón en el área pequeña.
Janko (3): Flojo. Jugó muy arriba, como quiere Pacheta, pero no generó peligro al Burgos. A cambio, estuvo mal en defensa. Relevado al descanso por Luis Pérez.
Alcaraz (2): Titular en el eje de la defensa, como central diestro, para acompañar a Kiko Olivas y Javi Sánchez por las bajas del lesionado Joaquín y el internacional El Yamiq, convocado con Marruecos. El experimento salió mal. No transmitió ninguna seguridad. Se quedó en el banquillo tras el descanso.
Kiko Olivas (4): El único de la tripleta de centrales que salió tras el descanso. No obstante, no se salvó del desastre defensivo del Real Valladolid en la primera mitad. A los dieciocho minutos, se confió en el área y regaló un peligrosa ocasión a Álvaro.
Javi Sánchez (3): Guillermo, un ariete clásico, se impuso a los centrales del Real Valladolid, lentos, desubicados y fallones. El madrileño fue otro de los señalados tras una caótica primera parte y no salió tras el descanso.
Olaza (4): El uruguayo comenzó como carrilero izquierdo, pero jugó como central en la segunda parte tras los cambios de Alcaraz y Javi Sánchez. El segundo gol del Burgos se generó en su banda. Álvaro encontró una autopista para progresar y centrar. Mandó fuera, por poco, una falta directa en el comienzo del segundo acto.
Fede San Emeterio (3): Más que discreto. No equilibró para nada al equipo en el mediocampo. El cántabro no cortó el vertiginoso juego del Burgos. Sustituido tras el descanso.
Roque Mesa (2): Una máquina de perder balones en el primer tiempo. El canario, para rematar su mala actuación, ayudó al Burgos para abrir el marcador tras cometer un penalti sobre Juanma que el VAR detectó. En la segunda parte, estuvo algo anárquico, con tres disparos desviados.
Óscar Plano (3): A los veinte minutos, antes de romperse el partido, desaprovechó una contra bien lanzada por Toni Villa. Antes del descanso, disparó fuera desde la frontal. Lo volvió a intentar en el primer ataque del segundo periodo, con un remate blando a los guantes de Herrero, su primera parada en todo el partido. Poco después, se llevó un golpe en la cabeza y terminó en el banquillo.
Cristo (1): Decepcionante debut como titular ante la baja de Weissman y la falta de ritmo de Sergio León, suplente. El canario, que ya tuvo unos minutos en Lugo, pasó desapercibido por El Plantío. Absolutamente superado por el partido.
Toni Villa (5): El canterano y capitán intentó tirar del equipo, pero no tuvo ninguna ayuda. Con empate a cero, proyectó a Óscar Plano en una peligrosa contra que no culminó el madrileño. Con el paso de los minutos, se alejó del balón y desapareció.
Luis Pérez (5): Sustituyó a Janko tras el descanso con el derbi ya sentenciado. Al menos, no le permitió más alegrías al Burgos.
Queirós (5): El portugués debutó con el Real Valladolid apenas cinco días después de su incorporación en la última jornada del mercado de fichajes. Mejoró a Alcaraz y Javi Sánchez, aunque ante un Burgos menos ambicioso.
Nacho (5): Disputó toda la segunda parte para ocupar el carril izquierdo, desplazando a Olaza al central. El madrileño intentó alguna subida, pero el partido estaba hecho. Mediado el segundo periodo, abortó una peligrosa aproximación de Juanma.
Aguado (5): Relevó a San Emeterio tras el descanso. No perdió, ni mucho menos, tantos balones como el cántabro y como Roque Mesa, aunque el partido tenía ya otra intensidad.
Hugo Vallejo (5): El segundo debutante del Real Valladolid en El Plantío. Contó con algo más de media hora tras sustituir a Óscar Plano. A diez minutos del final, Herrero le atrapó un cabezazo manso.
Pacheta (3): Mantuvo el sistema, con tres centrales y dos carrileros, a pesar de las bajas de Joaquín y El Yamiq en la defensa y Weissman en la delantera. Alcaraz y Cristo fueron sus apuestas en el once. Y ambos le fallaron. El Burgos le ganó en intensidad al Real Valladolid, frágil atrás y con muchas pérdidas en el mediocampo. Revolucionó el equipo tras el descanso, ya con tres a cero, con cuatro cambios. Los blanquivioletas esbozaron una tímida reacción, pero el derbi ya estaba resuelto.