sábado, 4 de enero de 2014

Sobró miedo y faltó mucho fútbol

Real Valladolid y Real Betis justifican sus penurias en la clasificación y empatan a cero. Mariño paró a los sevillanos, algo superiores, en el primer periodo. El equipo de Juan Ignacio Martínez mejoró levemente tras el descanso pero sin crear ocasiones claras de gol. El descenso resopla con fuerza en el cogote.

Víctor Pérez, titular por primera vez en la temporada. Fotos: www.realvalladolid.es 
El intenso frío y el calendario contradecían al escenario que se vivía sobre el césped. Real Valladolid y Real Betis disputaban a principios del mes de enero un encuentro propio del último cuarto de la Liga. El miedo a perder paralizaba a dos equipos muy escasos de calidad y con muchas urgencias en la clasificación. Los sevillanos llegaban a Zorrilla como colistas. Mientras, los vallisoletanos estaban a solo un puesto del descenso.

Con algo más de media Liga por delante, veinte partidos en concreto, Real Valladolid y Real Betis, huérfanos de confianza, están más preocupados de no perder que de ganar. Incluso un punto sabe bien en época de vacas flacas. El incuestionable deterioro de la Liga española, con un vagón de equipos con un nivel muy justo, ha vulgarizado los objetivos de la clase media y baja. La lucha por la permanencia se ha convertido en una carrera de cojos.

Si Real Valladolid y Real Betis consiguen la salvación será más por deméritos ajenos que por méritos propios. En Zorrilla, han justificado su posición en la clasificación en un choque condicionado por el estado del césped, encharcado en algunas zonas tras las intensas precipitaciones de las últimas horas, y por el miedo a perder. Ni Real Valladolid ni Real Betis han merecido la victoria.

Comenzó mejor el colista de la Liga. Pese a la inusual ubicación de Jorge Molina, en la banda derecha, el Real Betis se apoderó de la pelota gracias a Verdú. El mediapunta catalán encontró una mina entre los centrales y los centrocampistas del Real Valladolid. Juan Ignacio Martínez, con Ebert en la grada, por lesión, y Óscar en el banquillo, por enfermedad, estrenó sin éxito nueva fórmula: Rubio y Rossi, con Víctor Pérez de enganche.

El fútbol brillaba por su ausencia. Las imprecisiones eran tan numerosas que incluso ambos equipos daban la sensación de jugar sin intensidad. El miedo pesaba en sus botas. El Real Betis se adaptó algo mejor a un partido carente de ritmo. El Real Valladolid, atolondrado, no existía en ataque y se encomendaba a su habitual Mesías en esta primera vuelta del campeonato: Mariño.

El guardameta vigués aguantó el empate a cero en cuatro ocasiones: un remato ‘amigo’ de Marc Valiente, un disparo de Juan Carlos con poco ángulo, una falta directa de Verdú y, en especial, un tiro de Jorge Molina dentro del área. El delantero del Real Betis se plantó ante Mariño tras recibir una sensacional asistencia de Verdú desde la frontal. Rueda, fiel a su deficiente estado de forma, se limitó a verlas venir.

Al descanso, el empate a cero era un soberbio resultado para un timorato Real Valladolid. Larsson, en una jugada individual, fue el único que se molestó en descubrir si el Real Betis jugaba con cancerbero. El primer disparo a puerta, y el único, no llegó hasta superada la media hora. Guerra se desesperaba ante la ausencia de balones y Omar, para variar, se diluía. Entre Rubio, Rossi y Víctor, el bagaje ofensivo era nulo. Rukavina, con alguna esporádica arrancada, creó más peligro que el trío de cerebros.

El miedo cambió de bando tras el paso por los vestuarios. Garrido echó para atrás al Real Betis. Un punto era un punto. Si Mariño no estaba por la labor, los sevillanos, al menos, no querían perder en Valladolid. Verdú dejó de aparecer y los blanquivioletas se sacudieron los nervios con Peña como estilete por la banda izquierda. El lateral salmantino colocó varios balones al área, pero nunca en posiciones ventajosas para que Guerra, emparedado entre los contundentes Amaya y Paulao, rematara con comodidad.

El fútbol continuaba, de todos modos, sin asomarse por las gradas de Zorrilla. La afición era lo mejor del encuentro con sus cánticos para animar a un equipo que le echó algo de corazón en el segundo tiempo. Ayudó el planteamiento más conservador del colista Real Betis porque Rubio y Rossi tampoco es que mejoraran mucho sus prestaciones. Juan Ignacio se encomendó a esta leve reacción y buscó la victoria con la entrada de Óscar en el último cuarto de hora y de Manucho a ocho minutos del final. Víctor Pérez pasó a la banda izquierda.

Peña sube la banda en el segundo periodo.
Sin embargo, el empuje del público no llegó al césped. El arreón vallisoletano se resumió en dos buenos centros de Rukavina y Rossi que no llegaron a los pies, respectivamente, de Manucho y Óscar y en un centro-chut de Peña, envenenado por el viento, que desvió Sara. Los verdiblancos, atrincherados durante casi todo el segundo acto, rozaron hasta la victoria en un desplazamiento desde la banda que Rubén Castro no atrapó en boca de gol y en un peligroso disparo cruzado de Juan Carlos dentro del área que se marchó desviado.

El miedo y la falta de calidad habían ganado la partida en Zorrilla. El encuentro concluía en tablas a cero. No había para más. Ni Real Valladolid ni Real Betis tienen ahora mismo argumentos para conseguir objetivos mayores. Si el Almería puntúa ante el Granada y el Osasuna gana al Espanyol, el Real Valladolid acabará la jornada en puestos de descenso. Solo un triunfo del Real Madrid sobre el Celta por más de dos goles retrasaría el desastre un fin de semana más. Con miedo, con mucho miedo, y sin fútbol, casi sin fútbol.


Alineaciones:

Real Valladolid 0: Mariño; Rukavina, Marc Valiente, Jesús Rueda, Peña; Álvaro Rubio, Rossi (Rama 92’), Larsson (Manucho 82’), Víctor Pérez, Omar (Óscar 74’); y Javi Guerra.

Real Betis 0: Sara; Chica, Paulao, Amaya, Dídac; Matilla (Salva Sevilla 60’), Lolo Reyes, Jorge Molina, Verdú (Nono 74’), Juan Carlos; y Rubén Castro (Chuli 87’).

Árbitro: Velasco Carballo (colegio madrileño). Amonestó a Álvaro Rubio (44’), por el Real Valladolid.

Incidencias: 18ª jornada de la Liga BBVA. Nuevo Estadio José Zorrilla. Día del Niño. 14.178 espectadores. El césped estuvo pesado y, en algunas zonas, encharcado. El colegio Pinoalbar recogió galletas y zumos en las puertas del estadio para repartir entre niños necesitados.

Las notas:

Mariño (8): De nuevo, el mejor del Real Valladolid. No tuvo trabajo en el segundo tiempo, pero sí en el primero. Evitó el gol del Real Betis en hasta cuatro ocasiones. Primero en un defectuoso despeje de cabeza de Marc Valiente. Después, en la ocasión más clara del partido, desviando un disparo de Jorge Molina en el área pequeña. Juan Carlos, con poco ángulo, fue el tercer jugador bético que se estrelló en Mariño. Por último, Verdú se encontró con el guardameta en un lanzamiento de falta directa.

Rukavina (5): Participó más en el juego ofensivo en el primer periodo que en el segundo. Juan Carlos solo se escapó del serbio en una ocasión. Mariño evitó el gol. Se le debe exigir mucho más en ambas áreas.

Marc Valiente (5): Obligó a Mariño a despejar por encima del larguero un defectuoso despeje con la cabeza. Algo lento.

Jesús Rueda (5): Mejor que ante Celta y Espanyol. No obstante, se quedó parado en una pared entre Verdú y Jorge Molina que dejó al delantero solo ante Mariño. Otra vez el portero evitó el gol. En el segundo periodo, no controló un balón suelto en el área ante el portero del Real Betis.

Peña (7): El mejor del Real Valladolid en el segundo periodo con sus frecuentes subidas por la banda. Sus centros a Javi Guerra no fueron del todo precisos. Sara desvió un peligroso centro-chut del lateral izquierdo en los últimos minutos del encuentro.


Rubio no jugará en la próxima jornada contra el Granada.
Álvaro Rubio (5): Recibió una tarjeta amarilla tras derribar a Verdú cerca del área al filo del descanso. No jugará por sanción ante el Granada. Muy lento en la distribución del balón.

Rossi (5): Acabó pidiendo el cambio, en el tiempo de prolongación, por problemas físicos. Poco participativo en la elaboración del juego. En los instantes finales, sirvió un buen centro al que no llegó, por poco, Óscar para rematar dentro del área y sin marca.

Víctor Pérez (5): Titular por primera vez en la temporada. Jugó en dos posiciones poco habituales: mediapunta e interior izquierdo tras la entrada de Óscar. Con la ausencia de Ebert, se encargó, con poca puntería, de las jugadas de estrategia. Aún lejos de su mejor nivel.

Larsson (6): De lo poco salvable en el primer periodo. El sueco se inventó un disparo tras una acción individual. Sara impidió el gol. Jugó en la banda derecha, en la posición del lesionado Ebert.

Omar (2): Mal. De nuevo, no justificó su titularidad. Contactó poco con el balón y acabó sustituido por Óscar. Su mal partido quedó reflejado en un paupérrimo lanzamiento de falta lateral que acabó lejos del área del Real Betis.


Remate forzado de Javi Guerra ante Amaya.
Javi Guerra (6): Amaya y Paulao no le dejaron jugar con comodidad. Remató forzado un par de centros de Peña. Bajó a menudo al mediocampo para sacar el balón jugado ante la incapacidad de Rubio y Rossi.

Óscar (6): Duda durante toda la semana por una sinusitis. Entró al final en la convocatoria pero para sentarse en el banquillo. Salió por Óscar en el último cuarto de hora. No llegó a rematar un buen centro de Rossi.

Manucho (5): Solución de última hora de Juan Ignacio. Saltó por Larsson a ocho minutos del final. El delantero africano no llegó a una buena asistencia de Rukavina.

Rama (-): Salió por Rossi en el tiempo de prolongación por los problemas físicos del italiano.

Juan Ignacio Martínez (3): Otra fórmula fallida. Juan Ignacio dispuso a Rubio y Rossi en la medular con Víctor de enganche. Ni se creó juego ni se generaron ocasiones. Con Omar en el once, se equivocó.